El dolor de verla cada vez más lejos…
Unas horas más tarde…
Bastian.
Estábamos revisando algunos obsequios que estaban para donación. Muchos niños estaban emocionados porque también tendrían un almuerzo con varios posibles padres. Así que la emoción de los pequeños era increíblemente grande. En lo que respecta a Alena, ella no me ha dado más que miradas fugaces llenas de rabia y decepción.
¿Decepción? Esa mirada la puedo poner en duda. ¿Por qué razón ella tiene que estar decepcionada? Alena me ha rechazado y terminado más veces de las que una persona con cinco dedos de frente, pudiera imaginar.
Seguía revisando algunos regalos, cuando una pequeña de seis años se acerca curiosa por lo que hacía.
—¿Es muy difícil lo que estás haciendo? —su vocecita me llena de ternura—. ¿Puedo ayudarte un poquito?
Pienso unos segundos y podría darles los regalos que ya han sido revisados para que los lleve a donde están los otros. Pero eso podría ser problemático, al recibir ayuda de alguno de los pequeños del orfanato.
—Es muy difícil. Solo las personas con visión superdotada pueden hacerlo —ella me mira con tristeza—, pero podrías hacerlo tú también. No estés triste, pequeña —le señalo uno de los regalos—. Debes mirarlo fijamente para que funcione la magia y así puedas descubrir qué hay adentro.
—¿Crees que pueda lograrlo? —su entusiasmo, le iluminó su rostro, haciendo aparecer una sonrisa.
—¡Claro que sí! —la animo.
La pequeña con mucha determinación empezó a ver el regalo para poder ver dentro de el y poder ayudarme. Decido verla por un minuto más y volver al trabajo. Mi corazón se sintió vacío al recordar a mi hermana menor. Ella amaba ayudarme cuando estaba en casa y así poder jugar juntos después.
Pero con ella no hubo un después, o una próxima vez.
Veo como Alena empieza a acercarse a nosotros. Kyle estaba terminando el otro lote de obsequios que se había recibido. Se siente extraño tener mi cabeza tan llena de ella y no poder sentirme completamente profesional en este momento.
Mezclar lo personal con lo laboral, fue lo peor que hice. Aunque debo admitir que me trajo muchos recuerdos y sentimientos hermosos, solo que ahora no sé qué hacer con tanto si no puedo estar con la persona encargada de ellos.
—Duff, sé qué será un poco difícil ver a Hilary, pero ella está entrando ahora mismo con mi familia —Alena le informa a Kyle.
—Entiendo, gracias por avisarme, princesa —responde, pero lo veo tragar grueso.
—Bien, entonces iré de regreso con Gustavo —me mira y se va.
Hago una mueca de molestia al verla irse sin decirme nada. La pequeña que estaba aquí haciendo su mejor esfuerzo de ver dentro de los regalos, ahora nos miraba a Kyle y a mí con mucha curiosidad.
—Debe ser divertido ser una princesa —sonríe.
—Todas quieren ser una princesa —acaricio su cabeza.
—Que venga un príncipe azul con un caballo blanco a buscarte en un castillo enorme y bonito —sus ojos brillaban de emoción—. ¡Quiero ser una princesa!
—¿Cómo te llamas, pequeña? —pregunta Kyle.
—Soy Hope y tengo un año viviendo aquí —mira a Alena—. Ella es muy bonita, se viste bonito y sabe ser una princesa.
—Hablaré con la princesa para que puedas tener un momento con ella —se agacha para quedar frente a Hope—, pero debe ser un secreto de los dos. Así que no le digas a nadie.
—Tienes un hermoso nombre, Hope —le digo—. Él es Kyle y yo soy Bastian, desde hoy seremos tus amigos.
Ella con una hermosa y dulce sonrisa nos agradece y vuelve su atención a los regalos.
Será un día bastante largo.
[...]
Había pasado una media hora más o menos, cuando en el orfanato todos se volvieron prácticamente locos por la llegada de la familia real. Estaba viniendo el rey y el príncipe de Grecia, vería otra faceta completamente diferente de la vida de Alena por primera vez.
Tengo una pequeña duda, ¿entonces Alena no será reina de Grecia?
La directora del orfanato entró junto a ellos mientras se le escuchaba como explicaba todo el procedimiento de los niños y de la adopción, al rey. Kyle y yo nos ponemos firmes al verlos, como respeto hacia la monarquía. Alena camina hacia nosotros al ver que Hilary también estaba viniendo para acá.
