Capítulo 89— Un poco de aire Narrador Sosteniendo el telefono entre sus manos mientras permanecía inmóvil sobre su cama, Nebra no asimilaba lo que estaba viendo. ¿Un hijo? ¿Ella esperaba un hijo de Seth Arias? ¿Del hombre del que se alejó por qué simplemente no la amaba? Parpadeando un par de veces sintió como sus ojos se cristalizaron de pronto, mientras un vacío inundó su pecho, y rompiendo en llanto, soltó un sollozo que se escuchó en todo el lugar ¿De verdad ella podría ser madre? ¿La vida le estaba dando una segunda oportunidad para tener lo que una vez le arrebataron? Abrazándose así misma, Nebra no podria parar de llorar, y observando una vez más el resultado de los análisis de sangre que se había realizado previamente que fueron enviados a su correo, sonrió con las lágrimas rodando por sus mejillas —No te imaginas lo feliz que me haces en este instante. Nebra murmuró sintiendo la felicidad invadirla de nuevo después de tantos días llenos de amargura, y colocándose de
Capítulo 90— No hay por qué temerNarrador—¿Y tú? ¿Tienes hijos?Nebra negó con suavidad, pero el gesto instintivo fue más fuerte que cualquier palabra. Bajó la mirada y, sin pensarlo demasiado, pasó la mano por su vientre de forma casi protectora.Mikaela se quedó en silencio por un segundo. Luego, sus ojos se agrandaron como platos y la cuchara cayó de su mano, rodando sobre la mesa.—¡No me digas que estás embarazada! —exclamó, con una emoción tan genuina y desbordante que parecía haber recibido la mejor noticia de su vida —¡Ay, por favor, dime que sí!Nebra abrió los labios, sin saber si reír o llorar. Pero el brillo en los ojos de Mikaela hizo que el miedo se le aflojara un poco en el pecho.No pudo evitarlo. El entusiasmo de Mikaela era tan genuino, tan envolvente, que se le hizo imposible mantenerse en guardia. Sintió que algo dentro de ella cedía, una barrera que ya no tenía sentido sostener.Asintió con una sonrisa temblorosa, apenas contenida por la emoción.—Sí… —dijo en v
Capítulo 91— 7 meses después Narrador7 meses después...Seth no la había buscado en los siete meses que llevaban separados. No porque no la extrañara, no porque no pensara en ella, todo lo opuesto, todos los malditos días lo hacía, sino porque algo en la forma en que Nebra se fue le dejó claro que esa era su decisión. Y si alguna vez la amó, aunque no se lo hubiera dicho, respetarla era lo único decente que podía hacer.No sabía dónde estaba. No sabía si era feliz, si lo odiaba, si lo extrañaba, si pensaba en él. No sabía nada. Y eso, a veces, dolía más que su ausencia.Se concentró en el trabajo, en la rutina, en mantenerse ocupado. Pero no había un solo rincón en su vida que no tuviera su eco. Nebra lo habitaba en el silencio, en la música, en el café de las mañanas. Y él no hacía nada por expulsarla.—En una hora estaré allí... Simón, por favor, no te apartes de él.Finalizó la llamada mientras observaba la estancia de su departamento. Todo seguía igual como ella lo dejó, no habí
Capítulo 92— Haciéndote míaNarrador Drakos acababa de salir de la ducha. Aún tenía el cabello húmedo, despeinado, y el cuello de la sudadera gris se le pegaba un poco a la piel por el vapor que seguía flotando en el ambiente. Iba descalzo, con un viejo jean y las mangas remangadas hasta los codos. Caminaba por el pasillo hacia la cocina cuando escuchó el timbre.Secándose las manos con una toalla colgada del hombro, se dirigió a la puerta. Al abrirla, lo último que imaginó fue encontrarla a ella; Lilian, con el cabello recogido de forma desprolija, una expresión extraña en el rostro y los ojos cargados de cansancio, Durante un par de segundos, ninguno dijo nada. Fue ella quien lo rompió, con una voz suave, casi incómoda.—¿Puedo pasar?Drakos, todavía procesando la imagen frente a él, dio un paso hacia un costado, sin decir una palabra. Solo la miró. Y con ese gesto seco pero claro, le dio paso para que entrara. Cerró la puerta tras ella, aún sin entender del todo qué hacía Lilian
