LleguΓ© a casa sintiΓ©ndome un poco desanimada despuΓ©s del ensayo. Mi mamΓ‘ me vio entrar y notΓ³ que algo estaba mal.βHola, cariΓ±o, ΒΏquΓ© pasΓ³? βpreguntΓ³, siguiΓ©ndome hasta mi habitaciΓ³n.Me sentΓ© en mi cama y suspirΓ©.βFue un ensayo horrible, mamΓ‘. Una chica del ensayo me hizo sentir como si no fuera lo suficientemente buena. Me dijo que no podΓa seguir su ritmo y que me faltaba pasiΓ³n en mi mΓΊsica.Mi mamΓ‘ se sentΓ³ a mi lado y me abrazΓ³.βAy, cariΓ±o, no te preocupes por lo que esa chica diga. Algunas personas solo tratan de hacer que los demΓ‘s se sientan mal para sentirse mejor ellas mismas.La mirΓ©, buscando consuelo.βPero mamΓ‘, es que ella es muy buena y yo me siento como si no pudiera llegar a su nivel.Mi mamΓ‘ sonriΓ³.βSofΓa, tΓΊ eres una excelente violinista y tienes un talento especial. No te compares con los demΓ‘s, porque cada persona tiene su propio ritmo y estilo. Lo importante es que disfrutes de la mΓΊsica y sigas practicando.Me sentΓ un poco mejor al escuchar las palabras d
Me levantΓ© de mi silla y le dije a Leonardo que iba a buscar una botella de agua.βΒΏQuieres una botella de agua? βle preguntΓ©, tratando de sonar casual.Leonardo levantΓ³ la vista de su partitura y me sonriΓ³.βSΓ, por favor. Gracias, SofΓa.AsentΓ y me dirigΓ hacia la mΓ‘quina de agua. Mientras caminaba, vi a Vanessa y Gabriela sentadas en una banca, hablando y riendo juntas.Me detuve en seco, sorprendida. No podΓa creer que Vanessa y Gabriela estuvieran hablando amigablemente. Siempre habΓa pensado que Vanessa no se acercarΓa a Gabriela debido a su cercanΓa con Leonardo, y tambiΓ©n porque Leonardo y yo Γ©ramos rivales de Gabriela y Alejandro.Pero ahora, aquΓ estaban, hablando y riendo como si fueran amigas. Me sentΓ confundida y un poco molesta. ΒΏPor quΓ© Vanessa estaba siendo amigable con Gabriela? ΒΏNo sabΓa que Gabriela era rival de Leonardo en el mundo de la mΓΊsica?Me acerquΓ© a la mΓ‘quina de agua y me quedΓ© allΓ un momento, tratando de procesar lo que habΓa visto. No sabΓa quΓ© hacer
LeonardoSalΓ del auditorio con el corazΓ³n pesado y la mente llena de pensamientos confusos. La conversaciΓ³n con SofΓa habΓa sido un desastre. No podΓa creer que la hubiera acusado de ser caprichosa e irresponsable. Mientras caminaba por el pasillo vacΓo, me di cuenta de que habΓa sido demasiado duro con ella. Pero, ΒΏquΓ© mΓ‘s podΓa hacer? Me detuve un momento y respirΓ© profundamente. No podΓa dejar de pensar en SofΓa, en cΓ³mo sus ojos se llenaron de lΓ‘grimas y en cΓ³mo se derrumbΓ³ en el suelo. HabΓa algo en ella que me hacΓa sentir cosas que no querΓa admitir. Sentimientos que surgΓan cada vez que la veΓa tocar el violΓn con tanta pasiΓ³n y dedicaciΓ³n. Pero esos sentimientos eran peligrosos. No podΓa permitirme ser dΓ©bil.Mientras seguΓa caminando, recordΓ© las palabras de mi papΓ‘. "Leonardo, no te conformes con menos de lo mejor. Nadie es lo suficientemente bueno para ti." Esas palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez. Tal vez SofΓa no era lo suficientemente buena. Tal vez nadie
Por la maΓ±ana, mientras desayunaba, recibΓ un mensaje de mi profesor MartΓnez. Me necesitaba ver en la academia con urgencia. DejΓ© mi desayuno a medias y subΓ a darme un baΓ±o. Me coloquΓ© algo casual: unos jeans claros, una blusa oversize negra y unos tenis negros. TomΓ© una bolsa cruzada, me maquillΓ© un poco y me puse unos lentes de sol oscuros para que no notaran lo sucedido de la noche anterior.Al llegar a la academia, me encontrΓ© con Leonardo en el auditorio, pero esta vez no era para ensayar juntos. βNo quiero hacer esto βdije, cruzΓ‘ndome de brazos.βYo tampoco βcoincidiΓ³ Leonardoβ. No puedo trabajar contigo despuΓ©s de las mentiras que dijiste.Justo entonces, los profesores MartΓnez y Thomson entraron en el auditorio.βΒΏQuΓ© pasa aquΓ? βpreguntΓ³ el profesor MartΓnez.Leonardo y yo explicamos nuestra situaciΓ³n, pero los profesores no estaban dispuestos a escuchar.βLo siento, chicos βdijo el profesor Thomsonβ. Pero no podemos hacer cambios ahora. El concurso estΓ‘ a una semana y lo
