Y como lo había pensado pasó.
Valentina la había llamado por la mañana histérica diciendo una sarta de cosas que realmente fueron ignoradas por Callista quien había dejado el teléfono en altavoz mientras se duchaba, solo había alcanzado a escuchar que iría a su casa.
Al llegar su hermana Callista se había sentado en el mueble mirándola caminar de un lado al otro casi absorta a su presencia.
— ¡¿Me comprometiste con un cambiaformas?!Callista contuvo una risa burlona mordiendo el interior de su mejilla.— ¡¿Yo?! Por el contrario hermanita, yo trate de que no aceptara esa locura de Theo pero conoces mi personalidad encantadora y lamento decirte que lo atraje aún más.Valentina la fulminó con la mirada queriendo echarle las manos al cuello y ahorcarla.— ¡Voy a matarte!La menor entornó los ojos, fastidiada.—Hablando enserio, Theo no me contó nada hasta que se dio cuenta que era yo y no tu. Y respecto al cambiaformas, no hablé mucho con él pero debo decir que es caliente como el infierno así que tienes suerte.Valentina la miró horrorizada como nunca antes la había visto, sus ojos parecían perdidos en turbios pensamientos hasta que finamente soltó:
— ¡Suerte! —Exclamó como si su hermana hubiese perdido la cabeza—, ¡Yo amo a Keith!—Entonces ten los pantalones de decírselo a Theo y por una vez en tu vida, haz lo que te dé la gana y no lo que él decida...Es tu vida Tina.Ella negó frenética y sollozó.—No puedo hacerlo.— ¡Qué si puedes!— ¡Deja de meterle cosas en la cabeza a Valentina Callie! —Amenazó su padre llegando junto a Valentina.Callista bufó y se levantó del sofá sin siquiera mirarlo.—No te dejes intimidar Tina, hablaremos luego.— ¡Callista! —Llamó su padre—, ¡Callista!Pero ella no volvió a mirarlo.Aunque estuvieran en su casa fue ella la que salió de ahí.
Es que si no fuese porque somos gemelas dudaría que él fuese mi padre.*
—Al fin te encuentro 135, y no creas que esta vez lograras escapar de mí.
Pese a que Rosie trató de que su tono de voz fuese amenazante, no lo logró en absoluto, solo habría que verla para derretirse en dulzura sin embargo ese hombre era el único que no sucumbía a sus encantos y siempre trataba de escapar de ella.—No escapaba.Rosie frunció el ceño y le pellizcó el bíceps izquierdo pero él ni se inmutó.— ¡Quiero hablar contigo! No puedes pasar toda tu vida huyendo de mí, me dijeron que estabas en el bosque y fui a por ti, dos días pasé buscándote para que después me dijeran que habías venido a L’enfer entonces aquí estoy, tengo dos meses tratando de llamar tu atención pero tu fácilmente ignoras mi presencia...—Yo...— ¡Tu nada y déjame hablar que estoy a punto de explotar! Él cerró la boca de golpe mirándola con incredulidad, en menos de 78 horas dos hembras lo habían dejado sin habla.Ni él mismo se lo creía.—No entiendo que es lo que te pasa —dijo con voz triste—, somos hermanos las pruebas lo determinaron pero tú no haces más que rechazarme...Su voz dolida lo dejó clavado en el suelo claramente avergonzado por causarle daño cuando era todo lo contrario que quería.
—No te rechazo —Dijo con el ceño fruncido antes de suspirar—, solo no se cómo actuar cuando estoy cerca de ti, nunca he tenido una familia y justo cuando creo que puedo tener a alguien a quien amar lo pierdo, no quiero que eso te pase a ti ni a los niños.Los ojos de Rosie se llenaron de lágrimas al oírlo entonces no pudo evitar lanzarse a sus brazos y él la recibió con el ceño fruncido, no estaba acostumbrado en lo absoluto a aquellas muestras de cariño, pero ¿Qué podía hacer? Después de todo ella era su hermana.—Hey, me siento celosa ¿Debo amenazarte para que dejes de tocar a mi hombre? Rosie soltó a su hermano y 135 se giró hacia esa voz tan conocida.Y lo que vio lo dejó perplejo, nunca antes había visto tanta belleza junta.
