Desde el primer día de su noviazgo, Luis y Luz enfrentaron el reto de mantener sus calificaciones altas y cumplir con las expectativas de sus padres. Se apoyaban mutuamente en sus estudios, aprovechando las tardes juntos para hacer tareas y estudiar para los exámenes. La biblioteca de la escuela se convirtió en su lugar favorito, donde pasaban horas juntos no solo estudiando, sino también compartiendo sus sueños y preocupaciones.
Luz María, la madre de Luz, se mostraba cada vez más complacida al ver el esfuerzo y la dedicación de ambos jóvenes. Por otro lado, Miguel, aunque vigilante, empezaba a relajarse un poco al notar que su hija no solo mantenía sus calificaciones, sino que parecía más motivada que nunca.
Un día, mientras caminaban hacia la biblioteca, Luz se detuvo de repente y miró a Luis con una mezcla de emoción y nerviosismo.
—Luis, ¿te has dado cuenta de que ya llevamos tres meses juntos? —dijo ella, jugando n
Conforme pasaban los años, la relación de Luz y Luis maduraba junto con ellos. Cada día, el amor que sentían el uno por el otro se fortalecía. Para Luis, el hecho de que la convivencia con Jorge y su familia se hubiera incrementado en los últimos años, debido a la asociación que hicieron Jesús y Miguel para establecer una consultoría contable, era un motivo de celos. La consultoría se instaló en la casa de Luz para reducir gastos y porque había suficiente espacio. Jorge, que estaba en la universidad estudiando contabilidad, pasaba prácticamente todos los días cerca de Luz, lo cual causaba los celos de Luis.Luz estaba por terminar la preparatoria y, aunque al principio deseaba estudiar medicina, el nuevo emprendimiento de su padre la llevó a querer ser contadora, al igual que Jorge. La interacción entre ellos dos fue incrementándose, e incluso Jorge le propuso hacer el examen de admisión en la misma universidad que él, donde podría orientarla y ayudarla.Sin embargo, Luz ya había pres
Al llegar al hotel, Luz y Claudia estaban muy contentas. Llegaron a su habitación y pusieron en marcha su plan: como parte del itinerario del viaje, harían una excursión a Cozumel e Isla Mujeres, por lo que estarían prácticamente fuera todo el día. Luz se acercó a uno de los responsables del viaje para avisarle que se sentía muy mal y que prefería quedarse, a lo que Claudia añadió que ella también prefería quedarse para cuidar de su cuñada.No muy convencido, les permitió quedarse, pidiendo al personal del hotel que les notificaran cualquier tema relacionado con ellas. Sin embargo, él no contaba con que la persona que quedó como responsable era el mismo que estaba ayudando a Luis.Una vez que confirmaron que ya se habían retirado del hotel, Luis corrió a la habitación de Luz y Claudia. Sentía desesperación por verla y abrazarla; esa semana que estuvo lejos de ella y sabiendo que Jorge estaba cerca acechando lo tenía desesperado. Aunque confiaba en ella, sabía que Jorge buscaba cualqui
Luis fue despojando a Luz de su camisón, dejando un camino de besos hasta llegar a sus pechos, que ya se mostraban erguidos por la excitación que Luz sentía en ese momento, misma que la llevó a tomar con su mano la ya prominente erección de Luis por encima de la ropa.Esta acción dejó un tanto sorprendido a Luis, ya que era él quien normalmente, en los pocos momentos de intimidad que habían compartido antes, llegaba a acariciarla más íntimamente, y generalmente paraba porque ella se mostraba tímida. Levantando la mirada sin dejar de besar y succionar el pecho de su novia, sonrió y le dijo:—¿Era esto lo que querías poner en práctica? —dijo Luis, succionando más fuerte y deslizando suavemente su mano por debajo de la tanguita de Luz, la cual se encontraba ya muy mojada por toda la excitación que ella sentía. La mano de Luis siguió su camino, deslizando sus dedos por los labios vaginales de Luz, quien respondió con un gemido fuerte ante la intrusión del dedo en su hasta ese momento virgi
Luz acostumbraba a madrugar y ese día no fue la excepción, aun cuando solo habían dormido un par de horas. Al abrir los ojos, se vio acurrucada al pecho desnudo de su novio, quien dormía plácidamente con una sonrisa en su rostro, que, al verla, la hizo sonrojarse al recordar los momentos vividos a su lado hace tan solo unas horas.Luz tenía la intención de levantarse y preparar algo de desayunar para sorprender a Luis, pero de un momento a otro se vio acariciando y besando el torso desnudo de su novio. Poco a poco, las caricias y besos de Luz fueron descendiendo hasta llegar a la cintura, la cual se encontraba cubierta solo por la sábana, que poco a poco fue deslizando hasta dejar a la vista la creciente erección de Luis, quien en ese momento abría los ojos.Luz alzó la mirada y con una sonrisa pícara tomó con su mano el miembro de su novio y empezó a estimularlo, el cual poco a poco fue creciendo entre sus dedos. Luis quedó impactado cuando vio a Luz acercar su cara a su miembro ya mu
