Elías se queda analizando las palabras de Antonio, sin duda su abuelo siempre sabe como sacarlo de quicio, pero lo que a él se le olvida es que él todo siempre termina volviéndolo a su favor al igual que cuando quiso tratar de controlar su vida, esa fue la excusa perfecta para poder salir de ese lugar y así poder independizarse.
A los pocos instantes de haberse ido Antonio, alguien toca la puerta, Elías maldice para sus adentros debido que lo único que quiere es descansar, pero todo su cansancio desparece al ver a la persona que está frente a él.
Allí esta ella, con su cabello suelto, sus mejillas sonrojadas y esos labios color cereza que lo vuelven loco, realmente no sabe cómo es que se ha podido controlar todo ese tiempo junto a ella, hay días en los que se siente como un animal en celo que lo único que desea es perderse en su interior y deleitarse con su sabor.
Elías sale de su trance al escucharla hablar, invitándola de inmediato a pasar, al observarla bien, puede notar que está llena de angustia y desespero, lo cual le preocupa bastante, ella comienza a hablar sobre lo que su padre le está obligando a hacer y allí es cuando él siente su corazón llenarse de angustia y ira, no solo por el hecho de que la estén obligando a casarse si no porque es la mujer a la que él ama y si tiene que llevársela lejos lo hará.
Después de ver que ella se encuentra más tranquila decide llevarla hasta su habitación, y al terminar de ver una película, ella se queda dormida recostada sobre su pecho, esos son uno de los momentos que más atesora él, porque así de esa manera es que desea pasar el resto de su vida junto a ella.
El deseo de que se quede con él es cada vez mayor, sabe que ella confía en él, y eso es algo que le brinda un poco de alivio, por esa misma razón debe viajar y saber qué es lo que su abuelo está planeando, y si le conviene, volverá por ella pase lo que pase, ella es la mujer que ama y por nada del mundo la piensa perder.
Frente a una gran mansión la cual pensaba que no volvería a ver en un largo periodo de tiempo por no decir que no esperaba verla nunca más, pero que por lo visto el destino quería que así fuera, se encontraba Elías. Antonio al verlo lo recibe mostrando algo de alivio en su rostro.
- Joven Elías, me alegro de que haya decidido venir a ver a su abuelo.
- Sí, bueno, tampoco es como si vinera con buen agrado a visitarlo.
- Lo llevo a su habitación.
- No es necesario, no tengo pensado quedarme en este lugar, por favor dile a mi abuelo que estoy aquí.
- Por supuesto. - Antonio se va por un pasillo, pero en su cabeza no deja de rondar el pensamiento de que nada bueno saldrá de esa visita. -
Decido Elías llega hasta la sala de estar, por lo que observa, ese lugar no ha cambiado nada durante este tiempo, sigue siendo el mismo, no es de extrañar que todo sea tan lúgubre y que jamás haya extrañado algo de allí.
- Vaya, el hijo prodigo vuelve a casa. – Al escuchar la voz de su abuelo no se molesta en levantarse, sabe que a ese hombre lo único que le interesa es manejar su vida como si fuera un títere. -
- No creo que mi padre haya salido de su tumba para venir a verte.
- Muchacho insolente, jamás debí permitir que salieras de esta casa, debí darte una educación más estricta. – Le dice mientras lo señala con su bastón. -
- Creo que el secuestro aun es ilegal en todas partes, ¿qué es lo que quieres?
- Que cumplas tu rol en esta familia.
- Creo que no te quedo muy claro la última vez que hablamos, yo no soy tu marioneta con la cual estas acostumbrado a hacer lo que quieres.
- Si no vuelves a esta familia y cumples con tu rol, cuando me muera donare todo a la beneficencia.
- ¿Y crees que eso me importa? Aunwue a decir verdad, creo que esa sería una maravillosa acción de tu parte y con eso demostrarías que aún tienes algo de humanidad. – Elías deja ver una leve sonrisa al ver como el rostro de su abuelo se está tornando rojo por la ira. - ¿Qué es lo que quieres en realidad? Por algo me estas buscando con tanta insistencia.
- Bien, - El señor rueda los ojos con fastidio, para él siempre el tratar con Elías siempre ha sido un gran problema debido a que este nunca se ha dejado manipular por nadie. - He concertado un compromiso con la hija de un amigo, todo está listo…
- Jajajajajajaja espera… ¿en verdad crees que soy tu títere? ¿Qué te hace pensar que aceptare esa ridícula propuesta tuya?, Además… yo ya estoy comprometido.
