— ¿Krista tienes todo listo?
— Sí, todo está quedando perfecto.— ¡Claro que sí! Si Alessandro no quita su cara de culo magistral que carga veinticuatro siete con esta sorpresa. Entonces nada lograría quitársela de la cara .Reí un poco, él tenía razón.Alessandro suele ser muy amargado en ocasiones, espero que hoy su carácter no salga a relucir. Sé que odia las aglomeraciones y lo despampanante en sí. Yo no lo culpo yo también, pero hoy es un día especial. Hoy aparte de ser su cumpleaños también es la celebración de nuestro aniversario.Hace unos días cumplimos un año juntos, pero hoy decidí organizar está pequeña reunión y aparte de esta sorpresa también tengo otra cosa que decirle.La decoración es ostentosa, tanto como sus gustos lo son. Aunque solo seamos cinco personas incluyéndolo a él ya que nuestra relación es aparte de prohibida, secreta, quise hacer de este día uno gigante e inolvidable.¿Será ya tiempo de decir abiertamente al mundo que somos pareja? ¡Que se jodan los que estén en contra! Yo solo espero y ruego al cielo que él esté listo.Bajo mi vista inconscientemente a mi abdomen, aunque es muy pronto para que se note lo que llevó allí, sé que es más que una muestra viviente de nuestro amor y razón suficiente para dar el siguiente paso.— ¡Es tiempo! Él ya llegó.Todos nos colocamos en nuestros respectivos lugares, yo en cambio me pare a un lado del ascensor.Este abrió sus puertas y de él salió el hombre que más amo en este mundo.Las luces se encendieron y:— ¡¡Sorpresa!!Mi corazón se hinchó de alegría cuando su sonrisa se ensanchó de oreja a oreja y es que no es para menos, somos las personas más importantes para él, quiénes estamos aquí para celebrar su día.Le abrazó y él correspondió mi abrazo sin dudarlo, no pudo evitar darme un casto beso frente a todos, son ellos de confianza siempre lo han sido.Mi cuerpo reaccionó a él como desde el primer día, las inmensas corrientes eléctricas se paseaban por todo mi cuerpo deseosas de causar una tormenta en mi.— Te ves muy hermosa hoy.— Solo para ti. – le susurré bajito. — Además también tengo un lindo conjunto debajo de la ropa.Ambos sonreímos y otro tierno beso fue depositado en mi mejilla, aunque una sonrisa adornaba el rostro de Alessandro siento que algo en él no anda bien. No se siente del todo a gusto.Aún así la noche pasó rápido entre juegos, cena y un par de brindis. Despedimos a tan solo nuestros tres invitados y quedamos solo él y yo. Era momento de saber lo que pensaba. O al menos intentar saber.— Está es la peor parte de las fiestas. Tener que recoger el desorden. — dijo él rompiendo el silencio y creciente malestar de mi mente.Este es el momento perfecto para intentar saber lo que piensa con respecto a los niños.— Jajajaja, aunque creo que son peores las que involucran niños. Imagínate tener que ir recogiendo por un lado y tener una cosita tremenda desordenando por el otro. Aunque sería algo tierno.Le comenté risueña, aunque el tono nervioso no abandonó mi voz.— Sí, es por eso que no quiero tener bebés jamás. Para cositas tiernas, ya te tengo a ti.Se acercó a mí y colocó un mechón de mi largo cabello detrás de mi oreja, mientras que delicadamente tomó mi rostro entre sus manos.>> Quiero que seamos solo tu y yo para siempre. Imagínate, viviremos vacaciones inacabables. Podemos viajar de un lado a otro sin preocuparnos por nada.Tomo mi cintura delicadamente, también alzo mi brazo e hicimos una especie de baile alrededor de la sala, rei un poco, se me vino a la mente intentar agregar algo más:— Unir nuestro amor mediante una boda sería una manera hermosa de un para siempre.Le dije bajito y bajando mi mirada con cierto temor a su respuesta, sé que teníamos quizás para muchas personas muy poco tiempo juntos. Que en un año es muy pronto para una boda, pero la verdad era que lo de nosotros es especial y verdadero quiero pensar, yo estoy perdidamente enamorada de él, creo pensar que él también siente lo mismo por mi.Él alzó mi cara tomándome por el mentón. Sus ojos verdes contrastando con la luz se veían hipnotizadores.Solo que lo que salió de sus labios mató toda y cualquier ilusión que estuviera creciendo en mi mente.