Hyllen abrió los ojos de golpe y se sentó frotándose el rostro, había soñado con su familia muerta, en su espalda sintió el morro del lobo acariciarlo suavemente, soltó el aire que había estado conteniendo y respondió:
— Estoy bien, alfa, solo fue un mal sueño. Kaldem susurró con fastidio: — Parece que la criatura tiene un rango de ataque mayor al que pensamos. En ese momento otro de los cazadores empezó a removerse, su cuerpo empezó a temblar con fuerza y un grito agudo salió de su garganta, mas no despertó, Zinnia se lanzó fuera de las ruinas antes de que nadie pudiera moverse. Hyllen sonrió de medio lado y después intentó despertar a su compañero, era imprescindible sacarlo de aquel estado o el staigat lo dejaría sin fuerza vital. El tercer cazador que aún dormía se llevó la mano al pecho y se sentó jadeando, había tenido un sueño horrible, en ese instante notó que los gritos que había escuchado entre sueños no se habían detenido, giró el rostro y vio a su gamma intentando despertar a su compañero. — No... no creo que logre despertar. dijo con amargura. — ¿De qué hablas? preguntó Kaldem mirando hacia la oscuridad del exterior. — Estábamos en el mismo sueño y... El cazador dejó de gritar y su espalda se arqueó antes de quedar completamente inmóvil, Hyllen revisó rápidamente sus signos vitales, con un suspiro de alivio se levantó, seguía vivo. El lobo gris azulado de Zinnia apareció, su aspecto era terrible, su lana siempre brillante estaba cubierta por manchones de un fango de aspecto desagradable y su olor hizo que todos se cubrieran la nariz. Zinnia regresó a su forma humana y escupió lo más lejos que pudo, sus ropas estaban tan sucias como su lobo, los lycans en un principio debían retirar sus ropas para transformarse en sus lobos pues estos son mucho más grandes y su anatomía es diferente, con el tiempo descubrieron que el pelo que sueltan las bestias podía ser tejido y convertido en ropa. El resultado fue mucho mejor de lo que esperaban, las prendas se amoldaban a sus cuerpos como una segunda piel, además descubrieron que no necesitaban desnudarse para cambiar con su lobo, la ropa hecha con pelo de lycan cambiaba con ellos. De esa manera fue mucho más fácil para ellos esconderse a plena vista entre los humanos y los sobrenaturales, andar con sus cuerpos expuestos era bastante complicado en especial si estaban huyendo o escondiéndose. — ¿Cómo está? preguntó la loba haciendo una mueca al notar su olor. — Vivo, alfa. respondió Hyllen desviando la mirada hacia Kaldem quién se reía entre dientes sin disimulo. La loba le lanzó una mirada asesina al dragnir antes de lanzarse sobre él, Kaldem la esquivó fácilmente y empezó a reírse con total descaro, Hyllen se apretó el puente de la nariz, era una suerte que estuviera cerca el amanecer o sería una muy larga noche. — Gamma, haz algo. pidió el cazador cubriendo su rostro lo más que podía con su abrigo. Hyllen sacudió la cabeza desanimado, seguía sin entender por qué enviaron a esos dos en la misma misión, Zinnia y Kaldem se molestaban y se burlaban el uno del otro siempre que podían, incluso en medio de alguna batalla no dejaban de fastidiarse. En esa misión Hyllen estaba como gamma, es decir el tercero al mando por lo que tenía poder de decisión, solo que ese poder no incluía a Zinnia la alfa y a Kaldem el beta, la primera y el segundo al mando. Julted, el cazador que fue atrapado por el staigat empezó a toser, Zinnia y Kaldem se quedaron inmóviles en plena pelea y Hyllen aprovechó el momento, con voz sería dijo: — Alfa, les molestaría salir a discutir este asunto afuera, nosotros no tenemos la misma resistencia que ustedes y el olor está empezando a afectarnos. — Hyllen, tiene razón… dijo Kaldem con tono mordaz. — … apestas, sal… ¡Shuuu, Shuuu! Zinnia entrecerró los ojos al ver al dragnir mover sus manos como si estuviera espantando a un animalito y lo sujetó del brazo y se lo llevó a rastras, el dragnir intentó protestar pero la loba se limpió parte de los restos del staigat en su hombro para horror de Kaldem. Los cazadores se quedaron riendo entre dientes mientras intentaban respirar lo menos posible aquel horrible hedor. A poca distancia encontraron un pozo y se lavaron, Kaldem observó a la loba sacudirse para retirar el exceso de agua de su cabello y dijo con tono preocupado: — ¿No crees que es raro que estuviera por aquí ese staigat? — Bastante, las ruinas deben haber estado abandonadas por lo menos unas cuantas décadas. — Parece que alguien sabe a dónde vamos. — Será mejor cambiar de ruta, un staigat es molesto, pero no mortal. — Sigo