Lumen es una loba prodigio entrenada por sus padres para convertirse en la nueva alfa. Cuando la manada del rey pone sus ojos en el territorio de Shadow-Wolf, Lumen descubre que su manada es muy débil y sus padres la han estado engañando. Entregada como una esclava para salvar a su familia, Lumen debe sobrevivir en el castillo del rey siendo la más odiada al haberse ganado el corazón del hijo del Beta y del mismismo hijo del alfa a la vez. La diosa de la luna le advierte que el castillo guarda un secreto. Lumen tiene un poder que descubrirá a medida que su corazón aprenda a amar al que más temor le provoca.
Leer másJimmy se dio la vuelta para que Zack comprendiera que no estaba abierto a negociar nada.Soltó un bufido de resignación.—Haz lo que quieras. —miró al cielo, consternado, tratando de pensar que demonios le iba a decir a los demás.Tendría que largarse ahora mismo para que los exploradores no los alcanzaran ni sospecharan nada.—Si Athius llega, dile a él que me defienda. Nadie lo contrariará. —Jimmy hizo una mueca a modo de despedida. —Volveré cuando los haya curado.El lobo rojo se marchó por el sendero, trepando por la colina con una gran habilidad. Utilizó al máximo su velocidad para localizar a los otros exploradores e indicarles que era hora de regresar al castillo. Así podría cubrir a Jimmy. Los exploradores no hicieron preguntas, debían pensar que el lobo con franjas los alcanzaría después.Zathun apenas si respiraba. Lysa, que podía moverse, se veía poseída por el dolor de las heridas.Verlos así era algo muy incómodo. Jimmy trató de poner la mente en blanco para pensar. Las o
NarradorEl sitio donde debían ir a poner orden estaba marcado en el mapa, que Jimmy iba examinando con sumo cuidado. Siempre había estado él antes que Zack, en las exploraciones, pero ahora no le molestaba estar siguiéndolo. La verdad, si era sincero, le importaba muy poco eso de las jerarquías.—¿Es una mina de oro? —preguntó Zack, entusiasta, no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera en llegar.Estaba eufórico por la misión, era mucha responsabilidad. Su velocidad aumentó y a Jimmy le costó seguirlo por el bosque. Ambos estaban en su forma de lobo, junto con otros exploradores que debían ubicarse más lejos para cubrir el terreno de posibles imprevistos y documentar si había algo interesante, como recursos u enemigos, en los alrededores.—Sí, es una mina que da oro en abundancia. Sin embargo, está cerca del territorio del antiguo Sombra de Lobo, el lugar de… —murmuró Jimmy, saltando a través de unos arbustos.—De la mascota odiada de mi amigo. —Zack respondió con sarcasmo,
Lumen—¡No hagas eso! —chilló la esclava, al verme verter mi propia sangre sobre una de las heridas de WendyLa esclava trataba de apartarme a los empujones y Seth la apartó a ella, sin lastimarla, sabía que eso me molestaría mucho.Los nervios me hacían temblar, dejé caer los hilos de sangre de mi mano temblorosa tratando de rogarle a la diosa luna por una respuesta positiva de su parte. Yo sabía perfectamente que mi aura no era tan poderosa y que las habilidades de curar por sangre eran solo de los prodigios.Cerré los ojos mientras las lágrimas me caían por las mejillas. Solté un sollozo, aferrándome a Wendy, esperando que mi sangre que fundiera con la de ella.Sentí una quemazón que fue recorriendo mi nuca y luego, llegó a mis ojos. por el reflejo del cristal de la ventana vi que se tornaron como los de mi loba, como cuando estaba molesta o enfurecida.Las heridas de Wendy comenzaron a resplandecer débilmente. Fueron cerrándose poco a poco.Mis ojos no podían creer lo que estaban
—No se debe llorar, eso es de débiles. —gruñó Seth, mirando a su padre con rechazo.Dun tosió, bajando la vista al suelo. Su hijo nunca fue sentimental ni mucho menos expresivo con respecto a sus sentimientos.—Lo que te ocurre ha de ser una artimaña de bruja. Deben estar confundiendo tus sentidos. —Seth miró a su padre con severidad. —Es la única explicación lógica.Soltó un gruñido de fastidio. Quería regresar con Lumen, en el vinculo de compañeros sintió que algo estaba sucediéndole y ella no respondió. Temía que le hicieran daño en su ausencia y la de Zack.Uno de los sirvientes de la reina ingresó al salón, con la cabeza gacha, mostrando respeto y haciendo una reverencia cortés.Al ver otra persona ingresando al lugar, Dun se sentó en la silla tratando de estabilizarse. Respiró profundamente. Quizás su hijo tuviera razón y solo fuera una alucinación. Se repitió que no era posible, que su esposa estaba muerta hacía muchos años y nada se la devolvería.—Señor. —se dirigió a Dun. —E
