Palacio Real de Trastuenguer.
Wellington-Nueva Zelanda.
Cuatro meses después…
Cuatro largos meses han pasado desde que vi la cara de Bastian. Cuatro eternos meses donde mi corazón añora y extraña cada día más a mi guardaespaldas. Cuatro meses donde mis días pasan lentos y solo miro la puerta del lugar donde me encuentre, para ver si él entra, con su aspecto serio y ganas de sacarme de mis casillas con su profesionalismo.
Por más que busqué y contraté a los mejores investigadores, no hay rastro de él o Kyle. No hay nada, es como si ellos nunca hubieran existido.
El asunto con mi hermano ha ido mejorando. Aunque las cosas con mi padre no tienen ningún tipo de arreglo. El mes pasado asistí a la toma de posesión de Egan. Ahora es el rey de Grecia y actúa como tal. Su primera orden fue prohibirle a mi padre ejercer algún tipo de poder sobre nosotros y contar la verdad de nuestros salvadores. También, permitirme ser liberada de la monarquía griega.
Al renunciar al título de princesa de Grecia, fui contactada por el parlamento de Nueva Zelanda. Durante estos cuatro meses me hice cargo del reino y se llegó a un acuerdo en donde mi hermano, le cedería el trono de Grecia, a su primogénito al cumplir los 35 años. También se acordó que si tiene un segundo hijo, le correspondería el trono de otro país.
Todo eso sin importar que sean hombres o mujeres.
Hoy es un día importante para Nueva Zelanda, ya que me corono como reina de este país. Al principio me llevé una gran sorpresa al ver cómo me querían aquí. Aunque mi reputación no era mala, tenía miedo, pero eso a ellos no les importó, ya que, solo me querían de reina a mí.
—Su alteza, es hora —me informa un guardia.
Estoy bastante nerviosa ahora mismo, quisiera tener a Bastian a mi lado para sentirme menos asustada y contar como siempre con su apoyo incondicional.
Se abren las puertas del palacio y entro al salón de reuniones, me reciben los aplausos de los diputados, algunos periodistas y mi familia. Con familia me refiero a mi hermano y sí, mi padre.
Entro al recinto con una sonrisa y tomo asiento después que me indica cúal es el lugar que debo tomar.
—Se abre la sesión —suspira y vuelve hablar el presidente del congreso de los diputados—. Majestad, en este mismo lugar hace muchos años, se hizo la proclamación de su abuelo. Nos llenó de mucha dicha tener un rey tan noble y bondadoso.
Trago grueso, mientras el hombre sigue hablando.
Por mi mente jamás pasó tocar alguna corona o ser reina de algún país, pero si no lo hacía, sentía que no volvería a ver a Bastian.
—Tuvimos el privilegio de vivir una historia soberana y llena de felicidad durante décadas y, aunque nuestro rey falleció, aun su legado seguía con nosotros. La historia de Nueva Zelanda está cambiando ahora mismo —me sonríe con sinceridad—. Permítame, su majestad, aprovechar esta oportunidad para hacer eco del sentimiento de la inmensa mayoría de los neozelandeses, y expresar mi sincera y profunda gratitud, a quién hasta hace algunos años, fue rey de nuestra nación.
Se escuchan los aplausos nuevamente y siento mi corazón apretarse.
Tengo tanta nostalgia de estar aquí sola…
—Todos de pie —el presidente se gira hacia mí, me levanto y me coloco frente a él—. Señorita, las cortes generales de nuestro país están reunidas para recibir el juramento que viene a presentar como reina de Nueva Zelanda.
Suspiro y colocando la mano en la constitución, empiezo hablar.
—Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar las normas, leyes y respetar los derechos de los ciudadanos —levanto mi mano de la constitución y espero que el hombre vuelva hablar.
