Lucía Waldorf soñaba con ser esposa, madre y empresaria, todo el paquete en uno. Siendo hija de una de las familias más adineradas del país su destino estaba ligado a un hombre igual de poderoso que su familia, así que cuando le informaron de su matrimonio arreglado con Sebastián Carter lo acepto y se propuso ser la mejor esposa para él. Sin embargo luego de 4 años de un matrimonio tortuoso, terrible y sin sentimientos, el divorcio fue la solución al infierno que vivía junto a Sebastián. Y Lucía logró ser feliz al menos durante un año, fue feliz hasta que recibió aquella terrible noticia que la ataría para siempre a su ex esposo y que no la dejaría vivir el amor que al fin había encontrado junto a Daniel Rutherford, su mejor amigo de infancia y el hombre que se había robado su corazón, que le había demostrado que ella si podía tenerlo todo, que sí podía ser feliz. Entonces Sebastián apareció para arruinar la felicidad de Lucía y dejarle claro a ella y al mundo entero que ella era solo de suya.
Leer másMUCHOS AÑOS ATRÁS.— ¿Quieres? — preguntó Sebastián.— Sí, gracias — la rubia le dio un beso en la mejilla y tomó el helado entre sus manos.El día era soleado, estaban al borde del lago, solos, sentados y mirando el agua cristalina, pero sabían que estaba fría.— ¿Me quieres? — No — respondió el niño riendo.— Yo sé que me quieres.— ¿Cómo lo sabes? La niña levantó los hombros como si la respuesta no importará, pero es que la respuesta no importaba. Cerró los ojos y dejo que el sol la abrazara. — Tengo miedo — volvió a hablar.— ¿De qué?— De no verte nunca más, de olvidar tu rostro, de no recordarte.— Si eso pasa, es porque no me quieres tanto como dices que me quieres — Sebastián respondió con la lógica de un adulto, aunque no dejaba de ser un niño.— Te conozco hace dos veranos y durante el otoño, el invierno y la primavera obligo a mi cabeza a que te recuerde, pero cuando llega la hora de volver aquí, tu rostro es como una imagen bajo el agua, borrosa — era la primera vez que
POV. NARRADOR.Lucía miró su falda, sus piernas hormigueaban y dudó en dejar puesta esa pequeña prenda, pero luego una sonrisa atravesó su rostro.Definitivamente Sebastián se iba a enloquecer.— ¡¿Lista?! — Escucho la pregunta un poco exasperada de su esposo desde abajo. Lo había hecho esperar y apostaba a que valdría la pena.Era la noche de Halloween, al fin se estaban dando un descanso y viviendo como pareja, los niños acostados y Star en una pijamada con sus amigas de la escuela.Colocó sobre sus hombro el pesado abrigo de paño, ocultando el disfraz y sonrío, retocó sus labios rojos y tomó el bolso, bajo las escaleras con esos tacones que le alargaban las piernas mucho más, miró a su esposo desde la parte superior de las escaleras y le dio esa sonrisa dulce y tranquila que sabía que a él tanto le encantaba. — Te ves preciosa — dijo cuando le tomo la mano.— Aún no ves mi disfraz.— No necesito verlo, eres preciosa.Lucái sonrió y se mordió los labios. Parecía que estaba por ha
POV. NARRADOR.— ¿Listos? — preguntó Antonio cuando la cámara estuvo lista. — No — chillo Jesse que venía caminando con el bebé en sus manos.— Juro que si no toman esa foto ahora yo…— ¡Modales! — reprendió Loren a su hijo Tom y sus padres al mismo tiempo le dieron dos golpes en la cabeza.Todos rieron.Sí, todos al fin estaban riendo.No reían de un mal chiste o de una situación graciosa, tampoco estaban riendo como cuando algo es simplemente gracioso y por cortesía se ríe.No, ellos estaban riendo porque al fin tenían paz, todos y cada uno de los miembros que estaban perfectamente acomodados para la fotografía tenían paz.Desde el bebé más pequeño y recién llegado, hijo de Jesse y Theo, hasta el mayor de todos, Sebastián Carter.El hombre está algo exasperado, cansado también, pero sonríe. Sonríe honestamente y con una felicidad en medio de su pecho que no creyó posible nunca, lentamente recorrió con la mirada a cada uno de los que lo rodeaban.Felipe y Antonio tenían ese aire pr
POV. JESSE.— Hola — dije suavemente.Vi como su cabeza se movía de lado a lado y gimoteo cuando intento mover su mano, así que deslice mis dedos entre los suyos y me di cuenta de lo frío que estaba. — No te esfuerces, debes… Descansar — susurre. — Mmmm.Fue todo lo que dijo, antes de caer de nuevo en un sueño profundo, tampoco es como si fuera necesario que dijera algo más. Bueno en realidad si tenía que decir algo más, tenía que explicarme un millón de cosas, pero por el momento mientras estaba respirando todo estaba bien.Volví a mi lugar a su lado, una silla un poco dura y una almohada.¿Por qué? No conocía a nadie allí, no tenía idea de quienes eran, no tenía idea de sus nombres, ni de quienes eran, no sabía nada sobre nadie, solo que nos habían salvado y aunque estaba agradecida, también tenía miedo, así que cuando me iban a dar el alta, no lo pensé demasiado y las cosas se pusieron intensas.Cerré mis ojos apretando levemente la mano de Kevin mientras recordaba lo que había p
