Cuando Giselle Lemaire descubre a su esposo siéndole infiel con su amante a la cual embarazó, siente que su mundo se derrumba; sin embargo, después de escuchar como desean humillarla en público decide vengarse de él y traza un plan para hacerle creer que ella también la he sido infiel con el hombre que más desprecia. Nathan Dubois es el dueño de una de las más grandes empresas de perfumes en Francia y aunque podría ser el número uno, siempre queda detrás de Oliver Lefebvre, gracias a que durante años se ha dedicado a robarle todas sus ideas. Cansado de esto, decide enfrentarlo sin esperar que en un encuentro fortuito una desalineada mujer le haga una oferta bastante tentadora, darle el nombre de la persona que lo ha traicionado por años y acabar con su enemigo a cambio de algo muy sencillo, casarse con ella. ¿Podrá el amor nacer de esa venganza o será más fuerte el deseo de destruir a su enemigo por encima de sus sentimientos?
Leer más—¿Por qué no me dijiste que pertenecían a tu madre? —inquiere Giselle en cuanto subimos a la camioneta.—Porque sabía que si te lo decía me dirías que no podrías usarlas —respondo de inmediato y evitando que se quite la pulsera—. Deseo que sean tuyas, cariño; además, estoy seguro de que si mi madre te hubiese conocido no dudaría en regalártelas. Así que por favor úsalas, ¿de acuerdo? —le pido, sujetándola de la barbilla y dejando un pequeño beso en su mejilla.—Está bien —accede después de algunos segundos.Después de varios minutos de silencio, en los cuales ambos le lanzamos discretas miradas a Kalet, quien últimamente está más callado, deslizo mi mano en la pierna desnuda de Giselle y justo cuando estoy por subirla un poco más, me gano un pequeño manotazo de su parte.—¿Eso por qué fue, cariño? —me quejo, sobando mi mano.—Sé lo que pretendes —rebate, colocando su bolso en su pierna para evitar que la vuelva a tocar.—Lo siento, cariño, pero no lo puedo evitar. Ese vestido se te ve
¡¡Hola mis hermosas lectoras!! Como algunas de ustedes saben, las últimas semanas han sido bastante complicadas para mí y es algo que se ha notado en mis actualizaciones. Las que tienen tiempo leyéndome saben que siempre actualizó día tras día e incluso muchas veces hago mini maratones, sin embargo, hace unas semanas mi papá sufrió un ACV y si bien es cierto que ha mejorado un poco, también el cansancio me está sobrepasando. Como entenderán la mayor parte de mi tiempo se la dedico a él y a mi trabajo, dejando un poco de lado la escritura algo que me apasiona, pero que también requiere de tiempo y esfuerzo, además de que ustedes merecen capítulos de calidad, bien desarrollados y no solo escritos con la intención de cumplir. Es por ello que hago este anuncio más oficial, las actualizaciones dejarán de ser diarias. Agradezco su comprensión.
Días después—Ya está casi todo listo para el evento de mañana —me recuerda Scarlett, entregándome el primer perfume que lanzaremos de Giselle. Lo tomo entre mis manos y después de observarlo meticulosamente, sonrío.—En verdad hicieron un gran trabajo —halago a los hombres frente a mí.—Qué bueno que le gustó, porque su esposa ha estado insistiendo en que le mostremos como es que quedará, pero como usted nos lo pidió le dijimos que tardaría más de lo acordado debido a que el empaque que solicitó es un poco más complicado de elaborar y nos parece que creyó todo —se explica uno de ellos.—No se preocupen después de que el viernes por la noche hagamos oficial el lanzamiento, ya no tendrán que mentirle a mi esposa. Pueden retirarse.Ambos hombres asienten y me dejan a solas con mi asistente.—Por favor, Scarlett baja por mi esposa. Necesito hablar con las dos.—En un momento regreso, jefe.Guardo con mucho cuidado el perfume de Giselle y al cabo de unos minutos mi esposa entra a mi ofici
Nathan Estiro mis brazos con la intención de enredarlos en la cintura de Giselle, pegarla a mi cuerpo y aspirar ese delicioso aroma que emana de ella e incluso si tengo la oportunidad de volver a hacerle el amor, no obstante cuando siento las mantas frías como una clara señal de que se ha levantado desde hace tiempo, abro los ojos de golpe y comienzo a buscarla con la mirada.—¿Giselle? —la llamo conteniendo un bostezo y debido a que no obtengo respuesta de su parte, me pongo de pie y decido buscarla en el baño.Pensando que tal vez ha decidido tomar una ducha y con la idea de acompañarla, abro la puerta para sorprenderla, pero mi desilusión es tal cuando tampoco la encuentro aquí.Me dirijo al clóset donde es posible qué se encuentre eligiendo que ropa usar, pero tampoco está ahí y sintiéndome un poco decepcionado de que se haya levantado sin mí, tomo una ducha.Cuando bajo al comedor, solo veo a Iris y rodando mis ojos ante la espeluznante idea de tomar mi desayuno con ella, regres
