DominicPero que clase de mujer es mi amiga, a mi jamás se me hubiera ocurrido algo así.Digo, la verdad fue un desagradable espectáculo, ese ente y la supuesta amiga, sí que dan asco.Pero al escuchar que intentaba amenazarla, el coraje llegó enseguida, y no me quedé con las ganas de decirle unas cuantas cosas. Pero no quedo ahí, cuando llegué a ella y con el impulso de la adrenalina, la besé, un beso exigente, hambriento, que hizo que todos se quedarán con la boca abierta.Ambos sonreímos descaradamente al terminar el beso, nos tomamos de la mano y salimos del lugar.—Ja, ja, ja, ja, ja, fue una locura.Grita mientras vamos en mi auto descapotable, y su peinado lo desata haciendo que su cabello vuele con el viento. Salió mejor de lo que esperábamos, pero hasta aquí llega nuestra actuación, ya que ahora, yo tengo un gran compromiso. —Una gran locura, pero... Se acomoda en el asiento del copiloto para prestar atención a lo que estoy por decir. —¿Pero? —Tengo un compromiso en una
Josh.Maldita sea, maldita Leila, tenía que llegar ayer a mi apartamento y joder todo, y más imbécil yo por seder.Teniendo tan cerca el compromiso dejé que se me calentará la cabeza que no pensé en nada, más que en mi calentura.Me dejé llevar por la rabia de que Amanda, jamás ha querido pasar de los orales y dejé que todo se fuera al caño.Seis put*os años tirados a la basura, y la estúpida escuincla no se aguanto y me expuso frente a toda la alta sociedad, tirando a la basura todas mis posibilidades de negocio.Y para colmo su estúpido amiguito se atrevió a amenazarme, par de infelices, pero si creen que esto queda aquí, se equivocan no lo voy a permitir.Aun tengo un As bajo la manga, algo por lo que mi pequeña Amanda, tendrá que regresar conmigo por las buenas o por las malas.Estoy llegando a mi casa con eso en mente, necesito encontrar esos documentos. Aunque he de reconocer que el dinero, no es lo único que me mueve a querer seguir a lado de Amanda. Puede que Leila, sea muy
—Mi amorcito ¿Por qué me dejaste sola? Todos me veían raro.Reclama como si no fuera consciente de que nos descubrieron en el acto, acaso ¿Está loca o que?—Leila, baja, enserio no te das cuenta del lío en el que nos metimos ¿Cierto?Soy bastante brusco en mi forma de hablar, pero de nada me sirve un bulto sin cerebro, que en lugar de ayudar me joda. —No me grites —ahí vamos de nuevo —Parece que te enfadara mi presencia, ayer eras un osito fogoso y hoy un ogro.—Deja de comportarte como una escuincla boba, abre los ojos y ve en el maldito hoyo en el que nos metimos, por dejarte entrar en mi cama, ahora he perdido todo.—Eso no es verdad, aun tenemos el nuevo negocio.—¿Tenemos? Ja, ja, ja, ja, ja, enserio te faltan tornillos —le digo mientras con mi induce presiono su sien —entiende que sin Amanda no hay nada, no hay negocio, no hay capital, nada.—Pero la idea es tuya la podemos vender o algo así, yo que sé.—Obvio que no sabes nada, y tampoco quiero explicarte, mejor vete y déjame
Amanda.Es sábado por la mañana, y nada en este día es como lo había planeado hace meses.Según yo, hoy estaría desayunando con Josh, ultimando los detalles de nuestra boda en tres meses.En lugar de eso, me encuentro en mi cama, molida, con una enorme sonrisa en los labios y muchas dudas.Por más que repaso la noche de ayer, y no le refiero a la cara de sapo inflado qué puso mi ex cuando mi amigo casi le rompe la cara.No, me refiero a Hades, ese hombre está pa chuparse completo, pero ayer me dejó como cerdo en carnicería, con las manitas atadas al gancho.Mis manos pican nuevamente al recordarlo, me quedé con tantas ganas de deslizar mis dedos por su piel.Y no solo las manos, de solo recordarlo, mi amiguita gotea por querer sentirlo entre mis pliegues.Opto por tratar de controlarme y mejor me pongo a leer el bendito contrato ese, que por cierto no recuerdo haber aceptado nada.A menos que cuando coloco el hermoso collar sobre mi cuello, esa haya sido la invitación.Maldito Hades,
