Alexa es una mujer madura; a sus cuarenta años, está divorciada, tiene dos hijos universitarios y ha salido adelante sola, pues es inteligente, hermosa y lo que quiere lo consigue. Su carácter ha hecho que nunca se dé por vencida, y esta vez no será la excepción. Rosbaldo es un hombre joven, apuesto, excelente deportista; solo que su carrera está a punto de irse al diablo por sus excesos, pues fiestas y mujeres son lo que más le importa. Pero, ¿acaso Alexa podrá hacerlo cambiar? ¿Qué hará Alexa cuando Rosbaldo la meta en serios problemas? Pues no es fácil lidiar con un chico quince años menor que tú, que siempre está tratando de seducirte. ¿Caerá Alexa en sus encantos o pondrá distancia y se alejará de lo prohibido?
Leer másAlexa Estamos sentados en la oficina de Fernando. Su rostro tiene muchas cosas que decir, pero parece que prefiere mantener su boca cerrada. Roxy está con los brazos cruzados, muy serio, que él no acostumbra a ser así, y una ceja alzada, esperando a ver qué idiotez dice Fernando. Yo suspiro y volteo los ojos con fastidio, pues se está comportando como un completo imbécil. Así que suspiro, me pongo de pie y camino hacia su ventanal, donde muestra toda la prensa fuera del edificio.—¿Qué planeas hacer, Fernando? ¿Por qué no me has informado de lo que estabas haciendo? Me estás haciendo a un lado cuando sabes que yo soy la encargada de la carrera de Roxy?Él soltó una carcajada y golpea el escritorio. Yo volteo a verlo con los ojos entrecerrados y él mantiene una sonrisa en su rostro.—¿Y tú crees que estás haciendo lo correcto? Creí que tenía a la mejor para este trabajo y parece que solo eres la mejor para meterte....Yo lo miro con una ceja alzada, esperando a que termine de hablar,
Alexa La verdad es que el haber venido a hablar con Roxy había sido la mejor idea que había tenido mi hijo. Yo los veo y sonrío; están sentados frente al gran televisor, que obviamente Roxy cambió viendo un deporte. Roxy voltea y me sonríe, se pone de pie y se acerca a mí. Cuando está tan cerca, pegado frente a la mía, y no borra su sonrisa.—Creo que ahora que se ha arreglado todo, es momento de hacer lo que teníamos planeado, pero también creo que es momento de que tu exesposo se aleje completamente. No lo necesitas para nada y no me gustaría que tuvieras un enfrentamiento con él; ya ha sido bastante, realmente se ha convertido en una molestia.Yo suspiro y asiento. Esto es a lo que me refiero cuando me siento protegida y amada, aunque realmente ya había llegado a mi límite con Ramiro, y no fue ahora, desde hace tiempo. Pero ahora que su esposa quiere hablar conmigo, creo que después de estos años que llevan casados, se ha dado cuenta de realmente quién es, y ella me puede ayudar
Alexa Estoy acostada en mi cama cuando escucho que la puerta principal se cierra. Yo cierro los ojos y suspiro; algunas lágrimas caen y yo trato de limpiarlas, pero es en vano, pues no paran de bajar por mis mejillas. Cuando escucho que la puerta de mi habitación se abre, así que de inmediato me siento en la cama y veo que es Tommy, quien se para frente a mí con una pequeña sonrisa en su rostro. De inmediato me abraza y yo rompo en llanto.—Tranquila, hermosa, todo estará bien. Solo tienes que darle tiempo para que acepte lo que está sucediendo, pero tienes que aceptar que tu exesposo no ayuda, linda. Cuando escuché todo lo que les decía, Dios quería agarrarlo a golpes.Cuando me separé de él, prácticamente moqueo. Sí, ya sé que no se ve muy bien que haga eso, pero Dios, es la primera vez que siento algo por un hombre. Pero mis hijos siempre han estado primero que cualquier cosa. Él me toma por los hombros y suspira.—Deja de llorar, levántate y ve con Roxy. Dile que esto; tendrán q
Alexa Es momento de enfrentar mis miedos. Es momento de enfrentar al mundo. Bueno, eso era lo que Roxy tenía planeado, pero hasta que no desperté, ya era muy tarde por la noche. Me lo hizo saber; estaba sentada en el sillón, él se para frente a mí y me sonríe.—¿Qué dices, lo hacemos público? Solo recuerda que el ataque hacia ti vendrá de todos lados. Obviamente, trataré de protegerte, pero...Él guarda silencio y yo lo entiendo completamente. Suspiro y me pongo de pie, tomo su rostro entre mis manos y le sonrío.—Necesito que tú estés seguro de lo que vas a hacer, pues aquí el famoso eres tú. Sé que conmigo vendrán muchos ataques, pues no es bien visto que una mujer mayor esté con un hombre más joven, pero sinceramente, los únicos que me preocupan son mis hijos y, para tu desgracia, tendrás que ir a hablar con ellos.Él abre los ojos sorprendido y yo no dejo de sonreír. Eso sí, quisiera verlo si él pensaba que solamente diríamos al mundo que estábamos juntos e ignoraremos sus comen