creyendo que hay algo demasiado extraño, ninguno de nuestros perseguidores nos dio alcance ni siquiera después de detenernos y ahora el staigat. Zinnia se transformó y dejó salir su aura con fuerza, se podía oler en el ambiente el olor a podrido del staigat, si el olor se concentraba más sus compañeros podrían enfermar y si volvían su objetivo en el cementerio podría escapar o preparar alguna trampa. ….. Cementerio ancestral. Ciudad humana de Goldbek La figura de un hombre estaba sentada sobre una gruesa lápida, bajo sus párpados cerrados sus ojos se movían velozmente, el hombre chasqueó la lengua, la criatura había muerto. Se levantó, era un poco difícil matar a un staigat en especial porque sus cuerpos fangosos lo vuelven casi inmune a cortes y golpes, aquel lobo sin embargo pudo matarlo con relativa facilidad. Con un gruñido se levantó y empezó a caminar hacia el gran mausoleo ubicado en el centro del cementerio, estaba agotado, manipular a esa criatura poco inteligente a esa distancia había sido agotador. Sus ojos empezaron a cerrarse, si tan solo aquellos cazadores no hubieran sido tan débiles, con una media sonrisa su cuerpo se aflojó, esperaba que sus nuevos visitantes pudieran durar más tiempo ante él.Ciudad humana de Goldbek. Los cazadores llegaron a las afueras de la ciudad justo después del amanecer, las puertas estaban cerradas, aún faltaba una hora para que la ciudad fuera accesible. Como casi todas las ciudades humanas, Goldbek estaba rodeada de un alto muro, legado de la era antigua, los humanos habían mantenido los muros incluso siglos después de que las criaturas de la noche y los monstruos desaparecieran de sus vidas. Zinnia echó un fugaz vistazo a su cazador, Julted se veía un poco pálido, los temblores ya habían cesado, el ataque del staigat había sido demasiado fuerte para él, Julted era el único sobreviviente de toda su aldea, una manada de svinja, animales similares a cerdos de más de un metro de alto con un cuerno dentado sobresaliendo de su frente, el pelaje de un svinja es duro como el metal y está afiliado, corta todo a su paso y los animales son violentos y carnívoros, además son bestias mágicas, su inteligencia es baja, pero tienen la capacidad de hablar
El rugido del oso se extendió a lo largo y ancho del cementerio, Zinnia y Fisk se dirigieron a toda velocidad hacia su origen, al llegar pudieron observar a un gigantesco karhu dando zarpazos en todas direcciones, Kaldem estaba logrando esquivar por el momento al oso. — No parece estar luchando en serio. comentó Fisk mientras buscaba un lugar para usarlo como soporte y servir de respaldo a sus compañeros. Zinnia gruñó y se adelantó, era verdad el karhu no estaba atacando con fuerza, ¿Estaba menospreciando a Kaldem por ser un dragnir? o… Una trampa, debía ser una trampa, Zinnia aulló en su carrera contra el karhu, Kaldem poco a poco había estado moviéndose en la dirección que el oso quería. Kaldem escuchó la señal de Zinnia, pero siguió esquivando, Hyllen estaba mal herido entre las lápidas, debía tratar de alejarlo lo más posible antes de regresar por el cazador o el karhu los mataría a los dos. Kaldem estaba llegando a una zona cubierta por maleza, estaba tan alta que apenas
Kaldem sujetó a Fisk y saltó hacia atrás justo en el momento en que el terreno se desplomaba bajo sus pies, un siseo de rabia subió por su garganta, ahora sería imposible buscar a Zinnia. — ¡Demonios! Espero que no hayan quedado enterrados. Fisk exclamó viendo la nube de tierra que se elevaba frente a ellos. El cielo empezó a clarear, Kaldem ordenó detenerse, no podían encontrarlos a ellos dentro del cementerio a esa hora, levantarían sospechas y necesitaban hacer un mejor plan, llevaban bastante tiempo tratando de encontrar una forma de bajar para buscar a Zinnia y Hyllen estaba herido. En la posada Julted ayudaba a su compañero a vendar su brazo, los golpes en sus costillas no eran graves, ninguna costilla estaba rota o trizada, el dolor era lo más molesto, pero se había dislocado un brazo, no lo había notado debido a la adrenalina, Hyllen hacia muecas de dolor mientras Julted lo vendaba, con el brazo frío tardaría en acomodar su brazo y era más complicado su tratamiento
