—Es una decisión tomada entonces —Azuzó Theo con una sonrisa en sus labios.
135 no estaba tan seguro de eso pero no había hablado más con Valentina y no había sabido cómo responder a la insistencia del griego, así que no le quedó otra opción más que aceptar su matrimonio con la segunda Kafieri.No quería casarse, pero debía hacerlo, de otra manera no obtendría lo que tanto anhelaba, su identidad.—Si Valentina me acepta.— ¡Lo hará, que no te quepa la menor duda! —Exclamó con rapidez haciendo dudar una vez más al cambiaformas—, tenemos que preparar el compromiso.— ¿Compromiso? —preguntó frunciendo el ceño, el matrimonio entre los cambiaformas se hacía cuando el macho enterraba sus colmillos en el cuello de la hembra reclamándola como suya y ya no habría vuelta atrás, ni el hombre ni la mujer implicados podía tolerar el toque de otro que no fuera su pareja, aunque muchos de los suyos también se casaban de la forma humana no habían compromisos, solo casamientos—. Aquí no hacemos eso.—Debes entender que nosotros tenemos nuestras costumbres, mi hija se sentirán más a gusto en su compromiso, Valentina lleva años pensando la boda de sus sueños, no quieres decepcionarla.Él tuvo que morderse la lengua para no decirle a ese hombre que le importaba muy poco lo que Valentina quisiera, entonces lo pensó mejor ¿Qué importaba una fiesta de compromiso? Le parecía ridículo, pero le daba igual, el resultado sería el mismo, iba a casarse con Valentina Kafieri y solo entonces descubriría su pasado.—Muy bien, arréglalo —accedió restándole importancia al asunto—. Ahora dime ¿Tienes algo?Theo sonrió nuevamente antes de asentir.*
— ¡¿Aceptaste casarte con él?!
Valentina tuvo que refrenar una sonrisa burlona ante el chillido incrédulo de su hermana.—Ni siquiera lo pienses Callista, yo...— ¿Qué piensas hacer Tina? Si no quieres casarte con él...—Pareces muy preocupada Callie.La aludida hizo una mueca ante la afirmación de Valentina a la cual no sabía cómo responder.
—Eres mi hermana —respondió con rapidez—, es obvio que me preocupes.
Valentina esta vez no ocultó su desdeñosa sonrisa.—Ya, claro que es por mí.—Si que es por ti ¿Por quién más sería si no?Valentina entornó los ojos con fastidio.— ¿Quieres que lo mencione?— ¿Qué piensas hacer entonces? —cambió el tema drásticamente.Ella cruzó las piernas arqueando una de sus finas cejas en su dirección.
— ¿Qué sugieres que haga?Callista se encogió en hombros.—Es tu decisión.Pero aquello no era del todo cierto, Valentina sabía que la última palabra la tendría 135 por eso precisaba deshacerse de ese malhumorado cambiaformas.—Esta hecho Valentina —dijo Theo entrando en la sala interrumpiendo cualquier cosa que estuviera a punto de hacer—, el viernes será oficialmente tu compromiso.Callista palideció visiblemente ante la noticia y Valentina simplemente asintió como siempre que su padre abría la boca.
La mayor estaba irritada, enojada y aunque lo evitaba no podía negar lo obvio, estaba celosa, le gustaba ese cambiaformas que le estaban imponiendo a su hermana y a pesar de que no quería casarse nunca ya que era una decisión tomada en el pasado gustosa iría a la guillotina que era el matrimonio solo por él.En silencio suplicó que Valentina no aceptara casarse sin embargo eso no pasó.
