Maddox Prescott es el segundo hijo del macho alfa de su manada. El rebelde, el desordenado, el de carácter difícil y actitud arrogante. Aunque su padre era el alfa y Eric, su hermano mayor, el beta, él era el lobo más peligroso y astuto de su grupo. En una manada de lobos tradicional, en tiempos de paz, un lobo con esas características era echado del grupo o él se iba por su cuenta para formar su propia manada. El problema era que estaban siendo acechados por fanáticos exterminadores de lobos, por eso Armand Prescott, su padre, no podía darse el lujo de perder a más machos. Además, las hembras fértiles escaseaban. La mayoría habían sido asesinadas en la gran masacre de lobos años atrás. Las que quedaban estaban destinadas a los alfa o betas, otros lobos no podían pretenderlas o eran asesinados. Alana O’Hara vivió toda su vida en una isla junto a una familia humana. Era una loba fértil que no estaba vinculada a ninguna manada. Cuando Maddox llegó a su isla en busca de los fanáticos exterminadores la conoció y enseguida la quiso para él. Pero no era el único lobo que la pretendía, lo que desató una competencia sucia y desleal por conquistarla. Él estaba dispuesto a tenerla sin importar lo que tuviese que hacer para ganarla, aunque no solo debía defenderla de otros machos, sino de un peligro mayor que amenazaba con exterminar a toda su raza. ¿Quieres saber más?
Leer másRyan logró salir de la habitación de Casey sin que lo descubrieran por las cámaras de seguridad. Una de sus mejores habilidades era pasar desapercibido. Se le daba bien esconderse y ser discreto.Al llegar a la habitación de su padre, el resto de la familia se encontraba sumido en la incertidumbre.—¡¿Qué pasó?! —quiso saber Alana al correr hacia él.El hombre sacó del bolsillo trasero el papel que le había dado Casey.—Tenemos una dirección y un teléfono. Podemos contactar esta noche al amigo de Maddox y prepararlo para nuestra llegada.Ella le arrancó el papel de las manos para leerlo, demostrando ansiedad.—Tenemos que sacar a Maddox —dictó la loba.Ryan sacó la medicina y la jeringa.—Denisse dejó esto para ti. Dice que tú sabes para qué usarlo.Alana tomó el frasco con sumo cuidado y sonrió.—Esto podría despertar a Maddox —expuso con los ojos brillando por la emoción.—Aunque lo despertemos, será muy difícil sacarlo de la habitación sin que lo noten las cámaras de seguridad —exp
Alana y todos los humanos que se encontraban en esa mansión se reunieron en la habitación que le cedieron a George y a su hijo.—No debieron ofender al alfa mientras nos hallábamos bajo su techo —se quejó George.—Él tiene la culpa por la forma en que nos trata y nos engaña —rebatió Alana.—Aunque tenga la culpa, debieron medirse. Ahora de seguro nos sacará mañana mismo de esta casa —dedujo el hombre.—¿A dónde iremos? —quiso saber Neris.—El alfa quiere llevarnos a la isla de Peaks, donde tiene una casa.Neris y Logan compartieron una mirada incómoda.—¿Vamos a viajar en avión otra vez, papá? —quiso saber Keenan.—No lo sé, hijo. Mañana nos dirán —respondió George, tratando de calmar la agitación de su hijo.Keenan, al sentir los nervios de los otros, se inquietaba también.—Yo no pienso irme de aquí sin Maddox —dictó Alana.—Tú no vendrás con nosotros, hermanita —aclaró Ryan con tono irónico y caminando de un lado a otro con nerviosismo.—¿Cómo que no iré con ustedes? —preguntó la l
Ryan y Alana encontraron a Owen en la sala jugando videojuegos con Neris y Logan y con las gemelas Joline y Jodie. Lo tomaron por un brazo y se lo llevaron arrastras hacia la terraza para contarle lo sucedido con Eric.—Podemos decir que intervine uno de los teléfonos de la casa para hacer la llamada —prepuso Owen.—Esta gente debe tener las comunicaciones controladas, descubrirán fácil que nunca nos comunicamos con Sutton a través de los teléfonos fijos de la mansión —dedujo Eric.—¿Y si decimos que le quitamos el móvil a Casey y de allí hicimos la llamada? —propuso Alana.—No vamos a meter a Casey en esto —sentenció Ryan con determinación, eso molestó a Alana.—¿Por qué, es una forma de salvarnos?—A Casey no la vamos a involucrar y punto —dijo con mayor firmeza, irritando a la loba y confundiendo a Owen.Alana estaba a punto de rebatir sus palabras cuando de pronto apareció Armand con Eric y con dos de sus guardias.—Mi hijo acaba de informarme lo que ustedes averiguaron de Sutton
Ryan ayudó a llevar a la cocina los utensilios usados durante la merienda. Se emocionó al ver allí a Casey, que daba instrucciones a la cocinera de lo que debía preparar para la cena.Ella notó su presencia, captaba su cercanía gracias a su intenso aroma. Eso la inquietaba, aunque procuraba ocultarlo.Él, sin embargo, no disimulaba su interés por ella. Se aproximó con lentitud mientras esperaba a que terminara la conversión para hablarle.—Hola —saludó él cuando Casey se encontró sola.—Hola —respondió la loba con cierta timidez.—Cumples muchas funciones en esta casa, desde estar pendiente de los niños hasta ocuparse de la limpieza y la comida.—Es parte del trabajo que nos corresponde como hembras de la manada.—¿Y no haces otras cosas? ¿Cómo divertirte, estudiar u ocuparte de algo que te distraiga?Ella sonrió con pesar.—Me distraigo con los quehaceres, es entretenido.Él asintió, creyendo descubrir lo que sucedía. Esa mansión parecía haberse detenido en el tiempo. Vivían en la ép