Digo casi gritando de modo severo, no puedo creer su sionismo de presentarse en mi casa.—Parece que esperas visitas, pero no voy a tardar mucho.—Largo de mi casa, no tienes nada que hacer aquí.Maldigo la hora en la que se me ocurrió darle copia de mis llaves, como pude confiar tan ciegamente.—Solo vine a reírme en tu patética cara.—Creo que estás muy confundida Leila, si la que se queda con la peor parte eres tú.Su rostro cambia de uno soberbio a uno por completo a disgusto, creo que no le gustó mi respuesta.—De echo no, yo gano, por primera vez te he ganada Amanda. Todos estos años he vivido a tu sombra, pero ya no más. Al fin estoy por encima tuyo, yo me quedo con el hombre de tus sueños y tú, con las manos vacías.—Ja, eres realmente increíble, pero gracias al cielo por quitarme a dos lapas inútiles de mi vida.—Cuando lo veas en la cima no vayas a rogarle que te de una oportunidad, porque el lugar de señora, lo tendré yo.—Si, si, si, anda, lo que tu digas, si eso te hace s
Amanda. —Es mejor que te vayas Leila, no queremos que enfrentes cargos con la justicia. Es Dom, a pesar de hablar tranquilo, su voz suena amenazante, y por alguna razón, mi piel se eriza por completo.—Llegó el héroe, es mejor que no te metas señorita, esto es entre Amanda y yo.—Tengo todo el derecho a involucrarme, creo que tienes muy mala memoria, pero te recuerdo que Amanda es mi pareja y cualquier tema relacionado con ella es de mi incumbencia, así que es mejor que salgas por las buenas, no queremos usar la fuerza.Dice mi amigo, colocando sus brazos en jarra, se ve bastante intimidante con su gran estatura y su voz gruesa.Y nuevamente mi mente viaja a ese semental que hace flaquear las piernas , Amanda, controla tu libido, necesito salir de esto rápido.—Ustedes dos son solo una farsa, para empezar a ti ni te gustan las mujeres y ella no es más que una ardida que no soportó que un hombre como Josh, me eligiera sobre ella, ni ustedes mismos se creen su teatrito. —Listo.No ag
Dominic.Demoré un poco más en llegar a casa de Mandy, había un tráfico terrible, más nunca imaginé que encontraría a la traidora aquí. Más sorprendido quedé cuando Mandy, la tomo del cabello y la sacó a rastras de su hogar. Esa mujer si que es de armas tomar, chiquita pero picosa, hermosa, pero nada delicada. Me gusta que sea tan fuerte, tenía que serlo, tanto ella como yo aprendimos desde muy pequeños que así debería ser. Nuestros padres se la pasaban de viaje de negocios y llevaban a nuestras madres a todos ladosY nosotros, bueno pues, solo nos teníamos a nosotros mismos y las niñeras. Pero verla en acción fue un deleite a la vista, ja, más con ese atuendo revelador, uff. Mi pequeñita, creciste muy rápido y ahora eres una mujer que no necesita que la rescatenPienso mientras acarició la delicada piel de su rostro, ambos disfrutamos del momento. Por un instante somos nuevamente esos niños que solían reunirse en la casa del árbol, para tramar travesuras o simplemente a hacern
Dominic.Ahora si que me quedé con los ojos de huevo, esta niña tiene un arsenal de mentiras por todas partes.Lo dicho, Mandy es demasiado lista y de mente ágil, tanto sus padres como los míos se quedaron sin argumentos. En especial mi padre, ya era hora de que alguien lo pudiera poner en su lugar, a ver ahora como responde a eso. —Pues ya lo oyeron, así ustedes no estén de acuerdo, nosotros nos amamos desde hace tanto, que no voy a permitir que nadie me aleje del amor de mi vida. Mi madre me ve con una sonrisa en los labios, asiente con la cabeza, por al fin haberme parado de frente a su esposo. Papá está tan callado viéndonos, no sale ninguna palabra de su boca, es lógico, el daba por hecho tantas cosas de mi. Que ahora está en un tobogán de pensamientos, yo creo que ya había planeado hasta desheredarme. —¿No dirán nada? —pregunta Mandy un poco confundida. Ambos nos preparamos mentalmente para hacerles frente a este cuarteto cascarrabias, y ahora simplemente nadie dice nada.