Alexa Cuando salgo de casa, prácticamente voy corriendo, me subo al coche y empiezo a conducir hacia el departamento de Roxy. La verdad es que demasiadas cosas se vienen a mi cabeza: ¿cómo hace esta tipa para entrar a su departamento así de fácil cuando se supone que es un penthouse privado? Esto también hay que averiguarlo. Cuando llego al edificio, muchos reporteros ya se encuentran ahí. Apenas me bajo del coche y todos se vienen encima de mí. Trato de alejarlos, pero son demasiados. Reconozco a uno con el que tuve un pequeño accidente; él me ve y yo lo señalo.—Tú, aléjate de mí, no te quiero cerca.Él sonríe y niega.—Vamos, señor Alexa, solo queremos cubrir la nota. ¿Es cierto que Roxy se casará pronto con la chica de las fotos? Parece que usted lo tiene que estar sacando de la mierda. Creo que el hombre, a pesar de sus años y de su experiencia con los medios, no aprende.Yo lo miro mal y niego. El guardia de seguridad del edificio me ayuda a entrar; yo le agradezco. Cuando subo
Roxy Cuando abro mis ojos, sonrío al recordar todo lo que había pasado. Ella está recostada en mi pecho y yo acaricio su larga cabellera oscura, pero cuando suspiro, el aroma que desprende su cabello es diferente. Así que, de inmediato, me pongo de pie y ella se levanta junto conmigo, manteniendo una enorme sonrisa en su rostro y está completamente desnuda. Yo la miro confundido. ¿Qué diablos está haciendo ella aquí en mi cama? Como si de verdad yo hubiera pasado la noche con ella. Pellizco el puente de mi nariz y niego.—¿Qué diablos haces aquí metida en mi cama? ¿Y dónde rayos está Lexi?Ella me mira confundida y, de pronto, estalla en carcajadas y empieza a negar. Yo camino hacia el vestidor y me coloco unos boxers. Ella sigue completamente desnuda, sin pudor alguno.—¿De qué hablas, Roxy? Vaya que estabas ebrio. ¿Y quién diablos es Lexi? No te entiendo.Ella no para de reír, como si yo estuviera loco, y aquí la única loca es ella. Yo empiezo a tomar su ropa. Estoy furioso. Ella
Alexa Había decidido que era momento de hablar con mis hijos, pero primero tenía que hablar con Tommy para saber exactamente qué le había dicho. Cuando mi hijo se va a su habitación, él me mira con una sonrisa que casi parte su cara. Yo niego; parece que él nunca va a cambiar. Él suspira y me señala.—No me mires así. Tenía que hacerle entender que su mamá tiene derecho a disfrutar su vida. No he mentido con lo que dije: todos en esta vida tenemos derecho a disfrutar, a tener sexo casual, a que nos quieran. ¿Cuál es el problema? No veo por qué estés molesta.Yo suspiro y tomo asiento en una de las bancas que están en el mesón de la cocina.—No es fácil que mis hijos acepten que su madre tiene sexo, pero creo que no es eso lo que me preocupa.—Ah, no. ¿Y entonces por qué esa cara? Pensé que te había ido mejor con tu joven amante.—Creo que Roxy se está enamorando de mí, o al menos me lo dijo cuando pensó que estaba dormida.Él empieza a aplaudir y a saltar como loco. Yo solo cierro lo
Alexa Abro los ojos y suspiro. Dios, no debí de nuevo, pero es que este hombre tiene, Dios, algo que me vuelve loca. Aunque no quiera aceptarlo, con solo tocarme se me olvida completamente todo. Hacía tantos años que no me sentía de esa manera, tan deseada. No puedo decir amada porque lo que sentimos es simple deseo. Aunque él besa y acaricia mi cuerpo como si fuera lo más valioso que ha visto, siento cómo empieza a acariciar mi espalda y reparte besos en ella. Yo suspiro porque es tarde y tengo que irme, pero parece que sus intenciones son otras.—Roxy, no hagas eso. Sabes que tengo que irme.Él se queda en silencio, pero sigue besando mi espalda y pega su miembro a mi trasero. Puedo sentir qué tan listo se encuentra.—Mmm, ¿por qué no te quedas aquí conmigo? Creo que estás más segura aquí que en cualquier lado. Además, tus hijos ya son adultos, ellos estarán bien. Llámalos y te prometo que mañana te llevo a tu oficina temprano.Yo me volteo boca arriba. Puedo ver sus lindos ojos a
RoxyAl verla ahí dormida, sonrío, pues jamás había pasado una noche tan increíble con una mujer. Acaricio su espalda, pero creo que está demasiado cansada, pues no despierta. Me pongo de pie y voy a tomar una ducha. Cuando estoy bajo el agua, cierro los ojos y sonrío al recordar sus gemidos cada vez que entraba en ella. Tan duro, Dios, solo de recordarlo, mi falo ya está listo de nuevo, pero tengo que controlarme. Por más que quiera estar metido en la cama todo el día a su lado, sé que no es posible. Suspiro y tomo una toalla, me enredo en ella y salgo hacia mi vestidor, pero solo coloco unos boxers. Bajo las escaleras y escucho un teléfono sonar constantemente. Lo veo encima de la mesa y es mi teléfono. En la pantalla, la fotografía de mi madre se muestra, así que solo suspiro y contesto.—Hola.—Rosbaldo Fernández Iturbide, ¿dónde carajos estás? Sabes que tu madre aún tiene vida para patearte las pelotas si así lo quisiera.Yo volteo los ojos con fastidio, pero mi sonrisa no se bor