Birgrem deambuló por décadas buscando al encapuchado para pedirle que le dejara morir, cuando finalmente lo encontró aquel sujeto estaba agonizando, él había aceptado cambiar su muerte por la maldición del encapuchado. Birgrem empezó a vagar buscando un sitio al cual pertenecer, pero el tiempo no se detiene y todo a su alrededor iba cambiando, los sobrenaturales lo evitaban, nadie quería estar cerca de un maldito, así fue empujado a vivir entre los humanos y los mestizos, pero todos a su alrededor iban envejeciendo y muriendo. Hacia cien años atrás se encontró con una bruja que aceptó averiguar qué clase de maldición tenía y cómo romperla a cambio de que él acabara con la vida de sus enemigos. Birgrem aceptó, no tenía nada que perder, si tenía suerte los enemigos de la bruja serían lo suficientemente fuertes como para matarlo, al final regresó con las cabezas de sus enemigos. La bruja tardó casi tres años en descubrir que tipo de maldición tenía, una poco alentadora, no había f
Zinnia pronto sintió el pelaje del oso contra su cuerpo y pudo sentir el calor que emanaba el animal, ¿Estaba loco?, la aplastaría en aquel lugar, apenas había espacio para moverse. La tierra crujió a su alrededor y escuchó como la tierra empezaba a deslizarse, las rocas rodaban y una nube de tierra se elevó, el suelo cedió debajo de ella y Zinnia contuvo un grito, iban a caer otra vez. Sintió la enorme zarpa del oso debajo de ella sujetándola contra el karhu mientras todo a su alrededor se desplomaba, la gravedad tiró de ella y supo que estaban cayendo. Unos minutos más tarde Zinnia notó que el aire ya no estaba tan viciado y sus pies tocaban tierra firme, la zarpa del oso se convirtió en la mano firme del hombre y el pelaje del oso dio paso al fuerte pecho de Birgrem. Zinnia escuchó a su loba gemir suavemente con el contacto y se mordió el labio, ¿Qué le pasaba a su loba? Él es un enemigo ¿O no? La risa de Birgrem la sobresaltó, ¿Pudo escuchar a su loba?, él es un karhu no
Birgrem caminaba con paso tranquilo, dejaba que sus pies lo guiaran, después de vivir tantos años había aprendido a dejar que su instinto lo llevara cuando su mente no podía recordar. Era difícil recordar cada día de siglos de existencia vacía, muchos de esos recuerdos nunca se grabaron con suficiente fuerza en su mente y el tiempo mismo se encargó de borrarlos, otros los perdió en sus múltiples intentos por acabar con la maldición y otros recuerdos no estaba seguro si eran de él o de alguien más. Zinnia caminaba en silencio detrás del karhu, el oso era extraño, no parecía estar muy interesado en nada de lo que ocurría a su alrededor, si ella hubiera estado en su lugar probablemente no lo hubiera dejado con vida, nunca sabes cuándo un enemigo herido o moribundo puede dar un golpe mortal. Llevaban caminando lo que parecían ser horas, su loba se movió inquieta, al parecer ya era de noche, bajo tierra no podía ver el cielo, pero su loba podía sentir la fuerza de la luna incluso en aqu
Birgrem cayó hacia adelante totalmente inconciente, Fisk se acercó y con cuidado lo volteó con el pie, el hombre roncaba en ese momento, con incredulidad el cazador se inclinó sobre el karhu y levantó uno de sus párpados cerrados, el hombre soltó un fuerte ronquido. — Vaya, es la primera vez que un prisionero luce tan cómodo después de ser capturado. Zinnia lo observó y frunció la boca, en la cueva después de caer también estaba muy cómodo en aquel lugar, el karhu era realmente extraño, todo un misterio tomando en cuenta de que era capaz de colocar sellos mágicos. Fisk regresó a la ciudad en busca de Hyllen y Julted, no podían llevar al karhu inconsciente todo el camino de regreso y además levantarían sospechas. Birgrem era tan grande que tuvieron que colocarlo sólo en un caballo, Hyllen montó con Julted y partieron de regreso al castillo, no podían permitir que el karhu quedará libre, no hasta que respondiera por sus crímenes. Dos días después el karhu seguía durmiendo, Kald
Limber estaba de pie frente a la ventana de su estudio, desde ahí podía ver con claridad el patio del castillo y vio al equipo de Zinnia regresar con un prisionero. Los cazadores se alejaron con la caballos, desde ahí podía ver que lucían cansados, el prisionero no parecía violento, podía ver que lo traían sin esposas, Limber soltó un gruñido bajo cuando el prisionero levantó el rostro y sus ojos se cruzaron. Halquen, el beta de Limber entró en ese momento y al escuchar el gruñido de su alfa se acercó a la ventana, vio al prisionero mirando directamente hacia ellos, que extraño, la ventana estaba estructurada de tal manera que desde el patio no se podía ver al interior del estudio. ¿Sabía el prisionero que lo estaban observando? Unos minutos después la puerta del estudio se abría y Zinnia entraba seguía del prisionero y Kaldem cerraba la comitiva, los lycans olieron claramente el aroma del oso del hombre. Limber mide casi dos metros de altura y el karhu era mucho más alto, el