Capítulo 7

Bastian

Algunas horas más tarde...

Aunque tuviera la llave para poder entrar las veces que yo quisiera a la habitación de Alena, no podría hacerlo. La única manera de poder entrar a verificar que estuviera bien, es cuando la enfermera pasa a hacer su ronda y yo ir con ella.

Tenerla tan cerca y a la vez tan lejos.

Es mi trabajo, lo sé, pero en estos momentos yo solo quiero cuidarla y estar cerca de ella para abrazarla.

Joder, también lo sé... no puedo cambiar mi profesión en estos momentos, pero me siento un completo inútil. Puedo y a la vez no puedo entrar a esa habitación. Para mí ese lugar tiene una muralla que simplemente no podré pasar, aunque muera por hacerlo.

—Zervas, ¿todo bien? —pregunta mi amigo, vuelvo a la realidad al escuchar la voz de Kyle y veo a la señora de la cafetería, esperando a que tome el pedido de mi comida.

—Gracias —le agradezco a la señora y tomo el pedido—. Lamento haber atrasado un poco su trabajo. 

Su respuesta fue una sonrisa, me fui con Kyle y Jay, uno de mis compañeros a desayunar. Eran pasadas las 10 de la mañana, pero debíamos comer antes de entregar la guardia.

—Estoy demasiado cansado, solo espero volver a casa para ver a mi mujer y a mis hijas —dice Jay, al sentarnos en una de las mesas—. ¿Cuándo entregamos el servicio con la princesa?

—Debemos esperar a que Daniels nos informe —responde Kyle—, pero somos los jefes ahora mismo, así que supongo que no tendremos un descanso como tal hasta que ella salga de la clínica.

—Cancelaré los planes con mis chicas —miro a Jay ponerse bastante triste—. Voy a llamar para decir que esto será por un poco más de tiempo.

Toma su celular y se marcha para hablar por el.

—Extraño... —mi atención viaja a mi amigo—. Me refiero a que él es extraño, no la situación —me río empezando a comer—. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo por lo sucedido? Necesito saber que realmente estás bien, Bastian.

—Estoy desayunando después de las horas correctas para hacer la digestión y tener un metabolismo controlado —su expresión es de incredulidad—. Estoy jodido, hermano. Quiero estar con ella, pero no puedo hacerlo debido al trabajo. Tengo acceso libre en su habitación, pero no puedo entrar a cada rato a menos que también lo haga el personal médico y yo le permita el ingreso.

—Lo sé, para chequear que no le hagan nada malo o intenten suministrarle algo que no era —toma un sorbo de su jugo—. Sé que no la viste despierta en la revisión de esta mañana, pero puedes verla en el chequeo de las 11:30. El doctor de turno irá para la habitación y le hará algunas preguntas a la princesa. Puedes aprovechar que vienen los cambios de turnos y así verla.

—Pero acabas de decirle a Jay...

—Sé lo que le dije, pero recuerda que soy jefe y debo recibir a ambos grupos —frunzo el ceño—. Daniels me había notificado sobre los cambios de turnos, pero sé que no te vas a mover de aquí, aunque lo tengas permitido. Por eso me tomé el atrevimiento de dejarte aquí hasta que ella salga. No te rotaré hasta que me lo pidas y sé que la cuidarás sin problema.

—Gracias, hermano. De verdad que eso significa mucho para mí —chocamos los puños—. De verdad, muchas gracias.

—Solo estoy haciendo esto porque sé lo que significa ella para ti y trata de encontrar un momento del día para que duermas. La princesa te necesita lucido para que puedas protegerla de todo lo malo —me mira con orgullo—. Esta vez el cupido soy yo.

La mayor parte del tiempo es un imbécil, pero le agradezco muchísimas cosas. Me escuchó cuando no tuve a nadie. Me hizo sentir importante y que valía como ser humano, después de lo que sucedió con mi hermana menor y me dio el apoyo que nunca tuve por parte de un amigo.

De verdad que le agradezco muchísimas cosas y sé que me dolerá hasta el alma si se va. Él es mi hermano y la persona que me enseñó que la vida cuando alguien está a tu lado incondicionalmente, brilla bonito.

Valoren a su familia y hermanos, si los tienen. Yo solo tengo a mis abuelos y a este tipo, pero el resto del tiempo estoy solo contra el mundo.

A veces cansa estar luchando y llevando una carga solo. A veces simplemente quieres detenerte y recibir aunque sea una parte de lo que tú das.

En mi caso... una familia con ella.

[...]

Habíamos subido nuevamente al piso donde se encontraba la habitación de Alena y me sentía nervioso por alguna razón. Llevo pensando desde hace rato varias cosas sobre ella y yo.

Primero, ella es una princesa griega y yo soy un guardaespaldas americano. No podremos estar juntos porque simplemente yo lo desee con toda mi alma.

Es jodido ser piscis y es mucho más jodido cuando al puto pez le da por gobernarte los pensamientos y llenarlo de ideas mágicas y amores imposibles.

Entramos a la habitación y veo que Hilary está hablando con Alena de algo que parecía bastante serio, cosa que por algunos minutos me causó intriga, pero gracias al buen servicio de Alena, todo quedó muy claro en cuestión de segundos.

—Por eso el Onlyfans es una opción para ganar dinero —alzo la ceja y la miro como si estuviera loca—. Solo debo esconder mi identidad y podré vivir encubierto el resto de mi vida y ganando dinero con mi cuerpo.

—¿Yo podré hacer lo mismo? —Hilary pregunta interesada, yo cierro la puerta de la habitación—. Pero cubro mi rostro con una cabeza de conejo —hace un baile con sus hombros—, ya sabes... la sensualidad vende.

—Estoy completamente de acuerdo —Alena me ve—. Ustedes pueden ser las personas que están detrás de cámaras mientras nosotras estamos haciendo dinero.

—No veo problema, ¿cierto, Bastian? —me ve con diversión mi amigo.

—No veo problema. Además, es dinero honesto y nos pagarán por ello. Jamás vería problema con grabarlas y ganar un porcentaje de ello —con mi dedo índice y pulgar hago el movimiento de dinero, ellas se empiezan a reír.

Honestamente no me importa lo que ella haga, si la hace feliz y se siente completa. Sí, soy un hombre celoso y en algún momento puedo pensar que ella me pertenece, pero no es un objeto. Lo que podría pertenecerme, por ahora, sería su cariño y sé que eso también podría terminarse.

La miro y le guiño un ojo, ella sonríe y le da igual. Ella de verdad me gusta muchísimo, mi pecho se llena con solo verla sonreír y mi mente se nubla si le pasa algo.

Joder, si le digo que la amo en estos momentos le dañaré su paz mental.

—Son unos tontos —dice Hilary.

—Pensamos por el dinero, sin el somos unos pobres hombres que nadie nos va a querer nada más por tener una bonita cara —le responde mi amigo.

—Amor con hambre no dura y soy bueno haciendo dinero —intervengo—. Si me va mal en el amor, tengo el dinero. De esa manera lleno el vacío innecesario que deja la pérdida del amor. Entonces, si estoy triste, voy a gastar el dinero y volveré a ser feliz por unas horas.

—Apoyo al amigo. Además, es un sentimiento innecesario si el amor no es recíproco. Así que dejen de idealizar ese sentimiento porque al final del día eso se acaba y quedamos solos. Por eso tengan amigos con derechos, nada los ata y de nada sufren —Alena termina de hablar.

Todos estuvimos de acuerdo, pero somos unos hipócritas y tenemos rabo de paja. Los cuatro estamos embarrados por las personas de esta habitación.

La vida es un boomerang y lo que decretas es ley. Así que aquí estamos los cuatro amándonos a escondidas porque ante la luz, no podemos sacar nuestras relaciones.

Amigos con derechos, eso somos todos.

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