ComencΓ© a afinar mi violΓn, repasando una y otra vez las partituras. Estaba demasiado nerviosa y ansiosa por terminar esto.Me levantΓ© de mi asiento y me estirΓ©, tratando de aliviar la tensiΓ³n en mis mΓΊsculos. RepasΓ© todo el camerino con la mirada, observando a los demΓ‘s participantes, hasta que mis ojos se encontraron con una mirada intensa. SentΓ un temblor y mi garganta se secΓ³ cuando me recorriΓ³ de pies a cabeza. Esos ojos grises me hacΓan sentir incΓ³moda, casi nauseabunda."La competencia me tiene mal".Leonardo se acercΓ³ a mΓ con paso decidido, irradiando confianza. Mientras Γ©l se mostraba asΓ, yo parecΓa una bola de nervios.βHey, SofΓa, ΒΏestΓ‘s bien? βfrunciΓ³ las cejas.βCla... claro que lo estoy. βBuena hora para tartamudear. Leonardo sonriΓ³ al notar eso.βSi tΓΊ lo dices, pero te noto un poquito nerviosa. βHizo una seΓ±a con sus dedos indicando "poco". Lo golpeΓ© en broma en el brazo y se riΓ³.βCΓ‘llate, Leonardo. βMe crucΓ© de brazos.Leonardo suspirΓ³ y me mirΓ³ fijamente.βRecuer
La competencia habΓa comenzado y el ambiente en el camerino era cada vez mΓ‘s tenso. Leonardo y yo escuchΓ‘bamos atentamente mientras anunciaban a los participantes, cada uno con su propia historia y talento. La mayorΓa eran muy talentosos, y no podΓa evitar sentirme nerviosa. Cuando escuchamos nuestro nombre, nos volteamos a ver y comenzamos a caminar hacia la puerta que daba al escenario. Antes de cruzarla, nos dimos una mirada y suspiramos. La adrenalina corrΓa por mis venas.Al cruzar la puerta, fuimos recibidos por un mar de luces deslumbrantes y los flashes de las cΓ‘maras. El olor a madera y barniz del piano y el violΓn llenaba el aire. El pΓΊblico era un murmullo constante, como un rΓo que fluΓa sin cesar. ComencΓ© a sentirme abrumada, demasiadas caras, demasiadas cΓ‘maras. La emociΓ³n me estaba superando.Leonardo, al notar mi nerviosismo, me tomΓ³ de la mano y me sentΓ³ junto a Γ©l en el piano. Le lancΓ© una mirada confundida y asustadiza.βHay que tocar juntos βme dijo Leonardoβ, no
Mientras Leonardo mantenΓa su brazo sobre mis hombros, sentΓ una mezcla de orgullo y nerviosismo. El auditorio se llenaba de un murmullo expectante, y las luces del escenario brillaban intensamente, destacando cada expresiΓ³n en nuestros rostros. El aire estaba cargado de la energΓa de nuestra reciente interpretaciΓ³n, y el pΓΊblico, aΓΊn en silencio, contenΓa la respiraciΓ³n.Una de los jueces, una mujer elegante con el cabello gris recogido en un moΓ±o y una sonrisa cΓ‘lida, se levantΓ³ y tomΓ³ el micrΓ³fono.βBuenas noches, SofΓa y Leonardo. Los felicito por esta gran interpretaciΓ³n. La verdad, me encantΓ³ βdijo la juez con una sonrisa, mientras sus ojos brillaban de emociΓ³n. Su voz resonaba clara y melodiosa en el auditorioβ. SofΓa, me dejaste fascinada. Con esa conexiΓ³n que tienes con tu violΓn, el gran trabajo que hiciste mientras tocabas... me dejΓ³ sin palabras.SonreΓ y asentΓ, sintiendo un gran alivio y felicidad. Mi corazΓ³n aΓΊn latΓa acelerado despuΓ©s de la presentaciΓ³n, pero ahora me
Al entrar, no pude contener mi emociΓ³n al ver a mis papΓ‘s y mi amiga SofΓa, junto con los profesores MartΓnez y thomson y corrΓ a abrazar a mi profesor.βGracias, profe, por confiar en mΓ. Si no hubiera sido por su ayuda en estos aΓ±os, no estarΓa aquΓ βdije, con lΓ‘grimas en los ojos.MartΓnez sonriΓ³ y me abrazΓ³ con calidez.βNo, SofΓa, las gracias se las dΓ© a usted misma. Es por su esfuerzo y dedicaciΓ³n. Eres muy talentosa.Me retirΓ©, sonriendo, y me acerquΓ© a mis padres y Valeria, que me recibieron con un abrazo y me felicitaban efusivamente. SentΓa una mezcla de orgullo y alivio, como si un peso enorme se hubiera levantado de mis hombros.Mientras tanto, vi a Leonardo acercarse a Thomson, quien le dijo:βEstuviste excelente, Leonardo. Me encantΓ³ tu interpretaciΓ³n.Pero antes de que Thomson pudiera continuar, el papΓ‘ de Leonardo intervino, con una expresiΓ³n de desaprobaciΓ³n.βΒΏExcelente? Pudo haberlo hecho mucho mejor. Para eso le pago, para que no le enseΓ±e a mi hijo a conformarse c