— No es que no sienta nada por ti Krista. Solo que no quiero títulos en nuestra relación, cómo estamos, vamos bien. Estamos perfectos así, decirle al mundo que tenemos una relación es abrir la puerta a nuestra intimidad.Hace unos meses atrás esa confesión me hubiese encantado escucharla, me hubiera parecido tierna. Pero después de cierto tiempo juntos y por todo lo que hemos pasado esperaba al fin que sintiese lo mismo que yo, que se sintiera igual que yo. Con ganas de gritarle al mundo que nos amamos.Mi corazón comenzaba a resquebrajarse, lo sé, podía escucharlo. Mis oídos pitaban de una creciente rabia ligada a la decepción. ¿Cómo podría decirme eso?— Alessandro.Dije su nombre con mi voz suplicando en cada letra.— No, Krista. Cambiemos de tema mejor, ¿Porque celebrar mi cumpleaños? Te dije mil veces que este día no era precisamente mi preferido, no quiero recriminar nada, solo no lo hagas de nuevo. No me siento bien celebrando este día, no tiene nada de especial.— No Alessandro, no voy a cambiar de tema. No puedes huir siempre de las conversaciones importantes, ¿Porque estás tan renuente a anunciar que nos queremos?. Y bueno perdón por intentar hacer de este día uno diferente para ti.Dije en el mismo tono molesto que él utilizó conmigo.Su cara se volvió un poco más blanca de lo que ya era por un momento, solo para volver a retomar pero el color del creciente enojo, estaba tan rojo que cualquier persona que lo viera pensaría que se está muriendo ahogado. No entiendo porque es que se enoja tanto.Lo que me emputaba más de toda esta situación era que aún así se estuviera atragantando con las palabras era incapaz de decirme nada.>> Entonces ¿Qué quieres de mi? Juro que no te entiendo. Alessandro ¿Tu no me amas? ¿No es tu sueño formar una familia conmigo?— Hoy no Krista, hoy no.— ¡Al menos dime una m*****a vez qué es lo que sientes por mi Alessandro!Silencio, eso fue lo que recibí.Cuando utilizamos el silencio como respuesta es porque no tenemos nada bueno que decir para justificar nuestras acciones.Me dejó ahí en medio de la sala, sola, devastada y sin saber que hacer, escuché las puertas del ascensor ser abiertas y comprendí que a él simplemente no le interesaba yo en lo más mínimo y mucho menos le iba a interesar el ser que llevaba dentro de mí. Una semillita que creía sería el fruto de nuestro inagotable amor.¡Que tonta había sido al creer en eso!No entendí qué era lo que hoy no era. Mi corazón se encontraba ya roto, me fui directo a la cocina y tomé las dos copas de champagne que había dejado servidas para nuestro brindis más tarde. No iba a permitir que mi dignidad se siguiera yendo por un caño.¿Que creías Krista que una pobre niña ingenua cómo tú conquistaría el corazón de un estúpido Playboy, soltero ante el mundo y millonario?Pero si la respuesta es algo simple, no hay que ser muy inteligente para saber lo que pasa. No le estoy pidiendo mucho, simplemente que me ame como yo lo amo a él, pero a veces las cosas no son como se espera que sean.Debo aceptar que fui un capricho, un gusto más que se dió el lujo de tener y ya.Una lágrima traicionera se deslizó por mi mejilla, de inmediato la limpié.Si él no siente nada por mí, tampoco lo voy a obligar a hacerlo.¿Es muy difícil amarme?Supongo que sí.>> Me encargaré que no sepas más nunca de mi Alessandro Fiore y mucho menos del bebé que llevo dentro de mí, no rogare tu amor para nosotros, ni el tuyo ni el de nadie más.Tomé mi bolso y me fui de ahí.Me fui para siempre.**********Más tarde en la madrugada en un frío y recóndito bar de la ciudad de Roma se encontraba Alessandro, recordando con frías lágrimas la muerte de su madre. Había sido en realidad hace tanto tiempo, pero él seguía recordando como si hubiese pasado apenas hace un año.Cada año le dolía un poco más, solo por la irresponsabilidad de algunas personas él no tenía uno de los pilares importantes en su vida.Su ausencia se hacía notar mucho, es por eso que quizás no sabía cómo tratar a su amada Krista. Ella era tan obstinada, en realidad ambos lo eran.No sabía darle eso que ella tanto anhelaba. Pero la verdad era que él no veía su vida sin ella, si bien le aterraba traer un pequeño al mundo o en su defecto casarse, más le aterraba perder a la chica que es el amor de su vida.¿Por qué tanto interés de Krista en formar una familia?¿Que me ocultas Krista?¿Estás embarazada?Pensó.Negó con su cabeza sonriendo.El sol ya comenzaba a salir aunque el alcohol aún inundaba su sistema, sus pensamientos se encontraban en orden y ahora tenía varias preguntas que hacerle. Se apresuró a llegar a su departamento, debía disculparse con Krista y arreglar las cosas.Había decidido algo y eso era pasar el resto de su vida con ella.