Frente a ellos estaban dos mujeres sumamente preciosas, sus ojos eran de un bello verde azulado, en los de una se mostraba vida y alegría mientras que en los de la otra carecía aquello, en ellos se determinaba una aflicción profunda que le recordaba a la mujer que más había adorado en su vida, a su Tabbee.
El recuerdo lo golpeó con fuerza y fue inevitable no apartar la mirada.
Aquello seguía doliendo.
— ¿Estoy viendo doble? —preguntó Rosie divertida haciendo que saliera de sus desvaríos.—Adivina quien habló —dijo una de ellas guiñándole un ojo. — ¿Tú?Una de las chicas entornó los ojos mientras que la otra sonrió con sorna.Sin embargo ninguna de las dos volvió a hablar ya que su padre se había adelantado.—135, debo disculparme por la vez anterior, Callista —señaló a una de las gemelas con una sonrisa coqueta en sus labios—, me ha engañado para traerla aquí, con quien deberás casarte será con Valentina —135 enseguida miró ahora a la chica que lucía tensa mirándolo.
Rosie frunció el ceño mirando a ambas chicas para después desviar la mirada a su hermano.
—No entiendo nada 135, ¿Qué es esto?
—Te lo explicaré luego, ahora necesito hablar a solas con Kafieri.
La pequeña cambiante de loba asintió y se despidió de él dejando un beso en su mejilla, para 135 no pasó desapercibido el olor a celos que ese gesto causó pero no pudo adivinar de cuál de las dos gemelas provenía.
Theo dio un paso adelante para luego murmurar un:
— Hablemos.
*
— ¿Lo ves? no está nada mal tu prometido.
Nada más decir eso Valentina la fulminó con la mirada.
— ¿Sí, entonces porque no te casas tu con él? —Gruñó Valentina al borde de la histeria.
—Yo no he sido la elegida —dijo con dramatismo su hermana—, has sido tú.
Valentina entornó los ojos y se cruzó de brazos mirando a su alrededor.
—Además hermana, yo nunca me casaría y mucho menos si es a petición de mi padre.
— ¿Y si es por petición mía? suplántame, solo tienes que actuar como yo frente a mi padre, ese hombre no nos conoce no notará las diferencias, por favor Callie —la súplica se notaba en su vos.
Sus manos temblaban frías tomando las de ella, no le gustaba ver a su hermana de ese modo pero ella tenía que tomar sus propias decisiones.
— ¿Estás loca? ya lo hice una vez y no pienso hacerlo de nuevo, imagíname a mí viviendo en el bosque, sabes que me gusta la libertad y viajar, aquí nunca lo haré —hizo una mueca mirando su alrededor—, no me gusta lo rústico, no me puedes pedir esto Tina.
Ella la soltó asintiendo con una mirada de aflicción que le rompió el corazón.
—Tienes razón, yo debo solucionar esto.
*
— ¡¿A qué estás jugando Theo?! ¡No me gustan las bromas! —gruñó golpeando la cabeza del hombre contra la pared detrás de él.
Su mano apretaba su cuello de forma intimidante mientras trataba de contener las ganas de golpearlo.
— ¡No juego, lo juro Callista me engañó!
135 lo soltó y Theo buscó el aire que el cambiaformas le había quitado llevándose una mano al cuello.
135 no quiso decir que él mismo se había dado cuenta de la diferencia de ambas con tan solo verlas pese a que apenas y las conocías, a parte de su olor ambas eran distintas, él sabía quién era Callista porque su carácter alegre y despreocupado la delataba mientras que la otra parecía llevar algo realmente duro en sus espaldas.
—Dijiste que...
—El trato era que te casaras con Valentina así yo encontraría tu pasado y el de tu hermana.
—Dijiste que ella estaba de acuerdo con casarse y puedo oler su renuencia a kilómetros.
La cara de Theo se puso blanca como un papel...
—Ella solo está nerviosa pero te aseguro que si hablas con ella...
—No voy a obligarla a nada —amenazó furioso.
—No lo harás ya verás, voy a buscarla.
135 lo vio marcharse a buscarla, no le gustaban nada los cambios pero no habría de otra si quería saber quien realmente era.
