Capítulo 80— Un niño desvalidoNarradorEl reloj marcaba las diez pasadas cuando Seth apagó el monitor frente a él. La oficina permanecía en penumbras, apenas iluminada por el resplandor tenue de las luces exteriores que se colaban por el ventanal. Llevaba allí horas, demasiadas, pero era mejor eso que pensar.Hundirse en el trabajo era su única vía de escape. Cada contrato, cada proyección financiera, cada informe detallado se había convertido en su trinchera. Un escudo para no enfrentar el caos que lo devoraba por dentro. Lo había hecho antes, cuando creyó que el silencio podía protegerlo. Ahora lo hacía de nuevo, pero esta vez… estaba fallando.El descubrimiento de que Federico no era su padre lo había golpeado con una violencia insólita. Y tras eso, la certeza que se insinuaba de que Magnus Drakos, sí lo fuera, hacía que estuviera al borde del colapso.Y mientras tanto Nebra, se había convertido en un reflejo silencioso de lo que alguna vez fueron. En casa, apenas lo veía. Él ya n
Capítulo 81– Decisiones trascendentalesNarradorTras una larga noche en vela debatiéndose entre saber la verdad sobre su verdadero origen, o seguir ignorando lo que su conciencia le gritaba, Seth al amanecer tomó una decisión. Una decisión que tal vez con el paso de los años pesaría, pero que no podría seguir postergando. Si algo tenía claro era que Federico tenía razón, él no llevaba ni una gota de su sangre, lo cual, en cierta parte, lo hacía sentirse aliviado.Caminando hasta su escritorio tras otra noche en su oficina, tratando de huir de Nebra, y los sentimientos que lo embargaban últimamente, Seth pasó las manos por su rostro en un intento de aclarar sus pensamientos, y tomando su teléfono al fin, recorrió el borde de este con sus dedos.¿Sería correcto seguir con esta locura? ¿O lo mejor era vivir en la ignorancia como en un inicio tenía planeado hacerlo?Reteniendo un poco de aire antes de seguir, Seth buscó entre sus contactos el número de Magnus Drakos y, presionando finalm
Capítulo 82—Hermanos que se eligenNarradorEran más de las once de la noche, Seth se sentó en el borde del sillón. La penumbra de su oficina no ayudaba a calmar la inquietud que le hervía bajo la piel. Llevaba horas ahí, intentando dormir, fracasando una y otra vez.El cuero crujía cada vez que cambiaba de posición, como si el mismo sofá se quejara del peso de sus pensamientos. Finalmente, se puso de pie y caminó hacia la puerta. Si no podía dormir, al menos podría tomar un café.El pasillo estaba silencioso, interrumpido solo por el lejano zumbido de los equipos de refrigeración y el murmullo casi imperceptible del aire acondicionado. Las luces tenues creaban sombras alargadas en las paredes, pero Seth ni se inmutó. Cuando empujó la puerta del comedor, el sonido leve de la bisagra lo recibió. Pero no fue eso lo que lo detuvo. Fue la figura sentada en una de las mesas, con una taza entre las manos, la mirada perdida y los hombros levemente encorvados por el cansancio.Seth cruzó el
Capítulo 83— Romperá todo con ustedNarrador Intentando mantener su mente ocupada para no pensar en Seth, y en el caótico matrimonio que sostenían, Nebra trataba de realizar los diseños para la nueva campaña publicitaria. Quería alejar toda la culpa que cargaba encima, todo eso que la atormentaba que no le permitía pensar con claridad, y colocando las manos sobre el teclado, empezó a escribir una frase pero sus dedos se detuvieron de pronto. ¿Era estrés lo que la tenía de esa manera, angustiada, preocupada? ¿Lo que no le permitía conciliar el sueño por las noches? Sonriendo sin una pizca de gracia, Nebra negó ante las ironías de la vida, y recargando su espalda en la silla, se preguntó ¿O mas bien era por Seth, por su hermetismo? Viendo esto como el principal problema, Nebra asintió. De ninguna forma podría trabajar así, sin hablar con el al fin, sin enfrentarlo, sin decirle lo que sentía, lo vacía que se encontraba la casa desde que no estaba, pero sobre todo... Lo que mas temía y
