—Eh... Señorita Walker, ¿está segura de que estamos en la dirección correcta?Ruedo los ojos al escuchar a Alex hablar. Durante todo el viaje se había mantenido en silencio, así que esperaba que se mantuviera así para siempre. Escuchar su voz me transportaba a ese viejo motel donde... ¡Ya basta, Liv!Estábamos frente a la casa de Amara y tenía el tiempo justo para saludar, pasar un rato con las chicas y luego correr a mi práctica. Era algo duro, pero ni loca dejaría sola a mi amiga hoy. Su abuela había recibido su último tratamiento contra un fuerte cáncer que la había atacado y ahora oficialmente era una mujer sana. Amara tendría a su abuela por muchos años más y eso me alegraba porque ella realmente se estaba esforzando por hacer sentir orgullosa a su familia.¿Quién no lo estaría?Amara era la mejor del mundo.—Si sabes seguir las indicaciones del GPS, te darás cuenta que estamos en el lugar correcto. —Escupo, recordando mi mal humor, y sin esperar, abro la puerta de la camioneta
—Si quieres, puedes ir a comer algo. —No sabía por qué había dicho eso si se suponía que lo odiaba y quería que renunciara pronto, pero tampoco quería matarlo de hambre. Yo sí había almorzado— Tardaré un poco allí dentro, así que...Lo menos que quería era ser una exploradora laboral, por mucho que lo odiara. —No se preocupe, señorita Walker. Estoy bien. —¿Eh? ¿Había vuelto a ser la "señorita Walker"? Me sentía peor cada vez que me decía así.Desde nuestra conversación en el auto, se había comportado mucho más frío e indiferente de lo normal. ¿Acaso dije algo que le molestara?Solo di mi opinión.Además, ¿por qué me importa si está o no enojado?Si sigo así, definitivamente enloqueceré.—Bien, haz lo que quieras. —Tomo mi mochila con mis cosas para entrenar y decido dejar de ser amable. Aunque...— Si quieres, puedes entrar al gimnasio. Aquí hace mucho calor y dentro hay aire acondicionado.¿Por qué sigue importándome? Por mí que se desintegre del calor.—El señor Walker me dio órden
Es un tonto. Es un tonto. Es un tonto.No, corrijo.Eres una tonta, Liv... Tonta, tonta, tonta... ¡TONTA!Ya era muy tarde en la madrugada y no había logrado pegar un ojo en toda la noche, así que decidí ponerme a estudiar para ver si me daba algo de sueño, pero no. Gracias a ese tonto de ojos grises, no podía descansar en paz.¿Por qué tenía que afectarme?No es justo.Él definitivamente no era mi tipo; jamás estaría con un mujeriego como él. Era obvio que se la pasaba en ese bar buscando jóvenes indefensas como yo. Entonces, ¿por qué me afectaba tanto que me hubiera dicho que le parecía sexy?¿Por qué seguía pensando en la forma en la que me sostenía entre sus brazos en el gimnasio?¿Por qué su mirada se negaba a abandonar mi alma?¿Por qué seguía recordando aquella noche y la manera en que me acariciaba tan deliciosamente bien y...?¡¿Qué diablos estás pensando, Olivia Walker?!Niego con la cabeza y me regaño en un intento por sacarme de la cabeza esos pensamientos que solo acelera
Rayos... ¿Dónde demonios está Alex?Se suponía que estaría aquí apenas terminara mi clase. Había intentado llamarlo, pero por más que sonaba, él no contestaba. Mónica ya se había marchado y Amara no había tenido clases, así que estaba sola en medio del campus, esperando alguna señal de vida de mi guardaespaldas.Lo peor es que ya iba retrasada a mi entrenamiento de hoy y el bolso con mi uniforme y mis aparatos estaban en la camioneta. No podía hacer nada más que esperar.¡Esto es el colmo!Si llegaba tarde al entrenamiento, me iban a sancionar. La otra vez me habían regañado por mis equivocaciones tontas; no podía permitirme algo así. ¡¿Dónde diablos se había metido ese sujeto?!Tomo mi teléfono, intentando llamar una vez más, pero de nuevo caía al buzón de voz. Después del quinto intento, me detengo e intento llamar a mi padre para ver si podía venir por mí, ya que por lo general a esta hora siempre tiene un tiempo libre, pero tampoco me responde. Llamar a mamá no era una opción, ya
