Luz se acercó a la puerta y, al abrirla, vio a dos jóvenes más o menos de su edad cuyos rostros le parecieron muy familiares. No fue hasta que vio a la mujer detrás de ellos que logró reconocerlos, por lo que dio dos pasos hacia atrás y corrió a refugiarse con Luis, con quien en los últimos días se había vuelto más cercana, ya que todos los días al salir de la prepa él y Paco pasaban por ellas.
Luis, al verla afectada, se acercó preguntando: "¿Qué pasó?". Luz, muy sorprendida, le pidió a Luis que la acompañara, tomándolo de la mano. Cuando llegaron al patio, su mamá la reprendió por salir corriendo y no saludar.
Javier fue el primero en acercarse y saludarla, mientras que Jorge la miraba con cierto desdén, hasta que su madre le pidió saludarla. Luz los saludó sin soltar la mano de Luis, ya que, aunque los conocía y les tenía mucho cariño, principalmente a Jorge, después de tantos años eran dos extraños.
Sara se acercó a Luz y le comentó que estaba muy bonita, que le daba mucho gusto que invitaran a sus hijos como chambelanes principales, comentario que no pasó desapercibido para Luz María, ya que la intención no fue esa.
En fin, llegó el coreógrafo y el grupo de bailarines, que en su mayoría eran vecinos de Luz. También los acompañaba Nancy, una vecina de Luz que también celebraría sus XV's un par de semanas antes de la fiesta de Luz.
El coreógrafo pidió iniciar el ensayo ya que faltaba poco más de un mes para la fiesta y prácticamente no tenían mucho tiempo. Así iniciaron el ensayo, para lo cual se le pidió a Luz que indicara al coreógrafo quién de los presentes sería su chambelán principal, a lo cual Luz pidió que fuera Luis.
Esta decisión no fue del agrado de Jorge, quien, a modo de capricho, le mencionó a su mamá que mejor se iban, ya que habían dejado otras actividades importantes para que al final no se les considerara.
Luz María, tratando de aminorar el ambiente de tensión que en ese momento se vivía y por consideración a la amistad de su esposo con el padre de Jorge y Javier, le sugirió al coreógrafo que si se podía se intercalara a Luis y Jorge, ya que tampoco le parecía correcto que Luis fuera dejado de lado ya que él desde un inicio se ofreció y además era un buen amigo de Luz.
Así se hizo. Los días fueron pasando y, si bien Luz tenía mayor contacto con Jorge y Javier con el paso de los días, era muy notorio para ella cómo el comportamiento de Jorge cambiaba en presencia de sus padres, quienes de cierta manera lo forzaban a que le hiciera cumplidos a Luz e insinuaban que serían una excelente pareja.
Luz estaba confundida. No podía negar que Jorge siempre le gustó y le tenía un cariño muy especial, pero le molestaba su actitud. Por otro lado, estaba Luis, que si bien tenían sus choques al tener un carácter muy similar, siempre le prestaba atención y le encantaba que él, sin problema, jugaba y convivía con Elisa. Ya que donde estuviera Luz, Elisa no podía faltar, incluso se pactó un baile para ella, en donde la acompañarían Luis, Paco y Víctor, el hermano menor de Claudia y Luis.
Elisa invitó a Jorge y Javier, pero ellos no quisieron participar ya que no querían ser el hazmerreír al presentarse con una niña de 5 años. En fin, Jorge aprovechaba cada oportunidad para opacar a Luis y cada que estaban sus papás cerca se comportaba como un príncipe con Luz, quien aun con recelo se dejaba seducir, situación que no pasó desapercibida por Luis, que en los últimos días se fue alejando.
Faltaban ya un par de semanas y en el colegio de Luz y Claudia había un evento anual tipo kermés donde Luz, al ser becada, le tocaba estar atendiendo un puesto por la mañana y en la tarde tenía una presentación con la estudiantina del colegio, lo cual la tenía muy emocionada, por lo que invitó a Jorge, Javier y sus papás. A Luis y Paco no los invitó ya que sabía que asistirían, ya que Claudia tenía presentación con el grupo de teatro y no se lo iban a perder.El día del evento, Luz, estando en el stand que tenía a su cargo, vio que Claudia se acercó a ella, la abrazó y le pidió perdón. Luz, sin entender, le preguntó:—¿A qué te refieres, perdón de qué?Claudia no logró responder cuando Luz vio a Luis entrando de la mano de Nancy, quien ven&iac
Luis, por un momento, se tensó y se sintió triste al no tener una respuesta de parte de Luz, pero su tortura terminó cuando ella finalmente le tomó el rostro en sus manos y le contestó:—Sí, quiero ser tu novia, pero antes tenemos que hablar con mis papás. Tú sabes que no les agrada mucho la idea de que tenga novio, ya que consideran que soy muy pequeña y que esto me va a distraer —Luz tomó aliento y continuó—. Con respecto a Jorge, no voy a negarlo, porque me doy cuenta de que me conoces más de lo que yo pensaba, pero eso no quita que contigo me siento muy feliz, protegida, y pues la verdad, verte con Nancy me molestó demasiado.—No tienes que preocuparte por ella, como ya te expliqué, ella no me interesa y no tengo problema alguno en hablar con tus padres. Incluso le pedí a mi papá que, si tú acepta