Me encontraba sola en el auditorio, sentada con las rodillas en mi pecho, perdida en mis pensamientos. La luz del sol se filtraba a travΓ©s de las ventanas, creando un ambiente cΓ‘lido y acogedor. Pero mi mente estaba lejos de allΓ, sumida en un mar de dudas y sentimientos encontrados.De repente, escuchΓ© pasos detrΓ‘s de mΓ. Me di la vuelta y vi a Leonardo acercΓ‘ndose, su rostro reflejando una mezcla de emociones. Se detuvo frente a mΓ y se sentΓ³ en la silla de al lado, sus ojos buscando los mΓos.βSofΓa, lo siento mucho βdijo, su voz llena de sinceridadβ. Me equivoquΓ© al creer a Vanessa y al no confiar en ti. Me doy cuenta ahora de que fui un tonto al dejar que mis sentimientos de inseguridad me nublaran el juicio.Me mirΓ³ con ojos suplicantes, esperando mi perdΓ³n. Me sentΓ conmovida por su sinceridad y su arrepentimiento.βLo siento tambiΓ©n βrespondΓ, mi voz suaveβ. Me duele que no confiaras en mΓ, pero entiendo que Vanessa te manipulΓ³. UsΓ³ su amistad como escudo. Leonardo asintiΓ³, s
βProfesores, ΒΏquΓ© los trae por aquΓ? βpreguntΓ©, sorprendida por la visita inesperada de los maestros en nuestra sala de prΓ‘ctica.βTenemos una sugerencia para ustedes βdijo el profesor MartΓnez con una sonrisa amableβ. Creemos que "Hungarian Dance No. 5 in G Minor" serΓa una excelente elecciΓ³n para el concurso.SentΓ un nudo formarse en mi estΓ³mago.βNo sΓ©... creo que es demasiado difΓcil para mΓ βrespondΓ, lanzando una mirada insegura hacia Leonardo.Leonardo me mirΓ³ con una mezcla de molestia y confusiΓ³n.βSofΓa, tienes mucho talento. Esta pieza podrΓa hacernos ganar. ConfΓo en ti, puedes lograrlo.Las palabras de Leonardo me conmovieron profundamente.βLo voy a intentar βdije, tomando los pentagramas que los profesores me extendΓan con manos temblorosas.βNo, lo vas a hacer βdijo Leonardo, sonriendo con una seguridad que me hizo sentir un poco mΓ‘s valienteβ. Vamos a practicar juntos y vamos a hacer que suene increΓble.Le devolvΓ la sonrisa, sintiendo una mezcla de emociΓ³n y presiΓ³
Al terminar nuestras comidas pagamos y salimos del restaurant para caminar hacia mi casa, ya que Γ©l me acompaΓ±arΓa. El silencio era algo cΓ³modo, me sentΓa completamente tranquila.Voltee a ver a Leonardo y no pude negar quedΓ‘ndome verlo mΓ‘s de lo normal, era muy guapo. Avergonzada me obliguΓ© apartar la mirada.β ΒΏTe sientes preparada para maΓ±ana?.βal escuchar su pregunta volteo a verlo y frunzo las cejas.β SΓ© que hemos echado muchas ganas con ensayos muy pesados, siento que ese primer lugar nos lo merecemos. AsΓ que sΓ estoy mΓ‘s que preparada.β le sonriΓ³ y Γ©l me regresa la sonrisa.β La verdad, nunca pensΓ© que pudiΓ©ramos trabajar juntos. Mucho menos estar asΓ caminando y pasando el tiempo. β CrΓ©eme, yo tampoco lo creΓa. Pero mΓranos, siento que ya pasamos lo peor. Ahora viene la recompensa de nuestro esfuerzo.βle sonriΓ³ mientras le doy un pequeΓ±o golpe en el brazo en forma de juego.β Claro, ese primer lugar es de nosotros. Nos sonreΓmos y seguimos caminando en silencio hasta que
El sonido de mi alarma me despertΓ³ temprano, sacΓ‘ndome de un sueΓ±o inquieto. Me levantΓ© de la cama y me dirigΓ al baΓ±o, donde el agua caliente de la ducha me ayudΓ³ a despejarme. El aroma a jabΓ³n y champΓΊ llenΓ³ el aire, y sentΓ cΓ³mo la tensiΓ³n en mis hombros comenzaba a disiparse.DespuΓ©s de secarme, elegΓ un vestido blanco que me llegaba a las rodillas. Me recogΓ el cabello con unas pinzas y me puse unos zapatos bajos. Frente al espejo, me maquillΓ© ligeramente, solo lo suficiente para sentirme presentable. TomΓ© mi estuche con el violΓn y salΓ hacia la academia.Al llegar, vi que ya estaban allΓ el profesor MartΓnez, el profesor Thomson y Leonardo. Los saludΓ© con una sonrisa, aunque mi corazΓ³n latΓa con fuerza.βBuenos dΓas βdije, tratando de sonar tranquila.AbrΓ mi estuche y saquΓ© mi violΓn, comenzando a afinarlo con cuidado. Leonardo y yo nos reunimos en la sala de ensayo, ambos nerviosos y ansiosos por la competencia que se acercaba. Nos miramos a los ojos, y pude ver la tensiΓ³n