Al estar a las afueras de la ciudad, Natalia siente un poco de hambre debido a que no ha comido nada durante el día, por lo que le pide a Elías que se detengan en algún lugar para comer algo a lo cual él está de acuerdo, pero la velocidad del auto no disminuye.

-  ¿Qué ocurre? ¿Por qué no te detienes? – Le pregunta Natalia mientras observa que se han pasado del lugar a donde iban a detenerse. -

-  Los frenos no funcionan. – Responde Elías un poco dudoso.

-  ¿Cómo que los frenos no funcionan? No estoy para esas bromas. – Pero al ver el rostro serio de Elías duda que en verdad este bromeando, pero lo más angustiante es ver la expresión de temor en él. - ¡Elías!

-  Princesa, los frenos no funcionan, necesito que te asegures bien el cinturón porque podríamos chocar el algún momento.

-  ¡¿De que estás hablando?! ¡¿Cómo es posible?! – De inmediato las alarmas en la mente de Natalia se encienden, ahora comprendía porque pudieron salir tan fácilmente de la mansión de su padre. – ¡Maldición!

-  Lo siento, esto fue algo que no estaba previsto, al parecer nos confiamos demasiado. – Al ver que no tenían probabilidades de sobrevivir Natalia decidió decir lo que sentía. -

-  Elías... yo… - A pesar de no ser el momento adecuado, Natalia no quiere perder la oportunidad de decirle sus verdaderos sentimientos al hombre que ama. –

-  No te preocupes, tratare de que no salgas lastimada, si tengo que dar mi vida por ti lo haré. – Elías coloca su mano sobre la de ella brindándole seguridad, Natalia al sentir su calor no pudo detener más sus palabras. -

-  Elías... yo... te amo. – Al escuchar eso, Elías no pudo evitar sentir como su corazón se estremece y más por la situación en la que se encuentran. – Yo sé que…

-  Yo también te amo. - Sus miradas se encuentran y por un instante se olvidan del peligro en el que se encuentran, y sin dudarlo se acerca a ella y la besa. - Tratare de que salgamos con vida.

Comienza a maniobrar con el auto esquivando a los otros vehículos, pero al parecer esto es inevitable, a lo lejos se aproxima una curva y el volante no cede, pero justo antes de que el auto se estrelle contra la barrera Elías se acerca a ella y la besa distrayéndola mientras desabotona su cinturón y en ese mismo instante abre la puerta del auto lanzando el cuerpo de Natalia fuera de este.

-  Perdóname, te amo.

Natalia no pudo reaccionar ante esas últimas palabras, mientras sentía como su cuerpo caía en cámara lenta golpeando su cabeza con una piedra después de caer, sus ojos se cierran de inmediato perdiéndose en un abismo donde solo había oscuridad y silencio.

Mientras tanto en otro lugar, una mujer disfruta frente a una ventana de su copa de vino mientras sonríe con malicia, las cosas no pudieron haber salido mejor, ahora lo único que tiene que esperar es que las cosas se calmen un poco para poder proceder con el siguiente movimiento el cual le brindará la oportunidad de quedarse con todo por lo que ha luchado. Su teléfono suena y al ver el número una sonrisa se dibuja en su rostro.

-  Está hecho, el auto cayo por curva que esta en la vía oeste. – El hombre habla mientras observa desde lejos donde cayó el auto –

-  Muy bien, ahora sólo hay que esperar la maravillosa noticia. – La mujer escucha a través del teléfono el sonido de las sirenas. – Deberías descansar unos días. –

-  Estás feliz. – un hombre se acerca a ella tomándola por el cuello y acercándola a sus labios. - ¿Plan exitoso?

-  Por supuesto que sí. ¿Cuándo he fallado? – La mujer roza los labios del hombre con los de ella. –

-  Nunca, y eso es lo que más me gusta de ti.

El hombre levanta a la mujer y la lleva hasta la cama donde de inmediato las despoja de todas sus prendas dejándola completamente expuesta a él. La mujer deja salir leves suspiros mientras siente las suaves caricias del hombre quién siempre ha sabido como complacerla.

-  Muy pronto todo esto terminará… Agh, al fin podremos obtener… todo por lo que hemos luchado. -

-  Umm, por supuesto que sí.

El hombre se adentra en la mujer sintiendo la calidez de su interior y como este lo aprieta, lo que lo hace comenzar un ritmo acelerado perdiéndose en el placer. Pero lo que ellos no sabían es que todo estaba siendo grabado dentro de la habitación.

Después de que el hombre cuelga la llamada, y al darse la vuelta ve a su líder frente a él, pero por su mirada puede notar que algo no está bien.

-  El jefe quiere verte. – Esas simples palabras hicieron estremecer al hombre. – Al parecer hiciste algo que no debías.

-  N-No he hecho nada que vaya en contra de él.

-  Probablemente no, pero actuaste en contra de su voluntad y ya sabes lo que eso significa. – El hombre hace una seña y de inmediato capturar al hombre siendo arrastrado mientras esté lucha por zafarse. –

-  E-Espera, debe haber algún mal entendido, ella dijo que el estaba enterado de todo. – Dice el hombre mientras sigue siendo arrastrado. -

-  ¿Y tú le creíste? – El hombre al escuchar esas palabras no dice nada más, al parecer fue ingenuo al creer en las palabras de esa mujer. - Ruega que este no sea el último día de tu vida.