Desde el primer día de su noviazgo, Luis y Luz enfrentaron el reto de mantener sus calificaciones altas y cumplir con las expectativas de sus padres. Se apoyaban mutuamente en sus estudios, aprovechando las tardes juntos para hacer tareas y estudiar para los exámenes. La biblioteca de la escuela se convirtió en su lugar favorito, donde pasaban horas juntos no solo estudiando, sino también compartiendo sus sueños y preocupaciones.Luz María, la madre de Luz, se mostraba cada vez más complacida al ver el esfuerzo y la dedicación de ambos jóvenes. Por otro lado, Miguel, aunque vigilante, empezaba a relajarse un poco al notar que su hija no solo mantenía sus calificaciones, sino que parecía más motivada que nunca.Un día, mientras caminaban hacia la biblioteca, Luz se detuvo de repente y miró a Luis con una mezcla de emoción y nerviosismo.—Luis, ¿te has dado cuenta de que ya llevamos tres meses juntos? —dijo ella, jugando n
Conforme pasaban los años, la relación de Luz y Luis maduraba junto con ellos. Cada día, el amor que sentían el uno por el otro se fortalecía. Para Luis, el hecho de que la convivencia con Jorge y su familia se hubiera incrementado en los últimos años, debido a la asociación que hicieron Jesús y Miguel para establecer una consultoría contable, era un motivo de celos. La consultoría se instaló en la casa de Luz para reducir gastos y porque había suficiente espacio. Jorge, que estaba en la universidad estudiando contabilidad, pasaba prácticamente todos los días cerca de Luz, lo cual causaba los celos de Luis.Luz estaba por terminar la preparatoria y, aunque al principio deseaba estudiar medicina, el nuevo emprendimiento de su padre la llevó a querer ser contadora, al igual que Jorge. La interacción entre ellos dos fue incrementándose, e incluso Jorge le propuso hacer el examen de admisión en la misma universidad que él, donde podría orientarla y ayudarla.Sin embargo, Luz ya había pres
Al llegar al hotel, Luz y Claudia estaban muy contentas. Llegaron a su habitación y pusieron en marcha su plan: como parte del itinerario del viaje, harían una excursión a Cozumel e Isla Mujeres, por lo que estarían prácticamente fuera todo el día. Luz se acercó a uno de los responsables del viaje para avisarle que se sentía muy mal y que prefería quedarse, a lo que Claudia añadió que ella también prefería quedarse para cuidar de su cuñada.No muy convencido, les permitió quedarse, pidiendo al personal del hotel que les notificaran cualquier tema relacionado con ellas. Sin embargo, él no contaba con que la persona que quedó como responsable era el mismo que estaba ayudando a Luis.Una vez que confirmaron que ya se habían retirado del hotel, Luis corrió a la habitación de Luz y Claudia. Sentía desesperación por verla y abrazarla; esa semana que estuvo lejos de ella y sabiendo que Jorge estaba cerca acechando lo tenía desesperado. Aunque confiaba en ella, sabía que Jorge buscaba cualqui
Luis fue despojando a Luz de su camisón, dejando un camino de besos hasta llegar a sus pechos, que ya se mostraban erguidos por la excitación que Luz sentía en ese momento, misma que la llevó a tomar con su mano la ya prominente erección de Luis por encima de la ropa.Esta acción dejó un tanto sorprendido a Luis, ya que era él quien normalmente, en los pocos momentos de intimidad que habían compartido antes, llegaba a acariciarla más íntimamente, y generalmente paraba porque ella se mostraba tímida. Levantando la mirada sin dejar de besar y succionar el pecho de su novia, sonrió y le dijo:—¿Era esto lo que querías poner en práctica? —dijo Luis, succionando más fuerte y deslizando suavemente su mano por debajo de la tanguita de Luz, la cual se encontraba ya muy mojada por toda la excitación que ella sentía. La mano de Luis siguió su camino, deslizando sus dedos por los labios vaginales de Luz, quien respondió con un gemido fuerte ante la intrusión del dedo en su hasta ese momento virgi
Luz acostumbraba a madrugar y ese día no fue la excepción, aun cuando solo habían dormido un par de horas. Al abrir los ojos, se vio acurrucada al pecho desnudo de su novio, quien dormía plácidamente con una sonrisa en su rostro, que, al verla, la hizo sonrojarse al recordar los momentos vividos a su lado hace tan solo unas horas.Luz tenía la intención de levantarse y preparar algo de desayunar para sorprender a Luis, pero de un momento a otro se vio acariciando y besando el torso desnudo de su novio. Poco a poco, las caricias y besos de Luz fueron descendiendo hasta llegar a la cintura, la cual se encontraba cubierta solo por la sábana, que poco a poco fue deslizando hasta dejar a la vista la creciente erección de Luis, quien en ese momento abría los ojos.Luz alzó la mirada y con una sonrisa pícara tomó con su mano el miembro de su novio y empezó a estimularlo, el cual poco a poco fue creciendo entre sus dedos. Luis quedó impactado cuando vio a Luz acercar su cara a su miembro ya mu
Los cuatro jóvenes continuaron su desayuno en un ambiente lleno de risas, el cual se vio interrumpido por el sonido del celular de Luz. Al ver quién la llamaba, Luz se puso pálida y no sabía si contestar.Claudia tomó el celular de su amiga y contestó en altavoz:—Hola, señora Luz María. Luz se levantó al baño y dejó el celular en la mesa.—No te preocupes, gracias, Claudia. ¿Me puedes comentar si mi hija está mejor? Estuve platicando con su padre y, pues, si realmente está muy enferma, lo mejor es que mandemos por ella.—No creo que sea necesario, señora Luz María. Mi amiga ya está mucho mejor; de hecho, bajamos a desayunar y hoy la veo con un mejor semblante. Creo que fue algo que comimos en el trayecto, porque yo también me sentí indispuesta.—¿No me estás mintiendo, Claudia? Estaba tan preocupada que incluso le pedí a tu mamá que me pasara los datos de tu hermano, ya que, según recuerdo, dijo que él estaría haciendo sus prácticas en Campeche y, pues, en un caso de emergencia, querí