Al entrar, no pude contener mi emociΓ³n al ver a mis papΓ‘s y mi amiga SofΓa, junto con los profesores MartΓnez y thomson y corrΓ a abrazar a mi profesor.βGracias, profe, por confiar en mΓ. Si no hubiera sido por su ayuda en estos aΓ±os, no estarΓa aquΓ βdije, con lΓ‘grimas en los ojos.MartΓnez sonriΓ³ y me abrazΓ³ con calidez.βNo, SofΓa, las gracias se las dΓ© a usted misma. Es por su esfuerzo y dedicaciΓ³n. Eres muy talentosa.Me retirΓ©, sonriendo, y me acerquΓ© a mis padres y Valeria, que me recibieron con un abrazo y me felicitaban efusivamente. SentΓa una mezcla de orgullo y alivio, como si un peso enorme se hubiera levantado de mis hombros.Mientras tanto, vi a Leonardo acercarse a Thomson, quien le dijo:βEstuviste excelente, Leonardo. Me encantΓ³ tu interpretaciΓ³n.Pero antes de que Thomson pudiera continuar, el papΓ‘ de Leonardo intervino, con una expresiΓ³n de desaprobaciΓ³n.βΒΏExcelente? Pudo haberlo hecho mucho mejor. Para eso le pago, para que no le enseΓ±e a mi hijo a conformarse c
βDeberΓamos ir a ver a los demΓ‘s concursantes, ademΓ‘s quiero ver a Gabriela y Alejandro βdije, tomando la mano de Leonardo y guiΓ‘ndolo por donde habΓan salido mis padres y Valeria. Leonardo se dejΓ³ llevar sin resistencia.Nos dirigimos a unos asientos vacΓos en la primera fila, justo a tiempo para la siguiente actuaciΓ³n. El aire estaba cargado de una mezcla de perfumes y el leve olor a madera del escenario. El presentador, con una sonrisa radiante, anunciΓ³ con entusiasmo.βΒ‘Y ahora, recibamos a nuestros siguientes concursantes, Gabriela y Alejandro!Leonardo y yo intercambiamos miradas. SabΓamos que Gabriela y Alejandro eran nuestros principales rivales en la competencia. Sin embargo, algo en sus expresiones llamΓ³ mi atenciΓ³n. Gabriela y Alejandro parecΓan tensos, con rostros marcados por la frustraciΓ³n y el enojo.Cuando comenzaron a tocar, la mΓΊsica fluΓa con la misma precisiΓ³n y pasiΓ³n que siempre los habΓa caracterizado. Pero de repente, Gabriela presionΓ³ una tecla equivocada en e
El presentador anunciΓ³ un breve descanso antes de que los jueces revelaran al ganador. SentΓ cΓ³mo mi corazΓ³n latΓa con fuerza mientras miraba a Leonardo. Sus ojos grises reflejaban la misma ansiedad que sentΓa yo. Observamos a los jueces deliberar, intercambiando papeles y fotos de los concursantes. La tensiΓ³n en el aire era palpable, casi podΓa oler el nerviosismo de todos a mi alrededor.Leonardo se inclinΓ³ hacia mΓ y susurrΓ³β ΒΏVamos por algo de beber?AsentΓ, agradecida por la distracciΓ³n. Caminamos juntos hacia la mesa de bebidas, y en el camino localicΓ© a Valeria. Le hice una seΓ±a para que se uniera a nosotros. Valeria llegΓ³ rΓ‘pidamente y me abrazΓ³ con fuerza, su perfume floral llenando mis sentidos.βNo puedo creer la interpretaciΓ³n de Gabriela y Alejandro, y peor aΓΊn la humillaciΓ³n que pasaron βdijo Valeria, aΓΊn impactada.SentΓ una punzada de tristeza. Aunque Gabriela y Alejandro habΓan cometido errores, la crΓtica habΓa sido demasiado dura.βLo sΓ©, me sentΓ mal por ellos. A
Estaba de pie en medio del bullicio, todavΓa sentΓa el brazo de Leonardo alrededor de mΓ, pero todo a mi alrededor parecΓa desvanecerse. El sonido de los vΓtores y las risas de mis compaΓ±eros se volvΓa un eco lejano, casi imperceptible. El aire estaba cargado de una mezcla de adrenalina y nerviosismo, y podΓa sentir mi corazΓ³n latiendo con fuerza en mi pecho.El ambiente estaba lleno de energΓa, pero para mΓ, el mundo se reducΓa a un solo punto: Leonardo. Cuando girΓ© la cabeza, lo vi mirΓ‘ndome fijamente. Nuestros ojos se encontraron y, en ese instante, todo lo demΓ‘s dejΓ³ de existir. La intensidad de su mirada me hizo sentir una mezcla de emociΓ³n y nerviosismo. PodΓa escuchar mi propia respiraciΓ³n, lenta y profunda, mientras trataba de calmarme.Leonardo bajΓ³ la mirada hacia mis labios, y yo, sintiendo la boca seca por los nervios, me los humedecΓ instintivamente. Vi cΓ³mo Γ©l tragaba saliva, y eso solo aumentΓ³ la tensiΓ³n entre nosotros. Cuando Leonardo levantΓ³ la mirada de nuevo, nuestr