AthiusMelia se acercó a mí, al igual que Danny, en el jardín. Los dos antes fueron buenos amigos para mí. Quizás no se daban cuenta que yo no simpatizaba demasiado con ellos ahora.Quizás me costaba simpatizar con cualquiera hoy por hoy. Todo desde que ocurrió lo de los Sombra de lobo. Malditos sean ellos para siempre.—Oye, Athius. Vamos a jugar a las cartas con los demás. ¿No quisieras venir? —preguntó Melia, sonriéndome.—No lo creo. Tengo que entrenar un rato. —solté, mirándola con desdén.Ella ya tenía compañero. Otra vez sentí que mi momento nunca llegaría. Además, las chicas últimamente parecían ignorarme. Antes no era así, algo cambió desde que fui a ese territorio. Mi madre y los sabios tenían razón. Cada día lo descubría un poco más.—Iré a entrenar contigo. —dijo Danny, haciendo una mueca de burla. —Pronto los orgonitos y minerales que han pedido estarán listos. Y cuando eso pase te irás. ¿Somos amigos o no recuerdas?La fastidiosa actitud amistosa que tenían los dos me pr
NarradorLas dos chicas se hallaban buscando a Helen por toda la torre, en el ala de los esclavos. Helen siempre era vista allí en ese horario. —No la veo. ¿Dónde se habrá metido esa bruja? —preguntó en voz baja Sam.Wendy la calló apretándole el brazo. No podía creer porque a veces su amiga actuaba con tanta libertad en un sitio plagado de enemigos. Al igual que Lumen, Sam tuvo mucha más suerte en este castillo.—Bueno, Wen, nadie puede oírme. —Sam rodó los ojos al ver la ansiedad que eso le provocaba a su amiga.Buscaron por toda el ala cercana a la lavandería. En ese sitio, los esclavos abundaban. A Sam le resultó algo traumático contemplar como un esclavo estaba curándose las heridas provocadas por un látigo.—Eso es lo que pasa cuando un esclavo omega o delta rompe las reglas. —Wendy observó al chico con tristeza.Sam tragó saliva. No quería aceptar que así fueran las cosas. No eran así para ella. Zack solía protegerla y también Mina.Subieron las escaleras para buscar en los pi
NarradorEl salón privado de la reina y el rey estaba enteramente colmado de tesoros obtenidos de diferentes conquistas. El oro y la plata eran el material predominante de casi todos los objetos que allí se encontraban. Seth estaba habituado al lujo, nada de eso lo sorprendía en absoluto. La reina lo estaba esperando y cuando vio a Zack detrás de él, lo detuvo antes de que entrara.—Querido. —sonrió amablemente, su tono de voz era suave.Ella se había colocado un vestido rojo de terciopelo con filigranas que parecían de oro resplandeciente. Llevaba el cabello rizado y delicado, suelto en su totalidad. Los rastros de la edad se notaban en su rostro y en su porte, pero los dotes de la curación le otorgaban un envejecimiento retardado al igual que al rey, por sus poderes de alfa.—No podrás acompañarnos. —La reina miró a Zack con los ojos entrecerrados. —No te han avisado todavía, por lo que veo. —hizo una mueca y negó con la cabeza. —Jimmy y tú deben realizar una exploración nueva. Est
LumenMe mantuve aferrada a él a pesar de su notable ira creciente. No le tenía miedo, no era como antes, yo sabía que algo le estaba sucediendo y no iba a parar hasta que habláramos sobre eso.Seth me miró como si quisiera matarme.—Juegas con fuego. —dijo, con sus ojos fijos en mí. —No deberías hablarme ahora.Después de todo lo que ocurrió, estaría furioso, lo veía, podía oler incluso su rabia de no haber podido desafiar a la reina. A él no le agradaba en absoluto seguir órdenes. Eso era una de las cosas que más me atraía de él, no le interesaba romper las reglas para estar conmigo, no le importaba nada que no fuera lo que él quisiera. Tenía un espíritu y una fuerza enorme.—No me harás daño. —me quedé a su lado, apoyando mi cabeza sobre su pecho para escuchar los latidos de su corazón.Acarició mi cabello, resignándose a que no me iría.—Eres muy extraña. —murmuró, casi sonriendo, sus ojos verdes me enfocaron.Se inclinó para besarme y me abrazó, tapándome con la manta. Nos abraza
NarradorLa niebla cubría la mitad del bosque que llegaba a las proximidades del territorio Sombra de Lobo, la olvidada y destruida manada que organizó la cacería del clan de la sangre de plata. Desde que ocurrió aquel acontecimiento desastroso, nadie había osado pasar por allí, incluso se rumoraba que el territorio estaba maldito. Todo el clan de la sangre de plata decidió olvidar a los Sombra de lobo para siempre.En las afueras, en los bosques de sauces que parecían llorar, la reina deambulaba junto con Dormius. Ambos llevaban caminando por muchas horas, en silencio, en un estado meditativo.Kyra observó la cueva, que poseía rejas en la entrada, era un sitio antiguo. Un lugar para prisioneros que capturara el alfa. Las rejas impedían que un lobo saliera de allí, o al menos, uno débil que no pudiera romper la roca o el acero. Sin embargo, la magia que aportó Dormius generó que los barrotes quemaran a quien los tocara.La reina también se encargó de colocar el orgonito en el exterior