Hola a todos Disculpen la demora en la actualización, he tenido algunos problemillas personales, pero ya estamos por aca.
Los cuatro jóvenes continuaron su desayuno en un ambiente lleno de risas, el cual se vio interrumpido por el sonido del celular de Luz. Al ver quién la llamaba, Luz se puso pálida y no sabía si contestar.Claudia tomó el celular de su amiga y contestó en altavoz:—Hola, señora Luz María. Luz se levantó al baño y dejó el celular en la mesa.—No te preocupes, gracias, Claudia. ¿Me puedes comentar si mi hija está mejor? Estuve platicando con su padre y, pues, si realmente está muy enferma, lo mejor es que mandemos por ella.—No creo que sea necesario, señora Luz María. Mi amiga ya está mucho mejor; de hecho, bajamos a desayunar y hoy la veo con un mejor semblante. Creo que fue algo que comimos en el trayecto, porque yo también me sentí indispuesta.—¿No me estás mintiendo, Claudia? Estaba tan preocupada que incluso le pedí a tu mamá que me pasara los datos de tu hermano, ya que, según recuerdo, dijo que él estaría haciendo sus prácticas en Campeche y, pues, en un caso de emergencia, querí
Una vez cruzaron la entrada del bungalow, Luis tomó a Luz, la besó y la cargó hasta llevarla a la habitación, donde la depositó en medio de la cama. Sin dejar de besarla, sacó un preservativo de la bolsa de su bermuda, lo abrió y, bajando solo un poco la bermuda y el bóxer, se lo colocó. Hizo a un lado la tanga del traje de baño de su novia y, de una sola embestida, la penetró, consiguiendo que ambos gimieran de placer.—Amor, lo siento, pero necesitaba esto, ya no me pude contener más —le dijo Luis mientras empezaba a embestirla suave y profundamente.—No te preocupes, yo también lo deseaba, por favor no te detengas.Así continuaron por unos minutos, donde solo se escuchaban los gemidos de ambos y el sonido del choque de sus cuerpos. Luis incrementó el ritmo de las embestidas, consiguiendo que ambos llegaran al clímax al mismo tiempo, dejándolos satisfechos y un poco cansados.Una vez recuperados, Luis se retiró el condón y se levantó para ir a tirarlo al baño, mientras Luz recuperab
Cuando Luis llegó a la habitación, encontró a Luz recostada en medio de la cama. Se acercó y se recostó a su lado, pasando un brazo por debajo de su cuerpo para atraerla hacia él. Luz intentó zafarse, pero Luis no se lo permitió, diciéndole:—Amor, por favor. Sabes que tenemos que hablar —dijo Luis, pasando un mechón de cabello por detrás de su oreja y tomando la cara de Luz por el mentón para que lo mirara.—Es que no entiendo qué es lo que les molesta. Entiende, yo estoy contigo, tú eres mi novio, el que me ha hecho sentir amada, comprendida y valorada. No tienes por qué dudar de mi amor por ti —contestó Luz, un tanto indignada y buscando esquivar la mirada de Luis.—Luz, quiero que quede claro que no desconfío de tu amor por mí, pero no soy tonto. Sé perfectamente que sientes un cariño muy especial por Jorge, y no lo puedes negar —dijo Luis, tratando de lucir lo más sereno posible, aunque tenía miedo de la respuesta que pudiera darle Luz ante su cuestionamiento—. Mi amor, voy a hac
Mientras Luz y Luis disfrutaban de su amor, Jorge contestaba la llamada de su padre.—¿Qué pasa, papá?—¿Cómo que qué pasa? —le contestó don Jesús, exasperado por la pasividad de su hijo—. ¿Ya hablaste con esa niña? ¿Se va a regresar o va a querer que vayas por ella?—Nada de eso, papá. Me dijo que se va a quedar, que el hotel ya los tiene resguardados y que mañana se reunirá con sus compañeros.—¿Qué? ¿Y averiguaste si el muchachito ese estaba con ella?—No, papá, al parecer él se encuentra en una localidad cercana y, aunque me ofrecí a ir por ella, no quiso. De hecho, me comentó que ya había hablado con sus padres y que ellos estaban de acuerdo en que se quedara allá.—Miguel no me dijo nada. Jorge, es urgente que enamores a esa chiquilla; necesitamos tenerla de nuestro lado a la brevedad. Su padre fue un estúpido al poner el negocio a nombre de sus hijas.—Papá, pero ¿qué puede redituarte ese negocio? Tú tienes más negocios e inversiones más rentables. No entiendo por qué tengo que
