La hermosa greco-francesa Callista Kafieri está realmente histérica cuando su hermana gemela le suplica que vaya a L’enfer la manada de cambiaformas más grande del mundo tomando su puesto para la boda de la hija del amigo de su padre y por favores que le debía ha tenido que acatar la petición de su hermana al pie de la letra, además de que de no ser de ese modo Valentina iría a la cárcel sin la ayuda monetaria de su padre. Pero de lo que no tenía la menor idea Callista es que quizás encontraría un hombre áspero que hiciera lo que ella jamás pensó que un hombre pudiera hacer, dominarla.
Leer másDemon respiraba pesadamente al igual que ella.-Cachorra eres mía, tómame cuando sientas que puedes hacerlo...Carolina lo miró asombrada pues en verdad él estaba luchando con su lado animal para no hacerle daño sin saber que a ella le gusta él de las dos maneras y también porque él la dejara montarlo.Según lo que había escuchado los cambiaformas a la hora del sexo eran quienes dominaban, era como una humillación para ellos no ser de esta manera pues el macho tendría que ceder la dominación y rendición total.-Hembra mía.Con eso entendía que no había aplacado aún a la bestia así que sonrió y lo besó sin soltarlo.Su lengua jugueteó tímida con la de él y sin apartarse demasiado introdujo lentamente su miembro en su carne húmeda.Carol cerró los ojos mordiendo los labios de su compañero a medida que el dolor se hacía más intenso pero no se detuvo hasta que lo tuvo completamente a dentro y el dolor la golpeó con más fuerza, tanto que no pudo evitar gemir a la vez que se aferraba a su c
Violet la miró insegura pero después asintió llevándola con ella y los machos a su alrededor no hicieron esfuerzo en detenerlas.El tiempo se le hizo eterno para llegar donde estaba Demon, no podía evitar estar tan nerviosa, no sabía cómo iba a encontrarlo pero por lo que le habían dicho él no estaba nada bien.Tratando de romper el silencio le preguntó a Violet.- ¿Las cambiaformas pueden tener bebés naturalmente? ¡Oh Dios, eso ha sido estúpido! obviamente pueden pues estás embarazada, pero creía que era imposible, estoy un poco nerviosa... ¿tu bebé es de un humano imagino?Entonces ella negó sonrojada.- Es de un cambiaformas pero no es lo que piensas, el cachorro ni siquiera es mío...Y antes de que pudiera decir algo a Violet se escuchó un rugido y la hembra le señaló una puerta. Seguido de eso se escucharon unos fuertes golpes y tuvo miedo que Demon se hiciera aún más daño así que dejando a un lado a Violet corrió de prisa para abrir la puerta y así encontrarse con él.Apenas y
- ¿Se puede saber a dónde me llevas? -gruñó molesta-. Tengo una entrevista de trabajo.-Creo que esto va a importarte más.Carolina frunció el ceño dispuesta a discutir sin embargo vio la dirección que estaba tomando Beck y enseguida la garganta se le secó además de que un temblor extraño la recorrió.- ¿Se trata de Mia? -Preguntó casi sin aliento-. ¡¿Qué ha pasado?!Su corazón retumbaba con fuerza bajo su pecho.Ella sabía que algún día volvería a L'enfer, lo que no sabía es que pasara tan pronto.-Tranquila, nada malo ha pasado con Mia, pero debes acompañarme, es necesaria tu presencia.Frunció el ceño ante la urgencia en su voz y cuando iba a decir algo pudo observar las puertas de la manada justo frente a ella.Una vez que fueron revisados como era de costumbre Beck la guió hacia la oficina de Dangerous, cuando Carolina ingresó a la oficina, Beck se fue dejándola sola con el líder de la manada quien aún no la miraba pues en esos momentos hablaba por teléfono.-Mantenla vigilada -g
- ¿Se puede saber a dónde vamos Beck? -gruñó Carolina mirando a su guardián.Aún no entendía porque él aún la cuidaba, lo habían enviado para proteger a Mia por ser la compañera de un cambiaformas, ¿Entonces por qué seguía con ella?-Tranquila, estaremos en casa tan pronto como sea posible -respondió él con la mirada fija en la carretera.Y cuando iba a volver a hablar Beck aceleró haciéndola jadear por el asombro.- ¡¿Qué haces?!- ¡Sujétate!Carol obedeció sin entender nada, de repente frenó de golpe y salió del auto.- ¡Quédate aquí! En seguida corrió hacia un lugar desconocido dejándola sumamente nerviosa.Beck encontró a Mariana junto con el hombre a punto de decirle lo que sabía, sacó un arma y lo apuntó con ella.-Déjala en paz, dame el sobre y vete.El hombre se limitó a sonreír burlón pero Mariana en su lugar gimió aterrorizada pues no se lo esperaba.-Vete por favor Beck -suplicó ella con los ojos cargados de lágrimas.-No se con que te tiene amenazada pero no...- ¿No te p