Dando pequeños pasos, nos desnudamos por completo hasta llegar al filo de la cama, donde me recuesta con delicadeza casi como si me tratase de algo muy valioso y cruzando mis brazos sobre mi pecho al sentirme avergonzada de estar desnuda frente a él, lo veo darse la vuelta por algunos segundos, para después regresar junto a mí y mirarme con tal lujuria que mi respiración se acelera anticipándose a lo que está por suceder.—¡Eres realmente hermosa! —murmura, tomando uno de mis pies y besando mi empeine, hasta subir poco a poco por todo lo largo de mi pierna, sin dejar de adorar cada rincón de mi cuerpo.Cuando su boca se detiene en el interior de mi muslo, un pequeño gemido escapa de mi boca, al sentir como su cálido aliento choca con mi intimidad y viéndolo reír desde su posición, siento como mis mejillas se sonrojan.—No te desesperes cariño, te aseguro que esta noche será inolvidable para ambos —dicho esto, al igual que con mi otra pierna, sus labios se esmeran en dejar sutiles beso
Nathan y yo nos observamos por algunos segundos sin saber que decir sobre la todo lo que nos contó Kalet y solo hasta que el ojiazul me toma de la mano y me lleva hasta donde está aparcado su auto, subimos a él y nos ponemos en marcha, es que hablamos sobre lo ocurrido.—¿Tú sabías lo de Scarlett y Kalet?—No.—¿Pero cómo es posible que no lo sepas si Kalet es tu mejor amigo?—Porque después de que cumplí doce años, mi padre e Iris me mandaron a un internado a España, así que durante varios años perdí contacto con Kalet.—Vaya, no lo sabía —musito apenada.—Es lógico, cariño. Es algo que no te he contado, pero sí estuve fuera del país por algunos años, todo por capricho de Iris, tal vez creyó que en ese tiempo podría darle a mi padre otros hijos para así adueñarse de mi herencia, con lo que no contaba es que en realidad casi todo pertenecía a mi madre, la casa, la empresa, el dinero.—¿A tu madre? —inquiero sorprendida.—Sí, a mi madre. En realidad ella era dueña de la empresa, el set
Giselle Durante todo el viaje me la paso realmente bien con Pierre y Scarlett, y cuando veo la forma en que se llevan e incluso como Pierre parece protegerla aun cuando ella ya es una adulta, me hace sentirme un poco celosa de ellos, por tenerse el uno al otro.—¿Está todo bien? —me cuestiona la rubia cuando se percata de que me quedo en silencio.—Sí, es solo que al verlos me hubiese gustado tener un hermano, así no me sentiría tan sola después de la muerte de mis padres y creo que nunca me habría casado con Oliver —musito con melancolía.—Lo bueno es que ahora tienes al jefe —asevera Scarlett con una sonrisa.Después de eso cambiamos de tema y una vez que llegamos al antro, donde ya nos esperan algunos de los amigos de Scarlett, la rubia se apresura a presentármelos a todos.—¿Beberás algo? —inquiere Pierre, quien por suerte no se ha despegado de mí y gracias a su compañía no me siento tan fuera de lugar.—No bebo alcohol —le confieso, evitando decirle que la única vez que se me oc
Después de mi reposo forzado por fin regreso a la empresa, algo que agradezco dado que sentía que me volvería loco de pasar tantas horas encerrado en casa.—Te acompaño —le comento a Giselle, cuando el ascensor se detiene en su piso.—No es necesario, aún sigues lastimado.—Claro que es necesario, cariño —rebato, intentando salir detrás de ella.—El abuelo de Kalet dijo que no debías esforzarte, mejor nos vemos más tarde —se despide de mí y antes de que baje, la retengo para darle un pequeño beso en los labios.—Veo que has cambiado bastante, cariño —se burla Kalet cuando las puertas se cierran.—¡¡Cállate!! —siseo con desagrado.—¿Por qué, cariño?Ignorando sus burlas, bajo en mi piso y cuando me dirijo a mi oficina, de inmediato una rubia me intercepta el paso.—¡Buenos días, jefe! Qué bueno es tenerlo de regreso —musita con alegría—, aunque no tan agradable de que haya llegado con su mascota —escupe con desagrado cuando sus ojos se topan con los de Kalet.—¡Bruja ponzoñosa! —gruñe
Nathan Abro los ojos conteniendo un pequeño gemido de dolor y cuando veo que Giselle sigue acurrucada a mi lado, aparto algunos mechones de su rostro, admirando cada pequeño detalle de ella, desde sus regordetes labios que me provocan de tal forma que si fuese de mí no dejaría de besarla, hasta sus puros ojos verdes que aunque ahora estén cerrados, me parecen los más hermosos que he visto y así podría mencionar todo lo que me atrae de ella, no obstante no dejo de reprenderme por haber considerado hace un tiempo que era fea y prometiéndome que no descansaré hasta hacerle ver cuan arrepentido y enamorado estoy de ella, beso delicadamente sus labios antes de separarme de mi esposa y acariciar su mejilla.Casi al instante, alguien toca a nuestra puerta provocando que Giselle se remueva en la cama, frotando sus ojos y cuando se percata de que la observo fijamente sus mejillas se vuelven carmesí.—¿P-por qué me miras dormir?—Porque luces realmente hermosa cuando duermes —respondo con sinc