Habían pasado ya un par de meses desde que Luz y Luis regresaron del viaje de generación. Ambos estaban muy ansiosos: Luz por ingresar a la universidad y Luis por regresar a clases acompañado de su novia.Para Luz, fue muy complicado hablar con Jorge debido al cariño que le tenía. Sin embargo, lo hizo, dejando claro que ellos dos eran amigos y nada más. Estableció límites que le parecían adecuados, buscando dejar en claro que no debía permitirse atrevimientos que no le correspondían. Desde su regreso, Jorge buscaba cualquier oportunidad para estar con Luz. Le llevaba flores o chocolates, la invitaba a comer o al cine e incluso insistía en que aún podía cambiarse de universidad.Estas últimas acciones de Jorge sorprendieron a Luz, pero estaba clara en que no podía volver a ilusionarse, porque se daba cuenta de que esto era má
Habían pasado ya un par de meses desde que Luz y Luis regresaron del viaje de generación. Ambos estaban muy ansiosos: Luz por ingresar a la universidad y Luis por regresar a clases acompañado de su novia.Para Luz, fue muy complicado hablar con Jorge debido al cariño que le tenía. Sin embargo, lo hizo, dejando claro que ellos dos eran amigos y nada más. Estableció límites que le parecían adecuados, buscando dejar en claro que no debía permitirse atrevimientos que no le correspondían. Desde su regreso, Jorge buscaba cualquier oportunidad para estar con Luz. Le llevaba flores o chocolates, la invitaba a comer o al cine e incluso insistía en que aún podía cambiarse de universidad.Estas últimas acciones de Jorge sorprendieron a Luz, pero estaba clara en que no podía volver a ilusionarse, porque se daba cuenta de que esto era más por molestar a Luis que por demostrar interés en ella. Además, había notado que su padre últimamente veía con cierto recelo a Luis, lo contrario a lo que pasaba
Miguel le reclamó a su esposa e hija el comportamiento con su compadre y con su hermano. Luz María respondió:— ¿Quieres una respuesta? Está bien, te la daré, pero no ahora. Tómate este café para que se te baje la borrachera que traes. Más tarde hablamos, pero ve pensando si quieres a tu familia o a tu hermano Jesús, porque esto que hoy pasó no lo pienso tolerar.— Mujer, no exageres. Mi compadre es un bocón, pero es buena persona. Seguro andas en tus días y por eso te comportas así.— ¡¡¡Basta, Miguel!!! Necesito que estés en tus cinco sentidos para hablar. No me hagas ser quien tome cartas en el asunto, porque te aseguro que te vas a arrepentir.Diciendo esto, Luz María agradeció a Pepe y sus hijos por su ayuda y los despidió. Luego llamó a sus hijas y se diri
Miguel se quedó ahí desesperado, sin saber qué hacer. Necesitaba ver ese video, pero no era muy diestro con esos menesteres; generalmente era su hija quien le ayudaba o Luis, pero ahora no estaban. Pensó en Jorge y entró corriendo a buscar su celular, llamando a su compadre.—Compadre, por favor, necesito que me ayudes. Luzma se fue y me dejó. Necesito—No pudo continuar porque Jesús gritó, felicitándolo.—¡Qué felicidad, compadre! Ya sé que necesitamos festejar, pero yo creo que lo mejor será mañana. Aún no me repongo. Pero tú tranquilo, compadre. Usted merece algo mejor; seguro lo quiere dejar porque se va con su amante. No te lo quería decir, compadre, pero es muy rara su relación con tu consuegro.Miguel, en ese momento, se dio cuenta de que no podía confiar en él. Empezó a caer en cuenta d