—Vas a acompañarme a mi compromiso, ¿Verdad hermanita?Callista asintió sin ninguna expresión en su cara mientras que por los momentos Valentina fingía estar feliz.*
—Theo tiene algo Rosie —soltó el cambiaformas nada más al llegar al lado de su hermana—, averiguó sobre el día que tu llegaste a ese laboratorio, si bien era cierto que su labor ya no era solo crear bestias se habían propuesto como ya sabes a hacernos máquinas de matar, entonces que mejor que crear a su propia incubadora, una hembra extremadamente fuerte como uno de nosotros que pudiera darnos crías, para eso no requerían a una humana, necesitaban una igual sin embargo ellos sabían de por sí que las hembras cambiaformas se les dificultaba concebir.
Fue allí cuando a uno de ellos se le ocurrió experimentar con el feto desde el vientre de su madre...Rosie lo miraba perpleja en su sitio, 135 no hablaba demasiado pero esta vez parecía tan absorto a su relato que apenas podía creer que se trataba del mismo macho al que estaba acostumbrada.—Nuestra madre estaba embarazada Rosie, de ti y... Theo asume que la secuestraron para experimentar contigo.Él la escuchó balbucear antes de soltar la primera palabra.— ¿Cómo es que sabe esto Theo Kafieri? ¿Le crees?—Decía la verdad, podía sentirlo, además me dijo que había descubierto muchas cosas cuando había ayudado a Adriano.—135, no me gusta esto ¿Por qué no hablas con Wraith? Estoy segura que si se lo pides el buscará otro investigador incluso mejor que ese griego —Y ese precisamente era el problema, 135 nunca pedía absolutamente nada y no empezaría ahora—, no tienes que casarte solo por conocer un pasado del cual no tenemos ni idea, puedes tomar el nombre que quieras, si te preocupas por lo que me dijiste la otra noche sabes que siempre voy a estar contigo, tienes una familia y esa soy yo... y también tus sobrinos.135 la miró con una emoción que caló por completo el alma dulce de Rosie y sin nada que decir la abrazó con calidez causando que a su hermana se le llenaran los ojos de lágrimas. Rosie le correspondió con dulzura sintiéndose querida en los brazos de alguien que no fueran sus hijos.—No puedo Rosie, no me harás cambiar de opinión.Ella suspiró rendida, así era 135, terco.—Pues entonces que así sea, te apoyaré en la decisión que tomes.135 respondió con una sonrisa ladeada.—Es bueno escucharlo porque, necesito que ayudes a mi compañera en eso del compromiso he escuchado que las mujeres cercanas de ambas familia deben participar.Realmente apenas y había escuchado decir eso a Katryna, en cuanto le había comentado que iba a casarse la rubia se emocionó tanto que había llorado lo que casi causa un enorme lío entre Rich y él, Afortunadamente April había intervenido alegando que quien había causado las lágrimas de Katryna no había sido 135 sino que se debía a su depresión postparto.—No la llames tu compañera, sabes muy bien que no lo es aunque te cases con ella —alegó Rosie con el ceño fruncido—, puede que le ayude, pero ten claro que lo hago por ti.Él asintió y entonces una vocecita se escuchó en el pasillo antes de que la perteneciente de aquella dulce voz hiciera su acto de presencia 135 se levantó del sofá de un salto. Próximo a eso Sarah entró a la sala con una enorme sonrisa en los labios que se congeló en el instante que sus ojos azul agua se posaran en la gran contextura de 135.De pronto él macho supo que desde ese preciso momento sería esclavo de esos ojos, nunca había visto nada más hermoso que su sobrina, desde ese momento prometió cuidarla.El macho contempló aturdido el par de ojos color aguamarina que lo miraban fijamente sin perderse ningún detalle de sus duros rasgos, su pequeña boquita se había abierto levemente ante la perturbadora presencia masculina que estaba justo delante de ella. Con rapidez movió su cabeza en dirección de