Al terminar nuestras comidas pagamos y salimos del restaurant para caminar hacia mi casa, ya que Γ©l me acompaΓ±arΓa. El silencio era algo cΓ³modo, me sentΓa completamente tranquila.Voltee a ver a Leonardo y no pude negar quedΓ‘ndome verlo mΓ‘s de lo normal, era muy guapo. Avergonzada me obliguΓ© apartar la mirada.β ΒΏTe sientes preparada para maΓ±ana?.βal escuchar su pregunta volteo a verlo y frunzo las cejas.β SΓ© que hemos echado muchas ganas con ensayos muy pesados, siento que ese primer lugar nos lo merecemos. AsΓ que sΓ estoy mΓ‘s que preparada.β le sonriΓ³ y Γ©l me regresa la sonrisa.β La verdad, nunca pensΓ© que pudiΓ©ramos trabajar juntos. Mucho menos estar asΓ caminando y pasando el tiempo. β CrΓ©eme, yo tampoco lo creΓa. Pero mΓranos, siento que ya pasamos lo peor. Ahora viene la recompensa de nuestro esfuerzo.βle sonriΓ³ mientras le doy un pequeΓ±o golpe en el brazo en forma de juego.β Claro, ese primer lugar es de nosotros. Nos sonreΓmos y seguimos caminando en silencio hasta que
El sonido de mi alarma me despertΓ³ temprano, sacΓ‘ndome de un sueΓ±o inquieto. Me levantΓ© de la cama y me dirigΓ al baΓ±o, donde el agua caliente de la ducha me ayudΓ³ a despejarme. El aroma a jabΓ³n y champΓΊ llenΓ³ el aire, y sentΓ cΓ³mo la tensiΓ³n en mis hombros comenzaba a disiparse.DespuΓ©s de secarme, elegΓ un vestido blanco que me llegaba a las rodillas. Me recogΓ el cabello con unas pinzas y me puse unos zapatos bajos. Frente al espejo, me maquillΓ© ligeramente, solo lo suficiente para sentirme presentable. TomΓ© mi estuche con el violΓn y salΓ hacia la academia.Al llegar, vi que ya estaban allΓ el profesor MartΓnez, el profesor Thomson y Leonardo. Los saludΓ© con una sonrisa, aunque mi corazΓ³n latΓa con fuerza.βBuenos dΓas βdije, tratando de sonar tranquila.AbrΓ mi estuche y saquΓ© mi violΓn, comenzando a afinarlo con cuidado. Leonardo y yo nos reunimos en la sala de ensayo, ambos nerviosos y ansiosos por la competencia que se acercaba. Nos miramos a los ojos, y pude ver la tensiΓ³n
DespertΓ© por mi alarma que habΓa programado para las 3:00 P.M. La competencia comenzaba a las 9:00 P.M. TenΓa aproximadamente casi 6 horas para tener todo preparado y estar lista. Me levantΓ© de la cama y me dirigΓ al baΓ±o a darme una ducha, para despejarme de todo lo que sentΓa, el nerviosismo que me habΓa acompaΓ±ado durante semanas. El agua caliente me relajΓ³ un poco, pero mi mente seguΓa divagando hacia todos los posibles errores que podΓa cometer en el escenario.SalΓ de la ducha y mirΓ© la hora, eran las 3:45 P.M. Me habΓa demorado un poco mΓ‘s de lo que pensaba. Me coloquΓ© mi ropa interior, una lencerΓa roja que me hacΓa sentir segura y confiada, y encima una bata para comenzar a prepararme mi cabello. Primero lo peinΓ© y me pasΓ© la secadora encima para secΓ‘rmelo. Ya seco, comencΓ© a alisarlo con la plancha para despuΓ©s dejarlo un poco ondulado en las puntas, sencillo y elegante.Mientras me maquillaba, escogΓ tonos cafΓ©s para darle un toque casual a mi look, y en los labios me coloq
ComencΓ© a afinar mi violΓn, repasando una y otra vez las partituras. Estaba demasiado nerviosa y ansiosa por terminar esto.Me levantΓ© de mi asiento y me estirΓ©, tratando de aliviar la tensiΓ³n en mis mΓΊsculos. RepasΓ© todo el camerino con la mirada, observando a los demΓ‘s participantes, hasta que mis ojos se encontraron con una mirada intensa. SentΓ un temblor y mi garganta se secΓ³ cuando me recorriΓ³ de pies a cabeza. Esos ojos grises me hacΓan sentir incΓ³moda, casi nauseabunda."La competencia me tiene mal".Leonardo se acercΓ³ a mΓ con paso decidido, irradiando confianza. Mientras Γ©l se mostraba asΓ, yo parecΓa una bola de nervios.βHey, SofΓa, ΒΏestΓ‘s bien? βfrunciΓ³ las cejas.βCla... claro que lo estoy. βBuena hora para tartamudear. Leonardo sonriΓ³ al notar eso.βSi tΓΊ lo dices, pero te noto un poquito nerviosa. βHizo una seΓ±a con sus dedos indicando "poco". Lo golpeΓ© en broma en el brazo y se riΓ³.βCΓ‘llate, Leonardo. βMe crucΓ© de brazos.Leonardo suspirΓ³ y me mirΓ³ fijamente.βRecuer