Los cuatro jóvenes continuaron su desayuno en un ambiente lleno de risas, el cual se vio interrumpido por el sonido del celular de Luz. Al ver quién la llamaba, Luz se puso pálida y no sabía si contestar.Claudia tomó el celular de su amiga y contestó en altavoz:—Hola, señora Luz María. Luz se levantó al baño y dejó el celular en la mesa.—No te preocupes, gracias, Claudia. ¿Me puedes comentar si mi hija está mejor? Estuve platicando con su padre y, pues, si realmente está muy enferma, lo mejor es que mandemos por ella.—No creo que sea necesario, señora Luz María. Mi amiga ya está mucho mejor; de hecho, bajamos a desayunar y hoy la veo con un mejor semblante. Creo que fue algo que comimos en el trayecto, porque yo también me sentí indispuesta.—¿No me estás mintiendo, Claudia? Estaba tan preocupada que incluso le pedí a tu mamá que me pasara los datos de tu hermano, ya que, según recuerdo, dijo que él estaría haciendo sus prácticas en Campeche y, pues, en un caso de emergencia, querí
Una vez cruzaron la entrada del bungalow, Luis tomó a Luz, la besó y la cargó hasta llevarla a la habitación, donde la depositó en medio de la cama. Sin dejar de besarla, sacó un preservativo de la bolsa de su bermuda, lo abrió y, bajando solo un poco la bermuda y el bóxer, se lo colocó. Hizo a un lado la tanga del traje de baño de su novia y, de una sola embestida, la penetró, consiguiendo que ambos gimieran de placer.—Amor, lo siento, pero necesitaba esto, ya no me pude contener más —le dijo Luis mientras empezaba a embestirla suave y profundamente.—No te preocupes, yo también lo deseaba, por favor no te detengas.Así continuaron por unos minutos, donde solo se escuchaban los gemidos de ambos y el sonido del choque de sus cuerpos. Luis incrementó el ritmo de las embestidas, consiguiendo que ambos llegaran al clímax al mismo tiempo, dejándolos satisfechos y un poco cansados.Una vez recuperados, Luis se retiró el condón y se levantó para ir a tirarlo al baño, mientras Luz recuperab
Cuando Luis llegó a la habitación, encontró a Luz recostada en medio de la cama. Se acercó y se recostó a su lado, pasando un brazo por debajo de su cuerpo para atraerla hacia él. Luz intentó zafarse, pero Luis no se lo permitió, diciéndole:—Amor, por favor. Sabes que tenemos que hablar —dijo Luis, pasando un mechón de cabello por detrás de su oreja y tomando la cara de Luz por el mentón para que lo mirara.—Es que no entiendo qué es lo que les molesta. Entiende, yo estoy contigo, tú eres mi novio, el que me ha hecho sentir amada, comprendida y valorada. No tienes por qué dudar de mi amor por ti —contestó Luz, un tanto indignada y buscando esquivar la mirada de Luis.—Luz, quiero que quede claro que no desconfío de tu amor por mí, pero no soy tonto. Sé perfectamente que sientes un cariño muy especial por Jorge, y no lo puedes negar —dijo Luis, tratando de lucir lo más sereno posible, aunque tenía miedo de la respuesta que pudiera darle Luz ante su cuestionamiento—. Mi amor, voy a hac
Mientras Luz y Luis disfrutaban de su amor, Jorge contestaba la llamada de su padre.—¿Qué pasa, papá?—¿Cómo que qué pasa? —le contestó don Jesús, exasperado por la pasividad de su hijo—. ¿Ya hablaste con esa niña? ¿Se va a regresar o va a querer que vayas por ella?—Nada de eso, papá. Me dijo que se va a quedar, que el hotel ya los tiene resguardados y que mañana se reunirá con sus compañeros.—¿Qué? ¿Y averiguaste si el muchachito ese estaba con ella?—No, papá, al parecer él se encuentra en una localidad cercana y, aunque me ofrecí a ir por ella, no quiso. De hecho, me comentó que ya había hablado con sus padres y que ellos estaban de acuerdo en que se quedara allá.—Miguel no me dijo nada. Jorge, es urgente que enamores a esa chiquilla; necesitamos tenerla de nuestro lado a la brevedad. Su padre fue un estúpido al poner el negocio a nombre de sus hijas.—Papá, pero ¿qué puede redituarte ese negocio? Tú tienes más negocios e inversiones más rentables. No entiendo por qué tengo que