Héctor la hundió en la oscuridad, La obligó a crecer y a huir por su vida... Ahora Héctor ya no está, debería ser libre, pero la libertad no es tan fácil de conseguir... Muchas cosas han cambiado, Ahora los amigos se vuelven enemigos, Ahora todo es más difícil y peligroso. Ahora debe enfrentarse a una guerra entre El pasado: amistad, amor, cariño y comprensión. Y el presente: el cautiverio y la destrucción de todo el amor que alguna vez se tuvieron. ¿Qué será más fuerte?. ____________________________ Segunda parte de ROSAE: de su propiedad.
Leer másAmbos se miraron en ese silencio incómodo, él no sabía que decir, ella ya había expuesto sus razones, había hecho más que eso, le había abierto los ojos sobre una realidad que el odio y la decepción le habían hecho olvidar, y es que en todo ese tiempo ella estuvo sufriendo, se lo había demostrado la primera vez que se volvieron a ver, el miedo en sus ojos lo decía todo, además, se lo había confirmado el doctor.« Tiene cicatrices en la espalda, unas que una vez fueron heridas muy profundas, también indicios de violaciones...»Eso le había destrozado, le había hecho pedazos y como resultado había levantado un lado que él desconocía, porque iba a hacer de todo por salvarla, iba arriesgarse por salvar a su reina.La segunda vez que la vio fue a una distancia prudente, por primera vez había vivido de cerca lo que ella estuvo viviendo en su cautiverio. Los golpes de ese animal, su maldito verdugo. Era gracioso decir eso último, ahora él ocupaba su lugar, él era quien la estaba matando en v
Con toda la pena del mundo Florence se acercó a Ronal, el pelinegro ya se había despedido de la señora de antes y ahora aguardaba en su despacho la elección de Regina. Había elegido cada vestido sabiendo que había algo especial en cada uno, ya fuera el color, el modelo, etc. En su mente todavía existía la creencia de que conocía su estilo, sin entender que en casi dos años habían pasado tantas cosas que no solo cambiaba el físico, también el estilo y el pensamiento.Con tres toques y un «pase» la morena se adentró en ese oscuro espacio de la casa. Había una clara diferencia entre cuando lo utilizaba Fernando y ahora que era de Ronal, el padre pretendía vivir como si fuera normal, como si fuera una persona más de ese mundo, pero Ronal no ocultaba en nada en qué se había convertido, observabas el lugar y todo indicaba que era un adicto al trabajo, el arma a su derecha solo demostraba la dependencia y la confianza que la tenía, el paquete de tabaco siempre a la izquierda, acompañado por
Por alguna razón esa mañana se levantó con un ardor en el pecho y un sabor amargo en la boca. Sin querer al abrir los ojos pensó en René, la imagen de su hermana se dibujó en su mente ahogando su corazón en restos de vidrios rotos. Con la imagen de René también apareció Nicky, implantando en ella el deseo de saber aunque fuera arriesgado si de verdad ellas estaban bien.Las lágrimas bajaron por sus mejillas como cascadas tibias mientras se mordía los labios para no tener que emitir sonido alguno, pues si algo estaba claro era que en la puerta seguían esos malditos guardias.El sentimiento de anhelo era el que más aborrecía, odiaba recordar lo que ya había perdido, odiaba desear volver a tenerlo, pues dolía la agonizante verdad, y era que nada nunca regresaba.Recordó con dureza la última vez que esos ojos hermosos la sonrieron, el último abrazo, las esperanzas de poder salvarlas. Esa mañana golpeó con fuerza su pecho, aún más con la imagen de Héctor asegurando que el trato ya estaba h
Will jugaba con unos muñecos viejos de colección matando el tiempo mientras esperaba al pelinegro. Esos muñecos eran una manía para el difunto Fernando, ese viejo tenía la manía de siempre tenerlos en orden y mantenerlos lejos de las manos ajenas. Cada figura era una representación de un personaje importante en la historia, desde exploradores, soldados, dirigentes y reyes, todos hechos a petición propia.En su mano sostenía la figura de Colón, recordó sus años de escuela y lo poco que le importó saber de ese hombre, ni siquiera se acordaba de su gran aportación, si es que la tenía. Bajo la figura estaba escrita su aportación pero solo la removía de un lugar a otro marcando el ritmo del reloj.— ¿ Qué haces aquí...?— cuestionó el pelinegro entrando al despacho. Su intensa mirada se quedó en las figuritas de su padre, las cuales ahora estaban desordenadas, haciéndolo mostrar su enojo con una mueca muy descriptiva.— Aparte de aburrirme con las figuras de tu padre...— Deberías dejarlas