—Aquí vamos otra vez —murmura, al llegar—. Es hora de entrar al modo monarca.
Suspira y con una mirada llena de molestia, Alena recibe a su familia.
—Bienvenido seas, padre —le hace una reverencia al rey—. Príncipe Egan, es bueno volver a verlo. ¿Qué tal estuvo el servicio en Turquía?
—Es bueno verte, hija —responde seco—. Egan llegó ayer y quiso venir a ver como estabas.
—El servicio estuvo complicado, pero quería volver a casa. La última vez que nos vimos no me dijiste que vendrías a Estados Unidos. ¿Por qué el repentino viaje, princesa? —la mira con intriga—. Es bueno verte, Hilary. ¿Cómo están tus abuelos?
—Estrictos como siempre, Egan —aparta la mirada—. No sabía que debía venir a recibir al príncipe también.
Al parecer todos guardan secretos…
—¿Estás conversaciones es buena idea tenerlas frente a desconocidos? —pregunta el rey.
—Son nuestros guardaespaldas —responde Alena—. No se omite información a ellos.
Tú eres un buen ejemplo de eso. No omites información, solo no dices que sucede con Camelia.
—Alena… ¿Por qué no me dijiste sobre tu viaje a este lugar? —vuelve a preguntar el príncipe.
—Órdenes de su alteza real, por la desaparición repentina de la princesa de Holanda —mira mal al rey—. Papá quería evitar el bochorno de ciertos temas.
—¿Eso que tiene que ver contigo? La relación de la princesa de Holanda y el príncipe marroquí debía terminarla. No iba a dejar que una persona tan escandalosa se casara con mi prima. Además, suficientemente con las reglas obsoletas que siguen en el reino. ¿Acaso tú debías buscarla?
—No, solo que con la enfermedad repentina del rey, se estaba especulando que había sido por mi culpa —Alena sonríe—. Como cancelé el compromiso con el príncipe de Bélgica, se especulaba que era porque no quería renunciar al reino de Grecia y quería tomar tu lugar.
—Primero debo de morir para que eso suceda —mira al rey—. Hay reinos que puedes reinar y eso no es un secreto para nadie. Es cuestión de que mi padre te otorgue los títulos, pero como está haciendo las cosas difíciles, creo que fue buena idea volver.
Kyle y yo al intentar irnos, fuimos detenidos por Hilary.
—No voy a regresar a Grecia, Egan. Estoy bien aquí. Así que olvida eso. Renuncié a ciertos privilegios gracias a tu padre. Estoy cumpliendo mi promesa de mantener a salvo a la princesa de Holanda, así que a Grecia no volveré —Alena enfrenta a su hermano, con una actitud fría y sin ningún sentimiento alguno.
—No hablaré de eso contigo aquí, pero te haré volver —el príncipe me ve—. Te recuerdo que eres princesa, si las cosas van bien, te haré primera en la línea de sucesión de Dinamarca o te doy a Nueva Zelanda.
—Egan…
—Recuerda quienes somos, Alena. Deja de jugar y vuelve a tus sentidos. Nadie tiene derecho de ponerte en una situación difícil y te puedo asegurar que tampoco quieren conocer el lado oscuro de la familia real —deja de verme y esta vez, clava la mirada hacia el fondo—. Arreglamos nuestros asuntos con nuestro servicio secreto, pero no voy a aceptar que a mi dulce hermana le estén haciendo algo.
—Puedo defenderme sola —dice, mientras sonríe.
—Mi banquete de coronación es en unos días. No dejaré que vuelva a suceder lo que vivimos en el pasado —pone el brazo encima del rey—. Padre, debes informarme a donde envías a mi hermana menor. No me gusta cuando tomas decisiones que ponen en peligro a mi familia. Te recuerdo que eres rey por un periodo de tiempo determinado y que no tienes el apoyo de nadie. Así que te pido de favor, el único que hizo algo bochornoso fuiste tú.
Se hace un silencio incómodo mientras el rey y el príncipe tenían esa discusión.
—Egan, no es el lugar adecuado para esa conversación y…
—Son los guardaespaldas de mi hermana y deben saber qué posición en la realeza tienes —nos ve y se dirige a nosotros—. Necesito que mantenga bajo una estricta vigilancia a Alena y a Hilary. Sé qué tienen otros trabajos, pero serán mis ojos cuando yo no esté. Cualquier información que tengan debe ser exclusivamente para mí. Igualmente tendremos una reunión en unos días.
