En una cama de hospital, Natalia va despertando lentamente, siente su cuerpo pesado y su cabeza parece como si le fuera a estallar, trata de ver en donde se encuentra pero no le es posible, todo es oscuridad, al sentir el tacto, parece ser que está sobre una cama, sostiene su cabeza por el fuerte dolor que siente, mientras siente unas vendas sobre esta, llegan una serie de imágenes de un accidente, y ve como la lanzan del auto mientras él se queda dentro, ve otras imágenes no tan claras, es una joven embarazada y otra mujer a su lado, su voz le es muy familiar.
- ¡Aaaaah! - Grita fuerte, el dolor, es realmente insoportable, escucha una voz, pero no puede ver nada. - ¿P-Por qué no puedo ver nada? ¿D-Dónde estoy?
- Tranquilícese por favor. – Escucha una suave voz, pero ella no puede ver a nadie y eso la desespera aún más. -
- ¡No puedo tranquilizarme! ¡¿Por qué no puedo ver nada?! ¡¿Dónde estoy?! ¿Quién me trajo aquí? ¿Quién es usted? - Natalia trata de mirar en diferentes direcciones, pero le es imposible, todo está oscuro. -
- Vamos a tener que sedarla. – Escucha la voz de un hombre, lo que la hace desesperarse aún más. -
- No, no por favor, solo quiero saber dónde estoy, ¡solo díganmelo!!
En un instante siente un agarre fuerte y algo pincha su brazo, duele un poco, pero ella continúa luchando, comienza a sentir como su cuerpo pierde fuerzas y el desvanecimiento es inevitable.
¿Cuánto tiempo lleva en esa condición? Natalia no lo sabe, pero mientras trata de despertar, comienza a escuchar voces de hombre, sin embargo, por más que lo intenta siente su cuerpo pesado por el tranquilizante y no puede despertarse.
- ¿Cuánto tiempo lleva en ese estado? – Al instante pudo reconocer esa voz, sin duda era su padre. -
- Tuvimos que sedarla apenas despertó, su condición es estable, pero lastimosamente el golpe que recibió en su cabeza fue muy fuerte, lo cual afecto una parte de su cerebro y de paso su lóbulo occipital perdiendo por lo que lo más probable es que no pueda ver.
- ¿Cómo es eso posible? ¿Hay posibilidades de que vuelva a ver? – Por más sorprendente que parezca, Natalia puede sentir la preocupación en el tono de voz de su padre. -
- Esperamos que el daño no sea permanente – Aunque la situación en estos momentos es delicada, el padre de Natalia no puede evitar dejar salir un fuerte suspiro de alivio al saber que su hija podrá recuperarse. - Mientras lleve los cuidados necesarios y tome la medicación recetada todo saldrá bien.
- Gracias doctor. – El doctor sale de la habitación mientras que el padre de Natalia se acerca a ella, depositando un beso en su frente. - Perdóname mi cielo, pero debo hacer esto. - Natalia no logra comprender sobre que habla su padre, al instante siente algo tibio caer sobre su rostro y los dedos de su padre limpiándolo. - Sé que tu madre estaría de acuerdo conmigo si estuviera con nosotros. –
Al ya no sentir la cercanía de su padre, Natalia despierta, llevando su mano hacia su frente y tocando el lugar donde cayó una gota, "acaso ¿estaba llorando?” esos eran sus pensamientos, pero de inmediato llego a la conclusión de que eso sería algo imposible porque desde que tiene memoria, su padre siempre ha sido alguien distante y frío con ella, lo más seguro es que quizás este enloqueciendo.Al recordar lo sucedido, no puede evitar que sus lágrimas comiencen a salir, la indudable sensación de perdida está latente en su pecho, sobre todo porque tiene miedo de escuchar la respuesta a la pregunta que está rondando su mente.
- Señorita, - Escucha una voz dulce acercándose. - Que bueno que ha despertado, ¿cómo se siente?
- Bien... ¿Quién eres y cuánto tiempo llevo en este lugar?
- Dos semanas, - Al saber el tiempo que ha trascurrido y al entender que la persona que más anhela ver no ha ido con ella le da la certeza de que lo que está pensando es verdad. - Soy Alexa, su enfermera.
- ¿Ha venido alguien a verme?
- Su padre ha estado con usted todo este tiempo al pendiente de su salud. - Natalia frunce su ceño por esas palabras, mientras que no puede evitar estar atenta a cada uno de los sonidos a su alrededor. -
- ¿Alguien más aparte de él? –“Mi padre” es extraño saber que la única persona que ha estado a su lado durante todo ese tiempo, sea él, su padre, el hombre que prácticamente la aisló por completo de su presencia, su cercanía y la privo de su cuidado y amor. Sus ojos comienzan a picar, y su angustia crece cada vez más.
