Giancarlo:
Despierto y lo primero que busco con la mirada es a Antonella o a Adam.
—Hasta que por fin despiertas. – Escucho una voz indeseable.
—¿Qué haces aquí?— Mi tono es molesto.
—No deberías alterarte luego de una operación, es riesgoso. – Por desgracia tiene razón.
—¿Qué quieres? Hasta donde recuerdo usted y yo no tenemos ningún parentesco. – Le contesto.
—Negar lo innegable. Mírate, eres igual a mi. – Me dice.
Me rio: Yo no le quite su herencia a nadie, ni abandone a una mujer embarazada y menos a mi hijo. Tampoco soy un golpeador.—El enojo se ve en su rostro.
—Son situaciones que ameritaron dichas acciones. – Se justifica.
—No me interesa
Antonella: Desde la operación Giancarlo a estado serio y extremadamente sobreprotector. No entiendo el motivo, mi madre dice que es por el embarazo sin embargo antes no estuvo así, sin olvidar esos obsequios que llegan a los bebes. Quiero reclamarles a los de la tienda y exigir saber quien los envía porque puede ser algún loco, Giancarlo no deja. Según él porque son tonterías sin importancia, lo peor es que sospecho que conoce al misterioso remitente. Supongo que no tendría que preocuparme pero me es molesto. Lo que ha sido más difícil en este tiempo es tener quieto a Giancarlo, es peor que niño chiquito. Desde la operación si no esta a mi lado saca loco a Adam para ver las cosechas. Al menos ya tomo de nuevo el interés en el trabajo porque Adam me conto que desde que me fui su único plan era como comunicarse conmigo y solucionar todo, después cuando se entero que iba a ser padre se leyó todos los libros sobre paternidad, cuidados en el
Adam:Antonella sale más temprano de lo habitual y también al irse, siempre se va antes que llegue Giancarlo. Estoy segura que ese par a discutido por algo lo peor es que ninguno de los dos se abre. Antes ella lo hacia pero desde lo sucedido con Teodora le cuesta confiar, no hay necesidad que lo diga sus acciones lo muestran. Tal vez ya no esta tan contenta aquí y quiere irse, después de aquello quien no. Todos conocíamos la historia entre Giancarlo y Teodora, ninguno fue digno de advertirle.—Chau Adam, te veo mañana. – Se despide igual que todos los días.—Antonella ¿Podemos hablar un momento? – Le pregunto.Duda un momento: Está bien.—Acompáñame al otro salón. – Le indico, no es bueno discutir esto en público.—¿Qu&ea
Hola mis lectores, quiero pedir una disculpa si no he subido actualizaciones, e estado ocupada con cuestiones familiares, a partir del lunes retomo la actualizacion para el final de esta hermosa historia, gracias por su paciencia. Espero puedan comprender que la situacion se fue de mis manos y por ello les ofreco una disculpa. Espero sus comentarios y esperen tambien una nueva historia que pronto estara disponible en la aplicacion, se que han preguntado pro las actualizaciones pero hasta hoy tuve tiempo de avisar, nuevamente espero comprension y amor, de verdad una gran disculpa por las molestias que esto genero, no era mi intencion fallarles. Yubel.
Giancarlo:Antonella esta rara, es como si me escondiera algo y si intento preguntar me advierte que no está para interrogatorios. Lo único bueno de hoy que fuimos donde Michael para que nos diga que todo está bien y que en unos días los sentiremos. Porque lo del sexo de los gemelos vamos a dejarlo como para nuestro aniversario de relación, es decir al día siguiente de la vendimia, ella lo decidió sin consultarme, pero mejor no la contradije porque me vio con mirada asesina si protestaba.Al final me pidió quedarse en casa de su madre porque deseaba ponerse al día con ella tal vez hasta ir de compras. Me ha dejado de lado. Aprovechare para hacer una visita pendiente, una que espero que me de la paz que estoy buscando.Antonella:Hace tiempo que no venía a la casa de los Spencer, la última vez fue cuando Alondra me hizo queda
Antonella:Las cosas que me ha contado ese hombre han sido terribles, pero ahora comprendo las razones que tiene Giancarlo para sentirse así, Giovanni estaba tan sorprendido como yo, y yo, simplemente Sali de allí tan rápido como pude, no he logrado comunicarme con Giancarlo, tiene su celular apagado, seguramente esta demasiado ocupado con sus pendientes, y quizás es mejor que no le cuente nada de lo que he averiguado, aunque admito que me duele que me oculte una cosa así, realmente, no se ni que debo pensar al respecto, han pasado solo unas horas desde que me entere de la verdad y no se como debo sentirme o como debo reaccionar al respecto.Giancarlo:Me siento hecho una furia, tan es así que realmente no puedo ni me quiero controlar. Se demasiado bien de que se trata todo este repentino interés después de tantos años, y esos regalos supuestamente desinteres
Antonella:Fui una vez una mujer sufrida que todo lo perdio por amor, fui una vez una mujer golpeada que estuvo a punto de morir en las manos de quien me juro eterno amor, esta es mi historia.Un año después de mi peor tragedia...Por fin tengo en mis manos el papel en el que se me informa que vuelvo a ser Antonella Adatto; conseguí el divorcio luego de una fuerte lucha y peleas legales. Desde esa noche he tenido que cuidarme la espalda por el temor de que él viniera y me golpeara hasta matarme. Estuve cerca de morir, pero sobreviví gracias a mis viejos vecinos, quienes detuvieron a mi actual ex esposo y llamaron a la policía, además, de pedir una ambulancia.Aún recuerdo el diagnostico; tuve fractura de cráneo, maxilar inferior roto y la nariz destrozada. Cuando a mi madre me vio por fin, no creyó que era yo; pens&oacu
—Lo lamento…— Sus ojos brillan intensamente. — Dame una oportunidad para recuperar tu amor…— me ruega. Noto el arrepentimiento en su mirada, cierto calor que no sentía desde hacía tiempo me invade.—Es tarde, el daño que hiciste es demasiado grande. ¿Acaso no lo ves? Quizás fue un error casarnos, tú puedes encontrar a otra persona con la que te comprendas…alguien mas a quien hacerle daño — digo con toda honestidad y ya con intención de irme de allí.—Tú eres la persona con la que deseo pasar el resto de mi vida— me dice con voz lastimera.—¿Qué hay de Alexandra? ¿Te sigues viendo con ella? — Lo cuestioné, sabía que así era.—Compréndeme, soy hombre, necesito satisfacer mis necesidades — me di
Antonella:—¡Felicidades, amiga! ¡Por fin eres libre! — Me felicita Alice al llegar.—Sí, lo soy. Gracias chicas, ustedes y mi mamá han sido un pilar fundamental en mi recuperación… — Les expreso mi gratitud.—¡Para eso estamos las amigas! —Dice Eri.—Además, teníamos que ayudarte… ¿Crees que íbamos a ser unas insensibles y dejarte sola? — Interviene Sandra.—Gracias a ustedes ahora tengo trabajo y un proyecto en puerta — continúo, realmente, todas ellas me han apoyado estos tiempos demasiado difíciles.—¡Vamos, ni que hubiese sido difícil! Siempre fuiste buena alumna, además que la imagen que dejaste donde trabajaste la última vez fue muy buena — agrega Alice.