—Secuestro es una palabra muy fea, Jared... Prefiero decir que es una lección —corrijo, sonriendo con malicia—. Otras personas dirían que estamos poniendo la basura en su lugar. Cómo tú quieras verlo, pero lo único que necesito es que esto se quede en tu mente para siempre, ¿vale? Esto es lo que pasa cuando te metes con un Walker.La tensión era palpable. La risa se había desvanecido, y en su lugar había un silencio cargado de promesas.—¿Vas a llorar, Jared? —pregunto burlándome cuando lo veo mirar a todos lados desesperado, intentando escapar de los agarres—. Porque eso sería bastante patético. ¿Dónde está el chico que se creía el rey del mundo?Jared traga saliva, su mirada seguía moviéndose entre todo el lugar, buscando una salida que no existía.—No te tengo miedo, Liv... Eres solo una niñata que tendrá su merecido. —Amenaza, aunque su voz temblaba de miedo. Él sabía que no estaba en posición de amenazar.—Tal vez... Pero tú también tendrás tu merecido. —respondo, sintiendo una s
—¡¿Estás loca?! —me estremezco al escuchar el grito exasperado de mi padre. Ni siquiera cuando supo que Alex y yo teníamos una relación se había puesto de ese modo. Estaba furioso conmigo—. ¿Cómo se te ocurrió hacer semejante estupidez? ¡¿Estás consciente del enorme lío en el que estás?!—Cálmate, Logan. —El tío Thomas le toca el hombro, intentando mantenerlo tranquilo.Sin embargo, eso no sería posible; después de todo, estaba en serios problemas.Y no estaba exagerando.Me habían arrestado por secuestrar y drogar a Jared.—¿Calmarme? ¿Te das cuenta de dónde estamos? —Papá se aleja de golpe de mi tío y se coloca al otro lado de la puerta, mirándome de frente. Retándome con la mirada—. Escucha, Olivia. Esta vez cruzaste la línea, no hay nada que justifique lo que has hecho.—No me arrepiento de nada, papá. —Le respondo, pero luego me muerdo la lengua al ver a papá ponerse rojo como un tomate. Estaba a punto de volverse loco—. Jared se lo merecía.Ahora mismo estábamos en la estación d
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente las puertas de mi celda se abrieron y, en cuanto salí, vi al tío Thomas esperándome en la oficina donde nos habíamos encontrado antes. El alivio de estar fuera de esa fría celda se mezclaba con una sensación de incertidumbre sobre lo que estaba por suceder. También con el anhelo de volver a ver a Alex.Aún no podía creer que hubiera despertado. Creía que lo mantendrían sedado por más tiempo. Al parecer, Alex estaba ansioso por despertar.Camino hacia mi tío, tratando de mantener la calma y no echarme a llorar. Después de escuchar que Alex había despertado y no haber estado ahí para verlo y besarlo, me di cuenta de lo estúpida que fui al secuestrar a Jared. No me arrepentía, pero sí me causaba malestar no haber estado con mi novio.Ahora tenía que soportar los regaños de papá. Este era apenas el inicio de mi largo castigo.—Gracias por sacarme de aquí, tío —le digo abrazándolo brevemente.El tío Thomas sonríe y me estrecha entre sus b
—Vale, ya… No llores, cariño. —me separa de su cuerpo y comienza a darme besos por toda la cara—. ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer?Niego con la cabeza y sonrío al ver a papá, quien apenas me había dirigido la mirada. Él seguía furioso conmigo y no podía culparlo.—No, el tío Thomas me llevó algo de comer más temprano. —Le digo y ella me mira dudosa, pero no dice nada—. Quisiera ir al hospital, mamá.—Olivia...—Papá, sé que estoy en graves problemas, pero por favor... Solo por un momento, déjame seguir como si nada hubiera pasado. —Le pido y él suelta un gruñido lleno de molestia—. Aceptaré cualquier castigo, papá. Solo... déjame verlo. Me estoy muriendo por dentro, solo un momento.No mentía en lo que decía. Con cada segundo que pasaba, sentía que me estaba muriendo en vida.Necesitaba ver con mis propios ojos que Alex estaba bien.—Bien, iremos. —Finalmente acepta y yo suelto todo el aire que tenía contenido en mis pulmones.Esta era la manera fácil de hacer las cosas. Sin embargo, s
[Un mes después]—¿Papá, cuándo me devolverás a mi guardaespaldas? —preguntaba con los brazos cruzados.Estaba sentada frente a su escritorio en la empresa, mientras el pelinegro me observaba divertido desde su enorme sillón. Nuestras discusiones se habían reducido a plantear y negociar sobre este tema, pero yo aún no había logrado ganar ni una sola batalla. Era casi imposible ganarle a Logan Walker.—¿Quién sabe? Descubrí que es muy competente en lo que hace. —me dice con la misma sonrisa en sus labios y yo ruedo los ojos. Eso ya lo sé, papá—. Creo que me quedaré con Frank y con él.¡¿Qué?!Jamás.—Papá... —le advierto, porque aunque lo había intentado, me había negado muchas veces. Aún así, había logrado quitarme a mi protector y novio desde hace tres días.Sabía los verdaderos motivos por los cuales quería a Alex tan cerca de él, a mí no me engañaba.—Te dejaré que escojas a cualquiera de los chicos en casa, son buenos en su trabajo y...—No quiero a alguien bueno, quiero a Alex.
