Capítulo 11— ProblemasNarradorSimón seguía sentado en la barra, su mirada fija en la mesa de billar. Había intentado apartar los ojos de la escena, pero la molestia persistía, enroscándose en su pecho como un nudo imposible de ignorar. Dio otro trago a su cerveza, tratando de calmarse, aunque sabía que no era el alcohol lo que realmente necesitaba en ese momento.—No es de tu incumbencia, Simón. No te metas —murmuró para sí mismo, bajando la mirada hacia la botella que sostenía con fuerza entre las manos. Sin embargo, sus ojos volvían una y otra vez hacia Dalia, observando cómo Richie la tomaba de la cintura y la mantenía cerca de una manera que lo incomodaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. —Ella no es tu problema. No tienes nada que ver con esto —se dijo de nuevo, esta vez apretando los dientes como si el mantra pudiera borrar la sensación que lo carcomía. El ruido del bar y las risas a su alrededor parecían más fuertes de lo normal, como si su entorno estuviera conspira
Capítulo 12— Provocadora NarradorYa era tarde en la noche, Nebra se había acostado, buscando refugio en la comodidad de la cama mientras intentaba procesar todo lo que había ocurrido en los últimos días. Seth, por su parte, salió del baño con una toalla alrededor de la cintura, el cabello aún húmedo cayendo sobre su frente. Se dirigió al armario, listo para buscar algo con lo que dormir, cuando el sonido de su móvil lo detuvo. El número en la pantalla era desconocido. Frunció el ceño, dudando si responder o no. Era tarde, y las probabilidades de que fuera algo importante eran escasas. Sin embargo, cuando el móvil volvió a vibrar con insistencia, terminó por deslizar el dedo para contestar.—¿Quién habla? —preguntó con tono directo, sin molestarse en ocultar su irritación.La voz al otro lado de la línea lo tomó por sorpresa.—Seth, qué bueno que te encontré. —Era Simón.Seth dejó escapar un largo suspiro, uno cargado de irritación y cansancio. La voz de Simón ya era suficiente para
Capítulo 13— Una niñaNaradorEl auto se detuvo frente al club, y Seth salió del vehículo con una expresión de evidente disgusto. Miró a su alrededor, observando la fachada mal iluminada y el bullicio de gente que entraba y salía.—Esto no es un club, es un antro —comentó con tono seco mientras cerraba la puerta tras de sí.Simón lo miró de reojo, visiblemente irritado.—No empieces, Seth. No estoy de humor para tus sermones.Seth lo ignoró por completo y cruzó los brazos mientras observaba la entrada del lugar con desconfianza.—¿Y tú crees que venir aquí es una gran idea? —dijo con una mezcla de irritación y cansancio.Simón bufó, moviendo la cabeza con frustración.—Hazme un favor, Seth; vete a la mierda.Seth dejó escapar un suspiro pesado, pero no se movió de donde estaba.—Haz lo que quieras, pero no te olvides de algo; tienes que empezar a hacerte responsable de tus actos. —Simón rodó los ojos y comenzó a caminar hacia la entrada del club, claramente sin intención de seguir dis
Capítulo 14— Visita inesperadaNarrador.Manteniéndose sumergido en una montaña de documentos, los cuales no solo tenía que leer, sino también para firmar, para de esta forma tomar oficialmente el puesto de director de la empresa, Seth sentía como su cabeza quería estallarGran parte del día había pasado, y apenas alcanzó a comer lo que Nebra le había preparado esa mañana antes de salir de casa; por lo que, recargando la cabeza hacia atrás, cerró sus ojos tratando de relajarse un poco antes de seguir. Escuchando como la puerta de su nueva oficina fue abierta de pronto, Seth centro su mirada en ella para saber de quién se trataba, y notando a Flavio, su abuelo con una enorme sonrisa, se colocó de pie para recibirlo—Pasaba por aquí, y quise entrar a saludarte... Quería verte sentado en el lugar que desde hace mucho has debido de ocupar.Llegando hasta Flavio, este le dio un pequeño abrazo mientras palmeaba su espalda, felicitándolo, y separándose un par de segundos después, ambos tomar
