Antonella Adatto, una sufrida y traumatizada mujer divorciada cuya vida a sido marcada por la violencia, ha decidido tomar las riendas de su vida despues de años de maltratos, negandose al amor para siempre. Giancarlo Coppola, un millonario hombre solitario de caracter frío, eternamente enamorado de una mujer que murío años atras, ha descubierto el amor de nuevo en aquella mujer prohibida; la ex esposa de su hermano. Dos almas rotas que buscan consuelo al dolor de su alma. Un amor prohibido entre un hombre y su ex cuñada. Un camino lleno de dolor y crueldades por superar. Un ex marido que buscara recuperar aquello perdido y sera capaz de llegar hasta las ultimas concecuencias para evitar que su ex mujer encuentre la felicidad en los brazos de su hermano. El divorcio que abrira las puertas a una herida mujer que buscara ser feliz a toda costa. Despues de un divorcio, se puede ver la luz al final de un doloroso camino. Acompañame a leer esta hermosa historia
Leer másAntonella:Las cosas que me ha contado ese hombre han sido terribles, pero ahora comprendo las razones que tiene Giancarlo para sentirse así, Giovanni estaba tan sorprendido como yo, y yo, simplemente Sali de allí tan rápido como pude, no he logrado comunicarme con Giancarlo, tiene su celular apagado, seguramente esta demasiado ocupado con sus pendientes, y quizás es mejor que no le cuente nada de lo que he averiguado, aunque admito que me duele que me oculte una cosa así, realmente, no se ni que debo pensar al respecto, han pasado solo unas horas desde que me entere de la verdad y no se como debo sentirme o como debo reaccionar al respecto.Giancarlo:Me siento hecho una furia, tan es así que realmente no puedo ni me quiero controlar. Se demasiado bien de que se trata todo este repentino interés después de tantos años, y esos regalos supuestamente desinteres
Giancarlo:Antonella esta rara, es como si me escondiera algo y si intento preguntar me advierte que no está para interrogatorios. Lo único bueno de hoy que fuimos donde Michael para que nos diga que todo está bien y que en unos días los sentiremos. Porque lo del sexo de los gemelos vamos a dejarlo como para nuestro aniversario de relación, es decir al día siguiente de la vendimia, ella lo decidió sin consultarme, pero mejor no la contradije porque me vio con mirada asesina si protestaba.Al final me pidió quedarse en casa de su madre porque deseaba ponerse al día con ella tal vez hasta ir de compras. Me ha dejado de lado. Aprovechare para hacer una visita pendiente, una que espero que me de la paz que estoy buscando.Antonella:Hace tiempo que no venía a la casa de los Spencer, la última vez fue cuando Alondra me hizo queda
Hola mis lectores, quiero pedir una disculpa si no he subido actualizaciones, e estado ocupada con cuestiones familiares, a partir del lunes retomo la actualizacion para el final de esta hermosa historia, gracias por su paciencia. Espero puedan comprender que la situacion se fue de mis manos y por ello les ofreco una disculpa. Espero sus comentarios y esperen tambien una nueva historia que pronto estara disponible en la aplicacion, se que han preguntado pro las actualizaciones pero hasta hoy tuve tiempo de avisar, nuevamente espero comprension y amor, de verdad una gran disculpa por las molestias que esto genero, no era mi intencion fallarles. Yubel.