—Señorita, las cortes generales acaban de recibir el juramento que su majestad, ha prestado —suspiro y me pongo de frente—. En cumplimiento con las leyes de nuestro país, queda proclamada, reina de Nueva Zelanda, Alena Jabel Gaia Papadopoulos-Miller, que reinará con el nombre de, Alena de Nueva Zelanda —sonrío porque perdí mi bonito nombre—. ¡Viva la reina, viva Nueva Zelanda!
Todos repiten lo que dijo el hombre para después aplaudir. Frente a mí estaba la corona que usó mi abuelo.
Con una leve sonrisa espero que terminen los aplausos para poder dar mi pequeño discurso.
—Estoy muy abrumada por el apoyo que he recibido de parte de ustedes desde que llegué aquí. Estoy al tanto de los problemas que trae nuestro país, trabajaré por ustedes y dejaré el nombre de mi abuelo muy en alto —aplauden—. Para la familia real, si hay descendientes, los niños serán criados fuera del ojo público, recibirán las mismas enseñanzas que yo, pero si deciden renunciar a la corona antes del tiempo de sucesión, no habrá queja.
Estoy agotada.
Quiero irme a descansar.
[...]
Al llegar la noche todos estaban con ánimos de festejar, pero yo no tengo nada que celebrar. Hoy no se trabaja por mi coronación, así que decidí darle el día a toda la gente que vive en el palacio.
—¿No te importa quedarte sola? —pregunta mi prima.
Ella vino de visita, pero pronto regresaría a Alemania. También tenía una nación que reinar. A mi coronación llegó tarde, ya que estaba indispuesta por su embarazo.
—Estás embarazada, deja de preocuparte por mí y ve a descansar —le acaricio su vientre.
Agradezco que los chicos quedaran bien vistos hacia los paparazzi. De Camelia, solo supe que se metió con la gente equivocada y encontraron partes de su cuerpo, en varias partes del país.
Supongo que eso fue obra de ellos, pero ya no me importa, solo quería ver a Bastian.
—Preocuparte por ti ya es costumbre. Kyle estaría muy feliz de verte como reina —se lamenta y veo que está a punto de llorar.
—Lo sé. También sé que volverá pronto. Así que no llores que tu bebé saldrá llorón como nosotras —se ríe—. Vamos, caminemos juntas.
Nos vamos riendo y hablando de muchas cosas hasta llevarla a su habitación.
[...]
Deje a Hilary menos triste y como de costumbre, veo una de las puertas del palacio por si quiere abrirse. Ha empezado a hacer frío, y para no sentirme más mal de lo que ya estoy, decido irme a la terraza.
Quiero dejar de extrañarte, Bastian.
—A pesar del frío, la noche sigue siendo hermosa —cierro los ojos mientras la brisa me hace temblar—. Dejaré tu nombre bien en alto, abuelo. Gracias por dejarme este lugar y permitirme seguir siendo libre —digo al cielo con los ojos cerrados.
No todo es malo, solo que el dolor y la ausencia de Bastian, son demasiado grandes.
Escucho que alguien camina hacia mí, no le doy importancia ya que el frío me está quitando un poco la melancolía. Las puertas de la terraza son cerradas y no puedo escuchar algo más.
—Qué hermosa se ve, su alteza —mi corazón da un vuelco y empieza a latir rápidamente.
Esa voz… Esto tiene que ser un sueño.
—He regresado por usted, su alteza.