- No me importa si estas con alguna mujerzuela. - El señor Ernesto no puede evitar sorprenderse al escuchar esas palabras, pero no lo demuestra, lo que menos imaginaba es que su nieto pudierá estar con alguien. - Terminaras eso y aceptaras este compromiso o te cerrare todas las puertas y nunca más podrás trabajar en ninguna empresa decente.
- No esperaba menos de ti… abuelo. – Elías se levanta de su lugar saliendo de inmediato de esa casa, pero justo antes de llegar a su auto lo detienen cubriendo su rostro y llevándoselo sin saber a qué lugar, “maldito viejo, esta me las pagaras”. Sin duda esta ves su abuelo sí que había enloquecido.
Al salir de sus clases el teléfono de Natalia comienza a sonar, al revisar se puede dar cuenta de que es su madre, decide no contestar, pero la llamada es tan insistente que al final le toco responder.- Necesito que vayas a la boutique, escogeremos tu vestido de novia. – Natalia no puede evitar rodar los ojos al escuchar la voz autoritaria de su madre. – No puedes faltar.- Escógelo tú, ya que eres la más interesada en esa boda.- Niña desagradecida, porque no puedes ser un poco más como tu hermana. - Natalia rueda sus ojos ante las palabras de su madre, cualquiera que la eswcuchará pensaría que de verdad le interesa su hija. - - Primero muerta que ser como ella, así que no me esperes que no voy a ir. – Al escuchar el escandaloso regaño de su madre Natalia decide colgar la llamada y se dirige a su trabajo, pero justo antes de llegar es abordada por unos hombres los cuales ella conoce muy bien.- Déjenme pasar.Natalia trata de mantenerse calmada porque sabe que ellos solo recibe
Después de relajar su cuerpo con un delicioso baño de agua tibia ignorando el escándalo detrás de su puerta, Natalia decide que lo mejor es descansar, sólo espera que al día siguiente pueda ver las cosas desde una perspectiva diferente y poder encontrar una solución a su problema, pero como siempre no todo puede ser color de rosa, al salir del baño se encuentra con quienes menos quería ver en ese momento.- Dios, ¿es que acaso no puedo tener paz en mi propia habitación? – Se dirige a buscar un pijama para ponerse mientras ignora a su madre. –- ¿Se puede saber con qué autoridad te atreves a traerte el auto y dejarnos tiradas? - Las palabras de Lourdes están cargadas de ira, no tolera el hecho de que Natalia se le este saliendo de las manos. -- La verdad no entiendo por qué tanto alboroto, de igual manera ustedes tenían su propio auto e incluso, un chofer. – Para Lourdes el hecho de ver a Natalia actuar tan tranquilamente la molesta aún más. -- Escúchame bien niña insolente... – L
Al estar a las afueras de la ciudad, Natalia siente un poco de hambre debido a que no ha comido nada durante el día, por lo que le pide a Elías que se detengan en algún lugar para comer algo a lo cual él está de acuerdo, pero la velocidad del auto no disminuye.- ¿Qué ocurre? ¿Por qué no te detienes? – Le pregunta Natalia mientras observa que se han pasado del lugar a donde iban a detenerse. -- Los frenos no funcionan. – Responde Elías un poco dudoso.- ¿Cómo que los frenos no funcionan? No estoy para esas bromas. – Pero al ver el rostro serio de Elías duda que en verdad este bromeando, pero lo más angustiante es ver la expresión de temor en él. - ¡Elías!- Princesa, los frenos no funcionan, necesito que te asegures bien el cinturón porque podríamos chocar el algún momento.- ¡¿De que estás hablando?! ¡¿Cómo es posible?! – De inmediato las alarmas en la mente de Natalia se encienden, ahora comprendía porque pudieron salir tan fácilmente de la mansión de su padre. – ¡Maldición!-
En una cama de hospital, Natalia va despertando lentamente, siente su cuerpo pesado y su cabeza parece como si le fuera a estallar, trata de ver en donde se encuentra pero no le es posible, todo es oscuridad, al sentir el tacto, parece ser que está sobre una cama, sostiene su cabeza por el fuerte dolor que siente, mientras siente unas vendas sobre esta, llegan una serie de imágenes de un accidente, y ve como la lanzan del auto mientras él se queda dentro, ve otras imágenes no tan claras, es una joven embarazada y otra mujer a su lado, su voz le es muy familiar.- ¡Aaaaah! - Grita fuerte, el dolor, es realmente insoportable, escucha una voz, pero no puede ver nada. - ¿P-Por qué no puedo ver nada? ¿D-Dónde estoy?- Tranquilícese por favor. – Escucha una suave voz, pero ella no puede ver a nadie y eso la desespera aún más. -- ¡No puedo tranquilizarme! ¡¿Por qué no puedo ver nada?! ¡¿Dónde estoy?! ¿Quién me trajo aquí? ¿Quién es usted? - Natalia trata de mirar en diferentes direccione
