Leonardo y yo salimos del bullicio de la celebraciΓ³n y nos dirigimos a un pequeΓ±o cafΓ© cercano. El ambiente en el cafΓ© era tranquilo, con una suave mΓΊsica de fondo y el aroma a cafΓ© reciΓ©n hecho llenando el aire. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, desde donde podΓamos ver las luces de la ciudad parpadeando en la distancia.βΒΏQuΓ© te gustarΓa tomar? βme preguntΓ³ Leonardo, con una sonrisa que hacΓa que mi corazΓ³n latiera un poco mΓ‘s rΓ‘pido.βUn cafΓ© con leche estarΓa bien βrespondΓ, tratando de mantener la calma.Leonardo hizo el pedido y, mientras esperΓ‘bamos, me mirΓ³ con una expresiΓ³n que mezclaba curiosidad y algo mΓ‘s profundo.βHoy realmente demostraste lo talentosa que eres βdijo, su voz suave pero llena de admiraciΓ³n.SentΓ que mis mejillas se sonrojaban. βGracias, Leonardo. No podrΓa haberlo hecho sin el apoyo de todos ustedes.Γl asintiΓ³, y por un momento, ambos nos quedamos en silencio, disfrutando de la compaΓ±Γa del otro. Cuando llegaron nuestras bebidas, levantΓ© mi
El sol de la maΓ±ana se filtraba por las cortinas, despertΓ‘ndome lentamente. Me quedΓ© un momento mirando el techo, tratando de procesar los eventos de la noche anterior. De repente, escuchΓ© el sonido de un mensaje en mi celular. AlcancΓ© el telΓ©fono en la mesa junto a mi cama y vi que era un mensaje de Valeria. "Β‘Fiesta de celebraciΓ³n esta noche a las 8! ππ SofΓa, tΓΊ y Leonardo ganaron la competencia, Β‘tenemos que festejar!" Hice una mueca. Aunque estaba feliz por haber ganado, no estaba de humor para una fiesta. Le respondΓ a Valeria. "No lo sΓ©, Valeria. No estoy de humor para fiesta." La respuesta de Valeria llegΓ³ de inmediato. "Β‘DΓ©jate de cosas! Esta fiesta es por tu gran esfuerzo y dedicaciΓ³n. Β‘Necesitas festejarlo! No acepto un no por respuesta." SuspirΓ© y le contestΓ©. "EstΓ‘ bien." Luego lancΓ© el celular de vuelta a la mesa y me dejΓ© caer en la cama, mirando el techo. No sabΓa si estaba lista para enfrentar a Leonardo de nuevo, pero tal vez la fiesta serΓa una oportunid
La mΓΊsica seguΓa envolviΓ©ndonos, cada vez mΓ‘s intensa. Mateo se inclinΓ³ hacia mΓ, su aliento cΓ‘lido en mi oΓdo.βΒΏTe gustarΓa salir a tomar un poco de aire? βpreguntΓ³, su voz suave pero firme.AsentΓ, sintiendo que necesitaba un respiro del calor y la multitud. TomΓ³ mi mano y me guiΓ³ a travΓ©s de la pista de baile, esquivando a los demΓ‘s bailarines. Valeria me lanzΓ³ una mirada cΓ³mplice y me hizo un gesto de aprobaciΓ³n antes de que saliΓ©ramos del club.El aire fresco de la noche me golpeΓ³ en el rostro cuando salimos. RespirΓ© hondo, sintiendo cΓ³mo el frΓo despejaba mi mente. Mateo no soltΓ³ mi mano, y me llevΓ³ a un rincΓ³n tranquilo, lejos del bullicio.βEs mucho mejor aquΓ afuera βdijo, sonriendoβ. A veces, la mΓΊsica y la gente pueden ser abrumadoras.βSΓ, definitivamente βrespondΓ, sintiendo cΓ³mo mi corazΓ³n latΓa con fuerza, no solo por el baile, sino tambiΓ©n por la cercanΓa de Mateo.Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad. Mateo me mirΓ³ a los ojos, su ex
Mientras bailΓ‘bamos, Leonardo me mirΓ³ con una intensidad que me hizo sentir vulnerable. SentΓ que podΓa ver a travΓ©s de mΓ, que conocΓa mis secretos y mis miedos. Pero en lugar de sentirme incΓ³moda, me sentΓ segura. Me sentΓ como si estuviera en casa.De repente, Leonardo se detuvo y me mirΓ³ fijamente. Sin decir una palabra, se acercΓ³ a mΓ y presionΓ³ sus labios contra los mΓos. Me sorprendiΓ³, pero no me resistΓ. De hecho, me sentΓ atraΓda hacia Γ©l, como si una fuerza magnΓ©tica nos uniera.El beso fue intenso y apasionado, con una mezcla de emociones y alcohol. Nos besamos como si no hubiera un maΓ±ana, como si solo existiΓ©ramos nosotros dos en ese momento. La mΓΊsica y la multitud desaparecieron, y solo quedamos Leonardo y yo, perdidos en nuestro propio mundo.El beso durΓ³ lo que pareciΓ³ una eternidad, hasta que finalmente nos separamos, jadeando y mirΓ‘ndonos con una mezcla de sorpresa y confusiΓ³n. ΒΏQuΓ© habΓamos hecho? ΒΏQuΓ© significaba eso?Nos miramos durante un momento, sin decir una
