Ivy Montana es una mujer de veinticuatro años apasionada quién siempre se ha esforzado por sobresalir en todos los aspectos de su vida, trabaja incansablemente para sacar adelante a su familia mientras al mismo tiempo escapa de un pasado tormentoso lleno de abusos y dolor llevándola a cometer un sinfín de errores. Mathew Hoogen es un joven multimillonario y mujeriego que necesita recibir el fideicomiso de sus padres, tras descubrir que se le negará por su estilo de vida desenfrenado decide tomar una decisión que cambiaría su destino por completo. Buscar una esposa con quién casarse parecía algo radical pero el fin justificaba los medios. ¿Y que mejor opción que su ex novia con quién había mantenido un apasionado romance en secundaria? Ivy acepta los términos sin saber que ha unido su vida a alguien que se convertirá en su amor y perdición al mismo tiempo, dos jóvenes sedientos de poder y pasión ¿Que podría salir mal? Un verano ardiente como el infierno y encuentros apasionados muchas veces pueden ser la receta para un amargo desenlace.
Leer másAunque había anochecido Ivy no deseaba regresar a su realidad junto a su esposo, en cambio había disfrutado todo el día junto a Tyler jugando en el Xbox pese a que no era lo suficientemente buena había reído un montón, era lo que más adoraba de su compañía, eran horas donde se sentía feliz y apreciada por alguien más. Por muy cliché que resultase no recordaba la última vez que disfrutaba tanto de la vida hasta que lo conoció y aunque no era correcto ni leal su actuar el verlo acercarse a ella con una sonrisa tierna y sosteniendo una bandeja con comida siempre atento a sus necesidades lo demás daba igual. Habían hecho el amor varias veces durante el día, no había deseado tanto a un hombre lo suficiente para repetir el acto con él mismo, casi siempre elegía a uno diferente y al día siguiente regresaba a su monótona rutina y eso parecía ser suficiente. Pero en aquel momento él era todo lo que Ivy deseaba. —Ordené hamburguesas, no se si sean de tu agrado, en caso de no serlo puedo pr
Mathew: El estar solo en la habitación le hacía pensar con claridad en su actuar los últimos días y ni siquiera él mismo podía definir sus sentimientos, era una mezcla entre dolor y enojo que con el paso del tiempo incrementaba. Había mantenido contacto con su familia desde el primer momento en que se supo de la muerte de Esmeralda y tal parecía que todo estaba bajo control, pero luego hallaron el cadáver de Carolina y entonces todos los ojos estaban sobre él. Había hecho un montón de cosas y sobornado a fuentes importantes para que la reputación de Ivy no se viera afectada. Porque realmente la amaba ¿O no? Alguien no podía causar tanto daño a la mujer de su vida y desearla al mismo tiempo, y el no sólo le había fallado innumerables de veces, también la agredió física y verbalmente. Había indagado lo suficiente en su pasado como para descubrir que su vida había sido un total infierno, ni siquiera el podría soportar un segundo bajo su piel sufriendo todas esa violencia. Tenía un moti
Cuando Tyler se marchó el estado de ánimo de Ivy ya había mejorado progresivamente lo suficiente para indagar más sobre Mathew, no entendía por qué razón guardaría un artículo sobre su secuestro y el estar ausente le generaba cierta duda en si conocía al hombre con él que se había casado, si había sido capaz de ponerle una mano encima no podía tapar el sol con un dedo y seguir esperando encerrada en una habitación. En una de las valijas justamente como su amante le había dicho estaba el artículo en una de sus cajas con pertenencias de Mathew que no se había molestado en organizar, lo puso en su lugar y siguió buscando algo más novedoso y cuando pensó que no tendría éxito una de sus valijas despertó su curiosidad y fue tras ella. Su rostro palideció al ver lo que contenía. Eran armas de diferentes tamaños así como una hoja de papel con algo escrito en un idioma que desconocía, en ese punto Ivy pensó que había sido suficiente indagación en lo que restaba del día y organizó todo justo c
Había sido difícil para no decir imposible contener a Tyler de ir tras Mathew una vez había comprendido mejor lo que había sucedido, pero al final logró que se quedara a su lado mientras ella se maquillaba como si su vida dependiera de ello, por supuesto que él chico seguía enojado pero no hubiera sido la mejor idea crear otro problema y arriesgarse demasiado por la impulsividad del momento.Tyler peinada la larga cabellera de la chica mientras tarareaba la misma canción que habían bailado juntos antes de que ocurriera todo aquel conflicto.—Estoy agradecida porque hayas elegido acompañarme por encima de lo que deseabas hacer realmente—rompió el silencio Ivy con una sonrisa triste.—Lo menos que deseo es hacerte sentir peor, pero sabes que es un maldito cobarde y merece sufrir el peor de los castigos—se quejó.—Tyler, yo no he sido precisamente una santa en toda esta situación...—Al diablo con eso, su matrimonio fue un acuerdo, y nada justifica una agresión hacia tí, mierda estoy tan
