Amanda Vértiz es una hermosa mujer que a sus 25 años no ha conocido el amor. Se ha llevado varias decepciones y eso la mantiene a la defensiva en el terreno amoroso por lo que la han catalogado como fría e insensible. Ella tiene una gran pasión, los eventos hípicos, participa en varios destacando por su disciplina, su entrega y su coraje. Ha quedado huérfana y heredera de una gran fortuna, aunque también heredó de su padre, la responsabilidad de cuidar y ayudar a su prima hermana, Elena, que es completamente opuesta a Amanda, libertina, rebelde, resentida y con un odio profundo hacia su prima que además es su albacea, por lo que tiene que someterse. Otro de los problemas que enfrenta Amanda, son los rumores que corren en torno a ella, la mayoría la cree lesbiana y eso no sólo le provoca coraje y desesperación, sino que además atrae la presencia de Andrés de la Ronda, un hombre de 34 años, plenamente vividos. Cuando Andrés y Amanda se encuentran, un sentimiento inexplicable surge en sus pechos, pero hay tantas cosas que los separan que constantemente están peleando lanzándose puyas, frases con doble sentido y mucha ironía. Más en medio de todo eso, el sentimiento que lo embarga es más fuerte cada vez y ninguno de los dos se atreve a dar el paso definitivo, ese paso que lo acerque y los lleve a la culminación de lo que están deseando hacer con todas sus fuerzas. ¿Será él capaz de derretir el hielo que cobija la sexualidad de Amanda? ¿Conocerá por fin la pasión la gélida amazona? ¿Cambiará Amanda a Elena o caerá la bella heredera en el desenfreno de su prima?
Leer másTuvo que hacer un esfuerzo supremo para no levantarse y correr a refugiarse entre sus brazos.Simplemente se puso de pie y volteó a verlo. Se veía más varonil y atractivo que nunca.—¿A qué se debe tu regreso…? ¿Olvidaste algo aquí…? —preguntó tratando de ser indiferente—No creí que tuvieras ganas de volver.—Perdóname, Amanda, he sido un perfecto imbécil, ahora lo comprendo. Me alejé porque creí que lo que se decía de ti era cierto tenía mis dudas para amarte. Néstor sabiéndolo me puso una trampa para demostrarme que si eras homosexual como se decía, por lo que no tenía ninguna esperanza contigo, ya que tú tenías tus preferencias bien definidas.Tu prima lo ayudó para enredarme y lo que escuché aquella noche, me convenció, mucho fue lo que me
—No… no quiero que te sientas presionado por mi presencia —dijo Elena, pensando más en los consejos de su prima sobre “lo más deseado, es lo más valorado”— no obstante, llámame y platicaremos, así te podrás desenvolver como siempre lo has hecho.—Te mentiría si te dijera que no me presionaría tu presencia, el sólo saber que estás sola y que yo estaré ocupado, me pondría inquieto —dijo él sujetándole la mano— gracias por tu comprensión y sí, te voy a llamar todas las noches para que no te olvides de mí.—¿Cómo podría si te voy a estar extrañando todo el tiempo? Cuídate mucho y piensa en mí.—Será imposible no hacerlo.Horas más tarde, en la intimidad de su recámara, comenzó a extrañarlo.Al
Nunca se imaginó que la tuvieran en ese concepto, porque nunca le importo lo que se hablara de ella. Ahora todo sería diferente, Amanda le había enseñado un mundo diferente, grato, amable en el que se sentía bien, él que se merecía, como se lo dijera su prima, y al que tenía pleno derecho.Esa noche durmió plácidamente, pensando en todo lo que debía cambiar, no sólo de su persona, sino de su comportamiento en general, ahora ya estaba convencida y no actuaba por imposición.El insistente sonar de su teléfono celular la despertó del grato sueño que tenía, se incorporó molesta pensando que de seguro era su prima la que llamaba para controlarla, ya no le molestaba aquello, por el contrario, si se preocupaba por estarla supervisando era porque le interesaba.Le gustaba saber que había una persona en el mundo que la amaba y buscaba su bi
—He sido un estúpido, por un momento pensé que podía estar equivocado, ahora me convenzo de que sólo me engañaba a mí mismo. Te juro que esto me está doliendo más que las otras veces, sobre todo porque se trataba de algo más maduro, más bello —dijo Andrés al momento mismo en que cerraban la puerta de su habitación.—Pues sí, pero la olvidaras pronto, al fin y al cabo, no es sino una mujer más en tu vida. Si quieres mañana mismo nos vamos de aquí, de esa forma ya no pensaras más en ella.—No, no nos iremos mañana, nos vamos ahora mismo, las cosas hay que arrancarlas de raíz y para siempre, prepara tus cosas, iré a despedirme de don Francisco —respondió Andrés con determinación.Al día siguiente Rojas les informo que de la Ronda y Néstor se habían marchado
