Nebra Spencer, pensaba tener la vida ideal. Un buen trabajo, éxito, y un novio 20 años mayor que ella que la adoraba con el alma. Los problemas inician cuando al fallar sus píldoras anticonceptivas queda embarazada de este hombre, quien no es lo que parece. Federico, al conocer lo sucedido, le exige deshacerse del ser que crece en su interior de cualquier forma, algo que por supuesto, Nebra no hizo, lo que desató la furia de este hombre haciéndola afrontar la dura realidad, y tomar la peor decisión de casi acabar con su vida tras perder al pequeño. Seth Arias, un hombre frío que regresa a su ciudad natal, tras ausentarse por 5 años, encontrando la empresa familiar casi al borde de la quiebra. Por desgracia para asumir la presidencia de esta, solo debe cumplir una cláusula impuesta por su abuelo, la cual consiste en casarse. Salvando a una desconocida, quien intentó quitarse la vida tirándose de un puente, él le exige como compensación ayudarlo en su plan de hacerse con lo que le corresponde, sin saber que ella era… La amante de su padre.
Leer másCapítulo 49— El pasado atrásNarradorObservando el techo de su habitación mientras los pensamientos sobre una posible salida a sus problemas no dejaban de revolotear en su cabeza, Dalia sintió una ligera opresión sobre su pecho. Lo que había visto aquel día en el departamento de Simón no salía de su mente, no paraba de atormentarla robándole la paz. Aunque Nebra tenía razón, lo sucedido no dejaba de doler. Tomando una almohada a su lado, la colocó sobre su rostro, y ahogando un par de lágrimas que querían salir, trató de mantenerse serena cuando en realidad deseaba llorar hasta quedarse seca.Era muy joven para saber lo que era enamorarse de verdad, pero ella se había ilusionado con Simón, pensó que tal vez, solo tal vez, podría tener una relación real con un hombre que se preocupara por ella, y siendo golpeada por la realidad, supo que esto era imposible.—Dalia... Pareces una niña estúpida, enamorada sola.Resoplando un poco cuando sus ojos derramaron un par de lágrimas, tomó asien
Capítulo 48— El responsableNarrador Simón se bajó del coche con un nudo de rabia en la garganta. Su madre no contestaba el teléfono desde hacía días, y aunque Lilian era una experta en ocultar problemas detrás de una copa de vino y una sonrisa educada, él no era un idiota. Sabía que algo estaba mal, y su instinto nunca fallaba.Subiendo los escalones de la mansión con pasos pesados, empujó la puerta sin siquiera anunciarse, e ingresando a la amplia estancia, inició la búsqueda. No le importaba en lo absoluto lo que dijeran, desde hacía años no era bien recibido en esa casa, por lo que no se esforzo en disimular su desespero. Caminando por los pasillos recorrió el lugar con su mirada hasta llegar a la sala principal, en donde la encontró sentada en uno de sus lujosos sillones, con la luz tenue iluminando su perfil. Cuando Lilian giró el rostro hacia él, sintió que el aire le abandonaba los pulmones.Un enorme moretón cubría su pómulo izquierdo, extendiéndose hasta la línea de la man
Capítulo 47— ¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar?Narrador El evento de la industria energética reunía a los principales líderes del sector, desde empresarios de renombre hasta inversionistas con capital suficiente para transformar por completo el mercado. Seth y Simón llegaron juntos, ambos con trajes impecables, proyectando la imagen de una compañía sólida y en crecimiento.Simón estaba más entusiasmado que su hermano. Desde hacía semanas, había estado trabajando en nuevas propuestas y, sobre todo, en encontrar financiamiento para la incursión en la energía eólica, un paso clave para la expansión de la empresa. Había conocido a un inversionista poderoso, un hombre con suficiente influencia para asegurarles contratos en países donde aún no tenían presencia.Cuando llegaron al salón principal, Simón se giró hacia Seth con una leve sonrisa de satisfacción.—Te tengo una sorpresa —dijo, con un aire de emoción contenida.Seth arqueó una ceja, observando a su hermano con curiosidad.—
Capítulo 46— Pensé en ellos.Narrador¿Qué podría hacer Nebra para ayudarla? ¿Sacarla de allí arrastras?Liberando un poco de aire, Nebra negó mientras empezaba a caminar por la habitación. Su cabeza no paraba de dar vueltas buscando una posible solución, la cual no encontró, porque la primera que debía estar dispuesta a salir de allí, para ser libre, era la misma Lilian—¿Al menos has intentado escapar? ¿Divorciarte de él? ¿Lilian, has pensado en tus hijos? Porque me imagino que este comportamiento no tiene dos días, sino años.Soltando un bufido seguido de una risa amarga, Lilian negó al ver que su nuera la creía tan estúpida como para no intentar de todo para liberarse del yugo de su esposo, y su padre Flavio, y bajando su rostro, confesó.— Un montón de veces, y el resultado fue el mismo... Nebra ¿acaso crees que me gusta vivir de esta forma? ¿Que soy tan pendeja como para rendirme sin luchar primero?Señalando su mejilla, Nebra tragó grueso al ver el poco tacto que tuvo por sus p
