Después de relajar su cuerpo con un delicioso baño de agua tibia ignorando el escándalo detrás de su puerta, Natalia decide que lo mejor es descansar, sólo espera que al día siguiente pueda ver las cosas desde una perspectiva diferente y poder encontrar una solución a su problema, pero como siempre no todo puede ser color de rosa, al salir del baño se encuentra con quienes menos quería ver en ese momento.
- Dios, ¿es que acaso no puedo tener paz en mi propia habitación? – Se dirige a buscar un pijama para ponerse mientras ignora a su madre. –
- ¿Se puede saber con qué autoridad te atreves a traerte el auto y dejarnos tiradas? - Las palabras de Lourdes están cargadas de ira, no tolera el hecho de que Natalia se le este saliendo de las manos. -
- La verdad no entiendo por qué tanto alboroto, de igual manera ustedes tenían su propio auto e incluso, un chofer. – Para Lourdes el hecho de ver a Natalia actuar tan tranquilamente la molesta aún más. -
- Escúchame bien niña insolente... – Lourdes no termina de hablar porque es interrumpida por Natalia. -
- ¡No, estoy harta de que siempre hagan conmigo lo que se les dé la gana, pero eso se acabó, me voy a casar porque así ustedes lo han decidido, pero es lo último que hago por ustedes y no es que este feliz con ello, así que ya déjenme en paz!
- Eres una... – Lourdes levanta su mano para pegarle a Natalia, mientras que ella cierra sus ojos para esperar el golpe, el cual nunca llega, al abrirlos puede ver a su padre quién la tiene agarrada por la muñeca. – C-Cariño…
- ¿Qué crees que estás haciendo? – Pregunta él con una voz gélida la cual hace sentir a Lourdes un escalofrió, es la primera vez que nota esa mirada en él, por lo que trata de zafarse de inmediato. -
- T-Tu hija es una insolente que necesita ser corregida. – Para Lourdes la situación se esta saliendo de control porque está es la primera vez que su esposo le habla en ese tono de voz. -
- Entonces ¿a ti también debo corregirte? – Lourdes abre los ojos en sorpresa por las palabras de su esposo. - Te recuerdo que tú has sido la encargada de la educación de las dos, entonces deberías ser corregida tú primero.
- ¿C-Como puedes decir algo así? – Lourdes mirada a Natalia con un odio profundo. “Todo es por tu culpa m*****a bastarda, pero juro que me las pagaras” –
- Papá, como puedes hablarle de esa manera a mamá. Todo es culpa de Natalia. – Para Bianca era inaudito el trato de su padre. “Está es la primera vez que mi padre le habla de esa manera a mamá, todo es su culpa, cuanto la detesto”. -
- Natalia no comprendía lo que estaba sucediendo, sólo pudo ver como su madre salía de su habitación totalmente enfurecida, sin comprender totalmente la situación. Aunque para ella no era nada extraño que su padre la defendiera cada vez que ella intentaba levantarle la mano para golpearla, debido a que han sido muchas las veces que lo ha intentado, pero él siempre aparecía para impedirlo.
Decidió no darle mayor importancia y se dispuso a dormir, pero recordó que su padre y hermana continuaban allí.
- Todo es tu culpa, no sabes cuanto... – Bianca trata de acercarse a ella, pero su padre interviene. –
- Basta Bianca, ve con tu madre.
- ¡Pero papá! – Bianca siente un escalofrío al ver la mirada de su padre, pero eso la enfurece aún más. "Esto no se quedará así", mira a Natalia con desdén y sale de la habitación rápidamente siguiendo a su madre. -
Ha transcurrido una semana y Natalia se siente desesperada por no saber nada de Elías, este no responde sus llamadas y mucho menos sus mensajes, es como si se lo hubiese tragado la tierra y eso es algo que le preocupa, el prometió ayudarla y por más que confía en él, no puede evitar pensar que algo malo pudo haber pasado. Por otra parte, su padre también ha estado por bastante tiempo fuera, lo cual le parece extraño, hace una semana se fue de viaje y aún no ha vuelto, por lo único que puede agradecer es que debido a la dichosa boda su madre y su hermana no la han molestado por estar corriendo de un lado al otro terminando los dichosos preparativos para el gran evento.Mientras Natalia observa a través de la ventana a los invitados que van llegando, su padre ingresa a la habitación sacando a todos de inmediato quedando sólo con su hija, su mirada es fría y sin expresión.
- Ya está todo listo. – Natalia lo observa mientras se va acercando a él. – No lo hagas más difícil.
- Papá por favor, no me hagas esto por favor. - Se aferra a él descargando sus lágrimas sobre su pecho como cuando era una niña. - Soy tu hija, tu niña, por favor.
- Esto es lo mejor para ti, se que ahora no lo comprendes, pero algún día lo harás y espero que cuando eso suceda, ya estes lejos de aquí.