Capítulo 1— El acuerdo de sus vidasNarradorSeth estaba de pie frente al altar, sus manos entrelazadas detrás de la espalda para contener el leve temblor que traía la ansiedad. No había amor en este matrimonio, solo un acuerdo frío y estratégico. Para Seth, esto era un trámite, un paso más en el tablero de ajedrez de su vida. O eso había pensado hasta ese momento.El murmullo entre los presentes se apagó cuando un rayo de luz bañó la silueta de su futura esposa.Seth se obligó a respirar, pero el aire le quedó atrapado en el pecho al verla caminar hacia él. El vestido blanco parecía flotar a su alrededor. Su cabello caía en suaves ondas, y un velo delicado enmarcaba un rostro que parecía diseñado para tentar a los hombres. No era solo su belleza lo que lo descolocaba, era algo más profundo, algo que no había anticipado.Su garganta se secó, y un calor extraño subió desde su pecho hasta su cuello y un hormigueo lo recorrió por completo.La lógica y la frialdad que lo habían llevado ha
Capítulo 2— ¿Dejar a Seth?NarradorSintiendo el vestido cada vez más asfixiante, Nebra empezó a sentir la necesidad de salir de allí, huir del lugar. Federico, durante toda la fiesta, no le había quitado la mirada de encima, lo cual la incomodaba en sobremanera. Pidiendo disculpas a los presentes, se colocó de pie de la mesa familiar para colarse al baño de damas por algo de aire, y caminando hasta este, dio un respingo, cuando su hermana, Dalia, la siguió en silencio, tomándola por sorpresa— Casi me matas del susto, DaliaSoltando un sollozo llevando las manos a su pecho al verla entrar en el sanitario, Nebra recargó ambas manos en el lavado intentando procesar todo lo que estaba pasando, y llegando a su lado la jovencita de solo diecisiete años, preguntó conociéndola muy bien— ¿Acaso esperabas a alguien más, Nebra?Enarcando una ceja, Dalia cruzó los brazos a la altura de su pecho mientras esperaba una respuesta, y liberando el aire retenido, Nebra negó— Por supuesto que no... E
Capítulo 3— AbrumadaNarradorContinuando con la fiesta, en un par de ocasiones a Seth, y a Nebra les tocó mantenerse en el papel de esposos, en donde no solo tuvieron que tomarse de las manos para un par de fotografías, sino que también tendrían su primer baile juntos, lo cual los tenía muy nerviosos.—No olvides sonreír, los ojos de todos están puestos en nosotros.Llevando una mano a la cintura de Nebra, este sintió cómo una descarga eléctrica recorría su espina dorsal, y tirando de ella con delicadeza, la atrajo a su cuerpo mientras tomaba su otra mano para empezar a moverse al ritmo del vals que empezaba a sonar.—Pareces una novia real, Nebra.Centrando su mirada en ella, Seth murmuró sin dejar de moverse al ritmo de la melodía, y abriendo su boca en busca de aire, ella se mantuvo en silencio unos segundos sin saber qué decir. Por más que él le había salvado la vida aquel día, y le había dado asilo en su casa, tras Federico dejarla en la calle, no era que ellos eran grandes amig
Capítulo 4— Error NarradorManteniéndose en silencio mientras se dirigían al destino previsto para la luna de miel, Nebra se encontraba sumergida en sus pensamientos, lo sucedido durante la fiesta la tenía trastocada, no solo el hecho de descubrir que Federico era el padre de Seth, sino también el beso compartido, ese beso en donde sintió algo más que un simple contacto físico. Con su mirada fija en la ventana del avión, como si hubiese algo muy interesante afuera, las imágenes no dejaban de llegar a su cabeza sin dejar de repetirse, y exhalando algo de aire, supo que tenía que detenerse o enloquecería.Por otra parte, Seth por más sereno que parecía, en su interior una guerra tenía lugar. Los pensamientos no dejaban de perturbarlo. La decisión tomada de casarse, justo en este instante, empezaba a pesar, haciéndolo cuestionarse si había hecho lo correcto. Remojando sus labios, este pasó las manos por su rostro en un intento por mantener la calma, y mirando de reojo a su ahora esposa,