Eleonora Ambrose o "Nell", como prefería que la llamaran, vivía una vida feliz y cómoda como esposa amorosa y profesora. Desde joven tuvo una vida difícil, creció en un orfanato, anhelando el amor y la calidez de una familia. La enseñanza era su vocación, donde su pasión por ser profesora la llevo a conocer a quien se convertiría en su esposo, su compañero, Luther Jones, era el inicio de la familia que tanto deseo desde que tenía uso de razón. Así pasaron seis años en los que pudo disfrutar de esa sensación de tener un lugar al cual llamar hogar, pero, aunque no tenía quejas, las cosas no eran perfectas y hubo algo que cambio en su perfecto matrimonio. Convertirse en madre. Lo intentaron, pero ese sueño era cada vez más lejano y poco a poco el distanciamiento fue cada vez más perceptible, lo que hizo que la incertidumbre creciera, y que llevo a Eleonora llegar a una aterradora verdad. Su esposo la engañaba y lo peor, no lo negó, porque su amante le había dado lo que ella no, un hijo, puesto que estaba embarazada. Sola y destruida, no tenía nada más para continuar con su vida y decidida a dejar este mundo, algo se cruzó en su camino a acabar con todo, un niño que estaba a punto de ser presa de un accidente automovilístico. Salvar a esa niña, la salvo de alguna forma e hizo que el padre de aquella pequeña estuviera en deuda con ella y quien se convirtió en su oportunidad para empezar de cero, sin siquiera imaginarlo. Ninguno lo planeo, acostumbrados a navegar sin rumbo con sus sentimientos, pronto se darían cuenta de que el destino actuó, para llevar luz a sus vidas y sanar sus corazones a la deriva.
Leer másNell se instaló en la habitación de invitados de Spencer y Mabel, mientras Spencer la cena. Mabel ayudó a Nell a quitarse la ropa y a tomar una ducha caliente, mientras Nell reflexionaba sobre su situación actual. Sabía que no tardaría en recibir los papeles de divorcio de su marido, Luther, quien la había engañado con Claudia Paxton, una de sus compañeras de trabajo.Nell se había enterado de la infidelidad de su marido durante una crisis emocional, destrozada por haber perdido a su bebé y con el diagnóstico desgarrador del médico al asegurar que ella difícilmente, si no es que nunca sería madre, a partir de ese momento su marido comenzó a ser distante con ella, desesperada trato de arreglar la situación, pero al final eso solo hacía que su matrimonio fuera en picada, no supo (hasta mucho después) que esa noticia solo propicio a que Claudia a quien le había hecho confidencias y la consideraba la persona más cercana en su trabajo, fuera quien la terminara apuñalando por la espalda.Mi
Después de que Darien se fue, Mabel se quedó junto a Nell en la habitación del hospital, esperando a que despertara de la anestesia. Finalmente, Nell abrió los ojos y miró a su amiga con una expresión confusa. Mabel inmediatamente se acercó a ella y le tomó la mano para tranquilizarla.–– Mabel, ¿qué pasó? ¿Estoy bien? ––preguntó Nell, todavía un poco mareada.–– Tranquila, Nell, estás en el hospital. Todo salió bien en la cirugía. ––dijo Mabel con una sonrisa suave.–– ¿La niña que salvé, está bien? Y… la persona que me trajo aquí, ¿Cómo está? ––preguntó Nell con un hilo de voz.Mabel se sintió un poco incómoda por la pregunta. No quería que Nell se preocupara por alguien más cuando ella misma estaba en el hospital recuperándose. Pero al mismo tiempo, sabía que era importante para su amiga.–– Bueno, la niña está bien también. Y en cuanto al hombre misterioso que la acompañaba, se llama Darien Devereux. Él fue quien llamó a la ambulancia y se aseguró de que te cuidaran en el hospital
El impacto nunca llegó.Fue como si hubiera sido detenido en seco por una fuerza desconocida, invisible. Como un ángel guardián que hubiera extendido sus alas protectoras para detener el golpe fatal. Y, sin embargo, Nell sintió un dolor agudo en todo su cuerpo, como si hubiera sido arrollada por un tren. Pero lo peor no era el dolor físico. Era el dolor emocional, la angustia y la desesperación que la habían llevado a tomar esa decisión.Antes de caer inconsciente, Nell vio la silueta de un hombre que se acercaba hacia ella. En su estado de shock, pensó que se trataba de un ángel que venía a llevársela al otro mundo. Pero luego, la voz del hombre la sacó de su ensoñación. Le decía que todo iba a estar bien, que no se preocupara. Nell no podía hablar, solo podía pensar en la pequeña a quien había salvado.La ambulancia no tardó en arribar a donde el accidente se dio lugar, los paramédicos actuaron con rapidez tratando de salvar su vida, mientras era llevada al hospital, Nell entro en u
Hay momentos en la vida que nos golpean con tal fuerza que nos dejan sin aliento, como si el mundo entero se hubiera derrumbado sobre nosotros. Momentos en los que todo lo que creíamos seguro y estable se desvanece en un instante, dejando una sensación de vacío y dolor que parece imposible de llenar.Para Nell, ese momento llegó cuando descubrió que su esposo le era infiel. No era solo el hecho de la traición lo que la había dejado en shock, sino que además la persona con quien la había engañado era una de sus compañeras de trabajo en la escuela donde ella trabajaba. La misma escuela en la que había dedicado gran parte de su vida a enseñar y ayudar a los demás.Nell, se sintió traicionada y humillada, y la idea de que su vida se había convertido en una mentira le resultaba insoportable. No podía soportar la idea de seguir viviendo con alguien que la había engañado de esa manera, y que había deshonrado todo lo que ella había construido a lo largo de los años.Fue entonces cuando decidi