Su boca se encontró en los lugares más íntimos, descubriéndole un mundo desquiciante de lujuria interminable que la motivaban a pedirle entre susurros apagados por lo enronquecido de su voz, que no parara, que continuara con aquel martirio que tanto le estaba gustando y del que nunca se imaginó que pudiera existir.El dique de su recato se había desbordado, dando paso a la mujer libre, temperamental e intensa que no conoce límites, que sabe luchar por lo que quiere y que no desmaya hasta que se siente plenamente satisfecha en sus anhelos.Cuando sus cuerpos se unieron en uno solo, ambos lo disfrutaron intensamente. Amanda se estaba convirtiendo en mujer en los brazos expertos de él. Andrés se daba cuenta que ella le estaba entregando la flor de su virginidad, ese tesoro guardado por largo tiempo, ese tributo que sólo se otorga por amor.Se portó tierno y cariñoso, dulce y su
—Qué bueno que pienses así, Leticia está enamorada de un muchacho que no tiene dinero, aunque ya terminó una carrera universitaria y quieren casarse.—¿Leticia...? ¿Mi hija...? No consentiré esa boda, por nada dejaría yo que se casaran… ¿Qué futuro les puede esperar sin dinero y sin...? —Francisco se había sorprendido y sin poderse controlar se molestó de verdad.—Tú puedes ayudarles, y si no lo haces lo haré yo, después de todo él es un profesionista que puede trabajar con nosotros… ¿acaso no siempre estamos necesitando personal preparado?—Es que... sí, como siempre tienes razón, nada ganaría oponiéndome, por otro lado, la felicidad de mi hija está por sobre todas las cosas. ¿Quién soy yo para saber qué será lo mejor para e
Amanda, casi no prestaba atención a las críticas que su prima hacía de las hermanas, estaba muy concentrada en sus reflexiones sobre el papel que estaba jugando en todo aquello.—Mira nada más a esa resbalosa, no sé cómo no puede comportarse como una dama. Prácticamente se le está ofreciendo a Andrés, es una descarada de lo peor, se comporta como una golfa —exclamaba Elena celosa de que Andrés y Patricia al platicar se divirtieran sinceramente—Es denigrante verla ir tras de él, lo está acosando, poco le falta para abrazarlo y besarlo.De regreso Elena volvió a acaparar a Andrés mientras que Amanda hábilmente se encargó de Néstor, ahora las dos hermanas platicaban despreocupadamente.Amanda notó cierta frialdad e indiferencia en Néstor y se conformó, por lo menos no tendría que responder a p
—Puedes confiar en mí y no necesito decírtelo. Si tienes algún problema y yo puedo ayudarte, no dudes en hablar —le decía Amanda al tiempo que con ternura le acariciaba la mejilla levantándole el rostro para encararla directamente.—Sí, tienes razón, no puedo dudar de ti… eres más que una hermana para mí… la verdad es que me siento desesperada, y la única que puede ayudarme ahora eres tú... —dijo la menor de las Rojas sintiendo que le faltaban fuerzas para seguir hablando.Leticia guardo silencio por un momento y Amanda comprendió que estaba tratando de darse valor para decir aquello que tanto la atormentaba, lo mejor era esperar a que se decidiera por sí sola.Por fin aspiro con fuerza y completamente decidida dijo:—¡Estoy enamorada! Sí, como lo oyes, conocí a un muchacho en una excursi&oacu
Amanda se comportaba como siempre, eso la confundió más aún, mil cosas pasaban por su mente. Se imaginaba a su amado platicando con su prima, diciéndole que amaba a Elena, y ella molesta lo había corrido de la fiesta, seguramente celosa de que no la prefirieran, ni con toda su fortuna.Estaba convencida que no podía haber sido de otra manera, Amanda no deseaba que ella fuera feliz, pero ahora si lucharía por su dicha.En la primera oportunidad que tuviera hablaría con Andrés y le diría cuanto lo amaba, le aseguraría que no habría nadie que los separara y que por su amor estaba dispuesta a todo.Cuando Amanda quisiera hacer algo por impedirlo ya sería demasiado tarde para cualquier cosa que intentara. Ella y Andrés podrían vivir su amor tan intensamente como lo desearan.Reflexionando sobre todo aquello, Elena no se dio cuenta de que