Maddox Prescott es el segundo hijo del macho alfa de su manada. El rebelde, el desordenado, el de carácter difícil y actitud arrogante. Aunque su padre era el alfa y Eric, su hermano mayor, el beta, él era el lobo más peligroso y astuto de su grupo. En una manada de lobos tradicional, en tiempos de paz, un lobo con esas características era echado del grupo o él se iba por su cuenta para formar su propia manada. El problema era que estaban siendo acechados por fanáticos exterminadores de lobos, por eso Armand Prescott, su padre, no podía darse el lujo de perder a más machos. Además, las hembras fértiles escaseaban. La mayoría habían sido asesinadas en la gran masacre de lobos años atrás. Las que quedaban estaban destinadas a los alfa o betas, otros lobos no podían pretenderlas o eran asesinados. Alana O’Hara vivió toda su vida en una isla junto a una familia humana. Era una loba fértil que no estaba vinculada a ninguna manada. Cuando Maddox llegó a su isla en busca de los fanáticos exterminadores la conoció y enseguida la quiso para él. Pero no era el único lobo que la pretendía, lo que desató una competencia sucia y desleal por conquistarla. Él estaba dispuesto a tenerla sin importar lo que tuviese que hacer para ganarla, aunque no solo debía defenderla de otros machos, sino de un peligro mayor que amenazaba con exterminar a toda su raza. ¿Quieres saber más?
Leer másMaddox entró en la habitación. A pesar de encontrarse las luces encendidas, no se oían movimientos.Él sabía que Alana estaba adentro, tranquila, podía presentir su presencia y sus emociones. Al llegar a la cama la vio acostada de lado, sin zapatos y por completo dormida.La agitación que había tenido esos días por lo sucedido en la isla y en la mansión la dejó agotada.Apagó las luces y se quitó los zapatos para acostarse junto a ella, también de lado y de cara a la loba. La observó con detalle mientras dormía, fascinado por su respiración serena.Como tenía el ceño fruncido le acarició con delicadeza la frente con un dedo hasta lograr que se relajara. Luego no pudo evitarlo más y continuó repasando su bello rostro con delicadeza.La hizo sonreír dormida y hasta susurrar su nombre en medio de un gemido. Eso lo hizo sentirse poderoso.Ella pensaba en él, soñaba con él, lo deseaba de la misma forma en que él la deseaba, era más que evidente.Allí estaba frente a su hembra, una que habí
Maddox entró al hotel hallando a Kyle en la recepción hablando con Ryan.—¿Qué sucede? —preguntó al acercarse y ver que ambos tenían expresión preocupada.—En Sutton atacaron la colonia de los Barrett —confesó Ryan—. Hablé hace unos minutos con Kurt y me informó que se están refugiando en las montañas. También detuvieron el barco pesquero donde trabaja Spencer, piensan que los delataron.—¿Qué sucedió en la colonia de los Barrett? —quiso saber él.—Destruyeron todas las casas y se llevaron detenidos a muchos de los humanos porque están solicitados por la policía en otras ciudades de Maine, en Sutton se escondían para evitar sus condenas. Buscaban específicamente a Gunter, a Igor, a Tanner y a Mortimer, justo a los cuatro lobos del grupo. Kurt les alertó a tiempo porque un policía amigo le había pasado la información, son los militares quienes hacen esos allanamientos, no la policía.—¿Los del G24?—A esa isla fueron tres avanzadas del ejército —reveló Kyle—. Me enteré que dos de ellas
Maddox regresó al hotel con los miembros del equipo de Kyle. Eric se quedó en la mansión intentando mediar con su padre, para él era imprescindible hacerlo entrar en razón.Al llegar al estacionamiento su rabia se desató al ver a Aaron esperándolo, con la parte baja de su espalda recostada en la carrocería de su convertible.—Maldito hijo de puta —mascó mientras bajaba de la vans y se aproximaba a él.Aaron se incorporó para enfrentarlo, podía sentir la energía de su lobo a pesar de que lo contenía al encontrarse en un lugar rodeado por humanos.—Así que por fin despertaste —dijo a modo de burla, pero a Maddox no le resultó gracioso. Le estampó un puñetazo en la cara que por poco lo tumba al suelo.—Eres un miserable traidor.Aaron se limpió la gota de sangre que salió de su boca y lo miró con enfado.—Nunca imaginé que la situación interna de la manada Prescott fuese tan conflictiva. Ustedes supuestamente son un ejemplo a seguir según el consejo de lobos.Maddox sonrió con ironía.—¿
Alana se encontraba en el hotel tratando de controlar su ansiedad. Había querido ir con Maddox a la mansión de los Prescott, pero él no se lo permitió. No quería exponerla.Odiaba estar encerrada, no se le daba bien esperar a que otros resolvieran los asuntos que podían afectarla, pero comenzaba a entender que aquella situación era demasiado compleja.Tanto, que le costaba entenderla, sobre todo, las reacciones de los demás.—Va a estar bien —le aseguró Kyle al aparecer en la terraza donde ella se encontraba.—Armand es un lobo perverso —se quejó, ceñuda y cruzada de brazos.—Más que un lobo, yo lo considero un zorro. Astuto y aprovechado.—¿Perteneciste alguna vez a su manada?—No, por suerte. Mi familia formaba parte de una manada ya extinta que estuvo ubicada al oeste de Maine, en Jackman, muy cerca de la frontera con Canadá.—¿Se extinguió hace veinte años, por la gran masacre? —preguntó curiosa.—No. Se extinguió tiempo después, por la segunda gran masacre que han estado cometien