¿Es que era un idiota?¿Cuánto más iba a esperar para que quizás llegase otro y la arrebatará de su lado?Debía apresurarse.¿Qué era más romántico que pedirle a su amada matrimonio con unas cuantas copas encima? Después de todo vivían en la ciudad del amor, cualquier acto arriesgado y bienaventurado era una muestra gigante de amor.Cuando las puertas del ascensor se abrieron sólo la vasta soledad en aquel gigante penthouse lo recibió.Krista se había marchado.Pero no era muy tarde, tendría tiempo para buscarla directamente a la residencia estudiantil y pedirle de una buena vez que se casará con él. No iba a perder más tiempo. ************Era tan tarde cuando al fin llegué a casa, abrí la puerta, me adentré en mis pequeñas cuatro paredes y me senté a meditar mi situación. El pequeño apartamento que ocupo ya debo desalojarlo debido a que ya hace poco me gradué.No puedo simplemente quedarme aquí, todos sabrán de mi embarazo y es exactamente lo que no quiero que precisamente Alessandro sepa. Él ya dejó muy claro sus intenciones para conmigo y no quisiera que me obligase a hacer algo que no quiero con la luz que llevo en mi vientre.No voy a apagar su vida. Voy a tenerlo, debo irme de aquí y comenzar una nueva vida lejos de todo y todos.Cuando me puse de pie y comencé a empacar las cosas más importantes para llevarme una voz muy conocida para mí sonó a mis espaldas :— ¿De dónde vienes a esta hora de la noche? ¿Y porque tienes prisa en irte de nuevo?Me asusté tanto ya que estoy segura de haber cerrado la puerta.— ¿Qué haces aquí? ¿Quién te envío? Dile a Don Giann Coppola que yo estoy muy bien gracias, que aprecio mucho
Aunque me he mantenido al margen de todo y cualquier cosa que pueda decirle al mundo y más que todo a mi abuelo dónde estoy, justamente hoy me toca salir al exterior.¡Mi bebé ya viene!Han pasado ocho largos meses dónde nada ha sido fácil, golpe tras golpe me ha dado la vida.¿Que irónico verdad? Una vez que nos arriesgamos a algo esto termina muchas veces saliendo mal.Yo ame, ame con el alma. Me salió caro. Y aunque no me arrepiento de mi bebé si me arrepiento de la manera tan cruel en la que lo estoy trayendo a este mundo carente de humanidad.Las contracciones cada vez son más seguidas y el dolor es inimaginable e inaguantable, cada vez que siento que ya pararon viene una más fuerte y destructora.— ¿Cuánto tiempo tienes mamá?Miro a la enfermera con la cara más maquiavélica que existirá jamás, con toda la dificultad del mundo le respondo, después de todo está haciendo su trabajo:— Nueve meses.— ¿Y tú identificación y control del embarazo?— No tengo nada.Dije cortante ya que
Todos los invitados se encontraban ya cuchicheando entre sí."¿Quién es la madre?""¿Dónde está la madre?""¿Desde cuándo se convirtió en padre?"Esas y muchas otras preguntas se escuchaban en la sala, como si se tratase de una película dramática, la música también había dejado de sonar dejándole las puertas abiertas al misterio y también la libertad de escucharse a las voces osadas que se están encargando de esparcir veneno.El niño que se encontraba vestido con un lindo traje igual al de su papá pero con menor medida, estaba asustado. Lo sé podía verlo, su carita se escondía en su cuello quizás buscando su protección o esconderse de la vergüenza, lenguas y miradas viperinas de las "personas" presentes. La gente suele ser inescrupulosa, sin importarles nada observaban y hablaban de ellos sin tapujos. No sé por qué razón sentía en mí la creciente y fuerte necesidad de protegerlos a ambos.Él al ver que los periodistas presentes iban era a abalanzarse a ellos y que la gente no dejaba d
Aunque quería irme a otro lugar y despejar mi mente, lo mejor era irme a casa, ya estaba lo suficientemente hecha pedazos como para terminar de destruirme con alcohol. Solo veía al fin el momento de tirarme en mi cama a llorar. ¿Cuanto más daño podrías hacerme Alessandro? Supongo que nunca es suficiente para que cosas malas me pasen ¿Es una señal del destino? ¿Acaso la vida me está diciendo que no debo ir en contra de la marea? Una vez alguien me dijo que si desobedeces, cosas malas te pasan. A veces pienso que desobedecí al dios de las desgracias y este me estaba haciendo pagar cada cosa. Le pedí a mi chófer que me llevará hasta mi edificio y así lo hizo. Al llegar un hombre alto y bien vestido se encontraba en la entrada de la recepción, podía verlo debido a la transparencia de los vidrios. Baje del auto y camine despacio hasta ahí.La mirada del hombre se posó en la mía a través de los inmensos ventanales cuando repentinamente se dió la vuelta y se dedicó desvergonzadamente a
