Al ser hija de una prosuta, Samantha es despreciada por su propio padre. Él solo la usa como moneda de cambio. Luego de intentar casarla con un hombre que la engaña con su hermanastra, la compromete en matrimonio con Robert Lennox, a quien todos conocen como el León, un tipo huraño, amargado y prepotente dueño de una fortuna incalculable. Ella quiere utilizar a ese poderoso León para cobrar venganza por todas las humillaciones recibidas, sin imaginar que él tiene un plan parecido, que además, la incluye a ella. ¿Podrá Samantha lograr su fin y salv de una nueva condena?
Leer másMeses después, Robert tomó en brazos a su hijo recién nacido. Lo acunó con sumo cuidado sin dejar de admirar maravillado los movimientos de su carita.Él estaba tranquilo, a gusto entre los brazos cálidos y fuertes de su padre. Escuchaba la melodía que le cantaba en murmullos.Abrió un poco sus ojitos para verlo con pereza. Robert sonrió fascinado al fundirse con los ojos azules de su hijo, tan claros como los suyos.—Felicidades, señor Lennox, su hijo está completamente sano. Y por el tamaño que presenta, creo que será tan alto como usted en el futuro —bromeó la doctora que atendió el parto antes de acercarse a Samantha—. ¿Cómo se ha sentido?—Excelente —dijo ella con una sonrisa sincera y fijó la atención en su esposo, que la veía con adoración desde la distancia.La doctora dio unas últimas indicaciones antes de marcharse de la habitación con la enfermera y así dejarlos solos.—No puedo creer que esto esté pasando de nuevo —exclamó Robert al ubicarse junto a ella y sin dejar de mir
Edmund había sido atrapado por la policía. La oferta de Samantha despertó una cacería despiadada.Muchas personas, incluyendo algunos de los socios de Edmund que habían caído en quiebra por sus estafas, se unieron para encontrarlo.La policía también se activó. Comenzaron a recibir cientos de llamadas que aportaban pistas sobre el paradero del hombre, la mayoría eran falsas, pero aquello los ayudó a atrapar a varios de sus secuaces que seguían escondidos.Al final, Edmund cayó gracias a la colaboración de una pareja de ancianos cuyo hijo se había suicidado un año antes luego de perder su empresa y todo su dinero a manos de ese hombre.Los ancianos eran vecinos de un sujeto que solía trabajar para Edmund y desde hacía días habían observado movimiento de autos que entraban y salían de esa casa a altas horas de la noche. No dudaron en dar parte a la policía, resultando una pista positiva.En menos de una hora al hombre ya lo tenían detrás de las rejas.Samantha se encargó de hacerle lleg
Samantha se sentó en una fría silla de hospital en medio de un suspiro. Las lágrimas ya se le había secado en el rostro y ahora su semblante era de furia.A Robert lo habían pasado a terapia intensiva. La operación para retirarle las dos balas que se habían incrustado en su cuerpo fue un éxito. Ahora debía esperar para verlo.—Los otros dos guardias de seguridad también salieron del quirófano, están en recuperación —le informó Court al ubicarse a su lado.—¿Solo tuvimos una baja? —preguntó ella refiriéndose al guardia asesinado por culpa de una de las explosiones.—Por ahora, sí —aseguró el hombre mirando con irritación hacia el fondo del pasillo.Aunque había puesto seguridad en cada piso de ese hospital, se mantenía atento para evitar que algún periodista se colara pretendiendo llegar a Samantha en busca de una exclusiva.La noticia de que Robert Lennox había sido herido de gravedad luego del evento que lo había catapultado al éxito empresarial corrió por todo el país, incluso, a ni
El día del evento había llegado. Samantha logró coordinar esos días desde la mansión los últimos detalles. Aimara, al haber estado presente en la entrevista, pudo conocer de primera mano la delicada situación que los Lennox atravesaban, así que colaboró para que aquel acto se llevara de manera efectiva sin que ellos se involucraran en persona.McGraw estuvo al mando desde el bar y Jenny pudo reincorporarse un día antes sirviendo de apoyo.Ya tenían nuevo contador, un hombre que antes había trabajado en un restaurante con dos estrellas Michelin y lograba desenvolverse en situaciones complejas y de mucha exigencia.Todo el personal estaba preparado para ese día y el negocio brillaba como una piedra preciosa. Cuando los invitados y la prensa comenzaron a llegar los músicos estaban en sus lugares amenizando la noche y las copas llenas de licor iban y venían.Samantha se vistió con elegancia, usando una pieza de diseñador verde esmeralda con efecto metalizado que la hacía resaltar entre la
