Capítulo 7— Cena "Familiar"Narrador:El salón estaba iluminado de forma tenue, con una elegancia sobria que contrastaba con la tensión que Nebra sentía en el pecho. Federico estaba sentado en uno de los sillones de cuero oscuro, con una copa de vino en la mano. Al escuchar los pasos, levantó la vista, y una sonrisa fría se formó en su rostro.—Seth, Nebra. Qué bueno que están aquí —dijo con esa voz suave que lograba incomodar a cualquiera que lo conociera bien.Seth lo saludó con un asentimiento breve, sin molestarse en devolver la sonrisa.—Padre.Federico no insistió en prolongar el intercambio con su hijo y se levantó para acercarse a Nebra. La forma en que sus ojos se fijaron en ella hizo que su piel se erizara, pero mantuvo la compostura.—Nebra, qué gusto tenerte en casa. —Su tono era cortés, pero el matiz subyacente era inconfundible para ella. Se inclinó para besarle la mejilla, dejando su mano en la parte baja de su espalda un segundo más de lo necesario.El contacto la hizo
Capítulo 8— Eres míaNarrador:Federico cerró la puerta tras de sí, apoyando la espalda contra ella con una calma que contrastaba con la incomodidad que se respiraba en el aire. Sus ojos oscuros se fijaron en Nebra, analizándola como si fuera un rompecabezas que quería desarmar.—La verdadera pregunta aquí es... ¿qué haces tú en mi estudio? —dijo con un tono que estaba cargado de una amenaza velada. Dio un paso hacia adelante, acortando la distancia entre ellos con movimientos lentos y calculados. —Después de todo, esta es mi casa. —Nebra se mantuvo inmóvil, sus dedos aferrándose con más fuerza al respaldo de la silla que tenía detrás. Su cuerpo le pedía que saliera corriendo, pero su mente estaba atrapada en el torbellino de emociones que la presencia de Federico desataba en ella.Lo odiaba. Odiaba esa sonrisa autosuficiente, el tono arrogante de su voz, la manera en que siempre parecía tener el control. Era un bastardo sin escrúpulos, un hombre que había destruido su vida sin dudarl
Capítulo 9— Lo agradecerás. NarradorTras lo sucedido en la casa de los padres de Seth, los dos, durante el camino, se mantuvieron en silencio. Nebra pensativa por lo que hizo Federico. ¿Acaso había enloquecido? ¿Qué hubiese sucedido si Seth los encontraba? Desviando su mirada a él mientras conducía, lo notó muy concentrado, por lo que prefirió callar. Seth por su parte, no podía dejar de imaginar que era lo que su padre hablaba con su esposa. ¿La estaría intentando sobornar para alejarla de él? O acaso, estaba siendo el mismo desgraciado que solía ser con ellos como para humillarla.Llegando un par de minutos después a casa, ingresaron del mismo modo a esta, sin decir ni una palabra, y dirigiéndose a su habitación sin siquiera despedirse de él, Nebra pretendía dejarlo solo— Que tengas buenas noches, Nebra… Y de nuevo, disculpa por presenciar esa bochornosa cena… Y por lo que sea que te haya dicho mi padre.Asintiendo levemente, Nebra forzó una sonrisa, sabiendo que nada de lo que s
Capítulo 10— Noche peligrosaNarradorDalia no podía dejar de dar vueltas en su cama. La llamada con Nebra seguía repitiéndose en su cabeza, palabra por palabra, como un disco rayado. Cada vez que cerraba los ojos, el enojo y la sensación de abandono se intensificaban. Finalmente, se levantó, incapaz de soportarlo más.Tomó su chaqueta y salió de su habitación en silencio, caminando de puntillas para no despertar a su tía Elena. Al salir de la casa, el aire fresco de la noche la golpeó, pero no la hizo dudar. Solo tenía una idea en mente: buscar a Richie, su novio.Richie no era lo que se podía llamar un buen chico. Su afición por el alcohol y las drogas era conocida en el barrio, pero para Dalia, él representaba una salida, alguien que no la juzgaba y que la hacía olvidar por un rato su realidad. Caminó con rapidez hacia la casa de Richie, situada en una zona más deteriorada del vecindario.Cuando llegó, tocó la puerta con insistencia, esperando ver su rostro despreocupado. Sin embar