El padre de Natalia llega corriendo hasta la habitación de su hija al ver que las enfermeras entraban y salían de esta, al darse cuenta de lo que sucedía y el estado en el que se encontraba ella se acerca y sin dudarlo la abraza de inmediato, y aunque ella trataba de alejarlo él se aferró como nunca lo había hecho ante a su cuerpo, lo que hizo que Natalia disminuyera su agresividad, haciendo que la enfermera aprovechará esta oportunidad para sedarla.- Todo estará bien mi princesa, todo estará bien, prometo que nadie más te lastimará, a partir de ahora, nadie te volverá a hacer daño. – Al sentir que los sollozos de su hija iban disminuyendo y que su respiración se volvió más pausada, él la levanto y la volvió a acomodar sobre la camilla. - ¿Qué fue lo que sucedió? – Pregunta mientras observa el estado de su hija. -- Lo lamento Señor Madisson, pero sabíamos que en algún momento ella preguntaría lo inevitable. – El doctor le indica a la enfermera que nuevamente le coloque la medicació
El bullicio de los autos y del movimiento constante le anuncia a Natalia que ahora se encuentran fuera de la clínica, y por más que quisiera no puede evitar sentirse nerviosa porque a partir de ahora todo será completamente diferente, el depender de los demás para poder moverse es algo que la hace sentir inútil y estúpida cayendo en cuenta de que ahora no podrá defenderse de nadie y que podrán hacer con ella lo que les plazca.Sale de sus pensamientos al sentir un aroma familiar y unas manos que la toman y la levantan, por lo que no puede evitar asustarse.- Tranquila mí princesa, soy yo, papá. – Natalia no dice nada, no se atreve a replicar ni forcejear porque si lo hace siente que puede caerse, aunque tampoco pudo evitar sentir esa sensación familiar y esa palabra haciendo eco en su cabeza. - Por favor permite que Alexa cuide de ti. - Son las últimas palabras de su padre después de dejarla dentro del auto. - - Bien Señorita, ya está todo listo. - Le comenta Alexa al sentarse a su
Han pasado cinco meses desde Natalia tuvo el accidente y fue enviada lejos de su familia, aunque a decir verdad se ha adaptado bastante bien, ya reconoce cada rincón de la cabaña y sus tropiezos fueron disminuyendo rápidamente en comparación a cuando llegaron al lugar.Al principio fue bastante difícil, pero con ayuda de Alexa todo se simplifico, y ahora puede andar con mayor libertad.Casi todos los días sale al jardín a respirar el aire puro, eso también le ha ayudado a mantener su mente despejada y a olvidarse un poco de todo lo que le genera tristeza, aunque no ha sido fácil vivir solo con sueños y recuerdos de su vida anterior, sobre todo de Elías.El sonido del toque de la puerta alerta a Natalia, por lo que Alexa le dice que se quede tranquila y que ella se encarga, tampoco es como que pueda moverse muy rápido en esa condición, la escucha hablar con alguien, parece voz de hombre, al instante escucha unos pasos acercarse y un aroma varonil.- ¿Quién está allí? – Los pasos se es
La situación por la que estaba pasando Natalia en estos momentos la tenía realmente asustada, el hecho de que Alexa haya sido lastimada le daba indicios de que algo muy malo estaba por pasar, era como si la persona que estaba allí no fuera su madre, sí, entendía que nunca la había querido, pero aparte de los gritos, el no permitir que se acercará a ella y los intentos por golpearla cuando hacía algo que no le agradaba, era una situación a la que estaba acostumbrada y podía defenderse.Pero ahora se sentía indefensa, desprotegida y a la merced de que pudiera hacerle lo que ella quisiera, pero Natalia no imaginaba que los alcances de su madre fueran a llegar tan lejos hasta el punto de querer desaparecerla para siempre.- ¿Porque me odias? ¿Qué daño te he hecho? - Sus lágrimas no cesan, sintiendo la angustia y el desespero en todo su ser. -- Jajajajajaja, – La risa escalofriante de su madre hace que la piel de Natalia se erice por el temor - Desde que llegaste no has sido más que un