La lucha entre humanos y sobrenaturales continúa en las sombras, los cazadores deberán luchar por sus familias y por sus vidas, la hija del alfa encontrará a su otra mitad en dónde menos espera, ¿Podrán sobrevivir a la guerra y al amor? Las historias de los cazadores se entrelazan entre el amor y el odio, la búsqueda de justicia y de venganza, amores prohibidos entre humanos y sobrenaturales se mezclan con las misiones de los cazadores. Cada nueva misión traerá más de una sorpresa, un grupo de humanos y mestizos liderados por los descendientes del lycan más poderoso, serán los protagonistas principales en éstas historias.
Leer másBirgrem era el más grande guerrero del clan Berciq, su padre el jefe del clan Medved estaba increíblemente orgulloso de él, los osos herreros son más pequeños que los osos guerreros, su habilidad con el martillo y en yunque no tiene comparación alguna. Era la primera vez que nacía un guerrero de la rama de herreros del clan, cuando Birgrem despertó a su oso y todos vieron que era un oso pardo, el más poderoso entre los osos, los herreros Medved forjaron una espada especial para Birgrem, la única espada que llevaba el hierro de la sangre de los karhu en su hoja, una espada hecha por osos herreros para su más grande guerrero. Birgrem siguió con fidelidad su papel como guardián del clan Medved, su fuerza era suficiente para alejar casi siempre a los ladrones y a quienes querían asaltarlos durante las entregas y sus viajes en busca de materiales. Cuando Birgrem cumplió los veinte años su matrimonio fue arreglado, la osa con la que se iba a cazar era la hija mayor de la tercera rama
Para media noche Kaldem había escuchado todo lo que ocurrió en el sueño de labios de Zinnia y tuvo una duda, por lo que preguntó: — ¿Estabas al tanto que Birgrem cuando despertó por primera vez en el castillo confundió nuestro hogar con otro castillo? — ¿huh? no, no estaba al tanto de eso, yo lo estaba evitando lo más posible esos días, ¿lo olvidaste? — Creo que Birgrem está en un castillo que ya conoce, y que conoce muy bien, posiblemente sea su hogar. — ¿Cómo puedes estar tan seguro? Kaldem analizó el sueño de Zinnia con lo que recordaba que Birgrem anduvo murmurando por el castillo antes de darse cuenta de que estaba en un sitio completamente diferente. Al parecer Birgrem había decidido subir a la torreta para ver desde allá arriba y descubrir cuál era el problema con el lugar, después de todo habían muchas cosas que estaban cambiadas, al subir las escaleras se detuvo en el rellano y miró por todo lado. Kaldem que lo estaba siguiendo de lejos lo escuchó quejarse
Dos días pasaron con velocidad, Alcem, Birgrem y Hyllen salieron de la estación fronteriza con rumbo a las ruinas del castillo Medved, Birgrem tomó su oso para avanzar, no le parecía adecuado llegar a caballo como si fuera un completo extraño, sobre él iba Hyllen, el cazador no tenía problemas para montar en el oso siempre y cuando Birgrem no corriera, aún no superaba la única vez que estuvo sobre el oso en una carrera. Junto a ellos Alcem avanzaba con su lobo, el lobo era bastante grande, incluso era un poco más grande que el lobo de Zinnia, el lobo gris del alfa se movía con bastante cautela. En ese sector el tránsito humano era mínimo y con los rumores sobre los ataques en las ruinas los pocos humanos que andaban por aquel lugar dejaron de ir, preferían gastar un día más de viaje que perder sus vidas a manos de algún espectro comedor de carne. A medida que se acercaban el oso de Birgrem empezó a ponerse inquieto, le llegaba un olor conocido, mas no lograba recordarlo, era com
Kaldem se quedó quieto, Zinnia no podía saber que Birgrem se marchó a la estación fronteriza, solo el equipo de Hyllen, el alfa Limber y él están al tanto de esa información. A pocos kilómetros de la estación fronteriza se encuentra un castillo en ruinas, solo quienes han ido a la estación fronteriza conocen la existencia de las ruinas y Zinnia nunca ha ido a aquel lugar, Kaldem está al tanto puesto que una vez fue allá llevando suministros, también conoce el interior de las ruinas puesto que fue a visitarlas por pura curiosidad. — Déjame ver lo que viste para pensar si te creo o no. El lobo de Zinnia gimió, no quería verlo de nuevo, la loba se soltó de Kaldem y estiró la mano mientras cantaba un hechizo una pequeña pantalla de hielo crecía en su palma y un fragmento de su pesadilla se mostró como si fuera una serie de diapositivas no como una película. Kaldem reconoció el patio del castillo en ruinas y observó con detenimiento la almena detrás de Birgrem, estaba seguro que aq