Me despierto por la maΓ±ana con un dolor de cabeza punzante, consecuencia de la resaca. Intento moverme, pero siento un peso en mi cintura. Bajo la mirada y veo un brazo masculino rodeΓ‘ndome. Me sobresalto y abro los ojos de par en par. Me incorporo y volteo hacia la persona que estΓ‘ a mi lado, y me encuentro con Leonardo dormido. De repente, todo lo ocurrido la noche anterior cae sobre mΓ como un balde de agua frΓa.Me cubro la cara con las manos, intentando procesar lo que habΓa sucedido. Quito lentamente el brazo de Leonardo y salgo de la cama con cuidado de no despertarlo. Busco mi ropa y me la coloco rΓ‘pidamente, mientras pienso en cΓ³mo salir de esta situaciΓ³n. No puedo creer lo que he hecho.Salgo de la habitaciΓ³n sin hacer ruido y me dirijo hacia la puerta principal. La abro y salgo huyendo de la casa, sin saber hacia dΓ³nde voy, solo sΓ© que necesito alejarme de Leonardo y de lo que habΓa sucedido.Mientras camino, intento recordar los detalles de la noche anterior, pero todo es
Unos minutos despuΓ©s, escucho el timbre de la puerta. Me levanto rΓ‘pidamente y abro, encontrΓ‘ndome con Valeria, quien me mira con preocupaciΓ³n. βSofΓa, ΒΏquΓ© ha pasado? βpregunta mientras entra y cierra la puerta detrΓ‘s de ella. Nos dirigimos al sofΓ‘ y me siento a su lado, sintiendo que las lΓ‘grimas vuelven a amenazar con salir. βEs Leonardo βempiezo, y Valeria asiente, animΓ‘ndome a continuarβ. Anoche... algo pasΓ³ entre nosotros. Y esta maΓ±ana, le dije que no significΓ³ nada para mΓ, pero no es verdad. Le mentΓ porque tenΓa miedo. Valeria me mira con comprensiΓ³n y toma mis manos entre las suyas. βΒΏMiedo de quΓ©, SofΓa? βDe mis sentimientos. No sΓ© si lo que siento por Γ©l es solo deseo o algo mΓ‘s. No quiero arruinar nuestra amistad, pero lo que pasΓ³ anoche fue increΓble. Me hizo sentir cosas que nunca habΓa sentido antes. Valeria asiente, escuchando atentamente. βEs normal tener miedo, SofΓa. Pero tambiΓ©n es importante ser honesta contigo misma y con Γ©l. Si realmente sientes algo p
DespuΓ©s de salir del parque, decido que necesito hablar con alguien que pueda ofrecerme una perspectiva diferente. Alguien que siempre ha sido honesta conmigo. Marco el nΓΊmero de Valeria, mi mejor amiga, y espero a que conteste.βΒΏSofΓa? ΒΏQuΓ© pasa? βpregunta Valeria al contestar.βΒΏPuedo ir a tu casa? Necesito hablar contigo βle digo, tratando de mantener mi voz firme.βClaro, ven cuando quieras. Estoy en casa.Cuelgo y me dirijo a la casa de Valeria. El camino me da tiempo para ordenar mis pensamientos, aunque el dolor y la confusiΓ³n siguen presentes. Cuando llego, Valeria me recibe con una sonrisa cΓ‘lida y me invita a pasar.βΒΏQuΓ© ha pasado? βpregunta, guiΓ‘ndome hacia el salΓ³n.Nos sentamos en el sofΓ‘ y, sin poder contenerme mΓ‘s, le cuento todo lo que ha sucedido con Leonardo. Valeria escucha atentamente, sin interrumpirme.βSofΓa, lo siento mucho. Leonardo no tenΓa derecho a hablarte asΓ. Pero tambiΓ©n creo que esto te ha mostrado quiΓ©n es realmente. Y aunque duela, es mejor saberl
Al dΓa siguiente, me despertΓ© con una mezcla de emociΓ³n y nerviosismo. Me preparΓ© rΓ‘pidamente y me dirigΓ a la academia, donde me encontrarΓa con los miembros de la orquesta con los que trabajarΓa. Al llegar, me sorprendΓ al ver que todos eran jΓ³venes, llenos de energΓa y entusiasmo.En el centro de la sala, el profesor MartΓnez conversaba con una mujer elegante, de porte distinguido. Al verme, MartΓnez me hizo seΓ±as para que me acercara. ObedecΓ y me aproximΓ© con una sonrisa tΓmida.βBuenos dΓas, SofΓa βdijo el profesor MartΓnez con una sonrisa cΓ‘lidaβ. Quiero presentarte a la seΓ±ora Elena GarcΓa, la encargada de la orquesta.La seΓ±ora GarcΓa extendiΓ³ una mano elegante y yo la estrechΓ© con respeto.βEs un placer conocerte, SofΓa βdijo la seΓ±ora GarcΓaβ. He oΓdo mucho sobre tu talento. Tu lugar serΓ‘ en la primera fila, junto a los otros violinistas principales. En unos minutos comenzaremos el primer ensayo.AsentΓ, sintiendo una oleada de orgullo y responsabilidad. Me dirigΓ hacia l