Capitulo 75— El secreto más oscuro de los GreenNarradorAl día siguiente, tras conocer un poco mas sobre la terrible enfermedad que azotaba a su abuelo, Flavio. Seth se encontraba en su oficina algo pensativo.Ahora todo tenia sentido, sus exigencias de contraer matrimonio, la imposición para que el tomara el mando de la empresa, todo con el fin de dejarlos preparados para su partida, parecía que todo estaba confabulaba en su contra para robarles la paz. Iniciando con su padre, el robo millonario que les hizo, su historia secreta con Nebra, y ahora... la inevitable partida de Flavio. Frotando sus cienes, Seth recargo su espalda agotado en la silla tras una noche en donde apenas logro conciliar el sueño, y escuchando como Martin tocaba a su puertas, tras ordenarle seguir, este se adentro en la oficina— Solo vine a recordarte que mañana sera la segunda reunion con Drakos, es de suma importancia que este de mejor ánimoAsintiendo una vez su asistente culmino, Seth vio como este salia
Capitulo 76— Ya no soy un niñoNarrador Tras salir de la prisión en la que se encontraba recluido Federico, Seth se encontraba en estado de Shock, descolocado, abrumado por lo que acababa de descubrir. Una parte de él deseaba más que nada que todo se tratará de una mentira, de un intentó de Federico de destruirlo como represiva por meterlo tras las rejas, pero la otra, la que él detestaba en ese instante, creía firmemente en ese hombre, en ese hombre que rebeló el secreto mas oculto de su esposa, uno que ni ella misma se atrevió de confesar en su momento.Abordando su auto aún en shock, Seth sin saber que decir o pensar, recargó la cabeza en el volante tratando de calmar su agitado corazón, y permaneciendo de la misma manera, sintió como sus ojos se cristalizaron. En realidad toda su vida habia sido una mentira, iniciando por las verdaderas razones de su matrimonio con Nebra, las cuales no eran más que la ultima voluntad de su abuelo antes de morir, el pasado oscuro de su esposa con
Capítulo 77— Memorias dormidas NarradorCon pasos cortos pero apresurado tanto como su tacones se lo permitían, Lilian Green, ingresaba al enorme edificio DrakosTech, después de la visita que Seth le hizo, le fue imposible mantenerse tranquila, por lo que fue a ver al responsable de la tormenta que azotaba a su familia. Ella no necesitaba ser adivina como para saber que Drakos moviendo sus hilos con cautela causó todo lo que estaba sucediendoAcercándose al mostrador en el lobby del lugar, pidió ser atendida por el señor Magnus en persona, y llamando a la asistente de dirección, en cuestión de segundos, Drakos desocupo su agenda para recibirla. Esta era la visita que estuvo esperando por años, el reencuentro con su amada, uno que llegó tras una larga espera.Abordando el elevador privado de la presidencia, este se dirigió directo a su destino, y abriendo sus puertas un instante después, una vez en el piso superior, Green salio con su mentón elevado, y un ligero temblor en sus manos,
Capitulo 78— QuedarteNarradorEl ascensor subía en silencio, con esa lentitud que solo se siente cuando uno quiere llegar rápido a cualquier parte. Dalia se quitaba los guantes de cuero, distraída, mientras Simón sostenía las llaves con fuerza en el bolsillo, como si aferrarse a algo sólido pudiera sostenerle el alma.Entraron al apartamento sin encender todas las luces. Había algo cómodo en esa penumbra, como si les permitiera postergar ciertas palabras, o quizás evitar otras. Todo lo que flotaba desde la cena seguía allí, denso, intacto.Simón dejó las llaves sobre la mesada de la cocina, se desabotonó el primer botón de la camisa y caminó hacia el sofá. Dalia lo siguió sin decir nada, sentándose a su lado, más cerca de lo habitual. Apoyó los codos sobre las rodillas y se quedó mirando un punto cualquiera del suelo, como si buscara dónde colocar tanto.—¿Estás bien? —preguntó ella, después de un momento, sin mirarlo directamente.Él tardó en responder, pero cuando lo hizo, su voz s