Era predecible no recibir ayuda medica en un hotel que supuestamente estaba a nombre de Mathew, habían pasado dos horas en las que Ivy había deambulado por cada rincón en un intento desesperado de distraer su mente, por supuesto que las heridas en su rostro empezaban a doler con más intensidad y ni siquiera le aparecía seguir viéndose en el espejo ya que desencadenaría otra crisis y sentiría la necesidad de salir huyendo de aquel lugar. Aunque quería salir del hotel no era nada razonable elegir esa opción cuando había un asesino suelto, ella podría ser la siguiente en caso de dar un paso en falso y si había alguien que deseaba más que nada seguir viviendo era Ivy, su familia había que todo el sacrificio valiera la pena. Cuando regresó a la habitación no había nadie y todo estaba perfectamente ordenado y limpio. Ivy no podía sentirse más asqueada de toda la situación, aunque cada día se aseguraba de verse bonita en ese momento no se sentía como ella misma, solo era un fantasma deamb
El regreso era tenso, sabían que debían nuevamente dar inicio a la interpretación de sus roles, pero había mucho más en el entorno, una sensación angustiante de que algo podría suceder una vez regresaran al hotel o quizás Ivy tenía el mal hábito de siempre sobre pensar porque las cosas buenas no eran infinitas, en algún punto todo podría desvanecerse como era de costumbre.Tyler en cambio se veía más relajado, realmente admiraba su capacidad para afrontar cualquier situación que se le presentaba, aunque entendía su sentir, habían compartido un hermoso día y el estar tan cerca y tener conversaciones tan profundas era un paso gigantesco. No podía borrarse de la cabeza cada escena, le había sacado tantas sonrisas mientras sus cuerpos aún desnudos en la cama reposaban, Tyler acariciaba sus mejillas y la miraba con tanta dulzura que sentía que podía deshacerse.—Pienso que ha sido maravilloso todo lo que hemos hecho hoy—dijo Tyler irrumpiendo en sus pensamientos.—Me gustaría hacerlo más s
Ivy observaba fascinada el interior del departamento donde su chófer la había llevado, aunque era acogedor tenía todo lo necesario para ser feliz y un diseño bastante moderno con pinturas de arte abstracto adornando las paredes azules, un balcón con una hermosa vista hacia el mar y apostaba a qué por las noches el panorama sería mejor, fuera de todo eso Ivy se preguntaba a quién pertenecía ese lugar, Tyler jamás mencionó nada al respecto y cuando ambos se sentaron en el sofá la miró por un rato con cierta timidez. —Sé que no es algo tan ostentoso como acostumbras pero se me ocurrió que podríamos pasar un rato agradable y tranquilo aquí, no pueden vernos tan cercanos en la calle... —Oye, me encanta este lugar ¿Bien? Durante años he luchado por mantener mi hogar y esto es un palacio en comparación, lo que me intriga es que no mencionaste jamás tener una propiedad aqui—intervino Ivy con una sonrisa. —Soy muy reservado, hago mi trabajo y evito dar más información a los demás porque dudo
No se sentía incómodo sujetar la mano de Tyler y dentro de Ivy era como si explotaran fuegos artificiales de la emoción que tenía, mientras iban en el auto pensaba en que explicación podía darle a Mathew pero en realidad nada de eso importaba en ese momento. Su relación no estaba definida, él también la había engañado, sin embargo moralmente se sentía como una traicionera, pese a eso junto a su chófer era ella misma, olvidaba las razones por las cuales Ivy Montana jamás lograría ser completamente felíz. Tyler estaba enfocado en el camino quizás en la búsqueda de algo interesante que pudieran hacer para pasar el rato, no sabía cómo iniciar una charla ya que también podía estarse sintiendo mal por la muerte de Carolina. —Es extraño que no hables—rompió el silencio el mismo Tyler. —Han pasado muchas cosas desagradables en estos días y no quiero ser inoportuna—respondió Ivy. —No todo tiene que ser trágico, podemos tener una conversación de cualquier tipo. —¿Cómo acabaste trabajando pa
Ivy. No le impresionaba que el hotel donde se alojarían por tiempo indefinido era extremadamente lujoso o que tuviera a cuatro escoltas acompañándola mientras que Tyler tenía la orden de cuidar de ella en el interior, se sentía culpable de haberse involucrado con su chofer pero otra parte de si misma no lo lamentaba, hace mucho no se sentía auténtica ninguna emoción y aquel joven le había proporcionado todo lo que le hacía falta en un día. Se encontraba en un dilema porque no podía aclarar su mente y evitar pensar en ambos, por supuesto que estaba mal y alguien saldría lastimado si daba rienda suelta a sus pasiones. Debió preveer que el drama estaba a la vuelta de la esquina y que el no estar segura de algo la hacía una persona desagradable, las palabras de él hombre que la mantuvo cautiva en el pasado hacían eco en su mente, solía decirle que era una mujer indigna y que estaba m*****a, probablemente aquellas cosas eran con él objetivo de desestabilizarla más de lo que ya estaba, pe