- Te odio. – Natalia se aleja de su padre mientras limpia sus lágrimas. - Jamás te voy a perdonar lo que me has hecho.
- Alguien te espera abajo, no lo hagas esperar, la boda será dentro de 15 minutos. – Su padre sale nuevamente de la habitación mientras que ella siente como la resignación llega a su pecho.
- Pero de inmediato reacciona a las palabras de su padre, "Elías" sin pensarlo más sale a su encuentro, pero justo al llegar al pie de las escaleras, alguien la toma por el brazo y la arrastra, al mirar a la persona puede ver a su amigo lo que hace que su rostro se llene de felicidad.
- Elías, por Dios, pensé que no llegarías. – Sin pensarlo dos veces se aferra a él sintiendo como la invade la tranquilidad. -
- Siempre cumplo mi palabra, ahora… debemos irnos. – Elías la toma de la mano mientras empieza a caminar rápidamente. -
- Espera ¿a dónde me llevas?
- Vamos a mi auto, saldremos de aquí, las cosas no han salido como lo esperaba así que debemos improvisar.
Al llegar al auto suben a este de inmediato, ella se sorprende al ver todo lo que está dentro de este, sobre todo por su maleta, pero decide no preguntar por el momento, lo importante es poder escapar, sin más preámbulos salen del lugar sin ser vistos, o eso es lo que ellos pensaban.
Al estar a las afueras de la ciudad, Natalia siente un poco de hambre debido a que no ha comido nada durante el día, por lo que le pide a Elías que se detengan en algún lugar para comer algo a lo cual él está de acuerdo, pero la velocidad del auto no disminuye.- ¿Qué ocurre? ¿Por qué no te detienes? – Le pregunta Natalia mientras observa que se han pasado del lugar a donde iban a detenerse. -- Los frenos no funcionan. – Responde Elías un poco dudoso.- ¿Cómo que los frenos no funcionan? No estoy para esas bromas. – Pero al ver el rostro serio de Elías duda que en verdad este bromeando, pero lo más angustiante es ver la expresión de temor en él. - ¡Elías!- Princesa, los frenos no funcionan, necesito que te asegures bien el cinturón porque podríamos chocar el algún momento.- ¡¿De que estás hablando?! ¡¿Cómo es posible?! – De inmediato las alarmas en la mente de Natalia se encienden, ahora comprendía porque pudieron salir tan fácilmente de la mansión de su padre. – ¡Maldición!-
En una cama de hospital, Natalia va despertando lentamente, siente su cuerpo pesado y su cabeza parece como si le fuera a estallar, trata de ver en donde se encuentra pero no le es posible, todo es oscuridad, al sentir el tacto, parece ser que está sobre una cama, sostiene su cabeza por el fuerte dolor que siente, mientras siente unas vendas sobre esta, llegan una serie de imágenes de un accidente, y ve como la lanzan del auto mientras él se queda dentro, ve otras imágenes no tan claras, es una joven embarazada y otra mujer a su lado, su voz le es muy familiar.- ¡Aaaaah! - Grita fuerte, el dolor, es realmente insoportable, escucha una voz, pero no puede ver nada. - ¿P-Por qué no puedo ver nada? ¿D-Dónde estoy?- Tranquilícese por favor. – Escucha una suave voz, pero ella no puede ver a nadie y eso la desespera aún más. -- ¡No puedo tranquilizarme! ¡¿Por qué no puedo ver nada?! ¡¿Dónde estoy?! ¿Quién me trajo aquí? ¿Quién es usted? - Natalia trata de mirar en diferentes direccione
El padre de Natalia llego corriendo hasta la habitación de su hija al ver que las enfermeras entraban y salían de esta, al darse cuenta de lo que sucedía y el estado en el que se encontraba su hija se acerco hasta ella sin dudarlo abrazándola de inmediato, y aunque ella trataba de alejarlo él se aferró a ella como nunca lo había hecho antes, lo que hizo que Natalia disminuyera su agresividad, haciendo que la enfermera aprovechará esta oportunidad para sedarla.- Todo estará bien mi princesa, todo estará bien, prometo que nadie más te lastimará, a partir de ahora, nadie te volverá a hacer daño. – Al sentir que los sollozos de su hija disminuyeron y que su respiración se volvió más pausada, él la levanto y la volvió a acomodar sobre la camilla. - ¿Qué fue lo que sucedió? – Pregunta a las enfermeras mientras observa el estado de su hija. -- Lo lamento Señor Madisson, pero sabíamos que en algún momento ella preguntaría lo inevitable. – El doctor le indica a la enfermera que nuevamente