Zinnia se levantó, aún no había amanecido, pero no podía esperar, no pensaba esperar, era la primera vez desde que había recibido aquella red que tenía pesadillas, siempre que había soñado habían sido sueños agradables, en la mayoría de ellos estaba Birgrem, pero en todos él estaba vivo y ella era feliz a su lado. No se había dado cuenta hasta ese momento que en sus sueños ella era feliz junto a Birgrem, no podía creer que fuera tan tonta, Kaldem tenía razón, su madre tenía razón ella fue quien lastimó a Birgrem, ella fue la causa de que el oso se fuera. El corazón de Zinnia seguía latiendo con fuerza, aquel sueño fue demasiado real, ella es una wizwolf, claramente puede descubrir cuando la magia está involucrada, se mordió el labio y soltó un leve hechizo de detección sobre la red, no quería dañarla o romperla accidentalmente. La red brillo y se elevó una silueta desde la red, las perlas soltaban un ligero brillo que daban forma a la silueta, poco a poco el rostro sonriente de
Alcem le agradeció una vez más y antes de que Birgrem pudiera decir algo cambio el tema, les empezó a explicar que cerca de ahí existen unas ruinas de un castillo en una montaña, nadie sabe desde cuándo aquel lugar está deshabitado y desde cuándo no son más que un montón de ruinas, pero lleva así siglos y seguirá así. El clan de los cazadores tiene registrado el clan de Birgrem con el nombre del clan Berciq, ellos se hacían llamar también el clan Medved, ese era el nombre del fundador del clan y el castillo tomó ese nombre, por esa razón muchos los llamaban el clan Medved mientras que lejos de ahí eran conocidos como clan Berciq. Alcem explicó que en los últimos meses alguien o algo había estado ocupando las ruinas del castillo y en los días anteriores había habido una víctima mortal, un anciano y su mula fueron asesinados, todo indicaba que era la obra de un sobrenatural. De ser así Alcem no podía ir solo y tampoco podía llevar solo a sus cazadores humanos, serían presas fáciles
Alcem empezó a reír con la respuesta de Birgrem, el karhu decía que sus acciones no sirvieron para nada, posiblemente así era para él, pero para el lycan lo cambiaron todo. Trescientos años antes. El desierto de Trumferg. El lobo gris de Alcem corría buscando a su presa, un llygoden había estado causando estragos en la región, los llygoden son prácticamente ratas gigantes, miden un metro de altura y su cola es bífida, cada punta tiene un aguijón con el cual puede insertar veneno paralizante en sus víctimas para devorarlas mientras siguen con vida. El llygoden corría delante de su lobo, la bestia mágica era bastante veloz, pero no lo suficiente como para perder al lycan, lo que Alcem no esperaba era que la bestia fuera tan ágil saltando. Sus colmillos se acercaron a su cola bífida, debía arrancarla de un solo mordisco si no quería terminar como bocadillo de la rata, en el momento en que sus colmillos se estaban cerrando la rata encogió su cuerpo y saltó, delante había un acanti
Zinnia se alejó del estudio, las lágrimas se amontonaban en sus pestañas, llegó a su habitación y se encerró, se envolvió en la manta que había hecho con la red que le diera Birgrem y empezó a llorar. Estaba sola, en verdad estaba sola, Birgrem se había marchado incluso después de decirle hasta el cansancio que ella era suya. "Hasta el cansancio" esa frase retumbó en su mente y las lágrimas salieron con más ímpetu, él se había cansado de ella, ella fue una tonta, ella lo había cansado con su actitud fría y lo había alejado poco a poco hasta que finalmente la distancia entre ellos fue insalvable. La puerta de la habitación se abrió y la madre de Zinnia entró, al escucharla llorar cerró la puerta detrás de ella y se sentó junto a la loba en la cama, Zinnia se sentía horrible y lo que menos quería era que su madre le sermoneara en ese momento. El silencio se prolongaba, la madre de Zinnia no dijo nada, tan solo le dio unas palmaditas de consuelo, varios minutos después la loba si
Estación fronteriza. Un cazador entró en la oficina del alfa, la base fronteriza estaba ubicada en una colección de cuevas a lo largo de una pequeña cadena de colinas que conformaban la frontera misma. Los cazadores se movían a través de una serie de túneles en el interior que conectaban las cuevas a lo largo de cinco kilómetros, desde el exterior había un gran número de entradas ocultas entre rocas o detrás de arbustos tupidos, los túneles eran un laberinto que muchas veces no conducían a ningún lado. Los cazadores habían colocado señales a todo lo largo para no perderse, señales que solo ellos podían reconocer, con el tiempo las señales quedaban para los refuerzos que venían cada cierto tiempo. El alfa Alcem soltó un gruñido, al parecer los rumores sobre las ruinas estaban dejando de ser rumores, un anciano había desaparecido en aquel lugar, sus parientes al no tener noticias de él habían ido a buscarlo y lo único que encontraron fueron los restos del anciano y su mula,