Sipnosis. Amar. Una corta palabra para todo lo que conlleva. Un año de mi vida, lo perdí amando a la persona equivocada. ¿Qué hacemos cuando lo que damos no es suficiente para recibir lo mismo devuelta? ¿Qué hacemos cuando amar se convierte en un dolor punzante e incesante? Desearía regresar el tiempo atrás y no amarte como lo hago. ¿Pero a quién engaño si con cada día que pasa solo tú estás en mi mente? ¿Desde cuando amar se ha vuelto tan caro? Ahora me toca pagar el precio alto de esto, de ese sentimiento. Mirándome al espejo repito una y otra vez en voz alta el mantra que me acompañara de por vida: - "No más amor Krista".
Leer másLa mano de Lucca se instaló en mi brazo y con una mirada llena de fuego y ruego, hablo: — No vayas a él. Quédate conmigo. No me gusta estar en estas situaciones, no me gusta sentirme acorralada. Ahora en estos momentos de mi vida mucho menos, cualquiera me diría que Lucca es sin duda la opción que debo tomar, pero no se trata solo de eso. Yo no me siento en condiciones de vivir un romance, solo he vivido uno solo una vez en mi vida y me ha dejado destrozada de miles de maneras. Ha sido sin duda trágico. — No…Mis palabras quedaron a medio terminar, Lucca me ha jalado a él, me sostiene entre sus enormes brazos y su boca se une a la mía en un acto al que puedo llamar, desenfreno absoluto. Su beso es voraz, es tal cual un agujero negro que consume todo a su paso. Estás sensaciones que creía muertas, surgen con gran arrebato robándome más de un suspiro. Me siento como una persona que lleva tanto sin comer y cuando ya tiene un bocado en su boca siente que no puede saciarse tan fácilm
El camino a casa fue tranquilo, Marco iba informando a Lucca una que otra cosa de vez en cuando y mi vista estaba fija sobre el camino.Ver el lindo paisaje citadino nocturno me hacía tener un poco de paz. Mi cabeza estaba doliendo un poco, pero no le tome importancia, quizás es mi hora de comer. O quizás aún sigue rondando en mi mente la pesadilla de esta mañana, más que una pesadilla es el recuerdo vivido de hace seis años cuando mis papás murieron. Mi madre siendo la única hija de Giann Coppola, se fue en un viaje a la Toscana para nunca más volver a su casa. Ella solía decir que apenas conoció a mi padre, Máximo Di Santis, quedó prendada de él. El amor fue mutuo, para su suerte y ambos hasta se casaron a escondidas. Al poco tiempo llegué yo a sus vidas, para mí amado abuelo eso fue la mayor deshonra para su familia, su única hija quien estaba prometida en matrimonio para otra familia adinerada de Roma, había preferido hacer su vida en la clandestinidad con un don nadie. ¿Les su
Capítulo XXII: “Un sí, o no”Narra Krista. Como si fuesen cosas planeadas por el mismísimo diablo, afuera en el estacionamiento el carro de Lucca estaba justo a unos cuantos más del de Alessandro. Lucca, quien estaba callado, al verlo comenzó a decirme un montón de cosas que me costó un instante entender. — Eres una irresponsable, chantajear al doctor para que te diera rápidamente el alta es algo muy bajo. ¿Te importa poco tu bienestar? No te has recuperado aún, mira tu cara aún se ve demacrada. Le di una mirada asesina, ¿Cómo se atrevía a decir estas cosas frente a todo el mundo? Bueno no, exactamente frente a Alessandro, aunque no creo que desde aquí escuché algo, su auto se encuentra algo alejado del nuestro. Gracias a Dios Lucca no sabía de mi enfermedad aún porque si no también lo ventila a los cuatro vientos. — ¿Qué estás haciendo Lucca? — Juzgando tus malas decisiones. — respondió sereno.— Bueno si sigues dándotelas de rey justiciero, no dudaré más en llamar un taxi e ir
— Máximo y Cristina han muerto en un accidente señor. No no no… Mi corazón comenzó a latir rápido, podía sentir como cada pedacito intentaba mantenerse a flote, mis ojos decir que están empapados en llanto es poco. Mi mente se fue de vacaciones dejándome en la vasta soledad de un futuro incierto. Mamá, papá… Mi cuerpo quería estallar, sentía la necesidad en mi de llorar y hacer que el mundo me escuchará, pero mi mundo a partir de ahora está solo, no hay nadie. — ¿Qué hacía mi hija con el imbécil de Máximo? ¿Qué? Nunca en la vida había escuchado a Giann Coppola casi perder los estribos, es bien sabido que odia a mi padre, pero nunca lo había expresado a los cuatro vientos. Siempre había sido un hombre implacable y frío, pero jamás tonto. De pocos o nada de sentimientos. No es precisamente la figura perfecta de un abuelo. No lo es. Cruel y despiadado. Son las únicas palabras con las cuales se le puede describir. El hombre que está allá dentro con él puedo jurar que tiembla al igua