CAPITULO 1: EL INICIO DE TODO.Sumergida entre sus pensamientos trayendo a su mente aquellos recuerdos agradables que la llenaban de vida, momentos en los que sentía que en algún determinado tiempo las cosas podrían cambiar a su favor, anhelando poder escapar finalmente de esa vida, de su familia.Pero al final nada salió como ella lo esperaba, ahora se encontraba sumergida en un mundo lleno de oscuridad, donde su única luz eran los recuerdos del hombre que amo y que aún sigue amando con todas sus fuerzas.Sus lágrimas comienzan a salir por el dolor, la rabia y la impotencia de no poder hacer nada debido a su condición, la cual fue provocada por su propia familia, quienes gracias a su ambición acabaron con la vida de una persona maravillosa dejándola a ella ciega y sin poder valerse por sí misma.------------------------------- ***** -------------------------------------La vida de Natalia siempre fue un infierno al lado de aquellos que se supone debían cuidarla y protegerla, pero tod
Al ver a Natalia frente a su puerta, Elías no dudo en hacerse a un lado para que está entrará, aunque no era habitual que ella llegará a esa hora a su casa, él jamás sería capaz de negarse a recibirla. Dejo que se acomodará y sin preguntar nada se sentó frente a ella analizando cada expresión que había en su rostro.- Realmente no te esperaba a esta hora.- Lamento si interrumpo algo, pero no sabía a donde más ir.- Sabes que jamás lo haces, además, mi casa es tu casa. – Los gestos de Natalia le indicaban que algo no estaba bien, por lo que no dudo en preguntar. - ¿Estás bien?- Digamos que sí. – Esa respuesta no fue convincente, lo cual termino de confirmarle que algo le había sucedido a su amiga. - Yo… lo lamento, justo cuando llegue note que estabas con alguien.Natalia observa detenidamente al hombre frente a ella, a pesar de ser amigos desde hace algunos años, nunca ha podido saber lo que realmente está pensando, esa es una de las cosas que más le intrigan de él, nunca muest
Elías Jonhson es un joven 26 años, es administrador de empresas especializado en comercio exterior y análisis financiero, sus padres murieron cuando tenía 15 años quedando a cargo de su abuelo, este siempre fue un hombre estricto con referente a su educación y deseaba que fuera él quien al final manejara todos sus negocios, a cambio debía dejar que controlara su vida a su antojo, situación que él jamás permitió; decidido a abandonar la mansión de su abuelo, se independizo obteniendo algunos trabajos con los cuales le iba muy bien, estudiando dos carreras al mismo tiempo, una presencial y una virtual, sin embargo su abuelo siempre intentaba molestarlo diciendo que era un ingrato, que se olvidará de que tenía familia y que algún día volvería a suplicar para que lo recibiera de vuelta, pero que para él no significaría nada. Han pasado siete años desde ese entonces.Sin embargo, gracias al esfuerzo de su trabajo y gran empeño en sus estudios, finalmente logro obtener una beca continuando
Elías se queda analizando las palabras de Antonio, sin duda su abuelo siempre sabe como sacarlo de quicio, pero lo que a él se le olvida es que él todo siempre termina volviéndolo a su favor al igual que cuando quiso tratar de controlar su vida, esa fue la excusa perfecta para poder salir de ese lugar y así poder independizarse.A los pocos instantes de haberse ido Antonio, alguien toca la puerta, Elías maldice para sus adentros debido que lo único que quiere es descansar, pero todo su cansancio desparece al ver a la persona que está frente a él.Allí esta ella, con su cabello suelto, sus mejillas sonrojadas y esos labios color cereza que lo vuelven loco, realmente no sabe cómo es que se ha podido controlar todo ese tiempo junto a ella, hay días en los que se siente como un animal en celo que lo único que desea es perderse en su interior y deleitarse con su sabor.Elías sale de su trance al escucharla hablar, invitándola de inmediato a pasar, al observarla bien, puede notar que está l
Al salir de sus clases el teléfono de Natalia comienza a sonar, al revisar se puede dar cuenta de que es su madre, decide no contestar, pero la llamada es tan insistente que al final le toco responder.- Necesito que vayas a la boutique, escogeremos tu vestido de novia. – Natalia no puede evitar rodar los ojos al escuchar la voz autoritaria de su madre. – No puedes faltar.- Escógelo tú, ya que eres la más interesada en esa boda.- Niña desagradecida, porque no puedes ser un poco más como tu hermana. - Natalia rueda sus ojos ante las palabras de su madre, cualquiera que la eswcuchará pensaría que de verdad le interesa su hija. - - Primero muerta que ser como ella, así que no me esperes que no voy a ir. – Al escuchar el escandaloso regaño de su madre Natalia decide colgar la llamada y se dirige a su trabajo, pero justo antes de llegar es abordada por unos hombres los cuales ella conoce muy bien.- Déjenme pasar.Natalia trata de mantenerse calmada porque sabe que ellos solo recibe