Capítulo 79— Hazme tuyaNarradorSimón sonrió, pero no fue una sonrisa cualquiera. Fue lenta, ladeada… como si las palabras de ella hubieran encendido algo que ya venía latiendo en su interior.Y Dalia lo notó. Lo vio en el leve destello que cruzó sus ojos, esa sombra oscura que aparecía cada vez que el deseo lo atravesaba sin permiso. No era solo una reacción, era hambre.—No deberías decir cosas así —murmuró él, sin moverse, sin rozarla, pero con esa voz más baja y rasposa que le acariciaba la piel sin tocarla —Porque sabes que si lo hiciera... no te dejaría ir nunca.Ella sostuvo su mirada, inmóvil, sintiendo cómo el aire se volvía más espeso entre los dos. Simón sonrió, una sonrisa que tenía filo. Una que encendía alarmas y fantasías al mismo tiempo. Dalia sintió cómo se le tensaban los músculos del abdomen cuando vio el brillo en su mirada, esa sombra oscura que aparecía solo cuando el deseo lo consumía por completo.Él no dijo nada, fue hasta un cajón del aparador y regresó con
Capítulo 80— Un niño desvalidoNarradorEl reloj marcaba las diez pasadas cuando Seth apagó el monitor frente a él. La oficina permanecía en penumbras, apenas iluminada por el resplandor tenue de las luces exteriores que se colaban por el ventanal. Llevaba allí horas, demasiadas, pero era mejor eso que pensar.Hundirse en el trabajo era su única vía de escape. Cada contrato, cada proyección financiera, cada informe detallado se había convertido en su trinchera. Un escudo para no enfrentar el caos que lo devoraba por dentro. Lo había hecho antes, cuando creyó que el silencio podía protegerlo. Ahora lo hacía de nuevo, pero esta vez… estaba fallando.El descubrimiento de que Federico no era su padre lo había golpeado con una violencia insólita. Y tras eso, la certeza que se insinuaba de que Magnus Drakos, sí lo fuera, hacía que estuviera al borde del colapso.Y mientras tanto Nebra, se había convertido en un reflejo silencioso de lo que alguna vez fueron. En casa, apenas lo veía. Él ya n
Capítulo 81– Decisiones trascendentalesNarradorTras una larga noche en vela debatiéndose entre saber la verdad sobre su verdadero origen, o seguir ignorando lo que su conciencia le gritaba, Seth al amanecer tomó una decisión. Una decisión que tal vez con el paso de los años pesaría, pero que no podría seguir postergando. Si algo tenía claro era que Federico tenía razón, él no llevaba ni una gota de su sangre, lo cual, en cierta parte, lo hacía sentirse aliviado.Caminando hasta su escritorio tras otra noche en su oficina, tratando de huir de Nebra, y los sentimientos que lo embargaban últimamente, Seth pasó las manos por su rostro en un intento de aclarar sus pensamientos, y tomando su teléfono al fin, recorrió el borde de este con sus dedos.¿Sería correcto seguir con esta locura? ¿O lo mejor era vivir en la ignorancia como en un inicio tenía planeado hacerlo?Reteniendo un poco de aire antes de seguir, Seth buscó entre sus contactos el número de Magnus Drakos y, presionando finalm
Capítulo 82—Hermanos que se eligenNarradorEran más de las once de la noche, Seth se sentó en el borde del sillón. La penumbra de su oficina no ayudaba a calmar la inquietud que le hervía bajo la piel. Llevaba horas ahí, intentando dormir, fracasando una y otra vez.El cuero crujía cada vez que cambiaba de posición, como si el mismo sofá se quejara del peso de sus pensamientos. Finalmente, se puso de pie y caminó hacia la puerta. Si no podía dormir, al menos podría tomar un café.El pasillo estaba silencioso, interrumpido solo por el lejano zumbido de los equipos de refrigeración y el murmullo casi imperceptible del aire acondicionado. Las luces tenues creaban sombras alargadas en las paredes, pero Seth ni se inmutó. Cuando empujó la puerta del comedor, el sonido leve de la bisagra lo recibió. Pero no fue eso lo que lo detuvo. Fue la figura sentada en una de las mesas, con una taza entre las manos, la mirada perdida y los hombros levemente encorvados por el cansancio.Seth cruzó el