Leonardo y yo salimos del bullicio de la celebraciΓ³n y nos dirigimos a un pequeΓ±o cafΓ© cercano. El ambiente en el cafΓ© era tranquilo, con una suave mΓΊsica de fondo y el aroma a cafΓ© reciΓ©n hecho llenando el aire. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, desde donde podΓamos ver las luces de la ciudad parpadeando en la distancia.βΒΏQuΓ© te gustarΓa tomar? βme preguntΓ³ Leonardo, con una sonrisa que hacΓa que mi corazΓ³n latiera un poco mΓ‘s rΓ‘pido.βUn cafΓ© con leche estarΓa bien βrespondΓ, tratando de mantener la calma.Leonardo hizo el pedido y, mientras esperΓ‘bamos, me mirΓ³ con una expresiΓ³n que mezclaba curiosidad y algo mΓ‘s profundo.βHoy realmente demostraste lo talentosa que eres βdijo, su voz suave pero llena de admiraciΓ³n.SentΓ que mis mejillas se sonrojaban. βGracias, Leonardo. No podrΓa haberlo hecho sin el apoyo de todos ustedes.Γl asintiΓ³, y por un momento, ambos nos quedamos en silencio, disfrutando de la compaΓ±Γa del otro. Cuando llegaron nuestras bebidas, levantΓ© mi
El sol de la maΓ±ana se filtraba por las cortinas, despertΓ‘ndome lentamente. Me quedΓ© un momento mirando el techo, tratando de procesar los eventos de la noche anterior. De repente, escuchΓ© el sonido de un mensaje en mi celular. AlcancΓ© el telΓ©fono en la mesa junto a mi cama y vi que era un mensaje de Valeria. "Β‘Fiesta de celebraciΓ³n esta noche a las 8! ππ SofΓa, tΓΊ y Leonardo ganaron la competencia, Β‘tenemos que festejar!" Hice una mueca. Aunque estaba feliz por haber ganado, no estaba de humor para una fiesta. Le respondΓ a Valeria. "No lo sΓ©, Valeria. No estoy de humor para fiesta." La respuesta de Valeria llegΓ³ de inmediato. "Β‘DΓ©jate de cosas! Esta fiesta es por tu gran esfuerzo y dedicaciΓ³n. Β‘Necesitas festejarlo! No acepto un no por respuesta." SuspirΓ© y le contestΓ©. "EstΓ‘ bien." Luego lancΓ© el celular de vuelta a la mesa y me dejΓ© caer en la cama, mirando el techo. No sabΓa si estaba lista para enfrentar a Leonardo de nuevo, pero tal vez la fiesta serΓa una oportunid
La mΓΊsica seguΓa envolviΓ©ndonos, cada vez mΓ‘s intensa. Mateo se inclinΓ³ hacia mΓ, su aliento cΓ‘lido en mi oΓdo.βΒΏTe gustarΓa salir a tomar un poco de aire? βpreguntΓ³, su voz suave pero firme.AsentΓ, sintiendo que necesitaba un respiro del calor y la multitud. TomΓ³ mi mano y me guiΓ³ a travΓ©s de la pista de baile, esquivando a los demΓ‘s bailarines. Valeria me lanzΓ³ una mirada cΓ³mplice y me hizo un gesto de aprobaciΓ³n antes de que saliΓ©ramos del club.El aire fresco de la noche me golpeΓ³ en el rostro cuando salimos. RespirΓ© hondo, sintiendo cΓ³mo el frΓo despejaba mi mente. Mateo no soltΓ³ mi mano, y me llevΓ³ a un rincΓ³n tranquilo, lejos del bullicio.βEs mucho mejor aquΓ afuera βdijo, sonriendoβ. A veces, la mΓΊsica y la gente pueden ser abrumadoras.βSΓ, definitivamente βrespondΓ, sintiendo cΓ³mo mi corazΓ³n latΓa con fuerza, no solo por el baile, sino tambiΓ©n por la cercanΓa de Mateo.Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad. Mateo me mirΓ³ a los ojos, su ex
Mientras bailΓ‘bamos, Leonardo me mirΓ³ con una intensidad que me hizo sentir vulnerable. SentΓ que podΓa ver a travΓ©s de mΓ, que conocΓa mis secretos y mis miedos. Pero en lugar de sentirme incΓ³moda, me sentΓ segura. Me sentΓ como si estuviera en casa.De repente, Leonardo se detuvo y me mirΓ³ fijamente. Sin decir una palabra, se acercΓ³ a mΓ y presionΓ³ sus labios contra los mΓos. Me sorprendiΓ³, pero no me resistΓ. De hecho, me sentΓ atraΓda hacia Γ©l, como si una fuerza magnΓ©tica nos uniera.El beso fue intenso y apasionado, con una mezcla de emociones y alcohol. Nos besamos como si no hubiera un maΓ±ana, como si solo existiΓ©ramos nosotros dos en ese momento. La mΓΊsica y la multitud desaparecieron, y solo quedamos Leonardo y yo, perdidos en nuestro propio mundo.El beso durΓ³ lo que pareciΓ³ una eternidad, hasta que finalmente nos separamos, jadeando y mirΓ‘ndonos con una mezcla de sorpresa y confusiΓ³n. ΒΏQuΓ© habΓamos hecho? ΒΏQuΓ© significaba eso?Nos miramos durante un momento, sin decir una