La competencia habΓa comenzado y el ambiente en el camerino era cada vez mΓ‘s tenso. Leonardo y yo escuchΓ‘bamos atentamente mientras anunciaban a los participantes, cada uno con su propia historia y talento. La mayorΓa eran muy talentosos, y no podΓa evitar sentirme nerviosa. Cuando escuchamos nuestro nombre, nos volteamos a ver y comenzamos a caminar hacia la puerta que daba al escenario. Antes de cruzarla, nos dimos una mirada y suspiramos. La adrenalina corrΓa por mis venas.Al cruzar la puerta, fuimos recibidos por un mar de luces deslumbrantes y los flashes de las cΓ‘maras. El olor a madera y barniz del piano y el violΓn llenaba el aire. El pΓΊblico era un murmullo constante, como un rΓo que fluΓa sin cesar. ComencΓ© a sentirme abrumada, demasiadas caras, demasiadas cΓ‘maras. La emociΓ³n me estaba superando.Leonardo, al notar mi nerviosismo, me tomΓ³ de la mano y me sentΓ³ junto a Γ©l en el piano. Le lancΓ© una mirada confundida y asustadiza.βHay que tocar juntos βme dijo Leonardoβ, no
Mientras Leonardo mantenΓa su brazo sobre mis hombros, sentΓ una mezcla de orgullo y nerviosismo. El auditorio se llenaba de un murmullo expectante, y las luces del escenario brillaban intensamente, destacando cada expresiΓ³n en nuestros rostros. El aire estaba cargado de la energΓa de nuestra reciente interpretaciΓ³n, y el pΓΊblico, aΓΊn en silencio, contenΓa la respiraciΓ³n.Una de los jueces, una mujer elegante con el cabello gris recogido en un moΓ±o y una sonrisa cΓ‘lida, se levantΓ³ y tomΓ³ el micrΓ³fono.βBuenas noches, SofΓa y Leonardo. Los felicito por esta gran interpretaciΓ³n. La verdad, me encantΓ³ βdijo la juez con una sonrisa, mientras sus ojos brillaban de emociΓ³n. Su voz resonaba clara y melodiosa en el auditorioβ. SofΓa, me dejaste fascinada. Con esa conexiΓ³n que tienes con tu violΓn, el gran trabajo que hiciste mientras tocabas... me dejΓ³ sin palabras.SonreΓ y asentΓ, sintiendo un gran alivio y felicidad. Mi corazΓ³n aΓΊn latΓa acelerado despuΓ©s de la presentaciΓ³n, pero ahora me
Al entrar, no pude contener mi emociΓ³n al ver a mis papΓ‘s y mi amiga SofΓa, junto con los profesores MartΓnez y thomson y corrΓ a abrazar a mi profesor.βGracias, profe, por confiar en mΓ. Si no hubiera sido por su ayuda en estos aΓ±os, no estarΓa aquΓ βdije, con lΓ‘grimas en los ojos.MartΓnez sonriΓ³ y me abrazΓ³ con calidez.βNo, SofΓa, las gracias se las dΓ© a usted misma. Es por su esfuerzo y dedicaciΓ³n. Eres muy talentosa.Me retirΓ©, sonriendo, y me acerquΓ© a mis padres y Valeria, que me recibieron con un abrazo y me felicitaban efusivamente. SentΓa una mezcla de orgullo y alivio, como si un peso enorme se hubiera levantado de mis hombros.Mientras tanto, vi a Leonardo acercarse a Thomson, quien le dijo:βEstuviste excelente, Leonardo. Me encantΓ³ tu interpretaciΓ³n.Pero antes de que Thomson pudiera continuar, el papΓ‘ de Leonardo intervino, con una expresiΓ³n de desaprobaciΓ³n.βΒΏExcelente? Pudo haberlo hecho mucho mejor. Para eso le pago, para que no le enseΓ±e a mi hijo a conformarse c
βDeberΓamos ir a ver a los demΓ‘s concursantes, ademΓ‘s quiero ver a Gabriela y Alejandro βdije, tomando la mano de Leonardo y guiΓ‘ndolo por donde habΓan salido mis padres y Valeria. Leonardo se dejΓ³ llevar sin resistencia.Nos dirigimos a unos asientos vacΓos en la primera fila, justo a tiempo para la siguiente actuaciΓ³n. El aire estaba cargado de una mezcla de perfumes y el leve olor a madera del escenario. El presentador, con una sonrisa radiante, anunciΓ³ con entusiasmo.βΒ‘Y ahora, recibamos a nuestros siguientes concursantes, Gabriela y Alejandro!Leonardo y yo intercambiamos miradas. SabΓamos que Gabriela y Alejandro eran nuestros principales rivales en la competencia. Sin embargo, algo en sus expresiones llamΓ³ mi atenciΓ³n. Gabriela y Alejandro parecΓan tensos, con rostros marcados por la frustraciΓ³n y el enojo.Cuando comenzaron a tocar, la mΓΊsica fluΓa con la misma precisiΓ³n y pasiΓ³n que siempre los habΓa caracterizado. Pero de repente, Gabriela presionΓ³ una tecla equivocada en e