Capítulo 11— ProblemasNarradorSimón seguía sentado en la barra, su mirada fija en la mesa de billar. Había intentado apartar los ojos de la escena, pero la molestia persistía, enroscándose en su pecho como un nudo imposible de ignorar. Dio otro trago a su cerveza, tratando de calmarse, aunque sabía que no era el alcohol lo que realmente necesitaba en ese momento.—No es de tu incumbencia, Simón. No te metas —murmuró para sí mismo, bajando la mirada hacia la botella que sostenía con fuerza entre las manos. Sin embargo, sus ojos volvían una y otra vez hacia Dalia, observando cómo Richie la tomaba de la cintura y la mantenía cerca de una manera que lo incomodaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. —Ella no es tu problema. No tienes nada que ver con esto —se dijo de nuevo, esta vez apretando los dientes como si el mantra pudiera borrar la sensación que lo carcomía. El ruido del bar y las risas a su alrededor parecían más fuertes de lo normal, como si su entorno estuviera conspira
Capítulo 12— Provocadora NarradorYa era tarde en la noche, Nebra se había acostado, buscando refugio en la comodidad de la cama mientras intentaba procesar todo lo que había ocurrido en los últimos días. Seth, por su parte, salió del baño con una toalla alrededor de la cintura, el cabello aún húmedo cayendo sobre su frente. Se dirigió al armario, listo para buscar algo con lo que dormir, cuando el sonido de su móvil lo detuvo. El número en la pantalla era desconocido. Frunció el ceño, dudando si responder o no. Era tarde, y las probabilidades de que fuera algo importante eran escasas. Sin embargo, cuando el móvil volvió a vibrar con insistencia, terminó por deslizar el dedo para contestar.—¿Quién habla? —preguntó con tono directo, sin molestarse en ocultar su irritación.La voz al otro lado de la línea lo tomó por sorpresa.—Seth, qué bueno que te encontré. —Era Simón.Seth dejó escapar un largo suspiro, uno cargado de irritación y cansancio. La voz de Simón ya era suficiente para
Capítulo 13— Una niñaNaradorEl auto se detuvo frente al club, y Seth salió del vehículo con una expresión de evidente disgusto. Miró a su alrededor, observando la fachada mal iluminada y el bullicio de gente que entraba y salía.—Esto no es un club, es un antro —comentó con tono seco mientras cerraba la puerta tras de sí.Simón lo miró de reojo, visiblemente irritado.—No empieces, Seth. No estoy de humor para tus sermones.Seth lo ignoró por completo y cruzó los brazos mientras observaba la entrada del lugar con desconfianza.—¿Y tú crees que venir aquí es una gran idea? —dijo con una mezcla de irritación y cansancio.Simón bufó, moviendo la cabeza con frustración.—Hazme un favor, Seth; vete a la mierda.Seth dejó escapar un suspiro pesado, pero no se movió de donde estaba.—Haz lo que quieras, pero no te olvides de algo; tienes que empezar a hacerte responsable de tus actos. —Simón rodó los ojos y comenzó a caminar hacia la entrada del club, claramente sin intención de seguir dis
Capítulo 14— Visita inesperadaNarrador.Manteniéndose sumergido en una montaña de documentos, los cuales no solo tenía que leer, sino también para firmar, para de esta forma tomar oficialmente el puesto de director de la empresa, Seth sentía como su cabeza quería estallarGran parte del día había pasado, y apenas alcanzó a comer lo que Nebra le había preparado esa mañana antes de salir de casa; por lo que, recargando la cabeza hacia atrás, cerró sus ojos tratando de relajarse un poco antes de seguir. Escuchando como la puerta de su nueva oficina fue abierta de pronto, Seth centro su mirada en ella para saber de quién se trataba, y notando a Flavio, su abuelo con una enorme sonrisa, se colocó de pie para recibirlo—Pasaba por aquí, y quise entrar a saludarte... Quería verte sentado en el lugar que desde hace mucho has debido de ocupar.Llegando hasta Flavio, este le dio un pequeño abrazo mientras palmeaba su espalda, felicitándolo, y separándose un par de segundos después, ambos tomar