Olivia Walker, una joven heredera de dieciocho años, aprendió a proteger su corazón de cualquier chico que se le acercara tras una desagradable experiencia en su adolescencia. Una noche, buscando olvidar sus penas en un bar, se encuentra con Alex, un desconocido de ojos grises, una sonrisa pícara que prometía peligro y seis años mayor que ella. Lo que comenzó como una noche de pasión desenfrenada en un motel barato luego de varios tragos, se convirtió en un torbellino de emociones cuando Olivia descubre que Alex era su nuevo guardaespaldas. Obligados a fingir que no se conocían para no causar malos entendidos, Olivia y Alex se ven atrapados en una relación de amor-odio cargada de tensión y deseo. Olivia luchaba por mantener su corazón a salvo, mientras que Alex necesitaba el trabajo para seguir pagando el tratamiento de cáncer de su madre. Sin embargo la química entre ellos era innegable, y cada encuentro clandestino encendía una llama que amenazaba con consumirlos. ¿Podrán Olivia y Alex resistir la tentación y mantener sus secretos a salvo, o sucumbirían al peligroso juego del amor prohibido, arriesgando todo por una pasión que no podían negar?
Leer más—¡Espera! —suelto una carcajada cuando Alex me levanta por encima de su hombro como si fuera un costal de papas, subiendo las escaleras y entrando a nuestra habitación. Y digo "nuestra" porque no había dejado que Alex se quedara en otra habitación y había sobornado a mi hermano para que me guardara el secreto—. No me dejas cumplir mis fantasías.Hago un puchero fingiendo estar triste, lo que lo hace reír tan fuerte como a mí. Por fortuna, Lucian dormía varias habitaciones lejos de nosotros, por lo que no sería capaz de escucharnos ni queriendo; aún así, debíamos tener cuidado. Después de todo, eran las dos de la madrugada.—¿Follarte en la cocina arriesgándonos a que tu hermano despierte y nos vea? —me encojo de hombros y sonrío pícara. En realidad, no me apetecía aquel escenario, pero ver las expresiones de sorpresa en el rostro de Alex era un deleite para mí—. He creado a un monstruo.—Tu monstruo favorito.—Mi sexy y suculento tiranosaurio favorito. —termina muy cerca de mi rostro,
[Un mes después]—¿Papá, cuándo me devolverás a mi guardaespaldas? —preguntaba con los brazos cruzados.Estaba sentada frente a su escritorio en la empresa, mientras el pelinegro me observaba divertido desde su enorme sillón. Nuestras discusiones se habían reducido a plantear y negociar sobre este tema, pero yo aún no había logrado ganar ni una sola batalla. Era casi imposible ganarle a Logan Walker.—¿Quién sabe? Descubrí que es muy competente en lo que hace. —me dice con la misma sonrisa en sus labios y yo ruedo los ojos. Eso ya lo sé, papá—. Creo que me quedaré con Frank y con él.¡¿Qué?!Jamás.—Papá... —le advierto, porque aunque lo había intentado, me había negado muchas veces. Aún así, había logrado quitarme a mi protector y novio desde hace tres días.Sabía los verdaderos motivos por los cuales quería a Alex tan cerca de él, a mí no me engañaba.—Te dejaré que escojas a cualquiera de los chicos en casa, son buenos en su trabajo y...—No quiero a alguien bueno, quiero a Alex.
—Vale, ya… No llores, cariño. —me separa de su cuerpo y comienza a darme besos por toda la cara—. ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer?Niego con la cabeza y sonrío al ver a papá, quien apenas me había dirigido la mirada. Él seguía furioso conmigo y no podía culparlo.—No, el tío Thomas me llevó algo de comer más temprano. —Le digo y ella me mira dudosa, pero no dice nada—. Quisiera ir al hospital, mamá.—Olivia...—Papá, sé que estoy en graves problemas, pero por favor... Solo por un momento, déjame seguir como si nada hubiera pasado. —Le pido y él suelta un gruñido lleno de molestia—. Aceptaré cualquier castigo, papá. Solo... déjame verlo. Me estoy muriendo por dentro, solo un momento.No mentía en lo que decía. Con cada segundo que pasaba, sentía que me estaba muriendo en vida.Necesitaba ver con mis propios ojos que Alex estaba bien.—Bien, iremos. —Finalmente acepta y yo suelto todo el aire que tenía contenido en mis pulmones.Esta era la manera fácil de hacer las cosas. Sin embargo, s
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente las puertas de mi celda se abrieron y, en cuanto salí, vi al tío Thomas esperándome en la oficina donde nos habíamos encontrado antes. El alivio de estar fuera de esa fría celda se mezclaba con una sensación de incertidumbre sobre lo que estaba por suceder. También con el anhelo de volver a ver a Alex.Aún no podía creer que hubiera despertado. Creía que lo mantendrían sedado por más tiempo. Al parecer, Alex estaba ansioso por despertar.Camino hacia mi tío, tratando de mantener la calma y no echarme a llorar. Después de escuchar que Alex había despertado y no haber estado ahí para verlo y besarlo, me di cuenta de lo estúpida que fui al secuestrar a Jared. No me arrepentía, pero sí me causaba malestar no haber estado con mi novio.Ahora tenía que soportar los regaños de papá. Este era apenas el inicio de mi largo castigo.—Gracias por sacarme de aquí, tío —le digo abrazándolo brevemente.El tío Thomas sonríe y me estrecha entre sus b