Antes de marcharse, Aaron le facilitó a Ryan su teléfono móvil para que se comunicara con Kurt en Sutton.El lobo le informó que se les estaba haciendo difícil moverse por la isla, ya que había sido tomada por la policía del condado. También había presencia de militares, quienes averiguaban sobre la muerte de los mercenarios.A pesar de esa situación, los lobos pudieron recorrer la zona de la cueva sellándola al aplicarle puntos de soldadura a la puerta, pero al sumergirse en la montaña encontraron una segunda entrada oculta en una grieta, mucho más pequeña que la anterior.Esa se encontraba cerrada con gruesos candados y no se escuchaban ni olían vampiros en las cercanías, pero en los alrededores hallaron pruebas de que allí habían llevado animales.En algunos árboles se veían atadas cuerdas y se divisaban estiércoles de vaca, caballo, cabras y hasta de gallinas diseminados en los alrededores.Pero lo que les resultó más alarmante, fueron las garras marcadas en la piedra de la entrad
Al salir hacia el estacionamiento, Aaron se encontró con Ryan y con Owen, quienes se hallaban entre los autos.—Mira quien apareció —se burló Owen.—¿Qué hacen aquí? —quiso saber Aaron, al notar que actuaban de forma sigilosa.—Tú nos dejaste aquí. Estamos sobreviviendo —respondió Ryan.El lobo apretó el ceño. Se percató que todos lo culpaban de traición.—Cuando llamé a esta manada antes de que llegáramos a Harrington, mi intención era que ayudaran a Maddox, porque no estaba bien cuando salimos de Sutton. Nunca imaginé que los tendrían en estas condiciones.—El alfa quiere enviarnos lo más pronto posible a la isla de Peaks, sin Alana. Ni siquiera ha comentado ese plan con ella.—¿Ella no sabe del traslado?—No. Ni sabe que el alfa la tomará como una segunda esposa. Dice que es una hembra alfa y que su puesto está a su lado, liderando la manada.Aaron se alarmó por aquella noticia. Si bien se había enterado que algunos alfas tenían a dos o tres esposas con la finalidad de tener más hi
Aaron quedó impactado al encontrarse con Alana, pero aún más, al ver su rostro transfigurado por la rabia y la decepción.—Espera, hablemos con calma. El alfa podría presentir tu estado y saldrá para doblegar tu ira.—Ese alfa y todos los alfas del mundo pueden irse a la mierda. Son todos unos mentirosos y unos opresores, además de unos traidores. Como tú.Él la observó desconcertado un instante, luego recordó que para evitar que Maddox ganara y se quedara con la hembra saboteó su huida avisando a su manada lo que había sucedido, logrando que los esperaran en Harrington cuando llegaron en la avioneta desde Sutton.Él pensó hacer presión para que Freddy la reclamara y ella terminara con los Browner, pero no imaginó que la loba decidiría irse con los Prescott solo para estar cerca de Maddox.El esfuerzo que había hecho no valió de nada. Al final, igual se quedó sin una hembra que lo ayudara a alcanzar la libertad.—No los traicioné. Maddox estaba muy mal y es un alfa con un temperamento
Aaron decidió visitar Portland para reunirse con los Prescott y hablar de lo sucedido en Sutton. Desde que habían regresado de la isla, Maddox no respondía ni sus mensajes ni sus llamadas.No sabía nada de Alana ni de su familia, tampoco de lo que debían hacer para solventar la problemática desatada en aquella región.Freddy Browner estaba enfocado en resolver los problemas con la policía, recuperar las cosechas quemadas, mantener la seguridad de la manada y cuidar de los humanos que habían sido atacados.Cuando él lo abordaba para hablar de Sutton esquivaba la conversación con alguna urgencia, comenzando a irritarlo.Armand lo recibió en su despacho.—¿Cómo están las cosas por Ashland? —quiso saber el alfa.—Por ahora, tranquilas. Freddy intenta recuperar las cosechas.—Me alegro. Yo le ofrecí mi ayuda, pero el muy orgulloso no la quiere aceptar.—Tiene todo lo necesario para realizar el trabajo y ha contratado a nuevo personal humano.—Tiene que mantener la vigilancia sobre ellos y
George ayudaba a recoger lo usado para el desayuno cuando Armand apareció en el comedor.—No necesita hacer eso.—Estoy acostumbrado a hacerlo cada mañana, me siento inútil si no colaboro —respondió con una sonrisa.—¿Sus hijos no le colaboran? —preguntó con recelo, notando que ni Ryan ni Keenan estaban en los alrededores.Ni siquiera Alana, a quien le correspondían las tareas domésticas en la mansión por ser una hembra. Esa loba tenía mucho que aprender.—Claro que me colaboran. Todos ellos me ayudan a mantener la casa y sacar adelante la granja. Es un trabajo en equipo.—¿En equipo? Pero hoy lo veo solo a usted.Él sonrió divertido.—No lo hacemos todos a la vez, nos turnamos. Hoy me tocó a mí.George se sintió incómodo con aquella conversación. Armand Prescott era un tipo acostumbrado a mandar y ser obedecido, a que le sirvieran y atendieran cada uno de sus caprichos como si fuese un rey, ¿qué iba a saber él de trabajo en equipo?—Quería hablarle de una posibilidad que estoy desarr