Amanda es traicionada por su prometido y su mejor amiga, cuando los descubre en la cama juntos, toma una mala decisión que la lleva a un club nocturno muy particular, en donde conoce al Dios del inframundo para convertirse es su Perséfone. Al siguiente día en busca de soluciones, le pide a su mejor amigo de infancia, hacerse pasar por su novio a pesar que este comparte gustos con ella. Más tarde descubre que su ex está obsesionado con ella y que no piensa dejarla tan fácil. Al mismo tiempo que el gran secreto de su amigo gay sale a luz, y tendrá que huir de todo. Dos hombres, dos secretos, una mujer confundida y una verdad que pone su mundo de cabeza.
Leer másDos días después La cena con nuestros padres fue cancelada, no hay manera alegre de decir que te vas a casar con el hombre de tu vida, si una loca está al asecho. Así que nos quedamos en casa viendo películas y comiendo helado, aunque a Dom, no le agrada mucho, dice que me gustan más los actores que el. Mi celostino hermoso, el caso es que ya estamos rumbo a la oficina, si, se quedó en mi casa y solo mando a traer ropa limpia. Por una parte fue bueno, estuvimos juntos recordando los viejos tiempos, donde pasábamos horas juntos en aquella casa del árbol. De nuestras travesuras, de nuestros momentos alegres, así como de los tristes, de como ninguno de los dos dijo nada sobre nuestro amor, y de como la vida siempre nos ha mantenido unidos. La manama llega, y con ella nuestra realidad, la burbuja de anécdotas quedó en las sábanas y ahora nos alistamos a seguir con los deberes, realidad, ruda realidad. De echo vamos en su auto, pareciera que estamos en una película de acción, me
Amanda Dom se queda en silencio por unos segundos, baja la cabeza y la toma entre sus manos. —Si, pero dejame terminar de acuerdo. —Tienes razón, continúa —le doy pauta para seguir. —Como te decía, mi gente se dio cuenta de que un auto te seguía, eran dos tipos, de no muy buena pinta, por lo que describen. En ocasiones hasta dos autos, en el segundo iba una mujer, blanca, con pañoletas en el cabello, lentes oscuros, y el auto, un derby viejo color marrón, si pones atención, esa mujer no es otra más que... —Leila —decimos al mismo tiempo. Estoy en shock, las palabras se agolpan en mi garganta, pero ninguna es capaz de salir por mi boca. Pensé que no tendría noticias de ella en bastante tiempo, vaya que me he equivocado. Me levanto del sofá y empiezo a dar vueltas con las manos en los labios, un sudor frío empieza a correr por mi espalda. Mi cuerpo vibra, es que no puede ser posible, en verdad ¿que tiene esa mujer en la cabeza? Siento las manos de Dom, sobre mis hombros y peg
—En nada, solo fuiste una buena amiga y ella no supo valorar esa amistad —escucho la voz de mi novio a mis espaldas. —¿Qué? —en que momento. —Estabas pensando en voz alta, creo, pensé que me hablabas a mi, por eso te contesté. Me quedo sin palabras, creo que debo poner más atención a mis pensamientos, la próxima capaz me descubre cuando me lo ando sabroseando. —Lo siento, es que recuerdo tantas cosas que vivimos juntas, aún no me creo que haya cambiado tanto. —Tal vez siempre fue así, no sé, ella nunca me ha gustado.—¿Crees? —me sorprendo.—La verdad si, recuerda que desde que la empezaste a llevar a casa de tus padres, te dije que ella no me daba buenas vibras —me refresca la memoria. —Ni que fuera bruja —aun la defiendo. —Pues si parece —me responde serio. Nos quedamos viendo un par de segundos, para después botarnos de la risa. —Ja, ja, ja, ja, ja, eres terrible ja, ja, ja, ja, ja, hay mi panza. Ya no aguanto más, hasta pequeñas lágrimas salen de mis ojos, parecemos los
Amanda Estoy más que feliz, anoche fue la más maravillosa de toda mi vida, al fin me comprometí, con el hombre que verdaderamente amo. Fue hermosa su pedida de mano, me miraba con los ojos llenos amor, es que no puedo ni explicar toda esta felicidad. Y rematamos con una escapada a nuestro inframundo, despertamos juntos, abrazados, como si nada en el mundo existiera más que nosotros. Hemos llegado a su casa y vamos a preparar el desayuno. Mientras Dom, saca todo lo necesario de la alacena, yo me dedico a enviarle un mensaje a mis padres. —Oye amor, le estoy mandando mensaje a mis padres para lo de la cena ¿Quieres que le diga a tu mami? —le pregunto, pues anda muy apurado. —Si corazón, por favor —me responde cuando saca el harina para los panqueques, se van sexi de cocinero, suspiro con ganas. Nos tenemos que dar prisa, a pesar de ser sábado, dejamos algunos pendientes en la oficina y tenemos que ir. Además tengo que comentarle lo de esa sensación, a pesar de que anoche no