Capítulo 15— Seth divertidoNarradorUn par de días después de la visita de Flavio, Nebra y Seth seguían su rutina diaria, él enfocado en la empresa, en la consolidación de sus proyectos, y ella, en encontrar un empleo lo suficientemente decente como para mantenerse, y no depender más de su esposo. Cayendo la noche, la hora de asistir a la gala de beneficencia de la cual los Green eran grandes benefactores, llegó, y con ella la obligación de asistir a pesar de haber sido notificada un día antes.— ¿Qué tal se ve esto?Tratando de ordenar el vestido de espalda descubierta, color rojo, ceñido al cuerpo, Nebra se preguntó mientras se observaba frente al espejo. No es que ella fuera una persona recatada, pero desde hacía mucho, desde la pérdida de su pequeño, no había vuelto a vestir de ese modo, incluso se podría decir que había olvidado la última vez que lo había hecho.— Nada mal, me encanta el escote. Creo que me veo bien.Girándose de nuevo, Nebra dijo observando una vez mas su espal
Capitulo 16— Dime lo que sientesNarradorLa puerta del apartamento se cerró con un golpe suave, marcando el final de la velada. Nebra dejó caer los tacones al suelo con un suspiro de alivio, mientras Seth se quitaba el saco y lo lanzaba descuidadamente sobre una silla cercana.Ambos estaban ligeramente ebrios, sus movimientos un poco más sueltos de lo habitual, y el ambiente entre ellos era diferente, cargado de algo que aún no se atrevían a nombrar. Nebra se inclinó para recoger sus tacones, el movimiento dejó al descubierto más de sus piernas debido al corte alto del vestido que llevaba. Seth la observó desde donde estaba, su mirada fija y lenta, como si no pudiera apartarla de ella.—No pude apartar los ojos de ti esta noche, estás bellísima —dijo de repente, su tono bajo pero claro, con una honestidad que parecía filtrarse entre el alcohol y la tensión acumulada.Nebra se enderezó, sorprendida por sus palabras. Lo miró con una pequeña sonrisa burlona mientras caminaba hacia el so
Capítulo 17— Sin complicaciones, ni sentimientosNarradorEl aire estaba cargado, aún impregnado con el eco de los gemidos y las respiraciones entrecortadas que habían llenado la habitación momentos antes. Nebra permanecía sentada en el respaldo del sofá, sus piernas colgando a ambos lados de Seth, mientras él aún se mantenía de pie frente a ella. El peso de lo que acababa de suceder parecía mantenerlos atrapados en un limbo silencioso. Seth dejó caer la cabeza hacia adelante, apoyándola contra el hueco de su cuello mientras intentaba controlar su respiración. Sus manos seguían posadas en las caderas de Nebra, con un agarre menos demandante pero todavía firme, como si no quisiera soltarla. Ella, por su parte, tenía las manos aferradas a sus hombros, sin decidirse a apartarlas. El calor de sus cuerpos aún era palpable, y cada pequeño movimiento parecía cargar el ambiente con una tensión residual que ninguno de los dos sabía cómo romper. Seth fue el primero en moverse. Lentamente levant
Capitulo 18— Una disculpaNarradorNebra estaba en la cocina, sirviéndose una segunda taza de café. Su mente seguía atrapada en los recuerdos de la noche. La forma en que la había tocado y la manera en que su cuerpo respondía al más mínimo roce, su intensidad, la respiración contra su cuello y la electricidad que aún sentía en su piel. Por más que quisiera evitarlo, las imágenes volvían.Sacudió la cabeza con fuerza. No debía darle tantas vueltas. Era un acuerdo claro, físico, sin sentimientos. ¿Por qué entonces se sentía tan alterada? Seth apareció en la cocina, con el cabello aún húmedo por la ducha y una camisa desabotonada, mostrando parte de su pecho. Su sonrisa despreocupada irradiaba picardía.—Buenos días —saludó mientras se acercaba a la cafetera y tomaba una taza. —¿Sigues pensando en mí?Nebra dejó escapar una risa ligera, sacudiendo la cabeza.—Por favor, Seth. No todo gira en torno a ti.—¿Ah, no? —respondió él, alzando una ceja mientras se servía café. —Porque anoche par