A pesar que 135 llevaba un largo tiempo hablando con Valentina y que ella más de una vez aseguró que estaba de acuerdo con la decisión de su padre, él no le creía. Estaba casi seguro que para la chica sería una bendición que él se negara a desposarla sin embargo eso no cabía dentro de sus posibilidades, si quería la información que había pedido a Theo Kafieri tenía que pagar por ello, pero eso no disminuía su culpabilidad. ¿Estaría Valentina Kafieri amenazada por su padre? 135 no lo sabía pero seguro que lo descubriría pronto.Durante el tiempo de su charla pudo conocer claramente las diferencias entre las hermanas, Valentina se notó evidentemente nerviosa ante su presencia cosa que no lo sorprendía, siempre había sido de esa forma desde que era un pequeño, incluso sus captores rehuían de su mirada cuando sus felinos ojos se posaban en ellos. Y es que 135 emanaba un salvajismo, poder y peligro tan fuerte que todos le temían no obstante el miedo se intensificó cuando comenzaron a lleva
—Es una decisión tomada entonces —Azuzó Theo con una sonrisa en sus labios.135 no estaba tan seguro de eso pero no había hablado más con Valentina y no había sabido cómo responder a la insistencia del griego, así que no le quedó otra opción más que aceptar su matrimonio con la segunda Kafieri.No quería casarse, pero debía hacerlo, de otra manera no obtendría lo que tanto anhelaba, su identidad.—Si Valentina me acepta.— ¡Lo hará, que no te quepa la menor duda! —Exclamó con rapidez haciendo dudar una vez más al cambiaformas—, tenemos que preparar el compromiso.— ¿Compromiso? —preguntó frunciendo el ceño, el matrimonio entre los cambiaformas se hacía cuando el macho enterraba sus colmillos en el cuello de la hembra reclamándola como suya y ya no habría vuelta atrás, ni el hombre ni la mujer implicados podía tolerar el toque de otro que no fuera su pareja, aunque muchos de los suyos también se casaban de la forma humana no habían compromisos, solo casamientos—. Aquí no hacemos eso.—
El macho contempló aturdido el par de ojos color aguamarina que lo miraban fijamente sin perderse ningún detalle de sus duros rasgos, su pequeña boquita se había abierto levemente ante la perturbadora presencia masculina que estaba justo delante de ella. Con rapidez movió su cabeza en dirección de Rosie ocasionando que su rubio cabello chocara contra su delicada mandíbula.Su ceño se frunció al ver la cercanía de su madre con el macho y se cruzó de brazos pidiendo una explicación silenciosa.A 135 le causó una gracia voraz al sentir el olor de los celos proveniente de la pequeña Love, sintiendo una ternura infinita quiso abrazarla y enterrar su cara en los dorados rizos pero pronto descartó eso, si se atrevía Sarah estaría demasiado asustada como para querer conocerlo.Se sorprendió a sí mismo por la mezcla de sentimientos que ella le había despertado de pronto así que movió la cabeza tratando de aplacar todos esos locos pensamientos, le estaba pasando lo que le sucedía con el resto
Callista lo miraba sorprendida en silencio.¿Había escuchado realmente eso?¿Ese cambiaformas había dicho que ellos iban a casarse?¡Como si eso fuera a pasar! Ella era una mujer libre y no se parecía en lo absoluto a su hermana, no iba a dejarse manipular ni iba a salir corriendo.Caminó a su alrededor, su pecho estaba agitado y eso no podía evitarlo, admitió que estar cerca de ese hombre era perturbador y excitante a la vez, 135 era grande, serio pero tan malditamente caliente como el infierno.Sin duda la tentación de cualquier mujer que posara sus ojos en él.— ¿Qué te hace creer que yo quiera casarme contigo? —Se atrevió a decir luego de una guerra de miradas—. Nada me obliga a hacerlo.Ella estaba enfrente de su espalda y con la uña de su dedo índice rasguñó la piel detrás de su cuello.Lo sintió estremecerse entonces sonrió con picardía sintiéndose juguetona.Rápidamente 135 se dio la vuelta tomándola por sorpresa en sus brazos pero esto no borró la sonrisa de sus labios por e