—¡¿Estás loca?! —me estremezco al escuchar el grito exasperado de mi padre. Ni siquiera cuando supo que Alex y yo teníamos una relación se había puesto de ese modo. Estaba furioso conmigo—. ¿Cómo se te ocurrió hacer semejante estupidez? ¡¿Estás consciente del enorme lío en el que estás?!—Cálmate, Logan. —El tío Thomas le toca el hombro, intentando mantenerlo tranquilo.Sin embargo, eso no sería posible; después de todo, estaba en serios problemas.Y no estaba exagerando.Me habían arrestado por secuestrar y drogar a Jared.—¿Calmarme? ¿Te das cuenta de dónde estamos? —Papá se aleja de golpe de mi tío y se coloca al otro lado de la puerta, mirándome de frente. Retándome con la mirada—. Escucha, Olivia. Esta vez cruzaste la línea, no hay nada que justifique lo que has hecho.—No me arrepiento de nada, papá. —Le respondo, pero luego me muerdo la lengua al ver a papá ponerse rojo como un tomate. Estaba a punto de volverse loco—. Jared se lo merecía.Ahora mismo estábamos en la estación d
—Secuestro es una palabra muy fea, Jared... Prefiero decir que es una lección —corrijo, sonriendo con malicia—. Otras personas dirían que estamos poniendo la basura en su lugar. Cómo tú quieras verlo, pero lo único que necesito es que esto se quede en tu mente para siempre, ¿vale? Esto es lo que pasa cuando te metes con un Walker.La tensión era palpable. La risa se había desvanecido, y en su lugar había un silencio cargado de promesas.—¿Vas a llorar, Jared? —pregunto burlándome cuando lo veo mirar a todos lados desesperado, intentando escapar de los agarres—. Porque eso sería bastante patético. ¿Dónde está el chico que se creía el rey del mundo?Jared traga saliva, su mirada seguía moviéndose entre todo el lugar, buscando una salida que no existía.—No te tengo miedo, Liv... Eres solo una niñata que tendrá su merecido. —Amenaza, aunque su voz temblaba de miedo. Él sabía que no estaba en posición de amenazar.—Tal vez... Pero tú también tendrás tu merecido. —respondo, sintiendo una s
El olor a mar y a madera mojada se mezclaba con la tensión en el aire. Miraba a mis amigas, mis confidentes y reinas en meternos en problemas, mientras el lujoso yate de la familia de Jared se mecía suavemente en el muelle. Probablemente esto y la casa eran lo único lujoso que les quedaba; seguramente lo venderían muy pronto, por lo que era el escenario perfecto para lo que tenía en mente. Aunque debía darme prisa.No tenía mucho tiempo. Dentro de poco amanecería y, si Frank le había informado correctamente a papá, la policía iría a buscar al rubio a primera hora.La luna brillaba sobre el agua, como si fuera un testigo silencioso de lo que estaba a punto de suceder. Jared Calloway estaba allí, inconsciente y vulnerable, gracias a un cóctel de sedantes que nos había suministrado, sin muchas ganas, el gran capricho de Mónica en una simple jeringa.Fausto.No sabes cuánto te quiero lejos de la vida de mi amiga.Odiaba admitirlo, pero esta vez nos había ayudado mucho. Jamás habríamos con
Fue Jared.Fue él.¡Ese maldito había lastimado a Alex!Debí haberlo imaginado. Alex no tenía enemigos, salvo él... Era la única respuesta y no había pensado en ello ni una sola vez. ¡Maldito! Tanto Frank como papá habían mencionado una van y otro auto; eso quería decir que Jared no había actuado solo.Eso explicaría la cantidad absurda de golpes que tenía el castaño en su cuerpo y que no hubiera intentado defenderse. Seguramente no había sido solo Jared; él había tenido ayuda.¿Cuántas personas te hicieron daño, Alex?Te juro que los haré pagar.Lo dije una vez: con un Walker era mejor no meterse, y entre papá y yo, no sabía quién era más implacable a la hora de una venganza.Y yo jamás había tenido la necesidad de vengarme de nadie. Hasta el día de hoy.Jodido Jared.Te mataré, maldito.Desconectándome de aquella terrible conversación, doy varios pasos hacia atrás, volviendo al pasillo donde había estado esperando noticias de Alex. Aún no amanecía, pero faltaban pocas horas para qu
—¿Cómo está Alex? —Minutos después de que saliera de la habitación del castaño, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, me encontré con Leo, quien se veía extremadamente preocupado por la condición de su mejor amigo.Tanto mamá como papá se ponen en alerta ante la presencia del desconocido, pero unas leves palabras de Frank hacen que se tranquilicen y solo visualicen aquella escena.—Tiene muchos golpes... —Intentaba explicarle, pero cada vez que abría la boca, mi voz se quebraba con demasiada facilidad. Maldita sea— Yo... Yo...—A Alex le dieron un fuerte golpe en la cabeza y en otras partes del cuerpo, pero el primero es el que nos preocupa... Lo mantendrán sedado hasta que baje la inflamación... Podría ser peor, pero solo nos queda esperar. —Frank había decidido intervenir en aquella conversación y Leo simplemente suspira, pasándose ambas manos por el rostro, seguramente pensando que todo esto se trataba de una pesadilla— ¿Estás bien?—Maldición, ¿cómo voy a estar bien, Fra