—¿Qué te pasó, Liv? —Mamá es la primera en verme entrar a la casa y, al notar mi maquillaje corrido, su rostro se pone pálido— ¿Estás bien? ¿Sucedió algo malo?Odiaba que mamá me viera de este modo. Lo único que ella había hecho en esta vida ha sido cuidarme, pero después de lo que me había pasado, se sentía culpable por no haber sido una mejor madre. Eso hacía que me odiara a mí misma, ya que lo que me pasó había sido únicamente mi culpa.Y ahora tenía que verme con el maquillaje corrido, sin saber qué decir.—Mamá, yo... —Se me corta la voz y mis ojos se llenan de lágrimas, eso era más que suficiente para que ella entrara en pánico y corriera a abrazarme.—¿Qué pasó, Liv? ¡Logan, ven aquí! —No, papá no... No quiero que me vea así.Al escuchar la voz desesperada de mi madre, papá aparece al segundo, entrando en pánico al ver a mamá abrazándome. Camina hacia mí y me observa de arriba a abajo.—¿Princesa, qué pasó? —Pregunta, pero yo no soy capaz de responderle. Luego su mirada se diri
Definitivamente no debí ir a ese bar.Debí hacerle caso a mi conciencia y regresar a casa, así nada de esto estaría pasando. No me habría acostado con un desconocido, no estaría de los nervios todos los días, mi corazón no se volvería loco cada vez que lo viera y definitivamente no habría pagado mi rabia interna conmigo misma con alguien que era el único sustento de su familia, según me había dicho mi padre.Definitivamente me sentiría menos basura.Todo esto gracias a una decepción amorosa que me hizo terminar en los brazos del chico que se había convertido en mi nuevo guardaespaldas.Después de que papá me dijera que el culpable de lo que había pasado era él y no Alex, ya que él había notificado con tiempo su ausencia, me quedé sin ningún argumento válido para seguir discutiendo. Peor quedé cuando descubrí que la razón por la que había faltado fue porque tuvo que llevar de emergencia a su madre al hospital, y yo, segundos atrás, lo estuve tachando de irresponsable y bueno para nada.
¿Qué hago aquí? Esto es tan incómodo. Si Alex no está, no tiene sentido que me quede aquí. Además, su novia está sentada a mi lado y ella no sabe que Alex y yo... Dios mío, qué bajo he caído. Para empeorar aún más la situación, la madre de Alex estaba sentada frente a nosotras con una taza de té que le había preparado Micaela, quien me había ofrecido una a mí, pero yo me había negado. Apenas podía respirar correctamente. Me siento tan incómoda. —Ehh... Señora Green, creo que debería retirarme. No quisiera seguir importunando. —Intento levantarme, pero ella me hace un gesto con la mano y niega con la cabeza. —No seas tontita, cariño. —Sonríe con dulzura y, por alguna razón, eso me llena de paz. Sentía que estaba viendo a… Olvídalo, Liv— Alex ya debe estar cerca. Eres la señorita Walker, ¿cierto? ¿Eh? ¿Cómo lo sabe? ¿Alex le había hablado de mí? ¡Qué vergüenza! —Sí. —Finalmente digo la verdad y la chica a mi lado se tensa un poco, ya que a ella sí le había mentido. Mierda— ¿Cóm
—Deberías follártelo. —¡Mónica! —Tanto Amara como yo chillamos escandalizadas mientras salíamos de los baños del gimnasio. Habíamos terminado nuestros ejercicios del día y estábamos cansadas y sudadas. Habían pasado tres días desde que fui a visitar la casa de Alex y todo estaba tan raro entre nosotros. Una vez más, el castaño había fingido que nada había pasado, como si fuera un robot sin sentimientos dispuesto a atacar a quien se acercara de más. Él parecía completamente normal, pero yo… Después de sentirme prisionera en sus brazos, no podía sacarme esa escena de la cabeza todos estos días. Mi cuerpo me pedía a gritos acercarme de nuevo a él y hacerlo enojar a tal punto que me volviera a encender, justo como lo hizo aquella vez. Estás loca, Liv. Loca, loca, loca. De todos los hombres... ¿por qué él? ¿Qué es lo que tiene que lo deseo tanto? —¿Qué? Solo estoy diciendo la verdad. —La pelirroja se encoge de hombros y sonríe divertida. Ella sí que disfrutaba todo este dilema que