- L-Lo siento, nadie más ha venido a verla. – Natalia pudo notar el nerviosismo en la voz de su enfermera, por lo que no pudo detener más sus dudas, esas que no la dejaban tranquila. -
- El auto donde yo iba... ¿qué ocurrió con él y con... la persona que iba adentro?
- Señorita...
- P-Por favor... – Su voz se entrecorta, mientras que el dolor incesante por la pérdida inunda su pecho mientras que un sollozo fuerte sale de su garganta sintiendo el dolor desgarrador. - ¡Aaaagh!
- Señorita por favor cálmese ¿sí? Buscare al doctor.
La enfermera sale rápidamente buscando a las otras enfermeras para que puedan ayudarla, mientras que Natalia comienza a quitar todo lo que tiene en sus brazos y trata de levantarse de la camilla, no puede evitar tropezar con todo a su paso, hasta que siente que la sostienen nuevamente.
- ¡Suéltenme! ¡Déjenme ir! ¡Noo! ¡Quiero ver a Elías! ¡Díganme en donde está! – Las enfermeras por más que tratan no pueden controlar a Natalia, no comprenden como una joven como ella y en su condición puede tener tanta fuerza. –
- Por favor Señorita, debe calmarse, de lo contrario puede salir lastimada. – Esas palabras no tenían ningún efecto en Natalia, la cual estaba perdida en su dolor. –
- ¡Elías! ¡Elíaaaas!
El padre de Natalia llego corriendo hasta la habitación de su hija al ver que las enfermeras entraban y salían de esta, al darse cuenta de lo que sucedía y el estado en el que se encontraba su hija se acerco hasta ella sin dudarlo abrazándola de inmediato, y aunque ella trataba de alejarlo él se aferró a ella como nunca lo había hecho antes, lo que hizo que Natalia disminuyera su agresividad, haciendo que la enfermera aprovechará esta oportunidad para sedarla.- Todo estará bien mi princesa, todo estará bien, prometo que nadie más te lastimará, a partir de ahora, nadie te volverá a hacer daño. – Al sentir que los sollozos de su hija disminuyeron y que su respiración se volvió más pausada, él la levanto y la volvió a acomodar sobre la camilla. - ¿Qué fue lo que sucedió? – Pregunta a las enfermeras mientras observa el estado de su hija. -- Lo lamento Señor Madisson, pero sabíamos que en algún momento ella preguntaría lo inevitable. – El doctor le indica a la enfermera que nuevamente
CAPITULO 1: EL INICIO DE TODO.Sumergida entre sus pensamientos trayendo a su mente aquellos recuerdos agradables que la llenaban de vida, momentos en los que sentía que en algún determinado tiempo las cosas podrían cambiar a su favor, anhelando poder escapar finalmente de esa vida, de su familia.Pero al final nada salió como ella lo esperaba, ahora se encontraba sumergida en un mundo lleno de oscuridad, donde su única luz eran los recuerdos del hombre que amo y que aún sigue amando con todas sus fuerzas.Sus lágrimas comienzan a salir por el dolor, la rabia y la impotencia de no poder hacer nada debido a su condición, la cual fue provocada por su propia familia, quienes gracias a su ambición acabaron con la vida de una persona maravillosa dejándola a ella ciega y sin poder valerse por sí misma.------------------------------- ***** -------------------------------------La vida de Natalia siempre fue un infierno al lado de aquellos que se supone debían cuidarla y protegerla, pero tod
Al ver a Natalia frente a su puerta, Elías no dudo en hacerse a un lado para que está entrará, aunque no era habitual que ella llegará a esa hora a su casa, él jamás sería capaz de negarse a recibirla. Dejo que se acomodará y sin preguntar nada se sentó frente a ella analizando cada expresión que había en su rostro.- Realmente no te esperaba a esta hora.- Lamento si interrumpo algo, pero no sabía a donde más ir.- Sabes que jamás lo haces, además, mi casa es tu casa. – Los gestos de Natalia le indicaban que algo no estaba bien, por lo que no dudo en preguntar. - ¿Estás bien?- Digamos que sí. – Esa respuesta no fue convincente, lo cual termino de confirmarle que algo le había sucedido a su amiga. - Yo… lo lamento, justo cuando llegue note que estabas con alguien.Natalia observa detenidamente al hombre frente a ella, a pesar de ser amigos desde hace algunos años, nunca ha podido saber lo que realmente está pensando, esa es una de las cosas que más le intrigan de él, nunca muest