En otro punto de la ciudad. LeilaLlevo días siguiendo a la maldita de Amanda, no se me ocurre otra forma de saber donde pueda estar mi Cuchunito. Ella me tiene que llevar a donde lo tienen, y estoy segura que solo ella lo sabe, así que no voy a dejar de ser su sombra. Desde ese día no he dejado de tener pesadillas, cada noche vienen a mi mente esos horrendos recuerdos. Y mientras yo sufro por la desaparición de mi amado Josh, ella se la pasa de fiesta con Dominic. Hoy los vi entrando a su restaurante favorito, y por como iban vestidos, no era una simple cena. Es como si estuvieran festejando algo importante, y yo, aquí tras bambalinas, como siempre viendo como sigue tan altanera. Siempre presumiendo sus lujos, sus joyas, mientras yo solo recibía sus migajas, las sobras de ella. Te odio Amanda, siempre robando protagonismo, hasta convertiste al más guapo y gay de todos en tu novio, te odio, mil veces te odio. La pobre niña rica, a lo que todo el mundo le cae bien, detesto eso
Amanda Siento que el puso se me acelera, a lo lejos escucho los jadeos de sorpresa de la señora Adali. El corazón late desbocado y veo borroso, Dom, continúa sobre una rodilla en el suelo y a mi el habla se me fue a no sé dónde. Tengo la garganta cerrada, quisiera gritar correr, brincar, pero mi cuerpo parece que entró en estado zombie. No me puedo mover, ni un musculo. Después de la sorpresa, todo se ha quedado en silencio, se escuchan las respiraciones agitadas de todos en el lugar. La sonrisa de Dom, se va borrando lentamente, aclara su garganta e intenta ponerse de pie. —NOOO. Grito tan de repente, su rostro se transforma de la tristeza a la incógnita para terminar negando con su cabeza. Intenta levantarse nuevamente pero mis manos toman vida propia y se recargan en sus fuertes hombros. —Perdón, me tomaste desprevenida, vuelve... Vuelve a preguntar. —Amanda, creo que... —trata de decir algo, su voz suena apagada y además me ha dicho Amanda. —Dominic Dallas, t
Por muy extraño que suene, en este momento no hay ni rastro del miedo que hace un par de horas sentí. Tal vez sea porque a su lado me siento segura, o solo que ya mi cerebro imagina cosas. Llegamos al restaurante, en la entrada veo a los Lizardi, me acerco a saludar y los presento con Dom. Mi querido novio no entiende el porqué de acercarme a estas personas, pasamos a nuestra mesa. Cabe mencionar que es un privado, así que estamos en un lugar bastante seguro para conversar. Tomamos asiento, el camarero nos entrega el menú, pero noto a mi novio bastante inquieto. Me acerco a él y le doy un besito en la mejilla, me ve nervioso, frunzo el ceño internamente, lo dicho, lleva días así. —Bueno, pues para nosotros es un honor tenerlos aquí esta noche, agradecemos su intervención para recuperar nuestro capital robado —hablo con calma, explicó el motivo de invitar a los Lizardi, y es cuando veo que Dom, se calma. —En verdad estamos muy agradecidos, además es un placer compartir m
Amanda Dom ha estado muy raro, toda la semana se la ha pasado distraído, dando escusas para salir, hasta estoy pensando que el gusto ya se le terminó. Me entristece pensar en ello, pero es que él no coopera a que no lo haga, hasta siento que ha de estar viendo a otra chica. Ya Amanda, calma tus inseguridades, Dom, no es ese infeliz, así que deja de hacerte olas en la cabeza y mejor ponte a responder. Con todo lo que ha pasado, olvide por completo el asunto del padre de Dom, pero esta mañana, recibí un correo. Tengo un contacto en una de las empresas más prestigiosas en el ramo de la tecnología. Samuelle Lizardi, es amigo amigo de papá y dueño de LIBI&Co, así que le pedí que nos ayudara con él asunto de malversación de fondos. Por suerte su equipo no perdió tiempo, hoy me avisó que el dinero fue recuperado con éxito. Así que le escribo en respuesta que está invitado esta noche a cenar con su esposa. Antes de terminar de enviar el correo, recibo un mensaje de Dom, donde me dic
Dominic Después de tantas cosas, al fin pudimos pasar una semana tranquila, es increíble que no llevemos ni un mes de relación y ya nos pasarán tantas cosas. Además de que seguimos con pendientes, tanto de la empresa, como familiares. Después de la muerte de Patrick, mi padre tuvo que buscar un abogado de oficio para la demanda de divorcio. Y creo que no consiguió uno muy bueno, pues el abogado de mamá, se está encargando de dejarlo sin un centavo. Esta mañana ha venido a hablar conmigo, o bueno, más que hablar, vino a exigir que le ordenará a mi madre que le regresara todo. Por primera vez en mi vida me reí de él en su cara, después de todo lo que ha abusado de ella, es increíble que aún tenga cara para hablar de esa forma. Intentó hacer una escena de lo más deplorable, pero Mandy, llegó a tiempo y mandó a sacarlo. Mañana es la primer junta de avenencia, mamá asistirá por mero trámite, y si él no se presenta, el juez de lo familiar, le dará más votos a mi madre para el