Tormentas y Confesiones

Una vez cruzaron la entrada del bungalow, Luis tomó a Luz, la besó y la cargó hasta llevarla a la habitación, donde la depositó en medio de la cama. Sin dejar de besarla, sacó un preservativo de la bolsa de su bermuda, lo abrió y, bajando solo un poco la bermuda y el bóxer, se lo colocó. Hizo a un lado la tanga del traje de baño de su novia y, de una sola embestida, la penetró, consiguiendo que ambos gimieran de placer.

—Amor, lo siento, pero necesitaba esto, ya no me pude contener más —le dijo Luis mientras empezaba a embestirla suave y profundamente.

—No te preocupes, yo también lo deseaba, por favor no te detengas.

Así continuaron por unos minutos, donde solo se escuchaban los gemidos de ambos y el sonido del choque de sus cuerpos. Luis incrementó el ritmo de las embestidas, consiguiendo que ambos llegaran al clímax al mismo tiempo, dejándolos satisfechos y un poco cansados.

Una vez recuperados, Luis se retiró el condón y se levantó para ir a tirarlo al baño, mientras Luz recuperaba el aliento. Luis regresó y le preguntó cómo se sentía.

—Luz, perdóname si fui un poco rudo, pero tenía la necesidad de estar así contigo desde el yate. No me sentí cómodo estando cerca de mi hermana y cuñado.

—Bebé, no te preocupes, yo también tenía deseos de estar contigo y te entiendo. Además, esta fue una experiencia nueva y excitante. No todo el tiempo tiene que ser romántico, debo admitir que me gustó que fueras un tanto rudo —comentó Luz, sonrojándose y sentándose a horcajadas en las piernas de su novio, dispuesta a iniciar una nueva sesión. En ese momento, sonó el celular de Luis, quien enseguida revisó y se trataba de un mensaje del profesor responsable de las prácticas.

—Amor, mi profesor dice que han dado aviso de tormenta tropical y que existe la posibilidad de que llegue aquí como huracán en la madrugada. Aunque ya terminamos las prácticas, nos pide que nos resguardemos, ya sea en nuestra habitación reforzando las ventanas o bien en las salas que habilitarán como refugio para los huéspedes. ¿Qué quieres hacer?

—De verdad, sabes que me dan mucho miedo las tormentas, pero preferiría quedarme aquí contigo, me siento más segura. Solo me preocupa Claudia y Paco.

—Espera, me está llamando Paco. ¿Qué pasa, Paco? ¿Van a ir al refugio o se quedan en la habitación?

—Dile que si quieren pueden venir aquí con nosotros —le comentó Luz a su novio.

—Me dice Luz que si quieren pueden venirse para acá y nos quedamos los cuatro juntos.

—Tranquilo, hermano, no te preocupes. La verdad es que yo también pedí un bungalow porque me preocupaba que alguien le fuera con el chisme a los responsables del viaje de Clau y Luz. Además, nos daba más privacidad, así que solo reforzaremos las ventanas, compraremos comida y trataremos de distraernos mientras pasa todo. Supongo que ustedes harán lo mismo.

—Así es. Espera, están tocando a la puerta.

—Buen día, señor. Venimos a reforzar las ventanas y a confirmar si se quedarán aquí o acudirán al refugio.

—Ah, muchas gracias. Vamos a quedarnos aquí; si vemos que la tormenta es muy fuerte, nos acercaremos al refugio —contestó Luis, dejando pasar al personal del hotel para que reforzara las ventanas.

—Paco, en cuanto terminen de reforzar, iré a comprar víveres. ¿Vienes conmigo?

—Claro, hermano, acá ya están terminando. Pasamos en un momento por tu bungalow para que Clau y Luz se queden juntas.

—De acuerdo, acá te veo. —Colgando la llamada, se dirigió a la habitación donde Luz lo esperaba, mientras respondía un par de mensajes a su madre, quien ya se había enterado de la tormenta. Trató de tranquilizarla diciéndole que estarían en el refugio con Luis, Claudia y Paco.

—Listo, amor, ya terminaron de reforzar. En un momento, cuando llegue Paco, iré a comprar algunas cosas que nos hacen falta. Yo había traído víveres porque quería aprovechar todo el tiempo posible contigo.

—¿Me vas a dejar sola aquí?

—No, mi amor, viene mi hermana a hacerte compañía o ¿quieres acompañarnos?

—No, creo que lo mejor será que me quede aquí con Clau, porque supongo que habrá mucha gente y tú sabes que en espacios así me angustio un poco.

—De acuerdo, amor, sin problema. Puedes ir planeando qué vamos a comer y qué haremos en nuestro encierro forzado, jajaja.

En ese momento sonó el celular de Luz. Era la prefecta:

—Luz, ¿está Claudia contigo? Es que no me contesta el celular y me preocupa todo este tema de la tormenta. Nosotros teníamos programado regresar mañana temprano, pero dado el clima se nos pidió esperar hasta mañana por la tarde. Quería avisarles y asegurarme de que estén bien resguardadas.