Capítulo 45 — A la tumbaNarradorEl día apenas iniciaba y el sol se encontraba en su punto maximo. Todos en la empresa caminaban de un lado a otro, ya que la auditoría se estaba llevando a cabo, por lo que más de uno se encontraba atento a lo que sucedería.Recargando la espalda en la silla, Seth se pasó la mano por el rostro un par de veces al recibir noticias poco alentadoras por parte de Martin, y exhalando una bocanada de aire, preguntó tratando de buscar una solución.— ¿Y si buscamos inversores? Eso nos podría ayudar. Además de intentar incursionar en la energía eólica.Asintiendo y sabiendo que estaba en lo correcto, su asistente comentó un par de salidas más, pero sabiendo que ninguna sería tan eficaz como la mencionada anteriormente, se propusieron trabajar en estos nuevos proyectos.La mañana avanzaba y con ella Seth no paraba de moverse de un lado a otro. Como director ejecutivo, su obligación era velar porque todo se hiciera como debía ser, sin mencionar que su presencia
Capitulo 44— Me lo arrebataron NarradorHabia sido un dia largo, pesado, agotador tanto como para Seth, como para Nebra por lo que tras llegar a casa, y ocuparse de sus labores ambos se fueron a descansar. Por supuesto en habitaciones separadas, la vez anterior compartieron dormitorios por la presencia de sus hermanos, pero ahora que no habia motivos para hacerlo, cada uno regresó a su refugio.Seth por desgracia esa noche, por mas que su cuerpo le pedía una siesta tenía que trabajar hasta tarde. A medida que la licitación iba avanzando mas incógnitas surgían por lo que tenía que investigar mas de lo debido para asegurarse de recabar las pruebas necesarias para llevar al responsable ante la ley.Colocándose de pie cuando sintio la garganta seca, y sus ojos llorosos debido al tiempo frente a la computadora, caminó a la cocina para tomar un poco de agua, y sirviendo en liquido vital una vez tomó un vaso, escuchó un par de gritos de Nebra provenientes de su habitaciónDejando el liquido
Capítulo 43— SecretosNarradorLlegando a casa un poco agitado tras la conversación con Simón y Nebra, Federico sentía cómo las palpitaciones de su corazón golpeaban su esternón. La negativa de este par solo le complicaba todo, colocándolo en desventaja frente a su hijo. No tenía mayor información de Seth, que planeaba hacer, y que tanto sabía de la malversación de fondos.Caminando por la amplia estancia de la mansión Arias Green, Federico se detuvo por un instante para observar a Lilian desde lejos, quien se encontraba en el pequeño minibar sirviéndose un trago, y sonriendo de lado procedió a negar. Era increíble como una mujer como ella terminase en ese estado, porque sí, a pesar de su edad, y la vida de excesos que llevaba, Lilian seguía siendo una mujer hermosa, deslumbrante. Por desgracia, la amargura de ser atada a un hombre que no amaba, sumado a la decepción del abandono de un antiguo amor, la llevó a ese estado.Retomando su marcha, este pretendió dirigirse a su estudio en c
Capítulo 42— Hasta mañanaNarrador Tras un largo día de trabajo, Nebra se dirigía a casa, se sentía agotada por lo que su cuerpo pedía una ducha con urgencia. Ingresando al edificio, desvió su vista a un lado y allí la vio, sentada en uno de los sofás del lobby, su primer instinto fue fruncir el ceño. ¿Qué hacía Dalia allí, porque no la había llamado para avisarle que iría? Se acercó de inmediato.—¿Dalia?Su hermana levantó la vista, y su expresión la alarmó. No era tristeza, era vacío, como si todo el peso del mundo le estuviera cayendo encima.—No quiero estar sola esta noche —dijo Dalia en voz baja.Nebra no preguntó nada. No allí, no en ese momento.—Vamos arriba.Dalia asintió, poniéndose de pie. Su caminar era pesado, sin energía, y Nebra sintió cómo una punzada de inquietud le recorría la espalda.El ascensor subió en completo silencio. Cuando entraron al apartamento, Dalia se dejó caer en el sofá sin siquiera quitarse el abrigo. Nebra cruzó los brazos y se quedó de pie, obse
Capítulo 41—Has enloquecidoNarradorNebra caminaba con prisa por la acera con la intención de llegar a la empresa sin desvíos ni contratiempos. Había salido un poco más tarde de casa y no quería darle a Seth ningún motivo para sospechar que algo la perturbaba. Porque la realidad era que sí estaba perturbada. Desde la cena en casa de los Arias, Federico había estado rondando su mente como un espectro del pasado que se negaba a desaparecer.Y al parecer, no era solo su mente el lugar que él acechaba.Al doblar una esquina, sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Una presencia detrás de ella, demasiado cerca. Se detuvo en seco y giró con rapidez, encontrándose con él.Federico estaba ahí, sonriendo con esa expresión de suficiencia que la había enamorado en el paso, pero que ahora tanto odiaba. Tan seguro de sí mismo, tan convencido de que el mundo se inclinaba a sus pies, que lo detestaba.—Sigues igual de hermosa, Nebra —dijo con voz pausada, observándola de arriba abajo con la des