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Capítulo 5. Misión de media noche.

El rugido del oso se extendió a lo largo y ancho del cementerio, Zinnia y Fisk se dirigieron a toda velocidad hacia su origen, al llegar pudieron observar a un gigantesco karhu dando zarpazos en todas direcciones, Kaldem estaba logrando esquivar por el momento al oso.

— No parece estar luchando en serio.

comentó Fisk mientras buscaba un lugar para usarlo como soporte y servir de respaldo a sus compañeros.

Zinnia gruñó y se adelantó, era verdad el karhu no estaba atacando con fuerza, ¿Estaba menospreciando a Kaldem por ser un dragnir? o…

Una trampa, debía ser una trampa, Zinnia aulló en su carrera contra el karhu, Kaldem poco a poco había estado moviéndose en la dirección que el oso quería.

Kaldem escuchó la señal de Zinnia, pero siguió esquivando, Hyllen estaba mal herido entre las lápidas, debía tratar de alejarlo lo más posible antes de regresar por el cazador o el karhu los mataría a los dos.

Kaldem estaba llegando a una zona cubierta por maleza, estaba tan alta que apenas se veían las lápidas entre todo ese monte, esquivó otro zarpazo y tropezó con una lápida quebrada, antes de caer y que su visión quedará obstruida por la maleza vio al lobo plomo azulado de Zinnia embestir al oso.

El lobo de poco más de dos metros embistió al karhu que media casi cuatro metros, el oso sin embargo no logro resistir la fuerza del embiste y rodó con el lobo dando dentelladas contra su cuello.

Las lápidas y los matorrales eran aplastados debajo de las dos criaturas que rugían y gruñían y daban dentelladas y zarpazos, de pronto una nube de polvo se elevó y con un fuerte estruendo los dos combatientes desaparecieron de la vista, la tierra se los había tragado.

Kaldem corrió hacia el sitio donde desaparecieron, solo un boquete no más grande que la tapa de un sumidero se veía en el lugar.

Fisk llegó corriendo, unos metros más allá Hyllen se sujetaba de una lápida, el cazador se sujetaba con fuerza el costado, el karhu no lo había atacado con la intensión de matarlo o en ese momento sería un inquilino más del cementerio.

— ¿Cómo demonios desaparecieron por ese agujero?

preguntó el cazador resollando.

Kaldem se preguntaba lo mismo, dos bestias de más de dos metros habían desaparecido por un agujero de casi un metro, escucharon un crujido y saltaron hacia atrás, toda el área colapsó y cualquier intento de bajar detrás de Zinnia desapareció.

…..

Zinnia vio la diversión brillando en los ojos marrones del karhu, ¿Acaso estaba jugando con ellos? si ese era el caso, ¿Habían más enemigos?

La loba escuchó lo que parecía ser la risa de alguien muy lejos de ahí y en ese instante un estruendo hizo temblar la tierra debajo de ellos y todo desapareció.

Cuando Zinnia recuperó la conciencia estaba en algún sitio muy oscuro, le dolía todo el cuerpo y sentía que estaba siendo aplastada por alguien, su conciencia despertó de golpe al recordar que estaba en medio de una pelea con un karhu.

Con un gruñido logró desembarazarse del cuerpo sobre ella e intentó levantarse, sus costillas se resintieron y su rostro se perlo de sudor, al parecer tenía algunas costillas rotas.

Extrajo de su cinturón una piedra lumbre y la golpeó, una pequeña llama se elevó sobre su cabeza y quedó suspendida sobre la piedra como si se tratara de un pequeño globo.

Junto a ella estaba un hombre semi desnudo, debía de ser el karhu, tenía un corte sobre la frente, aparte de eso no parecía estar más herido, Zinnia gruñó, tenía mala suerte, habían tenido mala suerte durante toda la misión, ahora estaba en algún lugar junto a su enemigo, estaba herida y se había separado de su equipo.

Se concentró y una fina capa de hielo mágico empezó a cubrir su torso, eso debería ser suficiente hasta que su poder de lycan soldara sus costillas.

Debía averiguar dónde estaba y qué tan lejos estaba de su equipo, se incorporó con cuidado, estaban bajo tierra, por el olor el aire no se había movido en aquella cueva hace mucho, intentó ver el lugar por el cual habían caído, pero no había señal alguna, estaban enterrados en aquel sitio.

Zinnia se concentró, estaba buscando la mente de Kaldem, el dragnir también es un sobrenatural por lo que es más fácil conectar sus mentes que con los humanos, no podía encontrarlo, ¿Dónde estaban? soltó un gruñido de fastidio.

— Querida, vuelve a dormir.

El corazón de Zinnia empezó a latir con fuerza, esa sin duda alguna era la voz del karhu, ¿Por qué sentía que le era tan familiar? y ¿Por qué le llama querida?

Le lanzó una mirada asesina al hombre que en ese momento se movía como si estuviera durmiendo en la cama más blanda del mundo, observó con detenimiento sus rasgos, estaba segura de que jamás lo había visto, se acercó un poco más, la luz mágica no iluminaba con mucha fuerza.

El karhu se movió más rápido de lo que ella podía esquivar en ese momento y el brazo de él la atrapó con mucha fuerza, Zinnia quedó atrapada en el abrazo del hombre contra su pecho, la loba no podía moverse, el karhu se movió un poco acomodándola sobre él y siguió durmiendo.

¿Era una broma de mal gusto? Zinnia forcejeo intentando librarse, incluso en su forma humana era demasiado fuerte, sus costillas aún no estaban del todo soldadas y no podía cambiar con su loba, no estaba segura que hubiera podido cambiar de todas maneras, estaba atrapada entre dos pinzas de acero.

El karhu suspiró y dijo entre dientes:

— Te amo, no te vayas.

Zinnia contuvo el aliento, la estaba confundiendo con su amada, su corazón empezó a latir otra vez con fuerza, su loba gimió al escucharlo pedirle que no lo dejara.

La loba se clavó las uñas en las palmas, ¿Por qué se sentía así? ¿Por qué le dolió escucharlo pedirle que no lo abandonara?

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