βDeberΓamos ir a ver a los demΓ‘s concursantes, ademΓ‘s quiero ver a Gabriela y Alejandro βdije, tomando la mano de Leonardo y guiΓ‘ndolo por donde habΓan salido mis padres y Valeria. Leonardo se dejΓ³ llevar sin resistencia.Nos dirigimos a unos asientos vacΓos en la primera fila, justo a tiempo para la siguiente actuaciΓ³n. El aire estaba cargado de una mezcla de perfumes y el leve olor a madera del escenario. El presentador, con una sonrisa radiante, anunciΓ³ con entusiasmo.βΒ‘Y ahora, recibamos a nuestros siguientes concursantes, Gabriela y Alejandro!Leonardo y yo intercambiamos miradas. SabΓamos que Gabriela y Alejandro eran nuestros principales rivales en la competencia. Sin embargo, algo en sus expresiones llamΓ³ mi atenciΓ³n. Gabriela y Alejandro parecΓan tensos, con rostros marcados por la frustraciΓ³n y el enojo.Cuando comenzaron a tocar, la mΓΊsica fluΓa con la misma precisiΓ³n y pasiΓ³n que siempre los habΓa caracterizado. Pero de repente, Gabriela presionΓ³ una tecla equivocada en e
El presentador anunciΓ³ un breve descanso antes de que los jueces revelaran al ganador. SentΓ cΓ³mo mi corazΓ³n latΓa con fuerza mientras miraba a Leonardo. Sus ojos grises reflejaban la misma ansiedad que sentΓa yo. Observamos a los jueces deliberar, intercambiando papeles y fotos de los concursantes. La tensiΓ³n en el aire era palpable, casi podΓa oler el nerviosismo de todos a mi alrededor.Leonardo se inclinΓ³ hacia mΓ y susurrΓ³β ΒΏVamos por algo de beber?AsentΓ, agradecida por la distracciΓ³n. Caminamos juntos hacia la mesa de bebidas, y en el camino localicΓ© a Valeria. Le hice una seΓ±a para que se uniera a nosotros. Valeria llegΓ³ rΓ‘pidamente y me abrazΓ³ con fuerza, su perfume floral llenando mis sentidos.βNo puedo creer la interpretaciΓ³n de Gabriela y Alejandro, y peor aΓΊn la humillaciΓ³n que pasaron βdijo Valeria, aΓΊn impactada.SentΓ una punzada de tristeza. Aunque Gabriela y Alejandro habΓan cometido errores, la crΓtica habΓa sido demasiado dura.βLo sΓ©, me sentΓ mal por ellos. A
Estaba de pie en medio del bullicio, todavΓa sentΓa el brazo de Leonardo alrededor de mΓ, pero todo a mi alrededor parecΓa desvanecerse. El sonido de los vΓtores y las risas de mis compaΓ±eros se volvΓa un eco lejano, casi imperceptible. El aire estaba cargado de una mezcla de adrenalina y nerviosismo, y podΓa sentir mi corazΓ³n latiendo con fuerza en mi pecho.El ambiente estaba lleno de energΓa, pero para mΓ, el mundo se reducΓa a un solo punto: Leonardo. Cuando girΓ© la cabeza, lo vi mirΓ‘ndome fijamente. Nuestros ojos se encontraron y, en ese instante, todo lo demΓ‘s dejΓ³ de existir. La intensidad de su mirada me hizo sentir una mezcla de emociΓ³n y nerviosismo. PodΓa escuchar mi propia respiraciΓ³n, lenta y profunda, mientras trataba de calmarme.Leonardo bajΓ³ la mirada hacia mis labios, y yo, sintiendo la boca seca por los nervios, me los humedecΓ instintivamente. Vi cΓ³mo Γ©l tragaba saliva, y eso solo aumentΓ³ la tensiΓ³n entre nosotros. Cuando Leonardo levantΓ³ la mirada de nuevo, nuestr
Leonardo y yo salimos del bullicio de la celebraciΓ³n y nos dirigimos a un pequeΓ±o cafΓ© cercano. El ambiente en el cafΓ© era tranquilo, con una suave mΓΊsica de fondo y el aroma a cafΓ© reciΓ©n hecho llenando el aire. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, desde donde podΓamos ver las luces de la ciudad parpadeando en la distancia.βΒΏQuΓ© te gustarΓa tomar? βme preguntΓ³ Leonardo, con una sonrisa que hacΓa que mi corazΓ³n latiera un poco mΓ‘s rΓ‘pido.βUn cafΓ© con leche estarΓa bien βrespondΓ, tratando de mantener la calma.Leonardo hizo el pedido y, mientras esperΓ‘bamos, me mirΓ³ con una expresiΓ³n que mezclaba curiosidad y algo mΓ‘s profundo.βHoy realmente demostraste lo talentosa que eres βdijo, su voz suave pero llena de admiraciΓ³n.SentΓ que mis mejillas se sonrojaban. βGracias, Leonardo. No podrΓa haberlo hecho sin el apoyo de todos ustedes.Γl asintiΓ³, y por un momento, ambos nos quedamos en silencio, disfrutando de la compaΓ±Γa del otro. Cuando llegaron nuestras bebidas, levantΓ© mi