—Señora —dijo una masculina voz tras ella—, aparte de ser la mano derecha líder de la manada L’enfer o su beta, también soy el protector de las damas en peligro como usted, así que sígame, le diré dónde se quedará hasta que su compañero venga por usted y la reclame —añadió en tono jocoso una vez que ella se dio la vuelta—, soy Danger por cierto.Él le guiñó un ojo con coquetería pero Callista no sentía ganas de bromear en ese momento.—Yo soy Callista.—Oh, yo sé perfectamente quién eres cariño.Él le sonrió antes de comenzar a caminar.Dejándola atrás.¿Qué quería decir con eso?¿135 le había hablado de ella? No era posible, ella no era nadie para él.*135 juró que no había visto nada más hermoso que Callista en vestido de novia, un instinto posesivo lo golpeó dejándolo casi sin aliento, quería marcarla, besarla y hacerla completamente suya y eso no se trataba en lo absoluto con el trato de su padre, él quería convertirla en su compañera a como diera lugar, era por ello que había da
Se sentía como una prisionera.¿Cómo había sido tan estúpida para casarse con ese cambiaformas? Se había metido en un problema por culpa de su desaparecida familia sin embargo mentiría si dijera que no estaba preocupada por Valerian. Era algo extraño lo que sentía por él, se sentía débil ante su esencia pero juró por Dios que una vez él estuviera de vuelta le pediría la anulación del matrimonio, de igual manera ellos no habían tenido intimidad.Callista suspiró alzando la vista entonces se dio cuenta de que frente a ella estaban un grupo de cambiaformas gruñendo, se encontraban inquietos y ella sintió curiosidad de lo que pasaba.—Ni un paso más pequeña hembra.Estaba tan ensimismada que ni siquiera se había percatado que comenzaba a caminar hacia los hombres, se dio la vuelta y encaró al cambiaformas que le había hablado con una voz tan amenazante.—Detesto que me traten como a una presidiaria, no tengo nada que ver en la desaparición de Valerian —Gruñó mordaz al hombre que ni siqui
Un día antes—Voy a sacarte de aquí, mi amor lo juro.Justo al pronunciar esas palabras las luces se encendieron y reinó el caos, en menos de un pestañeo estaba Theo frente a ella proporcionándole una cachetada, 135 rugió furioso soltándose las cadenas que lo frenaban.— ¡Esta maldita perra nos traicionó! — ¡Suéltala!Theo se giró hasta él como si se acordara recientemente que él estaba allí entonces esbozó una macabra sonrisa que lo dejó helado en su sitio.—Al fin se te cumplió el deseo bastardo, aquí está tu madre pero ¿Adivina qué? No vivirá lo suficiente como para contarte que fue lo que pasó con ella.Fue allí cuando le disparó haciendo que el corazón de 135 se detuviera.Tan rápido como eso otro disparo resonó y 135 se dio cuenta que la ayuda había llegado, pero demasiado tarde.— ¡Lleven a la mujer rápido! —Gritó Hunter para después mirar a 135—, estamos aquí 135 no hay nada de qué preocuparse, ella estará bien, lo juro.Asintió sintiéndose mejor, eso esperaba.*Actualmente
Callista se tensó visiblemente pero él no se detuvo.Su juguetona mano se deslizó por dentro de sus bragas tocando con deleite el botón de su placer, involuntariamente ella se arqueó buscando más de sus caricias pero su boca solo pedía su liberación.—Juro por Dios que no lo sé 135, yo no sé nada de... ¡Oh, Dios! —Gimió al sentir su dedo introducirse en su interior sin reparos.Callista se mordió el labio tratando de no dejarse llevar por sus impulsos, debía odiarlo por no creerle pero su cuerpo respondía a cada caricia de la cual él era responsable.135 por otro lado vio su gesto y no pudo más, besó su boca con alevosía descubriendo lo dulce que era ella y cuanto quería poseerla.El aroma de su pasión lo estaba enloqueciendo.Maldijo mentalmente y la soltó.Ella era pura tentación pero él no sería tan estúpido en caer otra vez por ella, la deseaba no obstante eso no lo detendría, obtendría la verdad de sus labios.Para sorpresa de Callista 135 se sentó en la cama a un lado de ella, e