Elías Jonhson es un joven 26 años, es administrador de empresas especializado en comercio exterior y análisis financiero, sus padres murieron cuando tenía 15 años quedando a cargo de su abuelo, este siempre fue un hombre estricto con referente a su educación y deseaba que fuera él quien al final manejara todos sus negocios, a cambio debía dejar que controlara su vida a su antojo, situación que él jamás permitió; decidido a abandonar la mansión de su abuelo, se independizo obteniendo algunos trabajos con los cuales le iba muy bien, estudiando dos carreras al mismo tiempo, una presencial y una virtual, sin embargo su abuelo siempre intentaba molestarlo diciendo que era un ingrato, que se olvidará de que tenía familia y que algún día volvería a suplicar para que lo recibiera de vuelta, pero que para él no significaría nada. Han pasado siete años desde ese entonces.Sin embargo, gracias al esfuerzo de su trabajo y gran empeño en sus estudios, finalmente logro obtener una beca continuando
Elías se queda analizando las palabras de Antonio, sin duda su abuelo siempre sabe como sacarlo de quicio, pero lo que a él se le olvida es que él todo siempre termina volviéndolo a su favor al igual que cuando quiso tratar de controlar su vida, esa fue la excusa perfecta para poder salir de ese lugar y así poder independizarse.A los pocos instantes de haberse ido Antonio, alguien toca la puerta, Elías maldice para sus adentros debido que lo único que quiere es descansar, pero todo su cansancio desparece al ver a la persona que está frente a él.Allí esta ella, con su cabello suelto, sus mejillas sonrojadas y esos labios color cereza que lo vuelven loco, realmente no sabe cómo es que se ha podido controlar todo ese tiempo junto a ella, hay días en los que se siente como un animal en celo que lo único que desea es perderse en su interior y deleitarse con su sabor.Elías sale de su trance al escucharla hablar, invitándola de inmediato a pasar, al observarla bien, puede notar que está l
Al salir de sus clases el teléfono de Natalia comienza a sonar, al revisar se puede dar cuenta de que es su madre, decide no contestar, pero la llamada es tan insistente que al final le toco responder.- Necesito que vayas a la boutique, escogeremos tu vestido de novia. – Natalia no puede evitar rodar los ojos al escuchar la voz autoritaria de su madre. – No puedes faltar.- Escógelo tú, ya que eres la más interesada en esa boda.- Niña desagradecida, porque no puedes ser un poco más como tu hermana. - Natalia rueda sus ojos ante las palabras de su madre, cualquiera que la eswcuchará pensaría que de verdad le interesa su hija. - - Primero muerta que ser como ella, así que no me esperes que no voy a ir. – Al escuchar el escandaloso regaño de su madre Natalia decide colgar la llamada y se dirige a su trabajo, pero justo antes de llegar es abordada por unos hombres los cuales ella conoce muy bien.- Déjenme pasar.Natalia trata de mantenerse calmada porque sabe que ellos solo recibe
Después de relajar su cuerpo con un delicioso baño de agua tibia ignorando el escándalo detrás de su puerta, Natalia decide que lo mejor es descansar, sólo espera que al día siguiente pueda ver las cosas desde una perspectiva diferente y poder encontrar una solución a su problema, pero como siempre no todo puede ser color de rosa, al salir del baño se encuentra con quienes menos quería ver en ese momento.- Dios, ¿es que acaso no puedo tener paz en mi propia habitación? – Se dirige a buscar un pijama para ponerse mientras ignora a su madre. –- ¿Se puede saber con qué autoridad te atreves a traerte el auto y dejarnos tiradas? - Las palabras de Lourdes están cargadas de ira, no tolera el hecho de que Natalia se le este saliendo de las manos. -- La verdad no entiendo por qué tanto alboroto, de igual manera ustedes tenían su propio auto e incluso, un chofer. – Para Lourdes el hecho de ver a Natalia actuar tan tranquilamente la molesta aún más. -- Escúchame bien niña insolente... – L
Al estar a las afueras de la ciudad, Natalia siente un poco de hambre debido a que no ha comido nada durante el día, por lo que le pide a Elías que se detengan en algún lugar para comer algo a lo cual él está de acuerdo, pero la velocidad del auto no disminuye.- ¿Qué ocurre? ¿Por qué no te detienes? – Le pregunta Natalia mientras observa que se han pasado del lugar a donde iban a detenerse. -- Los frenos no funcionan. – Responde Elías un poco dudoso.- ¿Cómo que los frenos no funcionan? No estoy para esas bromas. – Pero al ver el rostro serio de Elías duda que en verdad este bromeando, pero lo más angustiante es ver la expresión de temor en él. - ¡Elías!- Princesa, los frenos no funcionan, necesito que te asegures bien el cinturón porque podríamos chocar el algún momento.- ¡¿De que estás hablando?! ¡¿Cómo es posible?! – De inmediato las alarmas en la mente de Natalia se encienden, ahora comprendía porque pudieron salir tan fácilmente de la mansión de su padre. – ¡Maldición!-