Rosie ocasionando que su rubio cabello chocara contra su delicada mandíbula.Su ceño se frunció al ver la cercanía de su madre con el macho y se cruzó de brazos pidiendo una explicación silenciosa.A 135 le causó una gracia voraz al sentir el olor de los celos proveniente de la pequeña Love, sintiendo una ternura infinita quiso abrazarla y enterrar su cara en los dorados rizos pero pronto descartó eso, si se atrevía Sarah estaría demasiado asustada como para querer conocerlo.Se sorprendió a sí mismo por la mezcla de sentimientos que ella le había despertado de pronto así que movió la cabeza tratando de aplacar todos esos locos pensamientos, le estaba pasando lo que le sucedía con el resto
Callista lo miraba sorprendida en silencio.¿Había escuchado realmente eso?¿Ese cambiaformas había dicho que ellos iban a casarse?¡Como si eso fuera a pasar! Ella era una mujer libre y no se parecía en lo absoluto a su hermana, no iba a dejarse manipular ni iba a salir corriendo.Caminó a su alrededor, su pecho estaba agitado y eso no podía evitarlo, admitió que estar cerca de ese hombre era perturbador y excitante a la vez, 135 era grande, serio pero tan malditamente caliente como el infierno.Sin duda la tentación de cualquier mujer que posara sus ojos en él.— ¿Qué te hace creer que yo quiera casarme contigo? —Se atrevió a decir luego de una guerra de miradas—. Nada me obliga a hacerlo.Ella estaba enfrente de su espalda y con la uña de su dedo índice rasguñó la piel detrás de su cuello.Lo sintió estremecerse entonces sonrió con picardía sintiéndose juguetona.Rápidamente 135 se dio la vuelta tomándola por sorpresa en sus brazos pero esto no borró la sonrisa de sus labios por e
—Señora —dijo una masculina voz tras ella—, aparte de ser la mano derecha líder de la manada L’enfer o su beta, también soy el protector de las damas en peligro como usted, así que sígame, le diré dónde se quedará hasta que su compañero venga por usted y la reclame —añadió en tono jocoso una vez que ella se dio la vuelta—, soy Danger por cierto.Él le guiñó un ojo con coquetería pero Callista no sentía ganas de bromear en ese momento.—Yo soy Callista.—Oh, yo sé perfectamente quién eres cariño.Él le sonrió antes de comenzar a caminar.Dejándola atrás.¿Qué quería decir con eso?¿135 le había hablado de ella? No era posible, ella no era nadie para él.*135 juró que no había visto nada más hermoso que Callista en vestido de novia, un instinto posesivo lo golpeó dejándolo casi sin aliento, quería marcarla, besarla y hacerla completamente suya y eso no se trataba en lo absoluto con el trato de su padre, él quería convertirla en su compañera a como diera lugar, era por ello que había da
Se sentía como una prisionera.¿Cómo había sido tan estúpida para casarse con ese cambiaformas? Se había metido en un problema por culpa de su desaparecida familia sin embargo mentiría si dijera que no estaba preocupada por Valerian. Era algo extraño lo que sentía por él, se sentía débil ante su esencia pero juró por Dios que una vez él estuviera de vuelta le pediría la anulación del matrimonio, de igual manera ellos no habían tenido intimidad.Callista suspiró alzando la vista entonces se dio cuenta de que frente a ella estaban un grupo de cambiaformas gruñendo, se encontraban inquietos y ella sintió curiosidad de lo que pasaba.—Ni un paso más pequeña hembra.Estaba tan ensimismada que ni siquiera se había percatado que comenzaba a caminar hacia los hombres, se dio la vuelta y encaró al cambiaformas que le había hablado con una voz tan amenazante.—Detesto que me traten como a una presidiaria, no tengo nada que ver en la desaparición de Valerian —Gruñó mordaz al hombre que ni siqui