Alessandro solo podía asentir a cada acusación que salía de la boca de Verónica hacia Krista, en sus pensamientos rondaba lo ocurrido hace cinco años cuando tuvo a Maximiliano en sus brazos por primera vez y también tuvo la obligación de pagar cinco millones de dólares. Ella sin compasión alguna le había vendido a su hijo como si se tratara de una cosa insignificante. No le importo en lo más mínimo el bienestar de Maximiliano. Ahora, quizás había vuelto para tratar de buscar venganza contra él y matar a Maximiliano deliberadamente. El corazón de Alessandro se enfrió tanto que era capaz de congelar todo a su alrededor. Se prometió que más nunca sería blando, al menos no con Krista. — Ella siempre ha tenido un corazón frío, no debería de sorprenderme. Aunque ahora debería cuestionarme si en verdad tiene un corazón. — Espeto Alessandro furioso. Todos en la sala de espera seguían mirando a Krista con ojos acusadores, no podían entender como una mujer con una apariencia casi angelical
Alessandro suspiro de alivio cuando al fin vio a Maximiliano, él se encontraba entre los brazos de su irresponsable madre así que Alessandro de inmediato lo tomó de sus brazos sin siquiera mirarla. Él lo abrazó fuerte y reprimió el llanto que quería salirse de lo más profundo de su alma herida. Sabía muy en el fondo que esto también era su culpa. Él también era culpable por creer en ella. Una mujer que desde hace tiempo es fría y sin sentimientos. Krista al sentir el vacío en sus brazos volvió en sí una vez más, preocupada por Maximiliano. Vio al pequeño dormido entre los brazos de su padre quien no se molestó en mirarla ni una vez y salir de ahí con el niño. Ese gesto de abandono le dolió en el alma, pero también sentía alivio. Maximiliano se pondría bien. Él simplemente la dejó ahí. Ella sabía que se lo merecía, muy en el fondo lo sabía. Solo que no esperaba que Alessandro sólo la ignorara. Su corazón roto, no podía romperse más. ¿Verdad? Ya nada proveniente de Alessandro
Algo me obligó a abrir mis ojos de nuevo para ver entre flashes como Alessandro entraba al tanque. A mi mente se vino un recuerdo de hace exactamente seis años atrás. Sollozos involuntarios salieron de mis labios y mis ojos se encontraban empapados en lágrimas. No puedo evitar llorar. Todo es tan igual. Hace seis años atrás perdí a mis padres en un accidente automovilístico, a raíz de eso, no sé por qué razón, mi familia, bueno la familia Coppola se fue en mi contra. Mi abuelo me echó de la casa y prometió desligarse de mi muy pronto. Asegurando que todo había pasado por mi culpa. Flashback — Eres una desgracia para esta familia, me temo que si sigues en nuestra casa pronto otra persona perecerá por tu culpa y no estoy dispuesto a tolerar ninguna otra pérdida. Acabo de cumplir mis veinte, acabo de perder a mis padres y ahora también la casa donde vivíamos. — Abuelo por favor.— suplique. — Yo no soy tu abuelo, tu no eres nada para esta familia. Largo de aquí. Me a
Gracias a que no había nadie puedo ver y pensar con claridad. El cuarto de vigilancia se encontraba apartado de todo, pero estaba abierto así que entre en este y volví a ver el vídeo donde podía ver a mi pequeño Maximiliano buscarme desesperado. Antes de ponerme a llorar, ví unos portaplanos acomodados sobre un archivero, los tomé y cuando los saqué casi se me escapa un grito de alegría. Este descubrimiento era como encontrar agua en un desierto. ¿Cómo no pensaron en esto antes? Se trataba de los planos del edificio. Estaban actualizados por lo que marcaba cada lugar que tenía cámaras y por supuesto los que no, sin esperar mucho les tome fotos y se las envié a Alessandro y a Lucca. No recibí respuesta inmediata de ninguno y el sol ya se estaba poniendo, justamente ahora no puedo quedarme a esperarlos. Habían muchos puntos ciegos pero comenzaré con el último dónde se vio a Maximiliano por última vez.Tengo una pista y debo seguirla antes de que sea tarde. Pronto se pondrá totalmen
Después del mal rato con el intento de actriz mi cuerpo entró en una especie de reposo que me hizo darme cuenta del hambre voraz que tenía. Mi estómago está gruñendo como una bestia furiosa y ya comienza a doler un poco. — Peque, ¿Me acompañas abajo? Él asintió y ambos tomados de la mano nos fuimos al piso de abajo donde seguramente encontraría a Lucca. Llegamos y solo me encontré con Marco, su asistente. Maximiliano se veía cansado y no querría tener que sacarlo fuera de la compañía. — Hola Marco, ¿puedes hacerme un favor? Pensé que me encontraría con Lucca aquí, pero, no está. — Sí claro señorita, el señor Di Santori me ordenó que cualquier cosa que usted me pidiera la hiciera. Él sonrió amable así que lo guíe a la oficina de Lucca. — ¡Muchas gracias! Bueno ya sabes, estoy ahorita muy ocupada y ni tiempo me ha dado de almorzar, por favor ¿puedes cuidar de Maximiliano unos minutos mientras salgo por unas cosas? — Me pones en una situación difícil, nunca he cuidado de un niño.