Capítulo 1— El acuerdo de sus vidasNarradorSeth estaba de pie frente al altar, sus manos entrelazadas detrás de la espalda para contener el leve temblor que traía la ansiedad. No había amor en este matrimonio, solo un acuerdo frío y estratégico. Para Seth, esto era un trámite, un paso más en el tablero de ajedrez de su vida. O eso había pensado hasta ese momento.El murmullo entre los presentes se apagó cuando un rayo de luz bañó la silueta de su futura esposa.Seth se obligó a respirar, pero el aire le quedó atrapado en el pecho al verla caminar hacia él. El vestido blanco parecía flotar a su alrededor. Su cabello caía en suaves ondas, y un velo delicado enmarcaba un rostro que parecía diseñado para tentar a los hombres. No era solo su belleza lo que lo descolocaba, era algo más profundo, algo que no había anticipado.Su garganta se secó, y un calor extraño subió desde su pecho hasta su cuello y un hormigueo lo recorrió por completo.La lógica y la frialdad que lo habían llevado ha
Capítulo 2— ¿Dejar a Seth?NarradorSintiendo el vestido cada vez más asfixiante, Nebra empezó a sentir la necesidad de salir de allí, huir del lugar. Federico, durante toda la fiesta, no le había quitado la mirada de encima, lo cual la incomodaba en sobremanera. Pidiendo disculpas a los presentes, se colocó de pie de la mesa familiar para colarse al baño de damas por algo de aire, y caminando hasta este, dio un respingo, cuando su hermana, Dalia, la siguió en silencio, tomándola por sorpresa— Casi me matas del susto, DaliaSoltando un sollozo llevando las manos a su pecho al verla entrar en el sanitario, Nebra recargó ambas manos en el lavado intentando procesar todo lo que estaba pasando, y llegando a su lado la jovencita de solo diecisiete años, preguntó conociéndola muy bien— ¿Acaso esperabas a alguien más, Nebra?Enarcando una ceja, Dalia cruzó los brazos a la altura de su pecho mientras esperaba una respuesta, y liberando el aire retenido, Nebra negó— Por supuesto que no... E
Capítulo 3— AbrumadaNarradorContinuando con la fiesta, en un par de ocasiones a Seth, y a Nebra les tocó mantenerse en el papel de esposos, en donde no solo tuvieron que tomarse de las manos para un par de fotografías, sino que también tendrían su primer baile juntos, lo cual los tenía muy nerviosos.—No olvides sonreír, los ojos de todos están puestos en nosotros.Llevando una mano a la cintura de Nebra, este sintió cómo una descarga eléctrica recorría su espina dorsal, y tirando de ella con delicadeza, la atrajo a su cuerpo mientras tomaba su otra mano para empezar a moverse al ritmo del vals que empezaba a sonar.—Pareces una novia real, Nebra.Centrando su mirada en ella, Seth murmuró sin dejar de moverse al ritmo de la melodía, y abriendo su boca en busca de aire, ella se mantuvo en silencio unos segundos sin saber qué decir. Por más que él le había salvado la vida aquel día, y le había dado asilo en su casa, tras Federico dejarla en la calle, no era que ellos eran grandes amig
Capítulo 4— Error NarradorManteniéndose en silencio mientras se dirigían al destino previsto para la luna de miel, Nebra se encontraba sumergida en sus pensamientos, lo sucedido durante la fiesta la tenía trastocada, no solo el hecho de descubrir que Federico era el padre de Seth, sino también el beso compartido, ese beso en donde sintió algo más que un simple contacto físico. Con su mirada fija en la ventana del avión, como si hubiese algo muy interesante afuera, las imágenes no dejaban de llegar a su cabeza sin dejar de repetirse, y exhalando algo de aire, supo que tenía que detenerse o enloquecería.Por otra parte, Seth por más sereno que parecía, en su interior una guerra tenía lugar. Los pensamientos no dejaban de perturbarlo. La decisión tomada de casarse, justo en este instante, empezaba a pesar, haciéndolo cuestionarse si había hecho lo correcto. Remojando sus labios, este pasó las manos por su rostro en un intento por mantener la calma, y mirando de reojo a su ahora esposa,