Mansión Fiore, Roma Italia. Verónica desde muy temprano se encontraba en la mansión Fiore, con una revista en una mano y un café de Starbucks en la otra, se encontraba con una sonrisa de oreja a oreja leyendo la candente columna de chismes del día después del banquete. Se sentía satisfecha ya que era ella de portada, en esa y otras revistas más su espectacular familia de tres abarcaban desde la portada hasta la página tres. Se fue directo a la sala pensando que si seguía así cómo iba, muy pronto todo sería de ella incluyendo a Alessandro. La imponente figura de Alessandro hizo acto de presencia en la sala y Verónica de inmediato se puso de pie. — ¿Qué haces aquí? Después de todo el acontecimiento de anoche pensé que no tendrías las agallas para venir. Le encantaba en extremo cuando su voz sonaba con ese toque de dureza, era su momento para ponerse en plan melosa y hablarle tiernamente. — Ale querido, Max anoche quería estar contigo. Me ll
Mi cuerpo duele tanto que me cuesta respirar, me siento tan cansada como si hubiese corrido mil maratones o me hubiesen dado una golpiza, aunque todo eso era nada con el calor que sentía mi corazón al tener a mi bebé en mis brazos. Darle de comer de mi pecho y ver y tocar sus suaves mejillas. Su pequeño rostro aún está grabado en mi mente como algo inolvidable. El tiempo ha querido borrarlo pero se lo he negado. La puerta de la habitación se abrió en cuestión de milisegundos y la sensación de vacío que me llenó al tener de un momento a otro mis brazos vacíos, bueno no tan vacíos, fue abrasadora. Mis manos sostenían unos papeles que decían con letras inmensas : "Proceso de emancipación finalizado" Las voces sonaban lejanas, mi vista se tornaba borrosa de vez en cuando y la habitación del hospital se convirtió en el quirófano donde había estado minutos antes trayendo a mi bebé al mundo, el dolor me estaba consumiendo, era aún más doloroso que unas contracciones ver en cortos flashes c
Llegué a las instalaciones de CoppoSan y fui directamente a registrarme bajo mi nombre encubierto. Me adentré y unas miradas curiosas se posaron en mí, quizás por mi fuera de lugar vestimenta, hoy decidí vestirme algo casual unos jeans claros ajustados al cuerpo acompañados de un crop top blanco y una chaqueta de cuero del mismo color con unas botas también blancas de tacón bajo. Mi figura resaltaba mucho. Aunque solía escuchar por ahí que más era mi cabello, este era rizado, de hecho muy rizado y largo, hasta mi cintura de un color negro natural. La recepcionista en especial, me miraba con desdén e inmenso fastidio. Fui directo a ella para preguntarle por la oficina de Lucca y así encontrar a su asistente. — Buenas tardes, vengo…— Antes de dejarme decir cualquier cosa ella habló interrumpiendo mi hablar muy descortésmente.— Al fin llegas Cristal— dijo viendo el pequeño gafete que me habían dado en la vigilancia que llevaba escrito mi nombre junto con la marca de visitante—, debes
El intento de actriz susurro algo en el oído de Maximiliano lo que hizo que este de inmediato hiciera amago por bajarse de su regazo y salir corriendo hasta donde su padre lleno de alegría diciéndole papá, acto que por supuesto Alessandro no pasó desapercibido y recibió a su pequeño gustoso. Era un padre amoroso y dedicado, supongo que el intento de actriz a de sentirse satisfecha por eso. No pude evitar que en mi corazón creciera ese mal sentimiento de envidia, la rabia y la frustración recorrían mis pensamientos como autos a alta velocidad, pero entre cuál era más persistente, ganaba el dolor, ese no se iba nunca, repetía y repetía las vueltas, unas más dolorosas que otras. Él tiene toda la felicidad que yo deseo tener, mientras él es feliz con su hijo, yo le rogaría al mundo, al universo y estrellas al menos dejarme pasar un día con el mío que sigue desaparecido en algún lugar. Baje mi mirada y estuve más que dispuesta a irme ahora sí, no soy tan masoquista como para seguir tort