—Gracias por la preocupación, Clau está en el baño. No hay problema por la tormenta; nos resguardaremos muy bien en el refugio. Además, no sé si ya le comentó mi madre, pero el hermano de Claudia está haciendo sus prácticas en este complejo, por lo que no estaremos solas.

—Sí, ya me había comentado. Por favor, es importante que me mantengan al tanto de cualquier tema. Recuerden que ustedes son mi responsabilidad.

—Claro que sí, no se preocupe, nosotras estamos bien —dijo Luz colgando la llamada y mirando a su novio con una sonrisa pícara.

—Amor, ¿qué crees? Mi grupo llega mañana por la tarde, así que no tendremos que andar corriendo.

—Jajaja, lo supuse. Muy seguramente, por la tormenta no quieran arriesgarse. Bueno, amor, dime si necesitas algo para que ahora lo traiga del súper.

—Tranquilo, amor, solo te necesito a ti —dijo acercándose para darle un beso, el cual se vio interrumpido nuevamente por el celular de Luz. Al ver de quién se trataba, se levantó a contestar, tratando de alejarse de su novio, ya que se trataba de Jorge y estaba consciente de que a Luis para nada le gustaba su amistad con él, pero lo respetaba porque sabía que ella nunca le faltaría.

—Hola, Jorge, ¿cómo estás? ¿A qué debo tu llamada?

—Mi niña, nada, solo que escuché a tu papá mencionarle al mío que el lugar donde estabas pasando tu viaje de generación está en una zona donde va a caer una tormenta, y pues me preocupé —dijo Jorge fingiendo un tono de preocupación, ya que lo único que quería era saber si estaba con Luis.

—¡Oh, muchas gracias! Por eso te quiero. No tienes de qué preocuparte, el hotel ha tomado medidas de seguridad, por lo que no debe haber ningún problema.

—En serio, qué gusto. Solo que, como sé que no te gustan las tormentas, me angustié mucho, pero me parece excelente que ya estén listas. Y dime, ¿estás disfrutando tu viaje?

—La verdad, ha sido una experiencia muy grata- contesto Luz mirando muy enamorada a su novio, quien al darse cuenta de con quien hablaba se mostró serio. En ese momento llegaron Claudia y Paco, por lo que Luz se apresuró a colgar la llamada – Bueno Jorge, gracias por preocuparte por mí, me tengo que ir, platicamos a mi regreso.

Ok mi niña, cuídate y recuerda que me debes una comida a tu regresó. Te mando un beso – le contestó Jorge, provocando un leve sonrojó en Luz antes sus palabras.

Luis, al notarlo sintió molestia, sin embargo, trato de controlar sus celos, ya que no quería problemas con Luz, por lo que sólo se despidió de las chicas y se retiró con Paco. Luz se quedo desconcertada y Claudia que siempre fue muy observadora le comentó.

¿Qué paso amiga? Hace un rato estaban muy bien y ahora prácticamente mi hermano salió huyendo de aquí

No lo sé – dijo Luz tratando de desviar el tema, ya que Claudia en varias ocasiones le había comentado que las actitudes de Jorge para con ella, no eran del agrado de Luis, además de que se notaba que a Luz no le desagrada en absoluto estas atenciones. - creo que se molestó por la llamada de Jorge.

Amiga, no creo que mi hermano se haya molestado por la llamada, mas bien creo que lo que le molesta es la aptitud que tomas cuando hablas con él. Yo se que siempre te ha gustado y hasta cierto punto fue tu amor platónico, pero no creo que sea correcto que aceptes sus insinuaciones.

A ver porque lo hace ahora, porque cuando el tuvo la oportunidad se la pasó rechazándote y humillándote. Amiga date cuenta, no te sigues por le cariño que le tienes, no heches a perder lo que tienes por alguien que sólo ha demostrado interés en ti cuando estas con mi hermano.

No exageres Clau, no voy a negar que me agrada que sea atento conmigo, pero soy consciente que no puedo fallarle a Luis, yo lo amo y quiero estar con él.

Pues hay veces que no parece. En fin, eres mi amiga y te quiero, pero si en algún momento veo que mi hermano puede salir herido, sabes que estaré de su lado.

Eso no va a pasar, pero creo que exageran. Luis, también ya me ha comentado que no le agrada mucho Jorge, pero el ha sido bueno conmigo, incluso me ayudo a prepararme para presentar el examen en su universidad, lo malo es que ya no alcance cupo.

En serio amiga, te lo digo porque te quiero, ese sólo estaba buscado manipularte, ten cuidado de verdad. A ver dime, ¿te gustaría que mi hermano se comportará igual con Dulce?