—No era necesario decirle eso a ellos, Egan —se defiende—. Todos cometemos errores y entre tu madre y yo…
—Los errores se pagan caro y mira cómo tratas a Alena y a la princesa de Holanda. Así que no, tus errores se llevaron a mi madre y pretendes mantener a Alena separada de mí —lo mira seriamente—. No tienes perdón y para mí eso es más que suficiente.
Alena decide irse y veo como Gustavo va tras de ella. Miro a Kyle y los dos vamos con ellos después de hacer una reverencia y pedir retirarnos.
En este preciso momento me di cuenta de que no conozco nada de Alena ni sé lo difícil que pudo ser su vida.
Todo se derrumba siempre…Princesa Alena.Es la primera vez que voy a hablar de esto porque esto siempre me ha estado comiendo la vida sin importar los años que pasen. Mi mayor miedo era enamorarme y que me traicionaran. Por esa razón le había propuesto a Bastian algo egoísta… ser amigos con derecho a todo, pero sin mezclar sentimientos.Mi primera vez haciendo eso y fue con él. Sí, no he sido la mejor persona del mundo para él. He sido hiriente, no he sido honesta con muchas cosas, pero he tenido mis razones para todo mi actuar. Nunca tuve problemas con mi familia, siempre han sido protectores y buenos conmigo. Me dieron todo, me dieron la mejor educación, hice los talleres que siempre quise y aunque tuve mis clases de protocolos en donde terminaba agotada mentalmente por todas las cosas que había por aprender, las disfrutaba.Era la consentida de mi padre, era la pequeña luz de sus ojos, era todo su universo y su pequeña preferida. Egan era su campeón, su pequeño torbellino, su org
Todos vemos las cosas de acuerdo a como nos convenga…Bastian.Pude sentir por primera vez el temor de Alena al hablar de su padre. La vi triste al recordar a su madre y lo que le hizo sentir el rey, al tener amantes. Por un microsegundo pude entender a Alena y sus maneras de quererme. Sus extrañas maneras de quererme.Fui criado por mis abuelos, con las enseñanzas y valores antiguos. No diré que soy la mejor persona del mundo porque honestamente me siento basura la mayor parte del tiempo. Soy respetuoso y sí, quiero tener un amor para toda la vida. Quiero amar a la misma persona para siempre y quiero estar con ella hasta el último momento de mis días. Mi mente eligió a Alena desde que mis ojos la vieron y mi cerebro, hasta hace semanas, se rehusaba rotundamente a admitirlo. Hoy puedo decir libremente que la amo sin obstáculos, pero también me voy a dar mi puesto y no mendingaré amor por más enamorado que me encuentre de ella. La había visto de lejos y sé qué estaba buscando privac
Bastian.Cumpleaños de Kyle.Después de la conversación que tuvimos con Egan, el príncipe de Grecia, no hubo más adelanto o cualquier información extra sobre lo que nos propuso. No podía imaginar que podría ser Conde o estar tan cerca de Alena. Ni en el sueño más loco, lo hubiese creído.Nadie más que yo, sabe lo mucho que he sufrido por ella. He aguantado tanto y sí, soy un adicto al trabajo, pero cuando se trata de esa pelirroja, que parece una muñeca de porcelana, la vida me da tres bofetadas y me deja fuera de juego.Amo a Alena desde lo más profundo de mi alma. Ella me gusta de todas las formas que existen y las que no también. Tenerla tan cerca de mí, pero solo poder mirarla de lejos, me produce sentimientos que no logro descifrar.Estábamos en casa de Hilary, por el cumpleaños de Kyle. Ella había decidido darle una fiesta sorpresa a su novio por la simple razón de que lo amaba. Kyle y yo no somos de celebrar cumpleaños. No celebramos un día menos vida, pero la ilusión que tien
Tenía miedo de lastimarla, de dañarla y tocarla con mis manos llenas de sangre. No me sentía digno de ella, pero mis sentimientos eran sinceros. Con ella quería todo, pero a la vez me asustaba qué reacción podría tener cuando me viera. La amaba profundamente, la amaba tanto que me dolía creer que en cualquier momento esto podría cambiar para peor. —Bastian… —susurraba entre besos.Ella era tan pequeña que cabía a la perfección entre mis brazos, era como ver a una mujer frágil que necesita ser amada y protegida las veces que sean necesarias.—Alena… por favor… —el corazón me latía con rapidez, sentía que en cualquier momento podría darme un paro cardíaco en cualquier momento.—Estoy asustada —admite nerviosa, dejo de besarla para verle la cara—. Yo quiero que sea especial…—Estar juntos siempre es especial para nosotros, bonita —beso su nariz—. Es difícil hacerlo para nosotros, por eso es especial para mí cada vez que logramos algo íntimo sin pelear.Sus ojos brillaban y con una sonr