Un día antes—Voy a sacarte de aquí, mi amor lo juro.Justo al pronunciar esas palabras las luces se encendieron y reinó el caos, en menos de un pestañeo estaba Theo frente a ella proporcionándole una cachetada, 135 rugió furioso soltándose las cadenas que lo frenaban.— ¡Esta maldita perra nos traicionó! — ¡Suéltala!Theo se giró hasta él como si se acordara recientemente que él estaba allí entonces esbozó una macabra sonrisa que lo dejó helado en su sitio.—Al fin se te cumplió el deseo bastardo, aquí está tu madre pero ¿Adivina qué? No vivirá lo suficiente como para contarte que fue lo que pasó con ella.Fue allí cuando le disparó haciendo que el corazón de 135 se detuviera.Tan rápido como eso otro disparo resonó y 135 se dio cuenta que la ayuda había llegado, pero demasiado tarde.— ¡Lleven a la mujer rápido! —Gritó Hunter para después mirar a 135—, estamos aquí 135 no hay nada de qué preocuparse, ella estará bien, lo juro.Asintió sintiéndose mejor, eso esperaba.*Actualmente
Callista se tensó visiblemente pero él no se detuvo.Su juguetona mano se deslizó por dentro de sus bragas tocando con deleite el botón de su placer, involuntariamente ella se arqueó buscando más de sus caricias pero su boca solo pedía su liberación.—Juro por Dios que no lo sé 135, yo no sé nada de... ¡Oh, Dios! —Gimió al sentir su dedo introducirse en su interior sin reparos.Callista se mordió el labio tratando de no dejarse llevar por sus impulsos, debía odiarlo por no creerle pero su cuerpo respondía a cada caricia de la cual él era responsable.135 por otro lado vio su gesto y no pudo más, besó su boca con alevosía descubriendo lo dulce que era ella y cuanto quería poseerla.El aroma de su pasión lo estaba enloqueciendo.Maldijo mentalmente y la soltó.Ella era pura tentación pero él no sería tan estúpido en caer otra vez por ella, la deseaba no obstante eso no lo detendría, obtendría la verdad de sus labios.Para sorpresa de Callista 135 se sentó en la cama a un lado de ella, e
— ¿Qué piensas hacer con ella? —Preguntó Katryna desviando la mirada hacia la morena sentada a unas mesas lejos de ellos sola.Enseguida la rubia sintió pena por ella y se dijo que luego iría a hablarle pese a todo el mal humor que cubría a uno de sus mejores amigos.135 pareció meditar su pregunta y antes de responder dio un largo sorbo a su bebida.—No voy a hacerle daño si es lo que crees —Respondió con voz ronca mirando a Katryna—, voy a hacer que se lamente por lo que causó y que ella misma me pida que la lleve a la cárcel.Rosie y Katryna se miraron frunciendo el ceño.—No estoy de acuerdo Valerian, deberías romper los papeles de compañeros, llevarla a la cárcel y hacer que pague lo que ha hecho —dijo ahora su hermana—, no me fío de ella.135 negó con la cabeza.—No, por ahora no haré eso, es mi decisión.—No lo sé, hay algo extraño —apuntó Katryna—, no tengo idea de qué pero lo hay.—De lo único que estoy segura es que ella es una perra sin corazón y pienso hacerle la vida impo
¡La había llamado traidora frente a todos!No le había creído que ella no sabía nada ni de su tío ni de su hermana y en la mañana al llegar al comedor la había dejado en una mesa sola para irse con un par rubias que de vez en cuando le lanzaban miradas frívolas y envenenadas, sin contar que cuando había ido a pedir su comida ni siquiera las cocineras le habían dirigido la palabras, todas la habían esquivando como si tuviera algo contagioso y cuando finalmente alguien se acercaba a ella llegaba él llamándola traidora.Bastardo.—Camina.—Estás comenzando a fastidiarme.135 arqueó una ceja y un poco de su furia aplacó en su mirada.—Oh, no he empezado todavía cariño.Callista tembló levemente porque sabía que era real, 135 no amenazaba en vano.—Alista tus cosas, vamos a vivir en el bosque, espero no te moleste —lo último lo dijo lleno de sarcasmo.—Supongo que no te importa mi opinión, así que me la reservo.—Cuanta razón tienes.Callista lo fulminó con la mirada pero enseguida fue a s