Me giro como poseída y mis ojos se abren ante el hombre parado frente a mí. Me intento alejar, pero las barandas que hay en el pequeño balcón, me lo impiden. Mi respiración se acelera y llevo mis manos a mi boca cuando empiezo a llorar.—No puede ser… —empiezo a murmurar—, no puede ser cierto —sigo murmurando. Me tambaleo y caigo al suelo.Está vivo. Él se acerca para ponerme su abrigo.—Eres un insensible. Te odio con toda mi alma —me levanta del suelo, él se empieza a reír—. Te esperé por tanto tiempo. Eres un ser humano horrible. Te creí muerto en acción, pero mírate, estabas haciendo tu vida sin mí y viviendo feliz —lo señalo mientras sigo llorando.—Te ha encantado la sorpresa —afirma, como extrañaba esa tonta sonrisa—. No me parece que no te hayan hecho una fiesta de coronación. Debías celebrar tu corona y celebrar mi regreso a casa. Te prometí volver al caer la noche.—¿Estás hablando en serio? —asiente burlón—. Muérete y ve a hacer no sé qué cosas con personas extrañas —me qu
Ella se metió en mis entrañas, se robó mi corazón y amarla fue lo más fácil. Es tan bella, tan libre, tan perfecta y yo la quería para mí. Enamorarse jamás dijo que fuera fácil, pero a mí me sucedió a primera vista. No debí hacerlo, pero en el corazón nadie manda. No soy de esos hombres que aman el romance, pero me gusta la exclusividad.Lo que quiero con ella no lo quiero con nadie más.¿Lo difícil?Ella siendo una princesa no podría amarla como se debe.¿El reto?Conquistarla y dejar de ser amigos con derecho. Lo sé, yo acepté eso porque me gusta esa mujer.¿El problema?Ella piensa... no. Ella está completamente segura de que mantengo una relación con mi compañera.Necesito explicarle a la princesa que se robó mi corazón, que mi amor es sincero y que lo que quiero con ella va más allá del simple sexo casual. Estoy seguro de que aquí seré como las personas de la generación actual.¿Eso es típico de qué signo?Sí, yo soy piscis, ¿y ella?Me llamo Bastian y soy el guardaespaldas de la
Estados Unidos…Bastian.Por muchos años pensé que estaba enamorado de Cam. Ella es una chica que ha sufrido mucho después de que su madre se volvió a casar. A pesar de que Daniels es un excelente hombre que le ha dado todo lo que ella ha querido, la falta de su verdadero papá la convirtió en una chica bipolar.Fui el primer hombre de su vida y también su primer amor. Creí amarla y por eso había decidido comprar una casa para que ahí viviéramos los dos hasta llegar a nuestra vejez. Seré honesto. Antes de conocer a la que hoy es mi jefa, yo sentía que amaba a Cam.El destino me jugó una mala partida y me hizo dudar cuando apareció esa pelirroja de sonrisa alegre. Jamás había dudado de mis sentimientos por Camelia, pero el día que conocí a la princesa Alena, mi mundo dio un vuelco total.El amor que sentía por Camelia era más que todo de hermanos y no saben lo patético que se siente darse cuenta de eso muchos años después.—Zervas —la voz de mi jefe, Daniels, me hace verlo—, ella es la
Unas horas más tarde...Bastian.Las palabras que me dijo Alena me dejaron mal y no lo tengo porque negar. Realmente sabe cómo hacer estragos en mi mente en tan poco tiempo de haber empezado a trabajar con ella. Tampoco me encuentro muy orgulloso de que me guste.Debía ser más profesional y no aceptar eso que me pidió.Admitir que Alena me gusta esta demás, pero es que no sé cómo actuar frente a ella. Tengo miedo de que un día decida desaparecer. Porque déjenme decirles que tengo una suerte para que los que están a mí alrededor decidan dejarme abandonado.Por ejemplo, mis padres...No entiendo porque me dijo que fuéramos amigos con privilegios... estoy seguro de que le gusto, pero no estoy tan seguro de que le guste para que sea mi novia. ¿Cómo puede hacer de la vista gorda después de que prácticamente le dije que me gustaba? Mis acciones hablan por sí solas.Tal vez no...—En ningún momento le has dicho que te gusta. Solo le dijiste que sí, al sexo casual —habló la voz de mi cerebr