POV. DULCE.Algunos estaban molestos conmigo y podía entenderlos, no conocían toda la historia.Mi prima Bianca dejó de hablarme y mi hermano me reprendió durante unas dos horas, pero no me importó. Sabía que me veían como la paria, la mala, tal vez hasta me estaban comparando con mi padre biológico en sus cabezas.Pero no me importo, solo me preocupaba por Theo, porque sabía que le había causado daño, pero Leo no, Leo se merecía cada gota de dolor que le hubiese causado.Lo que me hizo no fue solo repugnante, fue miserable y cobarde.Me ilusiono, me regaló un millón de momentos en una tarde, me dijo cosas que se dicen cuando amas y luego simplemente me abandonó, se fue y apareció tiempo después como si nada, me ignoró y siguió de largo.Hizo su vida, mientras que yo me quedé varada en ese día, en esa noche, en todo lo que hicimos que parecieron años y fueron apenas horas. Me llevo del infierno al cielo, para luego hacerme caer más bajo.Durante meses me sentí insuficiente, poca cosa,
POV. LEO.— Mmmmm — gemí mientras sentía algo humedo.Sacudí mi cabeza y me removí.Sí, definitivamente había algo allí. Algo que subía y bajaba muy caliente, húmedo, suave, me sentí más duro que nunca.Parpadeó y abrí mis ojos lentamente para ver como la sabana subía y bajaba constantemente y mi mente conectó con la realidad.¡Carajo! Se sentía como el cielo.Levante la sabana y esos ojos pícaros, divertidos, traviesos, amables y soñadores me miraban, mientras me daban la mejor mamada de mi vida.Dulce estaba allí dándome los buenos días, como lo hacía desde hace 4 días.— Hola — susurro y su boca goteaba un poco.Era la mejor imagen que mis ojos habían visto jamás, sentí como la sangre recorría mis venas y como podía quedarme ciego en ese momento y no me importaría.— ¡Tú..Rio y volvió a abrir su boca metiéndose toda mi m¡embro a la boca.— Dulce — gemí mientras tomaba su pelo en mi mano y lo enredaba entre mis dedos para marcar el ritmo.Sus labios eran la gloria, ella era la glo
POV. THEO.— ¡¿Quién eres?! — El grito de Jesse, me sacó de golpe de mis pensamientos. — Shhhh — la regañe y tiré de ella para que se sentará junto a mí.— Habla — dijo con los dientes apretados casi gruñendo y con lágrimas desbordadas por sus ojos —. ¿Por qué ese hombre dijo que tu familia lastimó a mi hermano?— No es el momento.— Es ahora o no…Entonces un golpe sonó fuerte en medio del lugar, una varilla, gruesa y pesada, pasos también se escucharon y sabía que ya no estábamos solos.Respire profundamente y tomé sus manos entre las mías.— Me gustas — le dije y la besé, fue un beso profundo —. No se si vamos a salir vivos de aquí — suspire y mire al suelo, pero me reí —, pero me hiciste feliz durante este tiempo y solo sueño con que te conocí en otras circunstancias y que nosotros… — trague el nudo grueso y escuche como disparaban al aire, asustandonos —. Toma.Le coloque el reloj que era mi gps y la maleta roja al frente.— ¿Qué haces? — Tenía mucho temor en su mirada y estaba a
POV. PIERO.— Carajo, eres como un manjar — dije mientras la miraba desde abajo —. Sí, definitivamente el mejor y más dulce coño que me he comido —sonreí y soplé suavemente sobre su clítoris. — ¡Ahhh! — Ella gimió y echó su cabeza atrás, tomó uno de sus pezones y pellizco con fuerza, hasta que volvió sus ojos a mi.— Mírame — le ordene y se mordió los labios —. Quiero toda tu atención en mí.— Piero, por favor — estaba suplicando.Pero no sabía porque suplicaba, por su liberación o porque me había metido entre su piel en menos de dos semanas.Sin embargo ella se me había metido hasta el alma en dos días.Dos días fue todo lo que le tomó a esta dulce pastelera joderme la cabeza y casi arruinar los planes de venganza que amasaba entre mis manos.Odiaba a mi hermana.Amaba a mi hermana.Nadie más que yo podía joder a mi hermana.La primera vez que la vi estaba con ese mandril de flores rosa y lilas y parecía más bien sacada de una dulce película infantil en la que era la salvadora de lo
POV. THEO.— Levántate — escuche esa voz más bien como un eco lejano —. Por favor no te mueras —. Po… Por favor — estaba sollozando.Gruñí fastidiado, ese sollozo me recordaba a mi prima Bianca cuando hacía sus berrinches.Cerré los ojos con fuerza una vez más y recordé, el dolor en mi cuerpo, el zumbido en mi oído izquierdo, mis costillas y me costaba respirar, no, no era mi prima Bianca y tampoco estaba en casa con resaca.Abrí los ojos rápidamente, y la poca luz me ayudó a no sentirme tan ciego. — ¡Estás bien! — los delgados brazos de la chica me envolvieron y sentí un calor cubrir mis mejillas.¡M¡ierda! Pero no tenía tiempo de nada.— ¿Hace cuanto?— Quince minutos — dijo limpiándose las lágrimas.— Tenemos diez para salir de aquí. ¿No ha sonado la radio? Ella se estiró un poco lejos de mí y estiró entre sus pequeñas manos lo que quedaba del radio que había logrado camuflar para comunicarme con mis primos, pero que ahora era como un puré de papá tecnológico.¡Carajo! Por un