Al día siguiente, la tensión no disminuyó en el ambiente. Samantha procuraba ver poco la televisión o revisar las redes sociales, así su angustia no aumentaba.Se tranquilizó al saber que el bar marchó sin inconvenientes la noche anterior, no fue atacado ni visitado por ninguna persona indeseable. Tal vez, al enterarse sus enemigos que ellos se habían refugiado en la mansión no sintieron interés por acercarse al negocio.Luego del mediodía, Jenny fue a visitarla, porque el encierro comenzaba a desesperarla.—Mi tía me cuenta que el barrio está demasiado agitado —contó la mujer mientras tomaban un té en el patio de la mansión frente al mar—. Hay mucha gente en la calle, averiguando lo que ha sucedido. Cada media hora le llegan noticias nuevas.—¿Cómo la gente se anima a salir en momentos así? —se quejó Samantha—. Si se presenta algún tiroteo, estarían en riesgo.—Sabes que para ellos el chisme es mucho más grande que la seguridad por su vida. Viven de eso.Ambas comprimieron el rostro
A Robert y a Samantha les costó salir del estudio de televisión, porque hasta los dueños querían retenerlos.La noticia que habían dado en vivo era en extremo escandalosa y ahora comenzaba la competencia entre las televisoras por más exclusivas.Por suerte, el León había ido con sus guardaespaldas que los ayudaron a salir del apuro y entrar al auto. Al llegar a la mansión, él duplicó la seguridad para evitar que molestos periodistas o curiosos entraran.—Oh, Dios. Está hecho —exclamó Samantha aún sorprendida y al sentarse en el borde de la cama.Ella sabía que aquella había sido la intención de su esposo, descubrir de manera pública y sorpresiva los secretos de Edmund para desesperarlo, pero no podía evitar que el impacto por la forma en que Robert había abordado el tema la impactara.—Y la treta ya comienza a dar resultados. Court viene para acá, esto desatará un infierno en la obra —aseguró y puso el móvil en silencio, para que sus notificaciones no la inquietaran, y dejándolo sobre
A primera hora de la mañana, Robert se dirigió con Samantha al Tribunal de familia acompañados por el abogado Gallagher. Iniciarían el proceso judicial para la modificación de la partida de nacimiento de la mujer y así sacar a Edmund Muller de su vida.Para demostrar que él no poseía ninguna relación biológica con ella, le solicitaron una prueba de ADN. Samantha estaba inquieta por aquella petición.—¿Y si la prueba dice lo contrario de lo que queremos?Robert le acarició el rostro para serenarla.—Sea como sea, él saldrá de tu vida.Ella apretó los labios para controlar la ansiedad.—Edmund no va a responder a la orden del Tribunal. Estoy segura que se negará a hacerse el examen.—Hay otras acciones que pueden llevarse a cabo en caso de que él se oponga a colaborar. Lo quiera o no, llegaremos hasta las últimas consecuencias.Samantha lo observó con fijeza.—¿Sabes que él explotará cuando le llegue esa orden del Tribunal?El León sonrió con perversidad.—Lamento no estar cerca para ve
Samantha logró calmarse un poco luego de enterarse que la gente de Gary había logrado sacar a Michael y al Topo del barrio.Aunque no había podido hablar con su hermano, al menos lo hizo con Gary. Él le aseguró que lo tendrían en un lugar seguro por unos días antes de llevarlo a Texas, mientras se calmaban las aguas, porque la policía seguía buscándolo por el asesinato de Colin Harkes, al igual que algunos delincuentes del barrio.Ese día se enteró que Johan había puesto precio a la cabeza de Michael, por eso muchos lo buscaban. Querían la recompensa.Además, la reunión con Gregory Wyles no resultó tan mala como lo había imaginado. El hombre fue bastante condescendiente con Robert y le facilitó toda la información que necesitaba sobre Norman Breidert.Le entregó informes que un detective privado le había hecho años atrás, antes de llevarse los restos de su hermana y su sobrina a Italia. Con eso él lo había amenazado con llevarlo a la cárcel si no dejaba a Robert en paz.Ese material l
Samantha solo esperó en la mansión una media hora antes de que Robert llegara. Apenas él recibió su mensaje, dejó lo que hacía en los Tribunales para ir con ella.Sabía que estaba en extremo angustiada por la situación de su hermano, cuando la llamó por móvil de camino a la casa la mujer lo único que hizo fue llorar por la desesperación.Ni siquiera había atravesado el vestíbulo cuando la vio correr hacia él y abrazarlo por la cintura.—Ey, tranquila. Todo va a estar bien —trató de calmarla.—No lo está. He tratado de comunicarme con Michael y ha sido imposible —lloriqueó—. Me dicen que la situación en el barrio es alarmante, ya hay tres muertos y varios heridos por las peleas entre las bandas. Johan puede aprovechar ese caos para dar con él.—No lo hará. La gente que tenemos en el barrio ha estado vigilándolo. Él ahora está ocupado intentando controlar a los imbéciles de los primos de Igor. Ese caos les complica las cosas a ellos, porque la policía se ha llevado a más integrantes de