Lyra se siente abandonada por su distante marido, Landon Russell, el cual nunca tiene atención para ella, pero sí para Karime, una hermosa actriz que se dice que fue su pareja y su primer amor. Luego perder su primer , decide que nunca más tendrá un hijo de él, así que tras un encuentro toma la pastilla anticonceptiva, causando que él enfurezca. Landon la obliga a no tomarla más y la hace suya durante meses, en los cuales ella no queda . Sin embargo, Karime anuncia que está esperando un hijo él. Esta es la gota que derrama el vaso y decide solicitar el divorcio, pero su marido no está dispuesto a dejarla ir. —¡Quiero el divorcio! —¡¿Divorcio?! —grita él—. ¡Ni lo sueñes!
Leer másLandon Intuir que algunos cambios en el cuerpo de mi mujer se debían a un embarazo era algo que me estaba llenando de una felicidad indescriptible. Lyra, a pesar de ser bastante insistente con Ekaterina, se mostraba renuente a creer que lo estaba. Muy en el fondo, sospechaba que las mujeres tenían una clase de mecanismo de defensa para proteger su mente en caso de que sucediera algo que las decepcionara.—Deja de mirarme así —susurró Lyra con una sonrisa cuando estábamos a punto de aterrizar—. Me pones muy nerviosa.—No puedo dejar de mirarte así —repliqué, deseando no tener a mi hija en brazos en ese momento para poder lanzarme sobre ella—. Vas a darme otro hijo.—No sé cuántos intentos nos tomaron los mellizos, pero…—Admito que no se dio de inmediato, pero esta vez puede ser diferente. Estoy seguro de que estás embarazada de nuevo. Tus ojos brillan.Lyra se mordió el labio inferior, nerviosa.—¿Tú lo crees?—Estoy seguro. —Qué nervios —se rio—. ¿Cómo vamos a decirles esto a los d
LyraLuego de saber sobre el embarazo de Ekaterina, tuvimos que empezar a tomar decisiones sobre su destino. Durante un par de semanas se barajaron muchas opciones, siendo la que menos me gustaba la que Ekaterina finalmente eligió: quedarse a criar a su hijo en España.Su dominio del español era casi nulo, pero se había propuesto aprenderlo para que su hijo pudiera adaptarse a la vida allí. Por más que traté de convencerla de que viniera con nosotros, ella alegó que quería comenzar una nueva vida en Madrid, que quería valerse por sí misma por primera vez en su vida. Fue doloroso para mí, pero tenía que respetar su decisión, sobre todo por su promesa de que mantendríamos el contacto y de que nos buscaría en cuanto el bebé estuviera a punto de nacer.—Creo que es lo mejor —me comentó Landon de camino al aeropuerto—. Ella quiere romper con todo lo que le recuerde a él.—Pero yo…—Mi amor, tú eres parte de esa vida, quieras o no. Ekaterina te quiere muchísimo, pero también le es doloroso
ThaneEl infierno se desató en el momento en que, por desear salvar lo que más me importaba, terminé alcanzado por una bala. Les costó dispararme al menos cuatro veces para derribarme y hacerme perder la consciencia. Durante todo aquel suplicio, el rostro de Ekaterina estuvo en mi mente. No era que Lyra no estuviera entre mis preocupaciones y prioridades, pero me aterraba perder a esa rubia que era mi calma en los momentos más tormentosos. Estar entre sus brazos no era solo pasión, sino también seguridad.—No lo logrará —murmuró alguien a quien podía escuchar en medio de aquella asfixiante oscuridad—. Ha perdido mucha sangre y solo es cuestión de horas para que…Dejé de escuchar en cuanto mis pensamientos se volvieron gritos, gritos que posiblemente ese infeliz no escucharía. Quería decirle que mi voluntad de seguir vivo era más fuerte de lo que podía llegar a ser él y todos esos malditos hombres que ahora estaban a salvo. Claro, si quedaba alguno.Había contemplado la idea de que nos
ByronLilly, mi padre y Amelia me miraban expectantes cuando llegué a la sala. Yo trataba de tener una expresión neutral para dar más suspenso a la situación; sin embargo, me ganó una risa nerviosa.—Habla de una vez, hijo —me pidió Amelia, nerviosa—. ¿Qué te dijo Landon? ¿Está todo bien?—No sé cómo decirlo —respondí.—Con todo respeto, suegro —dijo mi mujer, muy enojada—. Le voy a dar en la cabeza a su hijo.—Adelante, Lilly —refunfuñó él—. Dale con uno de los tacones de Amelia.—Oh, no, son Jimmy Choo —masculló la aludida—. Hijo, habla.Tomé una bocanada de aire de manera dramática. Todos los demás contuvieron la respiración.—¡Regresan al país! —exclamé.Los tres se levantaron, lanzando gritos de euforia.—Sí, se murió esa m*****a rata de Thane y todos vamos a ser felices. Ya no corremos peligro, los mafiosos se encargarán de lo suyo.A pesar de que esperaba alegría, los tres detuvieron su celebración y fruncieron el ceño.—¿Cómo? —preguntó mi padre, consternado—. ¿Thane murió?—Sí