«— No, no, por favor Kim, puedo hacerlo...» ¿ Servía de algo suplicar?. Había suplicado desde el inicio y en ningún momento Kim llegó a sentir empatía.«— Tú no lo entiendes pero es lo mejor...»«— ¿ Lo mejor para quien...?» se abalanzó sobre ella, agarrando su camina con tanta fuerza que pareció querer ahogarla. « No es lo mejor para nadie, porque yo solo quiero corregir errores...«— Ya viene, Regina...»«— Por favor...»«— No lo compliques, es lo mejor...»«— ¡ Deja de decir eso!»«— Estás enferma si crees que podrás ser ma...»— ¡Noooo!... Déjame serlo, yo puedo...— susurraba entre sueños mientras sus mejillas se mojaban de lágrima. — Nadie lo sabrá...— al decir eso abrió los ojos en ese espacio solitario que había visto en el último mes, el lugar al que parecía acostumbrarse por momentos, incluso ese techo agrietado ya no le daba la sensación de que se iba a caer, salvo los días en los que se levantaba agitada debido a las pesadillas, que eran muy frecuentes y siempre girando alr
Cerró los ojos dejando salir el humo antes preso en sus pulmones. Fumar se estaba volviendo un vicio casi insuperable y aún más con la situación que estaban viviendo.Le frustraba haber visto esa imagen de su reina, esa versión tan destrozada y sin poder ir a ella, porque eso significaría retroceder en su proceso de evolución, debía dejarlo pasar ¿ Pero cómo? ¿ Cómo se podía dejar pasar tantas cosas?...«— Las pesadillas son el reflejo de nuestros miedos, de esas situaciones que nos superan y somos incapaces de resolver...» las manos que sostenían las suyas en esa noche de lluvia eran las más suaves que había sostenido, eran fragiles, al igual que esos ojos marrones. « Puedes sostener mi mano si llegas a tener otro mal sueño...» ella era dulce, por eso no hacía más que enamorarse de su inocencia. Esa noche se había escabullido de los instructores del camping hasta llegar a él, pues sabía que Ronal tenía un problema cada que dormía fuera de casa y dormir en una tienda solo, en el bosqu
La oscuridad nubló sus ojos, no era capaz de ver pero siguió corriendo, siempre acelerando sus pasos, huyendo de un monstruo que no lograba ver pero sentía...Corrió buscando una salida a esa línea recta que parecía no tener fin, los lados estaban cerrados, en cada mural, la imagen de un recién nacido...La tormenta, la lluvia golpeando con fuerza su cuerpo, que cubría a esa vida inocente, y es que era inocente.Los ojos se sentían cada vez más cerca, oía los gritos, la aterraban, la lastimaban y ahogaban en un solitario bosque. Quería pedir ayuda, debía hacerlo pero lo malo de huir era el no poder confiar en nadie, estaba sola.Trató de huir pero solo cayó a un hueco en medio del camino, un vacío en el que unas manos trataban de atraparla, de llevarse lo único que le quedaba, de matarla...«¡ Nooo!...» gritaba sin voz aterrada por las voces que la cubrían, las risas, el llanto de un niño, el dolor...— ¡ Noooo!... ¡ Por favor!... ¡ No lo haga!.... ¡ Aaaah!...Sus gritos se lograron
Abrió los ojos en esas cuatro paredes, observando el techo agrietado que tenía sobre ella, teniendo la sensación de que éste se caía. Parpadeó un par de veces antes de suspirar con fuerza y sentir un par de punzadas en sus muñecas, ardían, esas cadenas habían dejado una líneas abiertas en su piel, casi en el lugar de la marcas de su intento de suicidio.— Siempre podrá ser peor...— se dijo como un lema que practicaba con la pelinegra, siendo una manera de ver con indiferencia las dificultades del momento.Bajó de esa cama con las piernas algo temblorosas, pues al haberse limpiado notó las heridas que se había provocado en el momento de la huida. Ingresó al cuarto de baño, tratando de no fijarse en los detalles, pues iba a irse muy pronto, o de eso se convenció.El agua siempre había representado calma para ella, pero esta vez no, se sintió como una tormenta, trayendo recuerdos dolorosos. Acarició su piel como no se había atrevido antes, tantas cicatrices la destrozaban, aunque no más
No era su primera reunión con los hombres de negro que tenía a ambos costados, pero igual seguía sin aguantar verlos por mucho tiempo. No eran muchos, después de todo solo era una simple formalidad, tratarían de un par de cosas y se irían.Ronal se conocía a todos los presentes, no por presentación sino por investigación. Sabía que algunos llevaban ahí mucho tiempo, como el caso de Darien, que había iniciado desde muy pequeño. Al oír ese nombre y ver el rostro del pelirrojo no podía evitar sentir las ganas de mandarlo a otro mundo, porque podían sentarse en la misma mesa pero no borrar el pasado. Algunos recién ingresaban como él, por circunstancias inesperadas u obligación, así conoció a Tom, Robert y Apolo, quienes seguían tratando de adaptarse a la nueva situación. No todos los días te enterradas del legado de tu familia.El viejo Silver, uno de los pocos sobrevivientes de la masacre, ocupaba su lugar de siempre, manteniendo un rostro serio que mostrarle a los nuevos, a todos excep