Nunca entendí o entenderé por qué soy así con ella. Sinceramente hablando, me desconozco. Soy un tipo normal, agradable, buen amigo y un sujeto trabajador y muchas veces mis amigas, bueno, la señora Larissa, dijo que era un buen partido.Le creo la mayor parte del tiempo...Perdí a mi ahijado en un abrir y cerrar de ojos. La vida no me ha sonreído como yo quisiera desde esa vez y me siento el asesino más miserable del mundo. Por eso he venido viviendo mi existencia como puedo y dejando que todo pase y no me afecte. Camelia fue un bonus para estar un poco alejado de mi desgracia. De verdad que la quiero muchísimo, pero no de la manera que ella quisiera y sí, se lo dije o tal vez con mis acciones se lo hice entender, pero ella simplemente no lo acepta.Con ella también he hecho las cosas mal.No debí confundirla, no debí darle falsas esperanzas mientras ella iba creciendo y estoy muy seguro de que tenía que alejarme, pero mi ser egoísta que creía amarla, no se pudo ir. Tampoco planeé se
Podía oler su decepción desde aquí y puedo asegurar que me lo merezco. Soy un imbécil que jode todo y realmente no importa cuál sea la situación, siempre, siempre lo voy a joder. Me siento completamente incompetente desde que no pude controlar la situación con Camelia y voy a tratar de seguir ignorando lo que ella hace por mí, pero es que me resulta imposible. Estoy completamente confundido y más que todo porque no quiero que salga lastimada. La vi crecer y fuimos por un momento algo especial, pero no sé cuándo cambió todo. No sé cuándo fue que ella quiso cambiar su manera de ver la vida conmigo y sí, estoy seguro de que Alena tiene que ver mucho en esto, pero… joder, estoy confundido.—¿Qué te pasa ahora? —pregunta mi amigo mientras nos tomamos una taza de café—. Esta mañana estabas idiota y ahora en la tarde estás más idiota. ¿Sabes que si sigues así lo más probable es que la princesa que custodias sea reemplazada? No quieren a ningún guardaespaldas con problemas para una tarea com
Un día más...Centro de entrenamiento Jack.Habían pasado quizás unas tres o cuatro horas desde que la princesa Alena me había dado el día libre. Estaba tan frustrado y enojado porque no podía creer que en mis casi 13 años siendo guardaespaldas, mi custodiada me dé un día libre sin ser el correspondiente. ¿Qué le pasaba? Ella no me podía hacer eso.Pero si pudo...Suspiro nuevamente cansado del entrenamiento al que me había obligado a tener. Estaba tan indignado y sí, es probable que también sea mi culpa el enojo de dicha princesa, pero deben tener conciencia y saber que ella también se equivocó. Veo a Kyle por el espejo del salón que se acerca con cara de pocos amigos.Ay, hombre, querer a alguien no es una tarea sencilla.—Se enojó, hermano —se tira en el suelo indignado también—. Se enojó porque no supe cuando era su cumpleaños.Me río, sentándome para poder disfrutar de la desgracia ajena.—Tenemos 5 meses saliendo y en ningún momento me habló de su cumpleaños. De hecho, ella dij
Clínica privada Love of Life.Boston-Massachusetts-Estados Unidos.La vida, a veces no es justa la vida...Primera vez que siento que me he comido la autopista de esta ciudad, creo que siempre he sido el buen ciudadano que va a 40 kilómetros por hora en una zona que lo indique, boto y separo la basura en los lugares correspondientes, no voy a fiestas porque odio a los borrachos adolescentes y las peleas que siempre trae estar poco cuerdo. De hecho, cuando yo perdí a mi hermana menor en un accidente de tren en España, por casi un año o tal vez dos, tomé hasta perder completamente mi conciencia.Ella tenía solo 11 años.Odio los hospitales porque me recuerdan a ella, odio al personal médico porque siento que no hicieron lo suficiente por mi hermana menor ni por mi ahijado, odio al mundo porque todos son unos corruptos y se mueve exclusivamente por el dinero, y sí, también me odio a mí por no poder ser más que un inútil en situaciones que no puedo controlar. He sufrido tanto y he visto t