Ekaterina Me levanté con una espantosa sensación en el estómago, que ya no podía relacionar con la angustia que sentía por Thane, con quien no había dejado de soñar toda la noche. Tenía claro que jamás volvería a su lado, que me había marchado para siempre, pero parte de mí necesitaba saberlo a salvo, que no dejara este mundo.Corrí hacia el baño y descargué todo el contenido de mi estómago, que no era más que agua y bilis. El sabor dulzón me produjo más asco, pero ya no tuve más arcadas y pude recomponerme para lavarme la cara y los dientes.Miré mi reflejo y me pregunté si Lyra tenía razón. Médicamente, era muy probable que estuviera embarazada. Me faltaba el período, me sentía todo el tiempo sin energía y no tenía hambre. Sin embargo, me negaba a creerlo, pues eso significaría tener algo suyo para siempre, algo que nunca me permitiría olvidarlo.—No puedo —susurré, abatida—. ¿Qué clase de vida le daré?Agobiada por la idea, me alejé del espejo y salí del baño. Por la ventana, podí
Landon No sentía un cariño especial por la doctora Ivanova, ya que no llevaba mucho tiempo conociéndola; sin embargo, me apenaba verla en aquel estado, que contrastaba mucho con la felicidad que Lyra, los niños y yo compartíamos. Por una parte, quería dejarla en un sitio seguro para que no nos viera y comenzara su nueva vida, pero al mismo tiempo me preocupaba dejarla así y que algo malo le sucediera. Si eso pasaba, Lyra nunca podría ser feliz porque la culpa la consumiría y, a decir verdad, a mí también. Esa mujer me había regresado lo que más me importaba en mi vida y tenía que pagarle con la misma moneda.Me arrepentía profundamente de haberle contado que Thane estaba herido.—Ya se quedó dormida —me dijo Lyra al volver al comedor, donde cenábamos con nuestros hijos—. Parece más tranquila, pero sigue preocupándome su salud.—Tiene que asimilarlo —repuse, dándole una galleta a mi hijo. —Sí, pero ¿qué tal si…?—Lyra… Mis ojos señalaron a nuestros bebés, que ahora estaban atentos a
Lyra Mis hijos todavía estaban un poco asustados y no comprendían por qué nos íbamos de la ciudad, pero al menos ya no lloraban e incluso se relajaron tanto como para dormirse. Ekaterina no dejaba de mirar por la ventana y suspiraba a cada rato. Seguía sin estar completamente segura de la decisión que estaba tomando, pero no se arrepentiría. Retroceder ahora implicaba un riesgo enorme para el posible hijo que esperaba.—Estaremos bien —le dije, a pesar de no estar segura.—Eso espero —susurró—. Lamento todo lo que hice, todo el daño que…—No, no lo menciones más —la interrumpí—. Estamos fuera de esto por fin, y no tiene caso que te lo reproche. No podías hacer nada, de todos modos.—Nunca dejaré de sentirme culpable —sonrió con tristeza—. En fin, ¿vamos al aeropuerto?—No, es el primer lugar en donde Thane podría buscarnos en cuanto se entere de que nos fuimos y que ustedes no están con sus hombres de confianza —le respondió Landon—. Saldremos del país en nuestra primera oportunidad y
Lyra El mayor desafío de mi vida hasta ese momento había sido el parto de mis mellizos, y no había pensado en la posibilidad de pasar por algo aún más aterrador. En ese momento pensaba en su derecho a vivir, en que tenía que esforzarme por traerlos bien al mundo, en todo lo que tendrían que vivir.Sin duda, era una ignorante en aquel entonces. El parto no se podía comparar con esto, donde no solo yo tenía miedo por ellos, sino que ellos también lo tenían por sus vidas. El hecho de haberlos perdido durante su nacimiento me habría matado en cuerpo y alma, pero solo a mí.«Por favor, tengo que salvarlos», pensaba cada poco, cuando los escuchaba llorar. Ekaterina y yo nos deteníamos cada pocos pasos para consolarlos, esperando que su inteligencia les hiciera entender que aquello era necesario para salvar nuestras vidas. No obstante, todavía eran dos pequeños e inocentes seres que no comprendían la violencia, el odio o el terror. Habían estado a salvo en mi vientre y en aquel palacio, así
Landon El mayor delito que había cometido en mi vida fue ese absurdo trato con Karime, en el que ella probaba diferentes medicamentos experimentales. Aquello constituía una grave violación de la ley y de las políticas de mi compañía, pero si entonces no me importó, ahora menos. Ese contrato ilegal no se comparaba con lo que ahora hacía, pero me daba igual. Con tal de recuperar a Lyra y a mis hijos, era capaz de lo que sea, incluso de aliarme a la m*****a mafia y proveerles de insumos que necesitaban para la creación de nuevas sustancias.En el momento en que me buscaron, no lo pensé. No había pensado en mi madre, en mi cuñado ni en la vida de esa doctora; solo pensé que era mi oportunidad para recuperar lo que me pertenecía. Había hecho una promesa y la cumpliría. Ningún escrúpulo ni consideración me detendrían.—Tiene que llevárselos enseguida —me indicó Alekséi, el amigo de Nikolay. Nikolay era el hermano de la doctora Ivanova, quien estaba relacionado con aquellas personas que iba