—¡Espera! —suelto una carcajada cuando Alex me levanta por encima de su hombro como si fuera un costal de papas, subiendo las escaleras y entrando a nuestra habitación. Y digo "nuestra" porque no había dejado que Alex se quedara en otra habitación y había sobornado a mi hermano para que me guardara el secreto—. No me dejas cumplir mis fantasías.Hago un puchero fingiendo estar triste, lo que lo hace reír tan fuerte como a mí. Por fortuna, Lucian dormía varias habitaciones lejos de nosotros, por lo que no sería capaz de escucharnos ni queriendo; aún así, debíamos tener cuidado. Después de todo, eran las dos de la madrugada.—¿Follarte en la cocina arriesgándonos a que tu hermano despierte y nos vea? —me encojo de hombros y sonrío pícara. En realidad, no me apetecía aquel escenario, pero ver las expresiones de sorpresa en el rostro de Alex era un deleite para mí—. He creado a un monstruo.—Tu monstruo favorito.—Mi sexy y suculento tiranosaurio favorito. —termina muy cerca de mi rostro,
El sonido monótono del monitor junto a la cama de mi madre resonaba en mis oídos. Era un ruido que odiaba, que me atravesaba y me quemaba por dentro.Cada vez que nos encontrábamos en esta situación, mi corazón se desbocaba al imaginar o pensar en todo lo que podría estar sucediendo. A veces solo eran recaídas normales por las quimioterapias; otras, porque el tratamiento no estaba funcionando; y otras veces... porque la situación estaba empeorando.Mamá... Cuánto daría por ser yo quien estuviera acostado en esa maldita cama.No mereces esto.¡Nadie merece sufrir con esta maldita enfermedad!Estábamos en el hospital una vez más. Mamá se había desmayado mientras preparaba un postre que se le había antojado. Sin importar cuántas veces le dije que no lo hiciera, ella no me hizo caso, agotó sus fuerzas y se desvaneció. Como pude, le pedí prestado el auto al vecino —que seguro me cobraría por el favor— y la traje para que la examinaran. Ahora estaba esperando el diagnóstico del doctor.Ella
—Recuerda ponerte más hermosa de lo normal, Liv. Te aseguro que Jared soltará la baba al verte con ese vestido. —Mónica, una de mis mejores amigas, agitaba sugestivamente el pedazo de tela brillante que usaría esta noche— No puede estar molesto toda la vida; es una tontería.Recordarlo solo me daba ganas de vomitar.Aún así, él no parecía entender mis razones.—No le prestes atención, Liv. Si el idiota de Jared no puede comprenderte, es problema de él. —Amara, mi otra mejor amiga, era la versión opuesta de Mónica, pero amaba tener sus opiniones presentes— No tienes porqué sentirte mal de algo que no es tu culpa.—Amara, comprendo que Jared no te cae bien, pero la forma en que lo dices suena como si realmente lo odiaras. —Mónica se burla de ella, y la mencionada rueda los ojos antes de lanzarle un cojín en la cara, lo que hace que ambas rían divertidas— Al menos tienes que admitir que está bueno. Liv tiene buenos gustos.—Podrá estar bueno, pero es un idiota. —Vuelve a rodar los ojos l