Dulce es una compañera de Luis, que conocen desde que estaban en la preparatoria y siempre ha mostrado interés en Luis, incluso en algún momento tanto Claudia como Luz pensaron que llegarían a hacerse novios, sin embargo, Luis, siempre tuvo claro que él quería a Luz. Dulce también estudiaba en la misma facultad que Luis e incluso en la misma carrera, sólo que en grupos distintos. Ella también tenía sus prácticas en el mismo hotel, pero evitaba acercarse a Luis, ya que aun se sentía muy lastimada por su rechazo.

Un año atrás Dulce al darse cuenta de que Luis estaba un tanto distanciado de Luz, ya que no podían verse como antes por el ingreso a la universidad y el trabajo de este. Dulce pensó que este era el momento indicado para declararle su amor. Dulce llevaba años enamorada de él, incluso pensó que en algún momento le pediría ser su novia, hasta que se enteró que ya andaba con Luz. Sin embargo, cuando ingresaron a la universidad vio una esperanza, ya que no se veía tanto con Luz, incluso Luis le llego a comentar que le molestaba la amistad de su novia con un tal Jorge, por lo que pensó que no faltaría mucho para que esa relación terminará, así que armándose de valor le confesó su amor.

Luis, se quedó un tanto sorprendido por la confesión de su amiga, tratando de la mejor manera de hacerle entender que el amaba a Luz y que aun si no estuviera con ella, el sólo la veía como una amiga, lo cual lastimo mucho a Dulce y decidió alejarse de él.

Luz al recordar a Dulce, se quedó pensativa y sólo negó con la cabeza a la pregunta hecha por Claudia, quien arremetió nuevamente cuestionando a su amiga.

¿Por qué no?, si tu dices que no hay nada de malo en tu amistad con Jorge y la manera en que este se comporta contigo, ¿Qué tendría de malo que Luis conviviera de la misma manera con Dulce?

Claudia no es igual, tu y yo sabemos que Dulce esta enamorada de tu hermano y lo mío con Jorge no es igual, no hay comparación.

Ay, amiga, yo solo espero que realmente sea como tu dices. No quiero ver a ninguno de los dos heridos.

Bueno ya deja el tema por favor, que, ya que dije que no hice nada malo, Jorge es como mi hermano. Ven ayúdame a preparar algo de comer, para que cuando lleguen podamos comer algo.

Claudia, sólo negó y acompaño a su amiga a la cocineta a preparar algo de comer, en lo que fue un silencio incomodo.

Mientras tanto Luis se desahogaba con su amigo, Luis siempre había sentido inseguridad respecto a la relación de Jorge con Luz. Si bien Luz era su novia, él era consciente que para Luz, Jorge era su amor platónico, a pesar de las groserías y humillaciones que este en su momento le hizo. Sin embargo, en últimas fechas el se daba cuenta que aprovechando que no podían convivir como antes, Jorge se fue acercando a Luz y siempre que podía buscaba la manera provocarlo, coqueteándole descaradamente a Luz cuando el estaba presente o tratando de humillarlo o menospreciarlo delante de su novia y sus padres. El sabía el efecto que tenían esas insinuaciones o atenciones en Luz y realmente le molestaba que ella no le pusiera un alto, pero ella siempre se justificaba diciendo que era su amigo y que sus reclamos sólo demostraban la falta de confianza en su amor por él.

Amigo, si realmente te sientes así de inseguro, habla con ella, no puedes vivir así todo el tiempo, no es sano para ninguno de los dos.

Ya lo sé, hoy que estemos sólo aprovecharé para hablar con ella. Sólo que no quiero que por esta situación se heche a perder todo lo que hemos vivido hasta el momento.

Tranquilo hermano, verás que no, Luz te ama, lo ha demostrado, pero es importante que aclaren la situación.

Gracias por escucharme, ya estoy más tranquilo, más tarde hablaré con ella y pues si ella decide darse una oportunidad con él, yo no la voy a detener.

Wow, tranquilo, no creo que sea para tanto, sólo explícale como te sientes y lo que tu has visto, no creo que ella este pensando en terminar contigo, sino porque toda esta aventura. Amigo, no seas fatalista por favor.

Ambos jóvenes terminaron sus compras y se dirigieron al Bungalow de Luis, ahí ya los esperaban sus novias. La comida transcurrió en un ambiente un tanto tensó que tanto Claudia como Paco trataron de aligerar bromeando, pero aun así era claro que la tensión en Luz y Luis estaba presente.

Al retirarse Claudia y Paco, Luis, se acercó a Luz por detrás y abrazándola le dijo al oído:

Amor, creo que es necesario que tu y yo hablemos.

Claro mi amor, ¿De quieres hablar? - dijo Luz volteando a mirar a los ojos de Luis.

De Jorge. -Luz por un momento se quedó callada y sólo respondió:

Amor, tú también vas a empezar como Claudia, de verdad no se qué les pasa – dijo Luz caminando hacia la habitación un tanto molesta y con cierta culpa, ya que muy en el fondo sabía que tenían razón.

Luis fue detrás de ella, sabia que su novia estaba molesta, pero era indispensable aclararlo de una vez por todas.

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