Adam:Antonella sale más temprano de lo habitual y también al irse, siempre se va antes que llegue Giancarlo. Estoy segura que ese par a discutido por algo lo peor es que ninguno de los dos se abre. Antes ella lo hacia pero desde lo sucedido con Teodora le cuesta confiar, no hay necesidad que lo diga sus acciones lo muestran. Tal vez ya no esta tan contenta aquí y quiere irse, después de aquello quien no. Todos conocíamos la historia entre Giancarlo y Teodora, ninguno fue digno de advertirle.—Chau Adam, te veo mañana. – Se despide igual que todos los días.—Antonella ¿Podemos hablar un momento? – Le pregunto.Duda un momento: Está bien.—Acompáñame al otro salón. – Le indico, no es bueno discutir esto en público.—¿Qu&ea
Antonella: Desde la operación Giancarlo a estado serio y extremadamente sobreprotector. No entiendo el motivo, mi madre dice que es por el embarazo sin embargo antes no estuvo así, sin olvidar esos obsequios que llegan a los bebes. Quiero reclamarles a los de la tienda y exigir saber quien los envía porque puede ser algún loco, Giancarlo no deja. Según él porque son tonterías sin importancia, lo peor es que sospecho que conoce al misterioso remitente. Supongo que no tendría que preocuparme pero me es molesto. Lo que ha sido más difícil en este tiempo es tener quieto a Giancarlo, es peor que niño chiquito. Desde la operación si no esta a mi lado saca loco a Adam para ver las cosechas. Al menos ya tomo de nuevo el interés en el trabajo porque Adam me conto que desde que me fui su único plan era como comunicarse conmigo y solucionar todo, después cuando se entero que iba a ser padre se leyó todos los libros sobre paternidad, cuidados en el
Giancarlo:Despierto y lo primero que busco con la mirada es a Antonella o a Adam.—Hasta que por fin despiertas. – Escucho una voz indeseable.—¿Qué haces aquí?— Mi tono es molesto.—No deberías alterarte luego de una operación, es riesgoso. – Por desgracia tiene razón.—¿Qué quieres? Hasta donde recuerdo usted y yo no tenemos ningún parentesco. – Le contesto.—Negar lo innegable. Mírate, eres igual a mi. – Me dice.Me rio: Yo no le quite su herencia a nadie, ni abandone a una mujer embarazada y menos a mi hijo. Tampoco soy un golpeador.—El enojo se ve en su rostro.—Son situaciones que ameritaron dichas acciones. – Se justifica.—No me interesa
—Giovanni. – Sospechaba que se sentía culpable pero no estaba segura. —Me daba asco y para intentar olvidar volvía al causante de mis explosiones; el alcohol; para coronar te fui infiel con Alexandra, ella me decía que me aceptaba tal cual era, que no cambiara. Yo caí, Pero el remordimiento no me dejaba tranquilo e intente cambiar sin embargo al final volví con Alexandra y acabe con lo único bueno que tenía… Tengo miedo de hacer lo mismo con Laura. – Me cuenta. —Cuando empecé con Giancarlo tuve mucho miedo, aún lo tengo aunque a menor escala. – Le confieso. —¿De qué? Él se ve un buen sujeto. Hasta ahora van bien. – Me dice. —Al principio no lo conocía, temía equivocarme de nuevo, de que me golpeara o engañara. Luego al descubrir mi embarazo no me sentía capaz de protegerlos. Hasta ahora sigo teniéndolo. Si los perdiera esta vez, me muero, no lo soportaría. – De pensarlo se aguan mis ojos.
Antonella: La boda fue sencilla, fuimos a los juzgados con parte de mi familia y vino Adam junto a su familia, no puedo olvidar a Clarisse y Bradley que se ofrecieron a ser los padrinos y testigos. Giovanni no asistió para evitar incomodidades, aunque llamo para felicitarnos. Todo resulto bien ese día, aunque los nervios no faltaron. Tal vez no estamos del todo reconciliados siempre queda ese sin sabor sobre los sentimientos de Giancarlo sin embargo estar sin él es una tortura. Nos tomaron varias fotos en el juzgado tanto por un fotógrafo de ahí, más Adam y mi familia. Lo único que falto fueron las selfies pero no lo hicimos teníamos que ser serios. El resto del día estuvo tranquilo, se decidió ir almorzar a un bonito restaurante por la playa que contara con juegos para que los niños se diviertan. Lo que tuve que soportar durante la tarde fueron los comentarios ácidos de mi hermana, por lo visto nuestra sencilla bo
Bladley: No espere la visita de Giancarlo a estás horas y en especial sabiendo que esta con la pierna rota. De todas formas lo recibí, debe ser algo importante aunque no me imagino que. Por lo que sé Antonella y él se llevan mejor, al menos ya esta enterado del embarazo sin embargo no han regresado. Si viene a pedirme consejos es por gusto porque para esas cosas con mujeres como Antonella o mi Clarissita no soy muy bueno. —¿Qué te trae por aquí mi viejo amigo? – Lo saludo. —Necesito preparar mi testamento. – Su respuesta me deja frío. —¿Tu testamento? Hombre ni que estuvieras tan viejo casi somos de la misma edad además en unos meses vas a ser padre y bueno si eres paciente regresaras con Antonella. – No me esperaba que viniera hacer eso. —No bromeo y si te pido esto es por ellos tres, mis hijos y Antonella. – Si que esta preocupado, no entiendo la razón.