- ¿Tu consulta es mañana, no?Mariana asintió dubitativa y ella frunció el ceño al verla, algo raro le sucedía a su amiga.-Yo te acompaño...- ¡No! -Gimió ella con los ojos cargados de miedo-. Yo iré sola, no voy a molestarte más.Carol entornó los ojos esbozando una sonrisa.-No me molestas además aún no consigo trabajo, ¿Qué voy a hacer aquí aburrida? Y te recuerdo que estás enyesada en los dos brazos ¡Casi estás moribunda! -Dramatizó con diversión-, estoy aquí para cuidar de ti, para eso estamos las amigas.Mariana cerró los ojos suspirando y una vez más Carolina frunció el ceño sin entender su reacción pero pronto lo ignoró cuando su mejor amiga le sonrió.-Te quiero mucho Carolina, pero no deberías...-No discutas, vamos a que te quiten esos putos yesos ¿Si?Entonces asintió y ambas se fueron.*Finalmente le habían quitado los yesos a Mariana, aunque el doctor le había dicho que ahora tendría que hacer una serie de ejercicios.-Voy a bañarme -le anunció Carol.Y acto seguido Ma
Carol cerró los ojos sintiendo el cansancio vencerla.Desde que había llegado con Mariana había cuidado de ella junto con Mia, desafortunadamente Mariana se había fracturado ambos brazos y no era mucho lo que podía hacer por sí misma. Casi un mes había pasado desde que estaba allí y aunque no quisiera admitirlo extrañaba terriblemente a cierto cambiaformas que hacía de sus sueños un tormento.Lo anhelaba como nunca había anhelado nada en la vida, sin embargo, ella más que nadie sabía qué Demon nunca sería para ella.Volver a L'enfer era imposible aún más cuando el circo ya había partido de allí así que no había excusas para volver.Carol céntrate, Mariana te necesita, Ias posiblemente ya te olvidado.Aquel pensamiento hacía que su dolor se multiplicara pero trató de evadirlo como siempre hacía.Al volver abrir los ojos se encontró con la menuda figura de su mejor amiga quien la miraba como si hubiera descubierto algo oculto.- ¿Qué haces levantada a esta hora? -preguntó levantándose d
Cuando estuvo en el lugar supo enseguida que algo no iba bien, una extraña ansiedad lo golpeó con fuerza, entonces sin importarle si Carol se enojaba por su intromisión abrió la puerta de la caravana con el ceño fruncido y un rugido no tardó en salir de su pecho.Podía olerlo.El aroma de su hembra mezclado con el voraz miedo.Alguien la ha asustado.¡Le han hecho daño!Su cuerpo estaba siendo totalmente controlado por su mente salvaje, su lado animal comenzaba a dominarlo arrastrándolo a la más pura desesperación.Matar, hacer daño...Ansiaba acabar con aquel que la había lastimado, quería arrancar de ese lugar el olor a sus tristes lágrimas, ese aroma simplemente lo estaba trastornando de una manera impensable.Sin siquiera pensarlo se trasformó en lobo y fue en su búsqueda.-Carolina -la llamó.Sin embargo aquello sonó más como un gruñido que como cualquier otra cosa.Aquello estaba volviendo a pasar, no podía dejar que su lado bestial lo dominara pero cuando vio la roja sangre que
Mia llegó y pudo divisar a Demon entre los matorrales mirando fijamente hacia la caravana, su rostro estaba descompuesto y sus fracciones estaban llenas de furia, sus manos estaban apretadas en dos puños.- ¿Estás vigilando a mi hermana? Pero él no respondió, parecía más colérico con cada segundo que pasaba.- ¿Qué pasó ayer después de todo? Carol no me dijo nada.- ¡Me botó de su caravana! -gruñó él haciendo sobresaltar a Mia-, ¡Y al maldito Tanner también pero ahora él está allí con ella, puedo olerlo! ¡Y también puedo oler la alegría de mi hembra al estar con él! ¡Voy a matarlo! Salió de entre los matorrales con un aspecto siniestro que la hizo temblar de pies a cabeza, Mia corrió hasta colocarse delante de Demon y posicionado sus manos en su pecho para detenerlo pero no consiguió nada más que Demon se apartara de su toque como si Mia estuviese de alguna manera enferma.Casi se sintió ofendida pero se limitó a hablar.-No vas a ir allí, o por lo menos no de ese modo, vamos a plan
Durante unas horas se mantuvo perdida en sus pensamientos, ¿Cómo es que Ias había adivinado que sus flores favoritas eran los tulipanes? Alguien tendría que habérselo dicho pero sospechosamente su hermana era la única que lo sabía.¿Se lo había dicho Mia?Lo dudaba, en más de una ocasión su hermana le había dicho que la quería lejos de él, ¿Por qué entonces le ayudaría?Cuando la puerta de la entrada sonó haciéndole ver que su hermana mayor había regresado, se levantó de un salto dejando en su cama el ramo que tenía en las manos y se encontró con Mia quien sonrió con una pregunta marcada en su rostro al ver la picardía en las fracciones de su hermanita.- ¿Qué pasa? Sabes que puedes decirme lo que sea -azuzó Mia curiosa-, en serio lo que sea.-Tú también a mí, ¿No tienes algo que decirme querida hermana mayor? Algo que involucre a un macho felino con cola.Enseguida su rostro se tornó serio fulminándola con la mirada.- ¿De qué estás hablando? Yo me refería a Napoleón.Fue el turno de