Se pierden todo tipo de esperanzas con ella.Tres días después…Bastian.No sabía qué tipo de emoción o sentimiento tenía en estos momentos. Me sentía mal, vacío, sin ganas de comer o dormir. Según Alessandra, tenía depresión, pero yo me sentía demasiado enfermo para estar deprimido. No podía entender cómo había aceptado tanto y a la vez no recibir nada a cambio. He puesto en peligro tantas veces mi trabajo. ¡Me he arriesgado tanto, pero no tengo nada!Joder… no tengo absolutamente nada.—No voy a preguntar si estás bien, porque tu aura me lo dice todo —la voz de Alessandra, me hace volver a la realidad.—Estoy deprimido —digo, comiendo un trozo de chocolate—. Tengo bajo el azúcar y necesito reponer lo que me hace falta.—¿Sustituyes la ausencia de una persona por dulce? —me mira intrigada—. Entonces no van a arreglar las cosas.—No hay nada que arreglar, Ale —admito, mientras vamos caminando por el supermercado—. Ella está cerrada en decirme lo que pasa y yo estoy cansado de insist
Santorini-Grecia.Hace algunos años atrás...La masacre más grande de Bastian.Fabrizio.Ada tenía muchas horas de haberse ido. No le dije nada acerca de la posición actual en la organización, pero no creo que haya sido necesario. Ada es lo suficientemente inteligente para darse cuenta de lo que pasaba.Enterarme del fulano plan que tuvo para apartarse de mí por miedo a que saliera lastimado, me pareció el acto más adorable que pudo tener hacia mí. Claro que me lastimó por creerme débil, pero el hecho de que todo fuera una mentira, digamos que me hizo un borrón en todo mi ser.Uno enamorado perdona mil cosas. No importa si es bueno o malo. El amor nos ciega y sinceramente no sé qué tan cegado estoy por mi mujer.Ahora pensando seriamente una cosa... ¿Ella me tendrá miedo?Intenté hacerle una autopsia mientras estaba vivo al informante de Jantine, cuando me desafió, pero murió antes de yo poder terminarla. Además, Alessandro y yo fuimos interrumpidos en el proceso porque llegaron los j
Bastian era importante para nosotros...Fabrizio.Eran las cinco de la tarde y ni un rastro de vida de alguno de ellos. Cada minuto que pasaba era una perdición para mí. Les envié un mensaje a mis hombres para que intervinieran, pero no sé qué ha sucedido. Al parecer la cobertura está siendo cortada en el interior del almacén.—Dame la dirección de en donde se encuentra Ada y Cristal —miro con frialdad al mayor, mientras lo tomo por el cuello de la camisa—. ¡Perdí la paciencia y tú eres un inútil! ¡Dame la jodida dirección que voy a ir por ellas!—¡Fabrizio, cálmate! —me intenta alejar Bastian—. Ellas están haciendo su trabajo. Espera un poco y confía por primera vez en lo que ellas están entrenadas a hacer.—Bastian, si fuera tú hermana la que estuviera en ese lugar, ¿qué harías tú? —suelto al mayor—. ¿Esperarías tranquilo a que ella regresara? —me enfrento esta vez a Bastian.—Iría por ella sin pensarlo. Pero debes tener en cuenta que ellas están preparadas para este trabajo y mi he
Todo pasaba muy rápido y poco podíamos entender. El momento de la masacre. Bastian. Cuando se trata de ayudar a Fabrizio me ciego completamente con tal de ver a mi gente bien. No puedo evitar las ganas de protegerlos y querer matar a todo aquel que la lastimó. ¿Quién quiere ser visto por la persona que amas como un asesino? Nadie, pero a pesar de todo, la persona con la que yo quería vivir, no está. No merecía tener una hermana tan buena. Aunque ella lo negara, era la niña más buena de este universo, su bondad era enorme y su amor por mí era incalculable. Tal vez un poco más de tiempo para estar con ella hubiera sido lo mejor, pero nadie me preparó para acostumbrarme a vivir sin ella, más bien, era yo quien me iba periodos de tiempo muy grande, para que el día en que yo no estuviera, mi ausencia no le causara tanto dolor. Fui el primero en llegar al lugar que me dijo Fabrizio, Kyle de último para evitar que cualquiera pudiera venir a hacerles daño. Gritos y disparos se seguían es