| 𝐋𝐀 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐂𝐈𝐎́𝐍

Llegué a casa sintiéndome un poco desanimada después del ensayo. Mi mamá me vio entrar y notó que algo estaba mal.

—Hola, cariño, ¿qué pasó? —preguntó, siguiéndome hasta mi habitación.

Me senté en mi cama y suspiré.

—Fue un ensayo horrible, mamá. Una chica del ensayo me hizo sentir como si no fuera lo suficientemente buena. Me dijo que no podía seguir su ritmo y que me faltaba pasión en mi música.

Mi mamá se sentó a mi lado y me abrazó.

—Ay, cariño, no te preocupes por lo que esa chica diga. Algunas personas solo tratan de hacer que los demás se sientan mal para sentirse mejor ellas mismas.

La miré, buscando consuelo.

—Pero mamá, es que ella es muy buena y yo me siento como si no pudiera llegar a su nivel.

Mi mamá sonrió.

—Sofía, tú eres una excelente violinista y tienes un talento especial. No te compares con los demás, porque cada persona tiene su propio ritmo y estilo. Lo importante es que disfrutes de la música y sigas practicando.

Me sentí un poco mejor al escuchar las palabras de mi mamá.

—Gracias, mamá. Me siento un poco mejor ahora.

Ella me abrazó de nuevo.

—Recuerda que siempre estoy aquí para ti, cariño. No dejes que nadie te haga sentir que no eres lo suficientemente buena.

Me quedé en mi habitación sola, después de agradecer a mi mamá por su apoyo. Me senté en mi cama y comencé a navegar por las redes sociales. De repente, se me ocurrió buscar a Vanessa y ver qué había posteado últimamente.

Comencé a revisar su perfil y me sorprendí al ver la cantidad de seguidores que tenía. Miles de personas la seguían y halagaban su talento y belleza. Me sentí un poco insegura al ver las fotos de Vanessa, que parecía perfecta en cada una de ellas.

Empecé a leer los comentarios y me sentí cada vez más celosa. Todos parecían adorar a Vanessa y no podían creer lo talentosa que era. Me sentí como si no fuera lo suficientemente buena, como si no pudiera competir con la perfección de Vanessa.

Pasé horas revisando su perfil, sintiéndome cada vez más insegura y celosa. Me pregunté por qué no podía ser como ella, por qué no podía tener ese talento y esa belleza.

Finalmente, cerré su perfil y me quedé sentada en la oscuridad, sintiéndome perdida y confundida. No sabía por qué me sentía así, pero no podía evitarlo.

Me levanté temprano, decidida a dejar atrás la inseguridad y los celos del día anterior. Me puse un bonito vestido casual de color lavanda que resaltaba mi piel y mis ojos verdes. Tomé mi estuche y me encaminé a la academia, lista para un nuevo día de ensayo.

Llegué al auditorio donde había estado ensayando con Leonardo las últimas semanas. Afiné mi violín y esperé a que Leonardo llegara. Pero pasaron 20 minutos y todavía no llegaba. Empecé a enojarme y a sentirme confundida.

¿Dónde estaría Leonardo? ¿Por qué no había llegado aún?

Estaba a punto de irme cuando vi entrar a Leonardo y Vanessa riéndose. Leonardo, al verme, se disculpó.

—Lo siento, Sofía. Me retrasé un poco. Tuve que hacer algo temprano con Vanessa —dijo Leonardo, sonriendo.

Fruncí el ceño.

—¿Algo temprano con Vanessa? ¿Qué significa eso?

Vanessa intervino, con tono burlón.

—Oh, Sofía, no te enojes con él. Estábamos pasándola bien, pero tuve que recordarle que tenía un ensayo contigo. No queríamos que te enfadaras —dijo Vanessa, riéndose.

Me sentí enojada y un poco dolida.

—Que no se vuelva a repetir. Tengo otras cosas que hacer yo también —dije, ignorando a Vanessa y mirando a Leonardo.

Leonardo se disculpó de nuevo.

—Lo siento, Sofía. No volverá a suceder. ¿Podemos empezar el ensayo?

Asentí, pero todavía me sentía un poco enojada.

—Sí, empecemos.

Vanessa decidió irse, despidiéndose de Leonardo con un beso en la mejilla.

—Hasta luego, Leonardo. Que te vaya bien en el ensayo —dijo Vanessa, sonriendo.

Me sentí aún más enojada al ver eso. ¿Qué estaba pasando entre Leonardo y Vanessa? ¿Por qué me sentía de esa manera?

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo