La vida cambia en un abrir y cerrar de ojos.
Media hora después…
Princesa Alena.
El tiempo había pasado muy rápido para mí, mis ojos ardían por el olor que desprendía el gas lacrimógeno. Bastian estuvo conmigo a mi lado sin dejarme ni un minuto, pero sabía que todo acabaría en cuestión de segundos.
Unas personas entraron a la habitación y debíamos desaparecer de aquí. En el camino encontramos a varios heridos, pero nada grave, según Bastian y Kyle. Sentía mi corazón latir fuertemente, al mirar a varios de los guardias de Egan. Tenía miedo de encontrarme a mi hermano herido.
Tenía tanto miedo de que mi hermano simplemente desapareciera en un respiro. No quería que nada malo le pasara. La casa era la primera vez que la veía, pero parecía un lugar que en cualquier momento nos tragaría.
Lo sabía… algo nos pasaría.
—Joder, Kyle, ¿en dónde estás herido? ¿En dónde está el resto de ustedes? —Bastian miró a su amigo, tensando la mandíbula.
¿Cuándo pasó eso?
Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estábamos en la sala.
—Por lo visto, Alena no se dio cuenta de lo que pasó hace unos segundos atrás —hace una mueca al hablar—. Es bueno que tus pensamientos estuvieran en otro lado.
Miro a Bastian.
—Me dijiste que habían sido unos disparos lejos de aquí.
—Y así fue… solo que Kyle estaba en ese momento inspeccionando la situación con nosotros —aprieta mi mano—. No te gustará lo que podrías ver después.
—¿A qué te refieres? —lo miro frunciendo el ceño.
—La situación fue controlada por tu hermano y Fabrizio. Mi deber era protegerte y lo he hecho a la perfección —mira mi cuerpo y tensa la mandíbula—. Casi salió perfecto.
—Estamos juntos en esto, Bastian —él besa mi frente—. No te dejaré después de esto. No quiero huir más.
—Quería dejarte libre de todo esto para que estuvieras con una persona mejor que yo. Pero lamentablemente soy muy egoísta —suspira.
—Yo también soy egoísta —sonrío sincera—. Vamos con todo y enfrentemos juntos lo que viene.
—Querrás salir corriendo, pero no digas que no te lo advertí —empezamos a caminar.
—No puede ser tan malo —respondo.
—Esto será un desastre cuando lleguemos ahí. Son cosas que jamás has visto —me ve con preocupación—, Mi trabajo es hacerme cargo de las cosas que hace Fabrizio, pero mi prioridad ahora es sacarte de aquí.
—Entonces es trataré de no hacer las cosas tan difíciles para todos —trago grueso, al ver varios cuerpos en el suelo.
—Es hora de volver a casa, princesa Alena —Kyle me sonríe.
¿Casa?
Es lo menos que quisiera hacer.
[...]
Mi mundo se vino abajo cuando veo a uno de los desgraciados, apuntaba a mi hermano, que estaba sin conciencia. La mano de Bastian se soltó de la mía, sacó mi arma de la funda y le disparó al hombre en la cabeza, haciéndolo caer de lado y su arma, al tocar el suelo, hizo un estruendo.
Ahogo un grito, al ver que Kyle, también hacía lo mismo, la diferencia es que Bastian me cubría con su cuerpo.
—Ve con tu hermano, todo irá bien ahora mismo —comenta, mi guardaespaldas—. Yo me encargo desde aquí. Tu hermano te necesita.
Salgo corriendo hacia él, sin importarme lo que sucedía a mí alrededor. Su cuerpo desmayado lo pongo entre mis brazos, perdiendo el aire al notar su respiración lenta. Estaba muy frío y su rostro estaba demasiado pálido. Lo abrazo con fuerza intentando darle calor y un nudo se formó en mi garganta haciéndome tensar todo el cuerpo.
Suspiro con fuerza y me giro a ver a Bastian.
—¿No queda más nadie con vida? —la voz de Bastian, se escuchó áspera.
—No, solo queda ella con vida junto a su amigo.
—Llévatelos a la habitación en la que estábamos —miro a Camelia—. Es hora de poner las cosas bajo nuestro control.
—¿Qué pasará contigo? —mis lágrimas empiezan a mojar mi rostro—. Egan… te buscarás problemas con la realeza.
Otras personas se acercan para ayudarme con mi hermano. Miro que pertenecen a la guardia real, y Fabrizio hace una seña a Bastian.
—Tranquila, bonita. No hay nada que temer. Nadie volverá a ponerte un dedo encima nunca más —se acerca y besa mi frente—. Esto será pan comido. Iré a ti cuando sea el momento justo. Por ahora necesito que seas fuerte y confíes en mí. Todo irá bien y por favor, cree en tu hermano y lo que él desee hacer.
—¿Bastian, este es nuestro final? ¿Otra vez me estás dejando? —me quitan a Egan de mis brazos, y mi chico me pone de pie.
—No, solo nos separaremos hasta que tú logres algo bonito para ti —besa mis labios dulcemente—. Te amo, Alena. Nos vemos después…
Me da un dulce beso, que me hizo derretir el corazón.
—Bastian… —lo abrazo—. Por favor, no lo hagas como una orden o porque un día fui tu jefa —él me aleja un poco y limpia mis lágrimas—. Vuelve sano y salvo. No lastimes a nadie y regresa a mí al caer la noche.
—Lo prometo —vuelve a besarme.
—Bastian, vamos —lo llaman.
—Por favor… —me da un último abrazo—. Te amo, Bastian. Te amo más de lo que te podrías imaginar.
—Te amo, mi princesa. Nos vemos al caer la noche.
Lo veo alejarse y con eso, él se llevó mi corazón. Me dio su espalda y sentía como me iba desgarrando.
Nos volveremos a ver.
—Princesa, debe ir con el príncipe Egan —me informa un guardia.
Le di una última mirada a Bastian y con el nudo en la garganta, decidí irme con mi hermano.
—¿Ellos serán castigados por mi padre o por Egan? —le pregunto al guardia, él me ve y con una sonrisa, me responde.
—No, princesa. No se le puede tratar mal a quien nos ayudó a rescatar a nuestra princesa. El príncipe Egan salió herido por salvar al guardaespaldas que es novio de la princesa Hilary. Estamos agradecidos por todo lo que hicieron por nosotros, pero dejaremos que ellos se encarguen de la señorita Camelia. El príncipe Egan pidió no tocarlos, hasta que usted tome su posición como reina de Nueva Zelanda.
—¿Les darán un título real? —pregunto sorprendida.
—Lo han rechazado, pero serán parte de la seguridad de su país. Pero depende de las decisiones que usted tome desde ahora.
—¿Por qué me dices esto? —lo miro intrigada.
—Porque el príncipe y usted, tenían el mismo pensamiento de desconfianza hacia ellos. Era necesario que demostraran lealtad a ustedes, para que fueran perdonados. Así que, ellos podrán regresar como si nada, pero todo a su debido tiempo.
—Camelia…
—Ella no pertenece a nuestro mundo y será tratada por la Cosa Nostra y su gente. No se preocupe. Vaya con el príncipe y prepárese para el futuro —con eso, terminó la conversación y seguimos caminando para reunirnos con el resto de los guardias.
Nos volveremos a ver, Bastian.
Espera un poco más por mí.
Palacio Real de Trastuenguer.Wellington-Nueva Zelanda.Cuatro meses después…Cuatro largos meses han pasado desde que vi la cara de Bastian. Cuatro eternos meses donde mi corazón añora y extraña cada día más a mi guardaespaldas. Cuatro meses donde mis días pasan lentos y solo miro la puerta del lugar donde me encuentre, para ver si él entra, con su aspecto serio y ganas de sacarme de mis casillas con su profesionalismo.Por más que busqué y contraté a los mejores investigadores, no hay rastro de él o Kyle. No hay nada, es como si ellos nunca hubieran existido. El asunto con mi hermano ha ido mejorando. Aunque las cosas con mi padre no tienen ningún tipo de arreglo. El mes pasado asistí a la toma de posesión de Egan. Ahora es el rey de Grecia y actúa como tal. Su primera orden fue prohibirle a mi padre ejercer algún tipo de poder sobre nosotros y contar la verdad de nuestros salvadores. También, permitirme ser liberada de la monarquía griega.Al renunciar al título de princesa de Gre
Me giro como poseída y mis ojos se abren ante el hombre parado frente a mí. Me intento alejar, pero las barandas que hay en el pequeño balcón, me lo impiden. Mi respiración se acelera y llevo mis manos a mi boca cuando empiezo a llorar.—No puede ser… —empiezo a murmurar—, no puede ser cierto —sigo murmurando. Me tambaleo y caigo al suelo.Está vivo. Él se acerca para ponerme su abrigo.—Eres un insensible. Te odio con toda mi alma —me levanta del suelo, él se empieza a reír—. Te esperé por tanto tiempo. Eres un ser humano horrible. Te creí muerto en acción, pero mírate, estabas haciendo tu vida sin mí y viviendo feliz —lo señalo mientras sigo llorando.—Te ha encantado la sorpresa —afirma, como extrañaba esa tonta sonrisa—. No me parece que no te hayan hecho una fiesta de coronación. Debías celebrar tu corona y celebrar mi regreso a casa. Te prometí volver al caer la noche.—¿Estás hablando en serio? —asiente burlón—. Muérete y ve a hacer no sé qué cosas con personas extrañas —me qu
Ella se metió en mis entrañas, se robó mi corazón y amarla fue lo más fácil. Es tan bella, tan libre, tan perfecta y yo la quería para mí. Enamorarse jamás dijo que fuera fácil, pero a mí me sucedió a primera vista. No debí hacerlo, pero en el corazón nadie manda. No soy de esos hombres que aman el romance, pero me gusta la exclusividad.Lo que quiero con ella no lo quiero con nadie más.¿Lo difícil?Ella siendo una princesa no podría amarla como se debe.¿El reto?Conquistarla y dejar de ser amigos con derecho. Lo sé, yo acepté eso porque me gusta esa mujer.¿El problema?Ella piensa... no. Ella está completamente segura de que mantengo una relación con mi compañera.Necesito explicarle a la princesa que se robó mi corazón, que mi amor es sincero y que lo que quiero con ella va más allá del simple sexo casual. Estoy seguro de que aquí seré como las personas de la generación actual.¿Eso es típico de qué signo?Sí, yo soy piscis, ¿y ella?Me llamo Bastian y soy el guardaespaldas de la
Estados Unidos…Bastian.Por muchos años pensé que estaba enamorado de Cam. Ella es una chica que ha sufrido mucho después de que su madre se volvió a casar. A pesar de que Daniels es un excelente hombre que le ha dado todo lo que ella ha querido, la falta de su verdadero papá la convirtió en una chica bipolar.Fui el primer hombre de su vida y también su primer amor. Creí amarla y por eso había decidido comprar una casa para que ahí viviéramos los dos hasta llegar a nuestra vejez. Seré honesto. Antes de conocer a la que hoy es mi jefa, yo sentía que amaba a Cam.El destino me jugó una mala partida y me hizo dudar cuando apareció esa pelirroja de sonrisa alegre. Jamás había dudado de mis sentimientos por Camelia, pero el día que conocí a la princesa Alena, mi mundo dio un vuelco total.El amor que sentía por Camelia era más que todo de hermanos y no saben lo patético que se siente darse cuenta de eso muchos años después.—Zervas —la voz de mi jefe, Daniels, me hace verlo—, ella es la
Unas horas más tarde...Bastian.Las palabras que me dijo Alena me dejaron mal y no lo tengo porque negar. Realmente sabe cómo hacer estragos en mi mente en tan poco tiempo de haber empezado a trabajar con ella. Tampoco me encuentro muy orgulloso de que me guste.Debía ser más profesional y no aceptar eso que me pidió.Admitir que Alena me gusta esta demás, pero es que no sé cómo actuar frente a ella. Tengo miedo de que un día decida desaparecer. Porque déjenme decirles que tengo una suerte para que los que están a mí alrededor decidan dejarme abandonado.Por ejemplo, mis padres...No entiendo porque me dijo que fuéramos amigos con privilegios... estoy seguro de que le gusto, pero no estoy tan seguro de que le guste para que sea mi novia. ¿Cómo puede hacer de la vista gorda después de que prácticamente le dije que me gustaba? Mis acciones hablan por sí solas.Tal vez no...—En ningún momento le has dicho que te gusta. Solo le dijiste que sí, al sexo casual —habló la voz de mi cerebr
Nunca entendí o entenderé por qué soy así con ella. Sinceramente hablando, me desconozco. Soy un tipo normal, agradable, buen amigo y un sujeto trabajador y muchas veces mis amigas, bueno, la señora Larissa, dijo que era un buen partido.Le creo la mayor parte del tiempo...Perdí a mi ahijado en un abrir y cerrar de ojos. La vida no me ha sonreído como yo quisiera desde esa vez y me siento el asesino más miserable del mundo. Por eso he venido viviendo mi existencia como puedo y dejando que todo pase y no me afecte. Camelia fue un bonus para estar un poco alejado de mi desgracia. De verdad que la quiero muchísimo, pero no de la manera que ella quisiera y sí, se lo dije o tal vez con mis acciones se lo hice entender, pero ella simplemente no lo acepta.Con ella también he hecho las cosas mal.No debí confundirla, no debí darle falsas esperanzas mientras ella iba creciendo y estoy muy seguro de que tenía que alejarme, pero mi ser egoísta que creía amarla, no se pudo ir. Tampoco planeé se
Podía oler su decepción desde aquí y puedo asegurar que me lo merezco. Soy un imbécil que jode todo y realmente no importa cuál sea la situación, siempre, siempre lo voy a joder. Me siento completamente incompetente desde que no pude controlar la situación con Camelia y voy a tratar de seguir ignorando lo que ella hace por mí, pero es que me resulta imposible. Estoy completamente confundido y más que todo porque no quiero que salga lastimada. La vi crecer y fuimos por un momento algo especial, pero no sé cuándo cambió todo. No sé cuándo fue que ella quiso cambiar su manera de ver la vida conmigo y sí, estoy seguro de que Alena tiene que ver mucho en esto, pero… joder, estoy confundido.—¿Qué te pasa ahora? —pregunta mi amigo mientras nos tomamos una taza de café—. Esta mañana estabas idiota y ahora en la tarde estás más idiota. ¿Sabes que si sigues así lo más probable es que la princesa que custodias sea reemplazada? No quieren a ningún guardaespaldas con problemas para una tarea com
Un día más...Centro de entrenamiento Jack.Habían pasado quizás unas tres o cuatro horas desde que la princesa Alena me había dado el día libre. Estaba tan frustrado y enojado porque no podía creer que en mis casi 13 años siendo guardaespaldas, mi custodiada me dé un día libre sin ser el correspondiente. ¿Qué le pasaba? Ella no me podía hacer eso.Pero si pudo...Suspiro nuevamente cansado del entrenamiento al que me había obligado a tener. Estaba tan indignado y sí, es probable que también sea mi culpa el enojo de dicha princesa, pero deben tener conciencia y saber que ella también se equivocó. Veo a Kyle por el espejo del salón que se acerca con cara de pocos amigos.Ay, hombre, querer a alguien no es una tarea sencilla.—Se enojó, hermano —se tira en el suelo indignado también—. Se enojó porque no supe cuando era su cumpleaños.Me río, sentándome para poder disfrutar de la desgracia ajena.—Tenemos 5 meses saliendo y en ningún momento me habló de su cumpleaños. De hecho, ella dij