La mansión Prescott estaba misteriosamente silenciosa. Todas las ventanas se hallaban cerradas y las luces internas se encontraban apagadas. Como si adentro no hubiese nadie, pero ellos sabían que la manada se hallaba allí, podían sentirlos.El exterior estaba iluminado aunque desértico, solo podía verse a algunos guardias rondar los alrededores, muy atentos a ellos.Además de miembros de la guardia de Armand, reconocieron a lobos de otras manadas. Eso puso a Eric en alerta.—Papá no está solo —dijo, y repasó los alrededores con recelo.—Lo sé. El muy cobarde quiere evitar que lo rete a un duelo, se aferra al liderazgo de la manada como puede.Eric miró a su hermano con precaución mientras entraban a la casa. ¿De verdad Maddox estaba dispuesto a enfrentar a su alfa esa misma noche? ¿Tan enfadado se encontraba que no hallaba una solución menos violenta a aquel problema?Él todavía no terminaba de convencerse. Una revuelta en la manada no le resultaría beneficiosa. Si su padre ganaba, l
Maddox quedó impactado por lo que Casey le contaba, eso cambiaba toda la situación referente a ella. Incluso, referente a él.No solo debía rechazar por completo a su manada desafiando al alfa por su predestinada, convirtiéndose así en un lobo solitario, sino que tenía que imponerse como alfa de una manada nueva cuanto antes.Esa sería la única forma en que podía proteger a Casey para que los de su raza no la pisotearan. Ni a ella ni a su predestinado.—¿Ryan lo sabe?Ella negó con la cabeza.—No lo entendería. Ni siquiera Alana entiende bien lo que significa estar contigo, solo actúa siguiendo sus instintos.—Casey, Ryan tiene que saberlo.—¿Por qué? No es un lobo, no va a comprender mis sentimientos, pensará que soy una loca obsesiva y lo que hará será alejarse de mí. Los humanos no sienten igual que los lobos.—Entonces, ¿vas a rechazar tu vida como loba y a arriesgarte a estar fuera de una manada por un humano que podría nunca interesarse en ti?Los ojos de Casey se empañaron con
Kyle interrumpió el momento íntimo porque la urgencia de la situación lo ameritaba. Armand ya los había ubicado y envió a una comitiva en busca de Casey.—Eric está en la recepción con Williams y Troy. No piensan irse de aquí sin Casey.—Casey no quiere estar con su padre —acentuó Alana.Maddox estaba furioso por toda la confusión que se desarrollaba a su alrededor. No comprendía lo que había hecho aquella loba.—¿Dónde está Casey? —preguntó hacia Kyle.—En la habitación de los humanos.Maddox gruñó inconforme y se dirigió a ese lugar en busca de su hermana.—No la obligues a volver —pidió Alana apresurándose por alcanzarlo.Kyle se dirigió a la recepción para esperar junto a Eric.—No quiero hacerlo, pero mi padre tiene derechos sobre ella.—¡Ya es una adulta! —exclamó Alana ofendida. Maddox se detuvo para encararla.—Es una loba que forma parte de una manada y nuestras reglas de convivencia son diferentes a la de los humanos, necesito que lo comprendas —recalcó con severidad—. Negar
Los llevaron a un hotel que pertenecía a un amigo de Kyle. El hombre ya tenía preparada habitaciones para todos ellos.Aquel era el punto de encuentro que habían acordado al salir de la mansión, donde se reagruparían para viajar todos juntos a Augusta.Owen ya había llegado con Casey y con el grupo de humanos, les habían cedido habitaciones para que descansaran mientras esperaban la llegada del resto.Aunque Maddox se encontraba más tranquilo, gracias a la cercanía y a las caricias de Alana, perdiendo el brillo rojizo en sus ojos, se mantenía en alerta.Todo lo miraba con recelo, como si desconfiara hasta de su sombra.—¿Cómo lograste contactar a Kyle? —quiso saber mientras la vans se acercaba al hotel.—Casey nos dio su número de teléfono —respondió Alana.—¿Casey sabía lo que pasaba?—Ella nos ayudó a salir de la mansión —confesó Ryan—. Es más, se vino con nosotros porque no quiere que la vendan en la Gala de las hembras.Maddox se frotó la frente con una mano, en señal de preocupac
Los lobos retrocedieron y bajaron el rostro con sumisión. La fuerza de autoridad de aquel macho alfa era superior a la de su líder.—¡Fuera de aquí! —exigió él con furia, viéndolos correr para alejarse.Al entender que el peligro dejaba de rondarlos, Alana se acercó al lobo.—Maddox, ¿estás bien? —preguntó tomándolo por un brazo.Su contacto lo estremeció. Él enfocó su atención en ella, la loba no pudo evitar observar dominada por la impresión sus ojos enrojecidos.—¿Qué ocurre afuera? —quiso saber él, al escuchar disparos y gritos.—Tu amigo Kyle hace un alboroto para llamar la atención de los guardias de tu padre y así darnos oportunidad para rescatarte y escapar de aquí. Armand te sedó y encadenó a esta cama desde que llegamos de Harrington y no nos permitía venir a verte.—Quiere tomar a mi hermana como su hembra —completó Ryan para pinchar más la paciencia del lobo—. Y a nosotros nos va a exiliar a la isla de Peaks para que no lo molestemos, ignorando todo lo que está pasando en